La cuba más grande del mundo que mantuvo en pie La Victoria, una de las sidreras de Cipolletti en abandono, tiene sus días contados. En su lugar, otros capitales preparan el terreno para el desembarco de un hotel y una parte de la historia de la ciudad y su vínculo con la producción de manzanas se va borrando poco a poco. La cuba, un tanque gigante de madera, es casi un secreto para muchos vecinos, pero un capítulo importante en la vida de Martín Bajda, un artesano extranjero que trabajó junto a su padre y otros expertos durante un mes para construirla y hoy volvió a Cipolletti, junto a su hijo, para desarmarla.
En la vieja sidrera ya se desarmaron 13 tanques más pequeños. Las maderas fueron cargadas en camiones para ser vendidas como piso parquet. En el galpón sólo queda en pie la cuba de 6 metros de alto, con capacidad para producir 320 mil litros de sidra, pero correrá la misma suerte si no prospera el reclamo de docentes y alumnos de la Escuela 293 que buscan que sea declarada patrimonio histórico de la ciudad.
Martín y su hijo Federico trabajan con nostalgia y consuelan su tristeza recordando que los dueños del tanque lo instalarán en el Parque Industrial de Pilar, Buenos Aires. “Para mi papá, claro que no es lo mismo levantarla en otro lugar, recuerda el trabajo que les llevó construirla y hasta lo he visto trabajar derramando lágrimas”, contó el más joven de los artesanos, al margen de los negocios y las decisiones de los dueños del lugar y sus bienes.
Historia
La cuba gigante fue una gran atracción tras su inauguración, a principios de los ´60, años de oro para la fruticultura y sus actividades derivadas, como la elaboración de sidra. Las bodegas crecían e invertían para producir más y mejor. Las manzanas eran el símbolo del Alto Valle y valorizaban a las marcas que elaboraban bebidas. Cipolletti fue famosa por sus manzanas frescas, los jugos y sus sidras que competían en las góndolas con las que se elaboraban en otras ciudades cercanas. En conjunto, la industria ponía en el mapa al Alto Valle.
La Victoria se convirtió en un ícono de aquellos años con la construcción de su barril gigante, cuyos números impresionan: 6 metros de alto, 8,65 metros de diámetro y 25 toneladas de peso. Levantarlo demandó el trabajo de 23 artesanos durante más de un mes.
“Compartimos con los alumnos un video del año 1967 que exhibe la cuba a pleno. Y se nos pone la piel de gallina al ver todo lo que hemos perdido en la región”, manifestó la directora de la escuela, Mónica Gerbaldo. Los estudiantes irán esta semana a la vieja sidrera para conocerla. Mientras tanto, buscan adhesiones en las redes sociales para evitar que se la lleven. “De solo verla, es imponente. Queremos que se quede en Cipolletti. Pedimos por ella, por todo lo que significó para el valle y lo que hemos perdido. Nosotros tenemos pertenencia”, expresó la docente.
Federico Bajda explicó que los trabajos comenzarán en los próximos días, cuando existan precisiones sobre la fecha de construcción en el nuevo destino. No quiso polemizar con la decisión de los propietarios, aunque con su corazón de artesano, insistió: “En otro lugar, no será lo mismo”.
La noticia de la desaparición de la cuba se multiplicó en las redes sociales y muchos vecinos prometieron defenderla para que no se convierta en otro símbolo del cambio de era, en la que la producción tiene cada vez menos importancia para los cipoleños.
Vecinos quieren que se la declare patrimonio histórico
La directora de la Escuela Primaria 293, Mónica Gerbaldo, y sus alumnos pusieron en marcha un plan para salvar la cuba más grande del mundo. Comenzaron a buscar adhesiones en las redes sociales y pidieron a las autoridades municipales que la declaren patrimonio histórico, lo que aseguraría su permanencia en el mismo lugar en el que permanece desde hace más de cuatro décadas.
“Duele en el alma que una cuba única en el mundo se vaya. De solo verla, es imponente. Queremos que se quede en Cipolletti porque nosotros tenemos pertenencia”, expresó la docente.
Gerbaldo consideró que es “triste que se vaya” y planteó como alternativa que quede “dentro del hotel, protegida bajo techo” para que pueda ser visitada por los vecinos.
Cipolletti tiene una comisión de patrimonio histórico y varias edificaciones fueron distinguidas, por lo que no pueden ser modificadas, como la fachada de la esquina de calle Fernández Oro donde funcionó uno de los primeros comercios de la ciudad.
Los tiempos juegan en contra del deseo de la comunidad educativa y los vecinos que se sumaron a la campaña través de Facebook. La cuba gigante pertenece a un particular, que ya decidió venderla a una cervecería. La enorme estructura de madera sería desmantelada a partir de la próxima semana.
Publicado en "La Mañana de Cipolletti", domingo 16 de agosto de 2015.
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