GRACIAS POR ESTAR AQUÍ...

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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

“
"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

viernes, abril 30, 2010

LEONARDO CASTELLANI."Cuando un verdadero genio aparece en el mundo, lo podéis reconocer por esta señal: todos los necios se conjuran contra él".



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"Cuando un verdadero genio aparece en el mundo, lo podéis reconocer por esta señal: todos los necios se conjuran contra él".
Jonathan Swift.
…Mis amigos, mientras quede algo por salvar; con calma, con paz, con prudencia, con reflexión, con firmeza, con imploración de la luz divina, hay que hacer lo que se pueda por salvarlo. Cuando ya no quede nada por salvar, siempre y todavía hay que salvar el alma.
(¿Qué me importa a mí de vuestros cines, de vuestros teatros, de vuestras fiestas, de vuestros homenajes, de vuestras revistas, de vuestros diarios, de vuestras radios, de vuestras milongas, de vuestras universidades, de vuestros negocios, de vuestras politiquerías, de vuestros amores, de vuestros discursos, oh rumiantes.
Oh rumiantes de diarios, empachados de cine y ebrios de palabrerías?
Dentro de pocos años os espero en la Chacarita.)
Es muy posible que bajo la presión de las plagas que están cayendo sobre el mundo, y de esa nueva falsificación del catolicismo que aludí arriba, la contextura de la cristiandad occidental se siga deshaciendo en tal forma que dentro de poco no haya nada que hacer, para un verdadero cristiano, en el orden de la cosa pública.
Ahora, la voz de orden es atenerse al mensaje esencial del cristianismo: huir del mundo, creer en Cristo, hacer todo el bien que se pueda, desapegarse de las cosas criadas, guardarse de los falsos profetas, recordar la muerte. En una palabra, dar con la vida testimonio de la Verdad y desear la vuelta de Cristo.
En medio de este batifondo, tenemos que hacer nuestra salvación cuidadosamente, al modo que el artista con los materiales a su alrededor hace su obra, adentro de sí mismo primeramente. No hay nada que no pueda servir, si uno es capaz de pisarlo, para hacer escala a Dios.
…Ni con el juicio oral, ni con el juicio político, ni con la Suprema Corte van a curar nada, mientras los argentinos de hoy seamos lo que somos, esencialmente descangayados, mientras perdure el desorden y el histerismo actual y la gran maquinaria invisible de ese desorden y ese histerismo, vigilada celosamente por el Ángel de las Tinieblas.
Pero eso sí, que no pongan sobre esa maquinaria, ni sobre lo que es puramente terreno (como Sarmiento, Chapultepec y la democracia), que todo es mortal y contaminado, ni a la persona de Cristo, ni su Nombre, ni su Corazón, ni la imagen inviolable de la Mujer que fue su Madre.Con esto sí que no hay reconciliación. Contra esto hay guerra perpetua. Mientras yo tenga vida, mi función (y para eso me alimenta el pueblo cristiano) es luchar contra el error religioso, la mentira en el plano de lo sacro y el Padre de la Mentira. Sin eso, no puedo salvar mi alma, ni me es lícito dormir, ni comer siquiera.
Yo no sé de cierto si estamos o no cerca del fin del siglo, tal como estoy cierto que yo estoy cerca de dejar pronto este encantador Siglo Veinte. Pero lo sospecho. Y lo deseo. El fin del siglo es el retorno de Cristo. Para ver el retorno de Cristo vale la pena pagar la entrada.
Cristo anunció que esa entrada no sería barata. Pero que valía la pena.
Veni, Dómine Jesu.

LEONARDO CASTELLANI, S.J.
(Villa Devoto, 24 de febrero de 1945)
Padre Leonardo Castellani.
(16-XI-1899/15-III-1981)
1. Formación (1899-1935)
Leonardo Luis Castellani Contepomi nace en Reconquista, (Santa Fe, Argentina) el 16 de noviembre de 1899. Pierde a su padre -periodista y maestro librepensador- en la niñez, muerto en una reyerta política; también pierde en su niñez el ojo izquierdo, que será reemplazado por uno de vidrio. Termina el bachillerato en Santa Fe, y en 1918 ingresa al noviciado jesuita de Córdoba. Estudia letras, filosofía y teología en Santa Fe, luego en Buenos Aires y comienza a escribir (Camperas). Vistas sus grandes dotes intelectuales, es enviado en 1929 a Europa a proseguir sus estudios.
Es ordenado sacerdote (1931), y estudia Filosofía y Teología en la Gregoriana de Roma, Después estudia Psicología en la Sorbona de París. Tras unos meses en Alemania, en 1935 vuelve a Argentina.
2. Primera época (1935-1946)
Desde su regreso a Europa y hasta 1946 trabaja en docencia y periodismo ; escribe más de 12 libros y traduce la primera parte de la Suma Teológica de Santo Tomás. De esta época son los cuentos reunidos en 'Historias del Norte Bravo', 'Martita ofelia y otros cuentos de fantasmas', 'Las muertes del Padre Metri'; ensayos y artículos reunidos en 'Las canciones de Militis', 'Crítica literaria', 'El nuevo gobierno de Sancho'. Participa activamente en revistas y diarios (Criterio, La Nacion, Cabildo, Tribuna) e incursiona en política, llegando a ser incluido en la lista de diputados del partido nacionalista en 1946. Estas actividades y sus actitudes críticas hacia la educación y las estructuras sociales, políticas y religiosas comienzan a ocasionarle enemigos y dificultades.
3. La crisis: Manresa (1946-1949)
Sus superiores religiosos lo presionan para que abandone la Compañía de Jesús (la orden jesuita); se niega, y las sanciones y presiones van en aumento. Viaja a Europa para intentar aclarar su situación, sin éxito. Es recluido en Manresa (España) durante dos años, mientras su salud física y psíquica se derrumba. Al borde de una neurosis y en medio de una aguda crisis espiritual, consigue huir y vuelve en 1949 a Buenos Aires. Es entonces expulsado de la Compañía y suspendido como sacerdote.
Tiene entonces 50 años, su salud decaída, el alma lastimada en lo más profundo, difamado, con su carrera intelectual tronchada y sin medios de vida.
4. Segunda etapa (1950-1969)
Es acogido por el obispo de Salta, donde vive entre 1950 y 1951, enseñando y escribiendo. Vuelve en 1952 a Bs As, y dicta cursos de filosofía y conferencias varias. El período más difícil de su vida ha pasado, y aunque las heridas no cerrarán nunca, comienza a ordenar sus papeles e inicia una nueva etapa en su producción intelectual, que se revelará aún más productiva y profunda que la primera.
En este tiempo escribe 'El apocalipsis de San Juan', 'Cristo vuelve o no vuelve?', 'El ruiseñor fusilado/El místico', 'Los papeles de Benjamín Benavídez', 'El evangelio de Jesucristo', 'Las parábolas de Cristo', 'Su majestad Dulcinea'...
En 1966 se le restituye el ministerio sacerdotal. En 1967 funda la revista Jauja, que dirige hasta su cierre, en 1969.
5. El ocaso (1969-1981)
El fin de la revista Jauja coincide con el fin de una década en que mueren otras esperanza;: han pasado el mayo francés, la primavera de Praga, el Concilio Vaticano II y la llegada del hombre a la luna... Castellani, sin dejar de ser un referente entre los sectores más tradicionales del catolicismo, y una figura destacada del nacionalismo argentino, se aparta cada vez más de la actividad política y, en general, de la sociedad. Volcado a su interioridad religiosa, su actividad se limita a escribir libros y dar conferencias. Profesa una gran devoción por el filósofo luterano Soren Kierkegaard, a quien dedica 'De Kierkegord a Tomas de Aquino', uno de los principales libros de la última etapa de su vida.
Muere el 15 de marzo de 1981 en Buenos Aires.
Información de distintos sitios de internet.

jueves, abril 29, 2010

MONUMENTO A LA MADRE VILLA REGINA.



MONUMENTO A LA MADRE
VILLA REGINA
Donación Club de Leones Villa Regina
15 de octubre de 1.967





Antigua COLONIA REGINA.


POSTALES
DE TRABAJO Y PRODUCCION
Antigua Colonia Regina

REGINA AYER Y HOY.



POSTALES
DE REGINA
ayer y hoy...




¿ Quién fue el Comodoro Py ?


El Comodoro Py.
El nombre del comodoro Py aparece cotidianamente en los medios, gráficos, televisivos y radiales, debido a que el ignoto marino, le da la nominación a la calle de los tribunales ubicados al 2.002 en la capital federal, donde muchos argentinos poderosos, en los últimos años, han acudido como imputados o sospechosos, para ser juzgados.

A través de los medios, al hacer mención de los distintos juicios, el comodoro Py desde su anonimato ha pasado a ser mencionado reiteradamente sin que la mayoría se preocupe por saber la trayectoria de su vida. De tal manera que el periodista Hugo Presman acertadamente lo ha definido como "El anónimo más conocido de la Argentina".

Luis Py nació en Barcelona en l819. En 1843, cuando contaba 24 años, llegó al Río de la Plata y de inmediato ingresó en la Escuadra Argentina, debutando a bordo de la goleta "Chacabuco", en el bloqueo a Montevideo, formando parte de la flota del almirante Brown.

Con el grado de teniente coronel, en 1865, combatió contra el Paraguay, en la cruenta Guerra de la Triple Alianza, donde perdió la vida su hijo Enrique Py. Al concluir la contienda, regresó a Buenos Aires. Entre 1871 y 1872 fue comandante militar en la isla Martín García.

Cuando el presidente Sarmiento adquirió en 1874, una nueva escuadra, que puso al mando de Muratore, como segundo fue designado el comodoro Py. Posteriormente fue nombrado jefe de la división encargada de perseguir a la cañonera "Paraná" que se había sublevado. En esa escuadra iba Leandro Alem en calidad de secretario.

Su actividad en el Atlántico sur se debió a que en 1878, Chile había instalado una capitanía en la margen sur del río Santa Cruz, y las naves chilenas de guerra habían comenzado a patrullar el mar austral, en clara ostentación de dominio de nuestras tierras y mares patagónicos.

La captura por parte de la cañonera chilena "Magallanes" de las naves guaneras "Jeanne Amelie" y "Devonshire" de banderas francesa y norteamericana respectivamente, que operaban con permiso argentino, hizo que las relaciones con el país trasandino, estuvieron a punto de romperse en forma violenta. Gracias a los buenos oficios de los embajadores de ambos países no llegaron a un enfrentamiento armado.

El presidente Nicolás Avellaneda asumió la responsabilidad de preservar el patrimonio de la República, al hacer respetar los tratados firmados en 1826 y 1855, donde ambos países se comprometieron a conservar los límites que tenían al momento de sus emancipaciones de España.

El ministro de Guerra y Marina, General Roca, dispuso una escuadra armada al mando del comodoro Py, que zarpó de Buenos Aires el 8 de noviembre de 1878, estaba integrada por el monitor "Los Andes", la cañonera "Uruguay" y la bombardera "Constitución".

Las naves argentinas eran modestas embarcaciones de río, que llevaban fuerzas de ocupación. Se sabía que Chile tenía una flota moderna, superior en número y poder, no obstante la orden era la de desalojar de Santa Cruz a los chilenos. El 30 de noviembre de 1878, toda la División Naval, fondeó al frente del Cañadón de los Misionero, donde encontraron una casilla construida por los chilenos con destino a una eventual capitanía. Por un ballenero norteamericano, supieron que los chilenos habían arriado su pabellón y se habían marchado dos días antes del arribo argentino.

El 1 de diciembre de 1878, en una solemne ceremonia se procedió al izamiento del Pabellón Argentino, afianzando nuestra soberanía en las tierras patagónicas.

Durante la estadía en el estuario del río Santa Cruz, la División Naval recibió las visitas de la corbeta "Cabo de Horno", la bombardera "República" y el cutter "Los Estados", al mando del capitán Luis Piedrabuena como segundo Martín Rivadavia. En la tripulación se destacaba la primera promoción de Oficiales de la Escuela Naval Militar fundada por Sarmiento.

El 19 de enero de 1879, llegó desde Punta Arenas, el ex gobernador de Magallanes Diego Dublé Almeida, se entrevistó con el comodoro Py y le expresó, que venía a interiorizarse de la situación y anticiparle que la cuestión de límites estaba en vías de un arreglo pacífico.

En Cañadón Misionero se instaló una subprefectura, a cargo del te-niente Carlos María Moyano, que hasta entonces tenía asiento en la isla Pavón.

El 13 de marzo de 1879, la Comisión Naval a cargo del comodoro Py concluyó su labor y regresó a Buenos Aires.

A su regreso, don Luis Py fue ascendido a comodoro y se le otorgó una medalla de oro, cuando contaba 60 años de edad.

Falleció en 1884, precisamente un año después de que la Nación Argentina ocupara institucionalmente las costas patagónicas, mediante la creación de distintas subprefecturas.

Una pequeña localidad de la provincia de Buenos Aires lleva su nombre.

Es un pueblo rural, de 700 habitantes, que está ubicado a 8 kilómetros de la Ruta Nacional 5 y a 30 de la ciudad de Bragado.

Comodoro Py se ha convertido en estos últimos años en un término muy mediático, por lo que considero, vale la pena conocer, aunque sea someramente, que detrás de un pequeño apellido, de sólo dos letras, hubo un gran hombre, que dedicó toda su vida, a prestarle importantes servicios a nuestra Nación.
ABEL SANDRO MANCA
HISTORIAS BAJO CERO, Diario Río Negro, lunes 26 de abril de 2010

lunes, abril 26, 2010

ORGANIZACION DE ESCUELAS PARROQUIALES.



" No vayas por donde el camino te lleve,
ve por donde no hay camino
y deja tu propia huella."


 
ORGANIZACIÓN DE ESCUELAS PARROQUIALES
OBRA SALESIANA DON BOSCO VILLA REGINA.

Reconocimiento al
EMPECINADO HACEDOR
Padre César RONDINI.
50 años de la Obra fundada por el Padre César Rondini en Villa Regina. Su legado se mantiene intacto y la institución alberga hoy unos 180 chicos entre los dos y veinte años. Tienen a cargo dos escuelas secundarias, tres primarias, dos jardines de infantes y cuatro hogares, entre otras instituciones, a las que se vinculan unas 2500 familias diariamente.
Un viejo sillón de mimbre cruje agitado. Es el vaivén inquieto de un pensamiento que, encerrado en paredes, no puede salir. La duda asalta al Padre César Rondini, quien a poco de llegar se impacienta por el silencio y la tranquilidad en la parroquia. Vuelve a cuestionarse y, otra vez, ensaya una respuesta que no lo satisface. Sale a caminar y vuelve a entrar. Sale a recorrer y vuelve a entrar.
- Necesito pedirles un favor –puede haber dicho a los voluntarios de la parroquia-. Estuve recorriendo un barrio y hay muchas necesidades allí. Hay muchos chicos con hambre y que ni siquiera van a la escuela.

- Hasta dónde hay que ir –preguntaron algunos pocos interesados-.
- Está saliendo de la ciudad, al costado del camino. En el destacamento no me garantizan seguridad, pero no podemos rechazar ese llamado –concluyó honrando su oración sacerdotal de hacerse todo para todos-.
Era el año 1959 en el entonces llamado barrio Buenos Aires Chico. Para muchos la historia es conocida. El predio, donde se emplaza el actual barrio Don Bosco, fue ocupado por las familias más carenciadas de Villa Regina. Recibió su primer nombre, casi en forma despectiva, por la similitud de sus precarias construcciones con las villas instaladas en la principal ciudad del país. Algunos lo describen como "un médano con algunos ranchitos de chapa". Hasta ahí llegó el Padre Rondini para interiorizarse de las necesidades de los vecinos. A poco de su primer acercamiento inició una serie de colectas y otras actividades para poder construir, en la que después se llamó calle Salesianos, una pequeña aula de material donde, el 4 de abril de 1960, cimentó el inicio de su Obra y la puesta en práctica de sus inquietudes.
La construcción, literalmente, como aquella conjunción de materiales que permiten concretar las bases en la vida de las personas, puede utilizarse cabalmente como la metáfora que resuma la obra de Rondini. A veces como administrador, otras como gestor, a veces como arquitecto o albañil, Rondini, motivado por su fe, puede describirse como un edificador incansable de la solidaridad.
El qué se ha hecho para muchos es conocido. Y aunque simplificado así pueda sonar a poco, la obra del Padre Rondini no sólo lo trasciende como persona sino que es de las más importantes en el norte de la Patagonia. Sin embargo, cuando repasamos el cómo se hizo es inevitable encontrarse su personalidad. Sintetizando las cosas puede decirse que cosechó amores y también resistencias, que inclusive recibió cuestionamientos dentro de su congregación. Pero al recorrer su legado no puede ocultarse la dimensión del proyecto que edificó durante toda vida y que tuvo como principal destinatario los más vulnerables de una sociedad que en su génesis contempla la exclusión: los niños
César Rondini fue hijo de inmigrantes italianos y hermano de ocho mujeres y cinco varones. Recibió su ordenación sacerdotal en 1946 y llegó a Villa Regina en 1959, proveniente de Fortín Mercedes. Formado en el seno de la una familia humilde tomó como conceptos de vida la austeridad, la disciplina y la dedicación al trabajo. Se acercó a la congregación salesiana a los 14 años y continuó fiel a ella hasta su muerte en 2001.
Desde edades tempranas tuvo que superar algunos problemas de salud. Seguramente lo hizo con su carácter inquieto y activo. El museo que lleva su nombre en la administración de la OR.ES.PA. reproduce con exactitud el escritorio, la silla, el teléfono y el fax, del rincón desde el cual el Padre Rondini llevó a cabo su labor durante su último tiempo. Los retratos que ratifican la escena lo muestran rodeado de papales y anotaciones, encabezando una estrecha mesa donde, empuñando el tubo del teléfono, deja caer una leve mueca hacia la cámara como prestándose rápido para la foto, con la finalidad de seguir rápidamente su actividad.
Obviamente hincha de San Lorenzo, el Padre Rondini puede ser presentado como un actor principal en el relato que escribe la historia de Villa Regina. Tuvo una fuerte influencia en la vida de los habitantes, pero también entre las autoridades regionales. Muchas veces fuente de consulta de algunos dirigentes políticos de la provincia, supo instalar sus inquietudes en el seno de las prioridades a resolver.
"A veces parecía, por su manera de actuar, que no había lugar el diálogo o el disenso", se escribe en su biografía y retrata un personalismo avasallante, impulsado por una actitud práctica que, según dicen sus colaborares, hizo oscilar a su figura entre el amor y la incomprensión. Sin embargo para el Padre Rondini la "verdadera autoridad sólo habita en las personas de buen corazón".
Pero aquello que algunos denominaron "temperamento impulsivo" y que, ciertamente pudo ser la fuente de sus críticos, pasa a ser la repuesta para la pregunta, quizá para algunos intrascendente, sobre el peso de su personalidad en la magnitud de la Obra. Señalan sus allegados que aquella actitud lo llevaba a tomar varias decisiones unilateralmente, decisiones que no siempre contaban con el consenso de su comunidad o coincidían con la opinión de la mayoría.
Su congregación también tuvo algunas observaciones. Alguna vez se insinuó que su pasión por la educación y las urgencias sociales lo alejaron en cierta medida de la evangelización. "Mi dios no tiene frío, pero los chicos sí", dicen sus seguidores que dijo alguna vez el Padre Rondini apurado para terminar la construcción de uno de los hogares. Y sólo una vez concluida la obra se dedicó a hacer "una linda capilla".
Sin embargo el apoyo y la respuesta de la gente permitió no sólo edificar la obra sino sostenerla y mantenerla. Desde la espera sin tregua cuando solicitaba colaboraciones a algún empresario y la organización de distintas actividades con fines recaudatorios, pasando por el pedido de la ropa de cama que desechaban sofisticados hoteles en Buenos Aires, hasta conseguir un camión cargado de manzanas para cambiarlo en el norte por otras frutas o verduras.
Todo esto y más fue ingenio, tozudez, pero también un modo de involucrar, a beneficiarios y benefactores en una misma extensa y prolongada empresa solidaria.
El próximo 4 de abril se conmemorarán los 50 años de la obra del religioso salesiano. Una Obra que actualmente posee tres escuelas primeras, dos secundarios, dos jardines de infantes, cuatro hogares de contención para niños y adolescentes, comedores, un centro recreativo, una casa de descanso en Las Grutas, entre otras instalaciones. Actualmente unos 180 niños y niñas viven en los hogares, unas 250 personas trabajaban en las instalaciones y cerca de 2500 familias están vinculadas a través de la educación y formación de sus hijos.
El inicio de la Obra comenzó en el actual barrio Don Bosco, el 4 de abril de 1960, conmemorando la fecha de colocación de la piedra fundacional de Villa Regina en 1928. La pequeña salita de material, que de a poco se convirtió en una amplia escuela, fue el centro de organización para el barrio y los vecinos.
Algo similar sucedió años mas tarde en el barrio Villa Antartida, donde se construyó una pequeña capilla que funcionó como colegio hasta que se pudo construir las primeras aulas.
En las obras iniciales y las sucesivas hasta conformar la infraestructura actual, el Padre César Rondini fue el motor y gestor para su consecución. Comenzó organizando festivales y solicitando colaboraciones locales y nacionales. Aunque una vez reunido el dinero, el Padre dejaba la recaudación para sumarse a la construcción. Así recuerdan su accionar:
- Para recaudar fondos contaba con la colaboración incondicional de muchos vecinos del barrio, sobre todo en la organización de la "ramadas chilenas", que constituían uno de los grandes acontecimientos de la región. El Padre Rondini se partía en cuatro para levar a cabo esas fiestas, a pesar de los dolores de cabeza que le traían. En no pocas oportunidades tuvo que lidiar con borrachos y alguna vez hasta recibió alguna trompada de los asistentes.

- Gracias a la colaboración de innumerables chacareros y muchos galpones de empaque enviaba camiones cargados de manzanas a Misiones, de donde volvían repletos de naranjas, té y yerba; o a la provincia de Buenos Aires, de donde transportaba a Regina, quesos, dulce de leche, embutidos o carne; o a Mendoza, de donde regresaban aprovisionados de azúcar; o a Santa Fe, de donde volvía con leche, fideos y arroz…
- También había establecido contacto con los hoteles de Buenos Aires que todos los años le proveían de ropa de cama, muebles, vajilla y otros elementos en buen estado, que iban cayendo en desuso.
La Obra del Padre Rondini alberga hoy:
Escuelas Primarias
- Instituto Primario Don Bosco (1960)
- Instituto Antártida Argentina (1962)
- Jardín de Infantes "Pimpollito"
- Instituto Niño Jesús (1965)
- Jardín de Infantes Rayito de Sol (1967)
Escuelas Secundarias
- Instituto Nuestra Señora del Rosario (1965)
- Instituto Secundario Don Bosco (1991)
Capacitación
- Isla 61 Nuestra Señora de Luján (1969)
- Centro Cooperativo Laboral Mamá Margarita (2000)
Recreación y deportes
- Salón Social OR.ES.PA (1963)
- Casa de Nazareth (1971)
Obra Social
- OR.ES.PA
- Hogar San José (1963)
- Hogar Niño Jesús (1973)
- Capilla Niño Jesús
- Centro Cultural Niño Jesús
- Centro de Atención al Niño
- Residencia Escolar "Casita Padre Rondini"
El Padre Rondini siempre se tomó a pecho la fecundidad vocacional, propia y de los demás, como quedó manifestado en sus propias palabras:
"Fuí a los pies de la estatua de María Auxiliadora y le recé con mucha fé y esperanza, pues creia que mi camino era ser salesiano y trabajar con los pobres. Me levanté mucho más animado. Por lo visto la Virgen no me falló y por cierto que siempre me acompañó..."
"En la Ordenación se suelen pedir gracias especiales. Yo pedí al Señor trabajar a gusto cuatro años, pues la salud no me daba muchas garantías para esto. El Señor se pasó, ya pasaron más de doce veces cuatro y, por cierto, he trabajado muy a gusto, casi siempre con los más pobres."
"Venían de los barrios..., venían un día y faltaban dos, las escuelas funcionaban con tres turnos. Esos pobrecitos iban quedando, se iban amontonando... Yo vi todas esas cosas, entonces me dije: Acá hay que hacer algo. Con los ignorantes no se puede hacer nada. Calculo que habría cuatrocientos o quinientos chicos que no iban a la escuela porque no había lugar. Entonces decidimos comenzar a construir una."
Fuentes: suplemento diario Río Negro 50 años de la ORGANIZACIÓN DE ESCUELAS PARROQUIALES y http://www.rondini.org.ar (textos e imágenes).









domingo, abril 25, 2010

PATAGONIA y Antoine de Saint-Exupéry



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Viaje en el que se enamoró de la Patagonia.

SAN ANTONIO OESTE .- Más allá de ser un reconocido escritor, Antoine de Saint-Exupéry fue uno de los pioneros de los vuelos postales internacionales. Es que culminada la primera guerra mundial los aviones que ya no se utilizaban despertaron el interés comercial de un industrial francés que pensó trocar el correo, hasta entonces marítimo, en aéreo. Debido a esto, cuándo esa firma (la "Compagnie Générale Aéropostale") se instaló en Buenos Aires junto con los pilotos Jean Mermoz y Henri Guillaumet (dos de sus grandes amigos) Saint Ex fue nombrado inspector de la zona en el continente americano, y residió en el país de 1929 hasta los inicios de 1931, cerca de un año y medio.
Al llegar, en octubre del 29', se instaló en el sexto piso de la galería Güemes, en Florida 165, en pleno centro de la ciudad. Durante su estadía escribió la ya citada "Vuelo nocturno", que fue publicada en 1932 (en "Tierra de hombres", de 1939, también ubica dos de sus capítulos en Argentina).
En noviembre, inició los viajes hacia la Patagonia, ya que su misión era desarrollar la red de rutas. Para ello estableció una serie de nuevas pistas aéreas en lugares como Bahía Blanca, Comodoro Rivadavia, Trelew y San Julián, y voló hasta Río Gallegos, en Tierra del Fuego, dónde forjó la pista aérea más austral en su época. Sin embargo, aunque quería extender la línea hasta Punta Arenas, las autoridades chilenas no lo autorizaron.
La "línea" se iniciaba en París, se hacían al menos diez escalas siguiendo la ruta de España, Marruecos, Congo Belga y Senegal hasta Dakar y de allí a Natal, en Brasil, luego Río de Janeiro, Santos, Río Grande Do Soul y, ya en Buenos Aires, General Pacheco.
Nota e imagen: diario Río Negro, domingo 25 de abril de 2010.