GRACIAS POR ESTAR AQUÍ...

GRACIAS POR ESTAR AQUÍ...
...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

“
"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

martes, mayo 24, 2011

MUJERES EN TIERRA PATAGÓNICA.



MUJERES EN LA TIERRA PATAGÓNICA.

"Tengo dos edades", dice María Luisa, de 81 años de Las Ovejas de Neuquén.

Comerciante y concejal, luchó por su comunidad. "Qué más puedo pedirle a la vida", comenta la vecina.

[Nota del Diario Río Negro, 21 de mayo de 2011.]


María Luisa Vázquez no sólo es una vecina de Las Ovejas: también es un ejemplo digno de imitar. Tiene 81 años y en su vida ha hecho de todo: ama de casa, acompañó a su marido en los quehaceres del campo, trabajó planchando y lavando ropa, atendió dos comercios, crió catorce hijos, fue promotora social en una época donde los recorridos se hacían a pie o a caballo y como si esto fuera poco estuvo ocho años en el cargo de concejal.

María Luisa tiene una lucidez increíble y son muchos los aspectos que la hacen una mujer muy especial.

"Tengo dos edades", dice al iniciarse la entrevista. "Nací el 8 de septiembre de 1928 pero me anotaron el 20 de enero de 1930" y esta última la que quedó registrada por lo que cuenta con 81 años.

Nació en Bella Vista -cerca de Las Ovejas- y allí pasó parte de su juventud. A los 25 años se casó y se trasladó al paraje Los Quiques donde vivió muchos años.

"Vivimos de unos pocos animales y luego nos fuimos a Manzano Amargo donde tuvimos un negocio que trabajaba en verano y de donde sacábamos la plata para comprar los alimentos para todo el invierno, porque nevaba y no había más caminos así que había que tener provisiones para toda la temporada".

Recuerda que muchos de esos alimentos eran comprados en San Fabián de Alico y San Carlos, en el vecino país de Chile.

Luego junto a su familia estuvieron viviendo el Cuyinco donde trabajaron un comercio a medias con su cuñado Rosamel Navarrete.

"En 1960-1961 trabajaba el negocio en Manzano Amargo con mi marido y cuando ya tenía tres hijos en edad escolar y el pueblo de Las Ovejas se comenzaba a formar me venía a este lugar para que mis hijos estudiaran", cuenta y recuerda que de lo contrario tenían que caminar 7 kilómetros para llegar a la escuela.

"Cuando mi marido se iba con los animales a la veranada yo venía a Las Ovejas donde trabajaba en la escuela lavando y planchando a la directora y vivía en una casa prestada por Adelaida Merino donde pasaba el verano y luego, en el invierno, me iba a mi casa de campo".

Tuvo catorce hijos, ocho de los cuales murieron "de chicos", sostiene. Dice que para esa época no había médicos y si los chicos se enfermaban había que recurrir a las yerbateras o al consumo de yuyos medicinales pero no era la óptimo. "Además vivíamos en una casa rancho, con adobe, piedras y varillas en tierra", explica.

A pesar de ello siguió adelante y hoy de sus cinco hijos dos viven en Las Ovejas, dos en Andacollo y uno en Neuquén.

Unos años antes de 1983 comenzó a trabajar en política de la mano de la familia Urrutia y de Felipe Sapag y ya para ese año le dieron el trabajo de promotora social de la municipalidad.

"Me tenían confianza y aprecio, pero además sabían que necesitaba el trabajo, tenía hijos que alimentar y criar", sostiene.

Durante ocho años recorrió el norte neuquino, detectando en los puestos rurales las necesidades de la gente, en una época donde esos recorridos se hacían caminando o a caballo.

El detalle de las necesidades eran canalizadas a través de Chos Malal y así "la gente tenía lo que necesitaba", recuerda María Luisa.

Luego fue electa concejal, transformándose en la primera mujer concejal de la localidad y más tarde reelecta por cuatro años más.

Ahora vive en su hogar donde dice es feliz. "Que más puedo pedirle a la vida, vivo aparentemente sola, pero tengo a mis hijos -que son una maravilla- a mi alrededor permanentemente". Y agrega: "Mi familia me visita, me quiere, me cuida, tengo 26 nietos y 8 bisnietos, vivo completamente feliz y disfruto de la vida, me acuesto tarde y me levanto tarde", relata con una alegría que le brota de la mirada.

.....

Y LA YAPA DEL BLOG UNA NOTA SOBRE
"Fiestas que testimonian fe y cultura popular".

Las Ovejas cuenta con dos fiestas que dan testimonio de la fe y la cultura de un pueblo: por un lado la Fiesta de San Sebastián, patrono de los crianceros, que se celebra el 20 de enero y por otro la Fiesta de la Lana y la Cueca en la primera quincena de diciembre, donde se pueden apreciar destrezas criollas, concurso de esquila, cantoras populares y degustar comidas típicas.

La Fiesta de San Sebastián es sin lugar a dudas el evento religioso de mayor relevancia en el norte neuquino. Comienza el 11 de enero y culmina el 20 del mismo mes, oportunidad en que miles de files llegan a este lugar para rezar la novena, venerarlo, agradecerle los favoreces recibidos o pedir como trabajo, salud y bienestar para la familia.

Entre otras actividades hay misa, bautismos, el fogón de la hermandad, la velación y la peregrinación al santo, patrono de los crianceros trashumantes del norte neuquino y "mártir de la Iglesia".

La devoción al santo se remonta a fines de 1.800 cuando las familias que emigraban de Chile hacia el norte neuquino trajeron consigo la devoción a San Sebastián.

Desde entonces miles de fieles y peregrinos de distintos puntos de la provincia, del país y también de provenientes de Chile llegan a Las Ovejas para manifestar su fe.

Por otra parte, en diciembre, esta localidad del norte neuquino celebra la Fiesta de la Lana y la Cueca, un evento que intenta revalorizar las actividades y costumbres del hombre de campo.

Allí se puede escuchar el canto popular de las cantoras de cuecas, tonadas y valsecitos, apreciar el trabajo de los artesanos de la lana (lavado, escarmelado, hilado y teñido) y la exposición de prendas como ponchos, matras, medias, fajas y peleras. En la fiesta hay concurso de esquila, además de destrezas criollas y degustación de comidas típicas, además de espectáculos folclóricos y musicales

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

La diferencia de opiniones conduce a la investigación, y la investigación conduce a la verdad. - Thomas Jefferson 1743-1826.