GRACIAS POR ESTAR AQUÍ...

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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

martes, abril 28, 2015

Francisco Muñoz Azpiri.

Francisco Muñoz Azpiri.
Cuando el 14 de septiembre de 1974 en un acto presidido por el entonces intendente municipal Dr. Eduardo A. Duhalde, se imponía el nombre de Francisco Muñoz Azpiri a una calle de Temperley(ahora White),concretando la Ordenanza 2554 sancionada por unanimidad en el H. Concejo Deliberante, su madre allí presente pedía encarecidamente a los oradores que no se olvidara a los vecinos del lugar presentes ,los Suárez, White, Weiss, Messuti, Eulustond, Monteverde, Oxenford, Iparaguirre, Aliroti, Rodríguez y otros, que habían compartido la infancia de su hijo y que tantas veces lo habían visto corretear por las arboladas calles de la zona. 
Francisco José Muñoz Azpiri había nacido en Buenos Aires el 6 de julio de 1915 y diez años más tarde su figura comenzó a recortarse diariamente asistiendo al colegio Euskal Echea en Llavallol. Evocaba siempre las historias de “Manucho” Castro referidas a episodios lugareños que luego reprodujo como periodista en el desaparecido diario “El Mundo”.
Contemplar el paso de los trenes en la estación Temperley constituía en esa época uno de los motivos más grande de distracción no solo de Muñoz Azpiri sino también del sosegado vecindario. En esos “bólidos” de acero viajaban figuras del país que se trasladaban a Mar del Plata y en una ocasión estuvo cerca de tocar al Príncipe de Gales cuando el tren se detuvo frente al anden ferroviario.
Si tuviéramos que definir con una frase a tan notable vecino, tendríamos que decir sobre todo que fue “un gran trabajador de la cultura” .Escritor, ensayista, poeta, narrador, periodista, autor teatral, libretista cinematográfico y radiofónico, se puede asegurar, sin temor a equivocarse, que no había actividad literaria que le fuera ajena. 
A los 25 años ya era admirado por Ortega y Gasset. El mesurado Leopoldo Marechal lo define como un intelecto ágil abierto siempre a las inquietudes del mundo. Castiñeira de Dios lo consideraba como ser un esplendido “al que la vida le hurtaba minuto a minuto una porción de sueños”.Tal vez algunos pudieron decir de él, como los hermanos de José en Dotayin: “Mirad, ahí viene el de los sueños, vamos a matarlo”: esos sueños que están más allá de su propia vida son los que hoy sustentan su recuerdo.
En 1939 funda y dirige la pagina de letras del diario “La Unión”. Publica el semanario “De Frente”; sus libros “La tierra embarcada” y “Nueva York” difícilmente puedan ser olvidados. Un articulo “Time” por entonces lo señala como el escritor favorito de Eva Perón.
Su labor como director de Propaganda del Estado en 1944 y 1945 dicen que contribuyo sensiblemente en el afianzamiento de la Revolución del 4 de junio que luego culminaría con la epopeya del 17 de octubre.
Se recuerda su nombre como creador de la Secretaria de Estado y Cultura y estando al frente de esa dependencia, merced a una iniciativa suya se constituye la Orquesta Sinfónica Nacional. Ese mismo conjunto ejecutaría, 25 años después, en la iglesia de la Piedad en Temperley, la 2Misa pro defunctis”de Antón Dvorak, acompañado por el Coro Sinfónico Nacional en merito a una gestión del maestro Ariel Ramírez.

UN DRAMATICO FINAL.
El 22 de abril de 1968, cuando tenia 52 años, envuelto en el silencio, el abandono y la pobreza, muere Paco Muñoz Azpiri. La misa en su memoria en la iglesia de San Francisco es controlada por la policía y hasta es despojado ulteriormente de todos sus bienes. Lo que nadie pudo borrar es su obra , su trayectoria y el recuerdo de sus amigos que aún lo siguen evocando –como cuando era pequeño – correteando alegremente por las arboladas quintas del lugar.
Carlos Mujico. 
Del libro (Si, aquí vivieron)
+15/77/1999.
Extraído del Face del Sr. Pepe Muñoz Azpiri.

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