El papa Francisco celebró ayer su 77 cumpleaños, el primero al frente de la Iglesia Católica con un toque argentino, con la programación de sus tangos preferidos en la emisora de la Santa Sede.
Para el primer cumpleaños que Jorge Mario Bergoglio festeja como sumo pontífice no se previeron actos especiales. El Santo Padre prefirió iniciar la jornada en compañía de cuatro personas sin hogar, con las que compartió el desayuno en la Casa Santa Marta, la residencia donde se aloja. Para crear un "clima familiar" y sencillo, respetando su estilo informal, el personal de la residencia asistió también al desayuno, según explicó en un comunicado el Vaticano.
Los cuatro sin techo viven en un barrio situado junto al Vaticano y el limosnero del papa, el religioso polaco Konrad Krajewski, los conoce por ofrecerles con frecuencia asistencia.
Mientras tanto miles de personas de todo el mundo, desde autoridades hasta simples creyentes, le enviaron mensajes de afecto al papa argentino a través de Twitter, en los que le desean en todos los idiomas un feliz cumpleaños.
El domingo, los niños del dispensario del Vaticano, que encontró en la sala Pablo VI con sus familias, le cantaron 'el cumpleaños feliz' y le regalaron una torta y un pulóver blanco, según contó la prensa italiana.
Pese a que la tradición en la Iglesia es festejar la onomástica, el decir el nombre del santo, la página oficial del Vaticano en internet así como la emisora de la Santa Sede, Radio Vaticano, le rindieron homenaje al papa Bergoglio. La emisora incluyó en su programación una serie de tangos, entre ellos "Por una cabeza" de Carlos Gardel, uno de sus preferidos.
Igualmente peregrinos de todas las nacionalidades se acercaron ayer a la plaza de San Pedro para festejarlo con cantos y mensajes cariñosos y durante todo el día. (AFP/DPA)
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