Gerardo “El Tigre” Medina es de Pehuajo, provincia de Buenos Aires, tiene 59 años, es padre de tres hijos, productor de vino y realizó una épica cabalgata que le permitió recorrer nuestro país desde Jujuy a Ushuaia.
Gran admirador de Güemes, Belgrano y José Hernández, decidió peregrinar a lo largo de nuestro país para rescatar la esencia de la gente y los paisajes nacionales. Actualmente se encuentra en Mendoza y en una charla con Los Andes relató su hazaña.
“Estoy muy orgulloso de ser argentino y deseaba ver que había dentro de mi país” aseguró y detalló que eligió iniciar su travesía en el día de la Patria, así fue que el 25 de mayo de 2015 cuando partió desde La Quiaca acompañado por sus caballos.
Inició su camino por La Puna, donde las dificultades comenzaban a presentarse. Las grandes tormentas y las temperaturas bajo cero le jugaron una mala pasada y terminó internado por cinco días, pero apenas se recuperó continuó con su misión.
Avanzando entre 20 a 40 kilómetros por día, llegó hasta Pehuajó, su pueblo natal, tierra deJosé Hernández, quien era cliente de la pulpería “El Tigre”, atendida por su bisabuelo y abuelo. Allí descansó y se preparó para retomar la recorrida el 20 de septiembre, día nacional del caballo.
Mientras se encontraba por sus pagos, lanzó una convocatoria para reunir a personas dispuestas a acompañarlo en camioneta mientras él realizaba la cabalgata, pero los interesados finalmente no pudieron unirse a la difícil expedición.
Sin compañia, continuó su camino, pidiendo ayuda a gente de los poblados por los que transitaba, quienes conmovidos por su historia le regalaban su tiempo para llevar la camioneta y el equipamento de Gerardo, mientras seguía a paso firme con sus caballos. Llegó a tener cerca de 170 “choferes”.
Historias inolvidables.
Entre sus anécdotas, Gerardo, quien es padre de Facundo, Gastón y Luisina, contó que mientras recorría la provincia de La Pampa encontró una perrita a la que llamó “Pampa y Cielo”, ya que según él, era lo único que veía en ese momento, el animal lo acompañó hasta el final del camino y hoy es su mascota. También contó cómo debía espantar con disparos a los pumas que acechaban sus caballos en su camino por la cordillera de Los Andes en la Patagonia.
En el sur argentino fue donde Gerardo dice haber conocido a Dios, ya que cuando se encontraba en la Meseta de la Muerte, Santa Cruz, el sentía que estaba en el living de la casa del todopoderoso.
Cuando estaba cerca de llegar a Ushuaia, su destino final, “El Tigre” recibió el sorpresivo llamado deSergio Fernández, presidente de la Asociación Veteranos de Malvinas, quien lo invitó al acto del 2 de abril que se realizaría en la ciudad del fin del mundo. Con la ayuda de su hijo Gastón, logro llegar a tiempo y allí fue recibido por las autoridades del gobierno de Ushuaia, el ministro del Interior Rogelio Frigerio, el ministro de Educación Esteban Bullrich, y más de 1000 veteranos de la guerra de Malvinas.
Gerardo recorrió más de 7.500 kilómetros y asegurá que desde que conoció al país de esta forma ya no es la misma persona: “Estoy muy lleno, muy pleno, siento que todo lo que venga de aquí en adelante va a ser bueno”.
Este gaucho del siglo XXI asegura que Argentina debe respaldarse en la esencia de la gente del "Interior" que “viven una vida entre pocos, pero muy cerca entre ellos, con mucha responsabilidad y cuidado por la tierra”. Y avisó: “Este país es muy rico, por eso nadie va a poder fundirlo”.
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