GRACIAS POR ESTAR AQUÍ...

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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

“
"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

miércoles, diciembre 21, 2011

POCHO LEPRATTI, EL ÁNGEL DE LA BICICLETA.


“POCHO” LEPRATTI, EL TRABAJO DE HORMIGA.
“El trabajo nos hace ascender como personas, mientras que la falta de trabajo nos incita a la violencia, a la droga, a la delincuencia”. POCHO LEPRATTI.

Las hormiguitas que yo les canto
son tan chiquitas que ni se ven,
pero los sueños que van cargando
tienen la altura que tiene el bien,
el bien de toda naturaleza
que en esta tierra pide un lugar.


Fragmento de “Las hormiguitas” de Daniel Viglietti

"Pocho" Lepratti tenía 35 años era un militante social rosarino que en 1986 ingresó como seminarista en el Instituto Salesiano "Ceferino Namuncurá" de la localidad de Funes, provincia de Santa Fe y elige la carrera religiosa de "hermano coadjutor". En 1991 abandonó el seminario, fijando su domicilio primero en el barrio Empalme Graneros y un año después en el humilde barrio Ludueña, acercándose a colaborar en la tarea de contención social de los adolescentes del barrio, donde comenzó a participar activamente de las organizaciones de base, que durante más de veinte años promovió el Padre Edgardo Montaldo. Era "un pacífico, comprometido con el barrio; el sueldo que sacaba en la escuela lo ponía a disponibilidad de la gente de la villa que lo necesitaba" “El ángel de la bicicleta, le decíamos, porque andaba en su bicicleta, estaba enterándose y buscando la ayuda para cada familia" cuenta el Padre Néstor Gastaldi. Pocho estaba comprometido con la fe cristiana, pero tenía una propuesta más activa y se definía a sí mismo como un cristiano revolucionario.

“Pocho” Lepratti fue asesinado en medio de la represión llevada a cabo por la Policía de la Provincia de Santa Fe el 19 de diciembre de 2001
hace diez años en un país convulsionado y anarquizado en el anteúltimo día del des-gobierno de Fernando De La Rúa que caía solo.
En esas jornadas en la ciudad de Rosario existía un alarmante índice de pobreza más del 20% de desocupación, y más del 10% de la población en villas miseria. Como sucedía en muchos lugares (algunos por necesidad otros digitados ya sabemos el dicho popular a río revuelto ganancia de pescadores) y los vecinos de los sectores más pobres rosarinos se movilizaron en grupos con el propósito de protestar y saquear los supermercados cercanos.
Pocho Lepratti trabajaba como auxiliar de cocina en el comedor de la escuela número 756 José M. Serrano de Las Flores. El conflicto se desarrollaba a más de 300 metros de la escuela, y cuando pasó el móvil 2270 del comando radioeléctrico, disparando hacia el aire, para reprimir la movilización, Lepratti los increpó a detenerse, porque las balas podían herir a alguno de los niños de la escuela. Se asomó gritando: “¡Hijos de puta, no tiren que hay pibes comiendo!”.
Fue entonces cuando el patrullero dio la vuelta y se detuvo frente a Pocho. El agente Velásquez, que salió de la parte posterior junto con el agente Pérez, hizo el resto. Claudio Pocho Lepratti, de 35 años de edad, quien supo hacer del compromiso y la solidaridad una forma de vida, cayó asesinado por la policía, fusilado de un tiro que le reventó la tráquea, efectuado con un perdigón de plomo de una escopeta calibre 12,70, disparado por el policía Esteban Velásquez a siete metros de distancia. El disparo lo arrojó hacia atrás y su cuerpo se desplomó sobre el techo de chapa.
Después de aquel asesinato, por las calles de la Ciudad Rosario se ven las pintadas con una bicicleta alada, recordando a "Pocho" con frases pintadas como
“POCHO VIVE, LA LUCHA SIGUE”.


Claudio Lepratti “Imputado como “Cura Rojo”, subversivo y otros calificativos que expresaban su disconformidad con el sistema social imperante y su adhesión al cristianismo como el dolor de los pobres, fue perseguido y recibió amenazas para que abandonara su adscripción a los postulados de la “teología de la liberación”. Sin embargo el cura “Pocho” como lo llamaban sus amigos, prosiguió sin resuello su tarea de justicia social.
Pero el 19 de diciembre de 2011, producidas algunas manifestaciones en reclamo de soluciones siempre postergadas, la policía atacó la escuela de Lepratti, ante la cual el se subió al techo para intentar calmar los ánimos enfurecidos. En ese momento, un balazo le dio en el cuello y murió inmediatamente. La congoja popular fue inmensa y toda la ciudad acompañó sus restos al cementerio al día siguiente quedando grabado su recuerdo en la memoria colectiva, aunque, por supuesto, sus enemigos silenciaron su lucha e intentaron que se olvidara su nombre y compromiso popular.” Roberto Baschetti “La memoria de los de abajo”, Los Malditos volumen III pág. 418-419 (
Coordinador: Norberto Galasso, Ediciones Madres de Plaza de Mayo).






EL ÁNGEL DE LA BICICLETA – LEÓN GIECO del álbum más logrado “Por Favor, Perdón y Gracias” Con ritmo de cumbia con música de Luis Gurevich y la letra de León Greco.

"El tema está dedicado a Pocho Lepratti, un militante social que conseguía comidas para varios comedores del barrio Ludueña, el más pobre y populoso de Rosario. Lo mataron durante los hechos del 20 de diciembre, que terminaron con el gobierno de De la Rúa. Yo no conocía su historia, pero cuando voy a tocar a Rosario veo en las paredes unas bicicletas con alas, y me dicen que esos dibujos son por Pocho Lepratti, que andaba siempre en bicicleta".

Cambiamos ojos por cielo
Sus palabras tan dulces, tan claras
Cambiamos por truenos
Sacamos cuerpo, pusimos alas
Y ahora vemos una bicicleta alada, que viaja
Por las esquinas del barrio, por calles
Por las paredes de baño y cárceles
Bajen las armas!! Que aquí solo hay pibes comiendo.

Cambiamos fe por lágrimas
Con qué libro se educó esta bestia
Con saña y sin alma
Dejamos ir a un ángel
Y nos queda esta mierda
Que nos mata sin importarle de donde venimos
Que hacemos, qué pensamos
Si somos obreros, curas o médicos
Bajen las armas!! Que aquí solo hay pibes comiendo.

Cambiamos buenas por malas
Y al ángel de la bicicleta lo hicimos de lata
Felicidad por llanto
Ni la vida ni la muerte se rinden
Con cunas y cruces
Voy a cubrir tu lucha más que con flores
Voy a cuidar tu bondad más que con plegarias
Bajen las armas! Que aquí solo hay pibes comiendo.

Cambiamos ojos por cielo
Sus palabras tan dulces, tan claras
Cambiamos por truenos
Sacamos cuerpo, pusimos alas
Y ahora vemos una bicicleta alada, que viaja
Por las esquinas del barrio, por calles
Por las paredes de baño, y cárceles
Bajen las armas!! Que aquí solo hay pibes comiendo.








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