La reforma de la Constitución de la Nación Argentina de 1994 se celebró en las ciudades de Santa Fe (sede tradicional de las convenciones
constituyentes) y de Paraná (primera capital de la Confederación).
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| Raúl Alfonsín y Carlos Menem firmando el "Pacto de Olivos". |
La causa inmediata de la Reforma de 1994 es el Pacto de
Olivos, acordado entre el entonces presidente de la Nación Carlos Saúl Menem y
el ex presidente y líder de la oposición la UCR Raúl Ricardo Alfonsín.
La Convención Constituyente se reúne el 25 de mayo en la
ciudad de Santa Fe, con la Presidencia de Eduardo Menem. Se realiza pleno mundial
de fútbol de Italia 1994 y como pasa con los mundiales este deporte-entretenimiento-pasión y negocio tapó todos los aconteceres de esta
Constituyente.
Es jurada por los convencionales el 22 de Agosto de 1994 en
el Palacio San José, antigua residencia del general Justo José de Urquiza,
ubicada en Entre Ríos.
Entre otros convencionales podemos nombrar: Augusto José María
Alasino, Raúl Alfonsín, Álvaro Alsogaray, Carlos Álvarez,
Carlos Auyero, Alberto Albamonte, Rodolfo Barra, Antonio
Berhongaray, Alfredo Bravo, Leopoldo Bravo, Daniel Baum, Oraldo Britos,
Federico Brollo, Antonio Bussi, Antonio
Cafiero, Juan Pablo Cafiero, Elisa Carrió, Carlos Corach, Adelina Dalesio de
Viola, Jaime De Nevares, Jorge De la Rúa, Enrique de Vedia, Francisco Delich, María
Meana García, Eduardo Duhalde, Guillermo Estévez Boero, Cristina Fernández de
Kirchner, Graciela Fernández de Meijide, María Cristina Guzmán, Aníbal Ibarra, César
Jaroslavsky, Edith Galarza, Néstor Kirchner, Norberto Laporta, Fernando
Justo López de Zavalía, Juan Carlos Maqueda, Antonio Hernández, Héctor Masnatta, Eduardo Menem, Luz María Sapag, Aldo Rico, Alberto Natale, Santiago
Hernández, Pablo Verani, Carlos Larreguy, Horacio
Massaccesi, Alicia Oliveira, Enrique Paixao, Alberto Piccinini, Adriana
Puiggrós, Jorge Pedro Busti, Carlos Reutemann, Jesús
Rodríguez, Adolfo Rodríguez Sáa, José Romero Feris, Elva
Roulet, Ramón Bautista Ortega, Fernando Solanas, Héctor Tizón,
Eugenio Zaffaroni, Rodolfo Ponce de León, Anahí Rodríguez de
Tappatá.
Algunos convencionales se destacaron por su fuerte oposición
a la reforma, como el constituyente Monseñor Jaime de Nevares y su compañera de
bancada Edith Galarza (una abogada de organismos de Derechos Humanos y elegida
por el obispo para que la acompañe en la lista) quienes obtuvieron sus bancas
por el Frente Grande de la provincia de Neuquén y renunciaron a sus bancas de constituyentes nacionales el 25 de mayo del ´94.
El Obispo Jaime De Nevares dejó la Constituyente sosteniendo que "Esta Convención está viciada de nulidad absoluta como lo serán también sus decisiones" al no debatirse “el núcleo de coincidencias básicas” como se denominaba al “Pacto de Olivos” entre Menem y Alfonsín.
El Obispo Jaime De Nevares dejó la Constituyente sosteniendo que "Esta Convención está viciada de nulidad absoluta como lo serán también sus decisiones" al no debatirse “el núcleo de coincidencias básicas” como se denominaba al “Pacto de Olivos” entre Menem y Alfonsín.
Edith Galarza manifestó al diario “La Mañana de Neuquén” que
“Cuando De Nevares aceptó ser candidato, yo me incorporé como asesora junto con
otros abogados. Pero las cosas cambiaron porque un día él me llamó para que
fuera a su casa del barrio Parque Industrial. Allí me pidió que lo acompañara
en el segundo lugar de la lista de candidatos a convencionales constituyentes
por Neuquén”, revivió con emoción aquel momento tan importante de su vida.
Cuando llegó la primera sesión, a Edith le tocó presidirla,
ya que era la representante más joven de la asamblea, y junto con el más
anciano recibieron el juramento de cada uno de los integrantes.
“La reforma constitucional fue planteada por (el entonces
presidente) Carlos Menem y básicamente tenía como fin lograr la reelección
presidencial. Significaron cambios en la estructura del Estado, cambios
profundos en la legislación laboral, precarización, privatizaciones”, consideró
la abogada, quien aseguró que ese tiempo fue de “mucho compromiso y desafío”.
“Era una responsabilidad acompañar a Don Jaime, si estaba en mis manos poder colaborar
con él. Para mí fue un honor inmenso y una gran responsabilidad”.
Galarza destacó que De Nevares había planteado que si no se
sacaba la cláusula cerrojo, que no permitía a los constituyentes votar una a
una las leyes, tendría que “dar un portazo”.
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