El proyecto electoral remitido en 1910 estaba conformado por tres
leyes una de Enrolamiento General, otra de Padrón Electoral y una tercera, la
de Elecciones, que establecía el voto secreto y obligatorio.
El 20 de marzo de 1916 se reúne la Convención Nacional de la
Unión Cívico Radical en la Casa Suiza, con delegados de todo el país, para
elegir la fórmula presidencial en esa votación Hipólito Yrigoyen recibe 140
votos como candidato para Presidente y para Vicepresidente el más votado
resulta Pelagio Luna pero Yrigoyen rechaza la postulación varias veces
fundamentando que el único propósito ha sido “la gran reparación” para
desalojar al “régimen falaz y descreído” y que su objetivo no es gobernar. La
incertidumbre reina en las filas del radicalismo. Tras horas de debate Hipólito
Yrigoyen dice “Hagan de mí lo que quieran” y se inscribe en el marco de las
primeras elecciones presidenciales regidas por la Ley Saenz Peña la fórmula:
Hipólito Yrigoyen – Pelagio Luna. La denominada Ley Saenz Peña sanciona el voto universal, secreto y
obligatorio. En las elecciones del domingo 2 de abril de 1916 resultando
triunfante la fórmula integrada por Hipólito
El domingo 2 de abril de 1916 se realizan las elecciones se
desarrollan bajo la presidencia de
Victorino De La Plaza. Los votantes eligieron al Presidente,
legisladores y funcionarios locales. Desde la Unión Cívica Radical Oyhanarte
denuncia: “Las libretas secuestradas por el régimen no fueron devueltas a los
ciudadanos a los que por medio de presiones, multas todo tipo de abusos, les fueron secuestradas.”.
El triunfo de la Unión Cívica Radical fue contundente la
fórmula Yrigoyen-Luna sacó unos 339.322 votos contra 163.406 del Partido
Conservador. Estos votos aseguraban en el Colegio Electoral unos 133 electores
sobre 300, que lego se sumarían los 18 electores del radicalismo disidente que
llega a 151 (más de la mitad).
YRIGOYEN EN LA CASA ROSADA.
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