Por qué ganó Weretilneck, por qué perdió Pichetto. El conflicto con los productores locales dominó el último tramo de campaña y apuntalo a JSRN, sumado al desgaste de Miguel Pichetto como interlocutor de Nación.

Juntos Somos Río Negro consiguió el caudal más alto de la historia política rionegrina en elecciones a gobernador. Obtuvo el 52,7%, mientras que el FpV logró un 33,9%, el Frente Progresista 10,2% y la UCR 3,1%. El triunfo no fue una sorpresa, sino la gran diferencia que el primero logró sobre el segundo, cuando la mayoría de los escenarios indicaban una polarización.

¿Qué puede explicar esta holgada diferencia? Alberto Weretilneck (JSRN) promotor en Cipolletti de estrategias políticas locales desnacionalizadas, pudo trasladar su experiencia a la construcción provincial y leer que a los rionegrinos podía resultarles atractivo un esquema del estilo.

No es una elección extraña para lograr mayorías a nivel del distrito porque la UCR rionegrina también apeló muchas veces a esa identidad para vallar la política provincial.

JSRN mostró efectividad en armar una nueva etiqueta partidaria catch-all para apuntalar otra ecuación infalible para la historia rionegrina (y la argentina): gobernador que busca la reelección, gana (casos Horacio Masaccessi, Miguel Saiz y Pablo Verani de la UCR).

Las medidas y temas de campaña electoral que ayudaron a efectivizar la elección del oficialismo provincial fueron el pase a planta permanente de 5.000 empleados públicos, y el discurso "neuquinizado" del gobernador, que apeló a la autosuficiencia de las cuentas públicas provinciales por el ingreso que proveen las contrataciones petroleras.

Al observar la distribución social del voto de JSRN se percibe una coordinación de electores cercana a la que tuvo el radicalismo históricamente aquí; sectores de clase media linderos al empleo público, sectores pudientes del Alto Valle, y un voto mayoritario de los sectores populares de las pequeñas ciudades, que en esta elección se reforzó con el triunfo en la mayoría de los barrios más vulnerables de las grandes ciudades, lo que supera a la historia radical.

Si miramos la distribución geográfica del voto, JSRN ganó en 36 de las 39 ciudades. El departamento General Roca concentra el 42% del electorado y la actividad frutícola. El conflicto con los productores locales dominó el último tramo de campaña y apuntalo a JSRN con el desgaste de Miguel Pichetto como interlocutor de Nación, ganando en todas las ciudades, salvo Roca.

No obstante allí, el intendente Martín Soria (FpV) y la vieja rivalidad identitaria no afectaron el crecimiento de un candidato a gobernador cipoleño en suelo roquense; Weretilneck perdió la elección por sólo 2.914 votos donde se concentra el 14% del electorado provincial. En Bariloche -que concentral el 20% del padrón- JSRN obtuvo un 54% (30.296) frente a un 31% del FpV (17.586). En la zona atlántica Pichetto no logró ganar ninguno de sus dos territorios Sierra Grande y Viedma (la capital) donde tenía su mayor construcción.

En la composición del Poder Legislativo, JSRN pudo ganar en 6 de los 8 circuitos electorales. En la ingeniería electoral rionegrina es ahí donde el sistema electoral mixto permite asegurar la mayoría legislativa al partido oficial. JSRN sumó 14 escaños circuitales y 12 poblacionales lo que le da un total de 26 legisladores sobre 46 que componen el cuerpo. El FpV sumó una banca a las 16 bancas que tiene hoy. El Frente Progresista se quedó con 2 (sumó 1). Y la UCR accedió a una banca en el circuito Línea Sur. El gobernador no contará con mayores obstáculos legislativos para tomar decisiones.

Este resultado implicará reconfiguraciones en la dinámica del resto de los partidos rionegrinos. La derrota de Miguel Pichetto en el PJ abre un escenario de quiebre de liderazgos y posibles realineamientos; el triunfo de Martín Soria en la elección municipal de mayo con un 72% lo posiciona como una de las figuras que liderará la reconstrucción del descalabro territorial que dejó la contienda provincial. La UCR como etiqueta partidaria tradicional parece haber tocado el piso en su caída: no pudo siquiera llegar al 5% necesario para acceder al reparto de banca en las legislativas poblacionales. No obstante un sector importante del radicalismo, identificado como el exveranismo y el sartorismo muestra mucha vigencia a partir del protagonismo que tuvieron en la construcción de JSRN, por los legisladores que pudieron ingresar y los aparatos partidarios en las localidades el día de la elección, lo que los pone en condición de asumir lugares importantes en el Poder Ejecutivo de cara al futuro.

Respecto a los lineamientos hacia el gobierno nacional, el resultado también abre interrogantes acerca de si Weretilneck pudo, a pesar de la provincialización de su estrategia, captar muchas preferencias en los sectores medios y los populares de las grandes ciudades que se asocian favorablemente al gobierno nacional. Luego de su ruptura con el massismo se cuidó en mostrarse fuertemente opositor sumado a que Pichetto con una estrategia demasiado centrada en las filas pejotistas tampoco pudo llegar comunicacionalmente a esos sectores y a los indecisos (que eran muchos en los sondeos previos). A sólo 5 días del cierre de las listas nacionales, este resultado impactará en los armados, sobre todo porque JSRN podría competir con boleta corta (sin presidencial en las PASO) y el FpV podría reveer los candidatos que asomaban con posibilidades para la legislativa en ese nivel.

DAIANA NERI - Licenciada en Ciencias Políticas - Docente UNRN - UNCo.

Publicado en Diario "Río Negro", martes 16 de junio de 2015.