GRACIAS POR ESTAR AQUÍ...

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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

lunes, mayo 30, 2016

El Dr. Marcelo Sánchez Sorondo fue un critico implacable de la dictadura cívico militar (1955/1957), también de la gestada en 1976.

El 29 de Mayo de 1969, Día del Ejército Argentino (no fue casualidad, fue provocación deliberada), fue secuestrado y asesinado el General Pedro Eugenio Aramburu, hecho criminal que desencadenó otras muertes (Vandor, Mor Roig...), en la década del 70. El Dr. Marcelo Sánchez Sorondo fue un critico implacable de la dictadura cívico militar (1955/1957), también de la gestada en 1976; fue uno de los pocos políticos, periodistas, que condenó los fusilamientos del General Juan José Valle y camaradas desde el semanario "Azul y Blanco" (artículo: "Fusilamiento de Argentinos", 13 de Junio de 1956). No olvidemos que regía la ley marcial... desde el antiperonismo, nadie se pronunció sobre la violencia entre compatriotas. Sobre el Aramburu de esos años 70, embarcado en una salida democrática, incluido el radicalismo, el desarrollismo, el peronismo, conducidos por Balbín, Frondizi, Solano Lima, Perón; Sánchez Sorondo escribió: "Conocí personalmente al general Pedro Eugenio Aramburu bastante después de haber cesado el gobierno de la revolución libertadora. Y cuando, desde ahora poco, frecuenté su trato, me impresionó el hálito generoso que lo llenaba de un sentimiento parecido a la nostalgia al considerar cuanto podría haber hecho el Aramburu de 1970 en 1956. Me había propuesto ofrecerle un ejemplar de este libro, que reproduce duras críticas a su gestión, en la esperanza de que no rechazaría, por su parte, el propósito de bien público en que se inspiraron. Su trágica muerte troncha la integración histórica del personaje, según otras perspectivas; y le devuelve a su imagen anterior la cual, concientemente, había ya superado en vida." ("Libertades Prestadas. La Argentina del Tiempo Perdido", cuyo prologo lo escribió el autor, desde la cárcel de Villa Devoto, Noviembre de 1969).
De tal barro, tales tempestades... la sectaria banda Montoneros se atribuyó el crimen, y fue la hoja de izquierda de la tijera que dividió a los argentinos. Frustrando la posibilidad del Estado de Derecho, el Imperio de la Ley, la Democracia, la República durante tres años más. Para entonces (1973 - 76) la violencia se enseñoreó de las calles del país de los argentinos. El Leviathan militar, y los endemoniados, habían abierto la caja de pandora...
"El terrorismo, que sistematizó el crimen político atribuyéndose una capacidad de redención que elevaba a su cultores a la condición de héroes de una justicia popular, sirvió de prólogo a los procedimientos de la llamada "guerra sucia". Como no se pudo hacer justicia, por la sencilla razón de que no la había, se instrumentó una represión también salvaje y clandestina que contaminó con el hedor de su violencia a todo el país; nadie ignoraba los hechos y nadie se responsabilizaba por ello. Convocado por los genios del exterminio, el ángel de la muerte desplegó sus alas inmisericordes. ("La Argentina por dentro" de Marcelo Sánchez Sorondo)

Lo publico, no para mal de nadie, sino para bien de todos. Olvidar, también es tener memoria. La historia tiene otra llave.

1 comentario:

  1. Guillermo, te agradezco este texto. Conocí personalmente y admiré a Marcelo Sánchez Sorondo desde que leía sobre él y sus luchas en mi adolescencia. Más tarde, en la Universidad lo conocí dando charlas a jóvenes católicos nacionalistas en Buenos Aires. Hoy, al leer este recuerdo de su vida y de sus ideales siento nostalgia por el fuego que anidaba en nuestros corazones por entonces... pero también... mucha tristeza y dolor por la destrucción que aquel fuego trajo consigo. Carlos Schulmaister

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La diferencia de opiniones conduce a la investigación, y la investigación conduce a la verdad. - Thomas Jefferson 1743-1826.