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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

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“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

martes, agosto 16, 2016

16 de Agosto de 1954: el Teniente General Juan Domingo Perón entregó los Trofeos de Guerra al Paraguay.


Juan Domingo Perón honró y enalteció siempre a nuestro país en forma inalterable, considerado como el político más poderoso de la era moderna argentina y su talento más preclaro. Perón realizó su último viaje presidencial al Paraguay el 6 junio de 1974. El 1º de julio de ese mismo año fallecía en su patria, dejando un vacío político proporcional al tamaño de su figura.
Concentración en Asunción vivando a Perón.
Pocos estadistas como el Presidente Teniente General Juan Domingo Perón, fallecido el 1 de Julio de 1974 en Buenos Aires a la edad de 78 años, estuvieron tan vinculados con el quehacer paraguayo, sobre todo en las últimas décadas.
Cultivó y honró en vida, una estrecha amistad argentina con el Paraguay y nunca desaprovechó oportunidades para enaltecerla. A tal extremo que propició en un recordado decálogo, que paraguayos y argentinos no eran sino hermanos y jamás “extranjeros”.
Reclamando “Grandeza Argentina” en sus relaciones con el Paraguay, preconizó su conocida política de solidaridad y de cooperación donde Perón fue siempre, un inspirador y un ejecutor indeclinables,
Conocía como nadie la idiosincrasia de los paraguayos e interpretaba, como sólo Perón podía hacerlo, el sentido de la dignidad nacional. De ahí que el mandatario argentino se gano el respeto y la consideración de los paraguayos.
Por encima de las vicisitudes de la política interna argentina, Perón nunca ocultó su simpatía hacia todo lo paraguayo.
Los observadores recuerdan aún cuando Perón dijo que su pasaporte paraguayo iba a utilizarlo hasta su muerte y cuando, en un momento, todavía dramático de la operación “retorno”, declaraba en Buenos Aires que el Ejército Paraguayo era el “más glorioso” de América, sin desear herir susceptibilidades ni crear suspicacias sino para manifestar algo que sentía y lo exaltaba sin ambages.
Perón realizó cinco visitas a nuestro país, tres como presidente de la Nación, una como exiliado político y otro como “un paraguayo más”. La primera de ellas se realizó en la primera semana de Octubre de 1953 siendo entonces Presidente del Paraguay el Señor Federico Chávez.
En una memorable concentración popular de la que era tan afecto el Teniente General Perón, el mandatario argentino dirigió la palabra al pueblo paraguayo y dijo en el estadio del Club Cerro Porteño: “Si alguna vez la causa de este bendito pueblo se ve en peligro, nuestro pecho no ha de faltar a su lado”.
Perón pronunció entonces en Asunción su famosa profecía de la problemática continental. En una memorable conferencia de prensa, del 4 de Octubre de 1953, dijo: “Las actuales repúblicas están llamadas a formar un bloque único continental. Para qué vamos a esperar el año dos mil. Nosotros nos adelantaremos. Saldremos a su encuentro. Que el año dos mil nos espere en lugar de esperarle nosotros”.
Visitó por segunda vez la tierra guaraní durante las tradicionales fiestas agostinas de Asunción, portando personalmente los trofeos de la Guerra de la Triple Alianza que su Gobierno devolvía al Paraguay. Lo recibía, entonces, el nuevo Presidente del Paraguay General Alfredo Stroessner, en 1954.
Cuando entregó los Trofeos de Guerra, Perón pronunció un famoso discurso en la Plaza Juan de Salazar el domingo 16 de Agosto de 1954.
“Vengo como un hombre que viene a rendir homenaje al Paraguay en el nombre de su sagrado Mariscal Francisco Solano López y hago llegar el abrazo del pueblo argentino a esta Patria tan respetable y tan querida. En nombre de esa amistad y de esa devolución del pueblo argentino, pongo en manos del mandatario de este pueblo, como las reliquias, el testimonio de nuestra hermandad inquebrantable”.
En la otra cara de la moneda, Perón llegaba al Paraguay el 2 de Octubre de 1955 no ya como presidente de la Argentina sino como un exiliado tras los dramáticos episodios de su caída del poder unas semanas antes. Lo acompañaba a bordo del avión anfibio “Catalina”, el embajador del Paraguay, Dr. Juan Ramón Chávez.
Había estado refugiado a bordo del cañonero “Paraguay” buque insignia de la flotilla nacional de guerra que se hallaba surto en el puerto de Buenos Aires para reparaciones.
Perón fue recibido por el Presidente Stroessner al día siguiente de su dramático viaje a Asunción para agradecer el asilo político que el Gobierno Nacional le había concedido. Unas semanas después Perón continuó viaje a Venezuela, Panamá, República Dominicana y finalmente a España donde vivió más de 18 años como exiliado.
Al concluir este episodio y tras un emotivo viaje de retorno a Buenos Aires en Noviembre de 1972 Perón efectuaba su cuarta visita al Paraguay en Diciembre de ese año.
Estaba latente y flotaba en el ambiente, que no bien Perón sea nuevamente Presidente de la Nación Argentina, iba a visitar nuevamente el Paraguay en prueba de solidaridad, de buen vecino y de gratitud a nuestro país.
Efectivamente, Perón realizó su último viaje presidencial al Paraguay en junio de 1974. El 1º de julio de ese mismo año fallecía en su patria, dejando un vacío político proporcional al tamaño de su figura.
 (*) www.generalyegros.com
Artículo escrito por el General de División del Ejército  Paraguayo, Fulgencio Yegros Girola.


Publicado el 9 de agosto del 2011.

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