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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

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“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

sábado, junio 09, 2012

HIPÓLITO SOLARI YRIGOYEN DECLARÓ SOBRE DE LA MASACRE DE TRELEW.


El ex senador radical Hipólito Solari Yrigoyen, que en 1972 era abogado de presos políticos alojados en el penal de Rawson, afirmó hoy que la masacre de Trelew "no fue un hecho aislado", sino parte de "un sistema de represión generalizada", establecido por la dictadura de la autodenominada Revolución Argentina.
"Lo que paso el 22 de Agosto de 1972 no fueron hechos aislados, era un régimen militar que quería perdur en el tiempo y lo hizo público desde que llegó, y que había establecido un sistema de represión generalizada para reprimir cualquier acto que fuera contestatario de la legitimidad que se atribuían, pero que evidentemente no tenían", afirmó Solari Yrigoyen.
El ex legislador lo expresó al declarar hoy como testigo en el juicio oral y público sobre la Masacre de Trelew, en el que aseguró que el fusilamiento de 19 detenidos -de los que sólo sobrevivieron tres-, fue producto de “una política represiva dirigida a un amplio sector de la sociedad que era contestatario del régimen militar que no admitía ninguna diferencia de opinión”.
El abogado y político radical reivindicó, asimismo, el accionar de los militantes de las organizaciones politícas de aquel entonces, y expresó que “nuestro único objetivo era recuperar la democracia y la vigencia de la Constitución Nacional”.
Enfatizó que “para nosotros la legitimidad era la Constitución Nacional y ese régimen era usurpador del poder”.
Solari Yrigoyen, quien integro el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, expresó que “hubo una política represiva que era parte del régimen”, que “mato a miles de personas” en “episodios de rebeldía que habían ocurrido en el país”.
“La dictadura había impuesto la pena de muerte, pero no la aplicaba, mataban directamente”, como también “hacían desaparecer gente” y “familias enteras”, sostuvo, y expreso que los asesinatos ocurridos en Trelew “no fueron hechos aislados, sino uno más” de una “política represiva”.
“Los que estaban presos en la base” Almirante Zar de Trelew “si habían cometido un delito, tendrían que haber sido puestos a disposición de la Justicia”, y “yo pedía para ellos un juicio justo y tratos humanos”, apunto.
Posteriormente se refirió a los dos atentados que años después sufrió por parte de la Triple A, mencionó su pasado como detenido-desaparecido, expuso la mala situación que vivieron en las cárceles los militantes apresados, detalló nombres de personas torturadas, de los militantes que fallecieron en manos del régimen militar y narró durante casi cuatro horas la historia de una época fatal para la República Argentina.
Los hechos que derivaron en los fusilamientos del 22 de agosto de 1972, conocidos como la Masacre de Trelew, comenzaron el 15 de ese mismo mes con una fuga de presos políticos del penal de Rawson. Todos integraban organizaciones guerrilleras, y sólo seis de ellos, integrantes de Montoneros, las FAR y el ERP lograron escapar en avión a Chile.
Los restantes 19 fugados fueron cercados en el viejo aeropuerto de Trelew, hoy un Centro de la Memoria, donde se rindieron tras obtener garantías de los militares, en una negociación presenciada por el juez Alejandro Godoy, abogados y periodistas.
Contra lo prometido, los 19 fueron traladados a la base aeronaval Almirante Zar, donde fueron fusilados en la madrugada del 22.
Allí fueron asesinados Rubén Pedro Bonet, Jorge Alejandro Ulla, Humberto Segundo Suárez, José Ricardo Mena, Humberto Adrián Toschi, Miguel Angel Polti, Mario Emilio Delfino, Alberto Carlos Del Rey, Eduardo Campello, Clarisa Rosa Lea Place, Ana María Villarreal de Santucho, Carlos Heriberto Astudillo, Alfredo Elías Kohon, María Angélica Sabelli, Mariano Pujadas y Susana Lesgart.
Con graves heridas, sobrevivieron María Antonia Berger, Alberto Miguel Camps y Ricardo René Haidar. Los tres fueron detenidos durante la última dictadura y permanecen desaparecidos desde entonces. (Télam).

SOLARI YRIGOYEN ENFATIZÓ EN EL "PLAN SISTEMÁTICO".

La masacre del 22 de agosto de 1972 en la base naval Almirante Zar de Trelew "no fue un hecho aislado" sino que se enmarcó en un régimen represor contra todos aquellos civiles contestatarios a sus pretensiones de legitimidad. Así lo aseguró ayer Hipólito Solari Yrigoyen, el ex senador y abogado de Agustín Tosco, el líder sindical detenido en la Unidad Penal N° 6 de Rawson en aquellos tiempos.
Para argumentar esa opinión, Solari Yrigoyen describió los acontecimientos desde el derrocamiento de Arturo Illia en 1966 hasta los tiempos de la masacre. Además, manifestó que el proceso de represión se reeditó con la Triple A en el gobierno de Estela Martínez de Perón y mostró su cara más violenta en la dictadura que inició Videla en 1976.
"Cuando se derrocó a Illia asumió (Juan Carlos) Onganía, que no tenía idoneidad para el cargo. Como político no hubiera llegado a ser ni concejal suplente. Era un hombre muy limitado, pero representaba intereses poderosos. Tenía ambiciones imperiales y declaró que el gobierno, autodenominado pomposamente Revolución Argentina no tenía plazos sino objetivos. Era una dictadura para quedarse", sostuvo el ex senador radical.
Onganía, que no tenía idoneidad para el cargo.
Como político no hubiera llegado a ser ni concejal suplente.
Era un hombre muy limitado sostuvo con
Hipólito Solari Yrigoyen ¡y no le erró en nada!

Detalló que "hubo un plan que se creó dirigido a una parte de la población civil, contestatarios de la legitimidad que pretendía ese gobierno. Un plan permanente, generalizado, sistemático, que permitía combatir a cualquiera que fuera disidente del régimen".
Solari Yrigoyen fundamentó la posición en que tiene "pruebas personales directas". Y detalló hechos violentos, persecuciones, amenazas, atentados, detenciones irregulares, torturas y vejámenes, ocurridos a partir del 66 de los que fueron víctimas sindicalistas, políticos, dirigentes de distintas organizaciones y él mismo, en diversas circunstancias.
El ex senador recordó la Noche de los Bastones Largos y contó que "el régimen prohibió la actividad política, suspendió la Corte, y también la actividad sindical excepto la de Vandor que fue un oficialista ridículo". Recordó cuando Onganía fue a la "Sociedad Rural, que era una de las bases de su poder, en la carroza que había usado la hermana del rey de España a principios de siglo". También relató una gira patagónica que hizo junto a Arturo Illia en la que sufrieron diferentes agresiones y restricciones, que llegaron al extremo de que se les prohibiera cenar en los restaurantes por orden policial, entre otras limitaciones a la libertad.
Sin embargo, el relato más crudo llegó al momento de narrar los hechos acontecidos en 1972 y las consecuencias posteriores. Describió los asesinatos de otros abogados, las persecuciones, las desapariciones. Además, fue claro al narrar los atentados de que fue víctima él mismo. Mientras era senador -entre el 73 y el 76- la Triple A puso una bomba en su Renault 6 en Madryn que le provocó gravísimas heridas que lo "pusieron entre la vida y la muerte". Luego una bomba detonó en su casa mientras dormía y por poco no la derrumba completamente.
Según su análisis, todos esos ataques, como los que sufrieron otros abogados y apoderados de presos políticos, fueron consecuencia directas de haber participado en ese rol y en aquellos hechos. "Si los presos políticos habían cometido delito, queríamos un juicio justo, no pedíamos la libertad, a excepción de aquellos que estaban a cargo del Poder Ejecutivo", sentenció. Nada de eso ocurrió. Todo se dirimió por la violencia y la muerte. De la que él escapó de milagro.


Atentados, muerte de compañeros, de defendidos, amenazas, persecución, exilio forzado, torturas y vejámenes sufrió el ex senador Hipólito Solari Yrigoyen desde la dictadura de Onganía, durante la vigencia de la Triple A y en el último régimen cívico-militar previo al 83. Tal vez para defenderse de emociones fuertes, se preserva de recordar mucho el pasado y "mirar para atrás" y trata de hacerlo sólo cuando la Justicia lo convoca.
Uno de esos acontecimientos terribles lo conectó con Río Negro y con Viedma. "Hubo tal presión internacional por nuestra detención en 1976, que el destino previsto en el V Cuerpo del Ejército -que era matarnos directamente- tuvieron que revisarlo y entonces nos sacaron del campo de concentración y nos llevaron desde Bahía Blanca hacia el sur. Pero en Viedma hicieron un simulacro, nos tiraron, hubo como un tiroteo, hicieron creer que la policía nos rescataba de presuntos terroristas. Era todo falso, todo arreglado". Además, recordó que los tiraron de un auto para subirlos a otro. "ahí nos ponen presos primero a disposición del V Cuerpo del Ejército y después del Poder Ejecutivo. Empezó otro calvario que terminó con la muerte de -su amigo y compañero de detención- Mario Abel Amaya y con la expulsión del país mía después de haber pasado por la cárcel de Bahía Blanca y por la de Rawson".
El motivo de aquel simulacro fue la presión internacional. "O nos mataban o no nos podían tener en un campo de concentración, porque desde el vicepresidente de Francia, o el senador Edward Kennedy de Estados Unidos o el parlamento de Venezuela, por dar algunos ejemplos reclamaban por nosotros", sostuvo. "Cuando Amaya muere, yo estaba preso en Rawson. A él lo trasladaron a morir a Buenos Aires. No tenía salvación por la tortura que había recibido y murió en Villa Devoto", dice, sin poder evitar la emoción.

Fuente de información: Diario "Río Negro" (enviado especial Pedro Caram), edición Nro. 22.925, viernes 8 de junio de 2012, página 5.

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