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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

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“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

martes, diciembre 26, 2017

¿Dónde están los 44? Diario de un calvario de 40 días.

La familia del submarinista rionegrino Mario Toconás cuenta cómo vivió en la base naval de Mar del Plata y en Sierra Grande la sucesión de noticias que durante todo este tiempo la llevó del dolor a la tristeza y de la bronca a una esperanza a la que no renuncia.


Solo ellos saben que siente el cuerpo y la mente en momentos extremos. Un tormento que incluye dudas, enojo, tristeza y tenues esperanzas viven las 44 familias que esperan en la base de la Armada de Mar del Plata.
Una de esas familias es rionegrina, de la localidad minera de Sierra Grande. Es la de Mario Toconás, un submarinista de 36 años cargado de sueños.
Nada se sabe del ARA San Juan desde el 15 de noviembre: mañana se cumplirán 40 días de calvario. Cada jornada es un peso en la espalda y el corazón de cada uno de los seis hermanos, el padre, la esposa y el hijo de Mario.
Cesar (34) es uno de los hermanos y estuvo varias semanas en Mar del Plata conviviendo con el dolor multiplicado por 44. Allí quedaron Miguel, Rosana y Natalia a la espera de alguna novedad. ¿Cómo ha vivido la familia esta vigilia interminable ?
Primeros días
El 15 de noviembre el ARA San Juan perdió comunicación con la Armada. “Recién el viernes 17 nos enteramos de la desaparición del submarino porque Sergio, uno de mis hermanos que estaba navegando en la pesca, se enteró y nos llamó desde alta mar”, relató César.
Los días previos Mario los había mantenido informados de cada paso por Whatsapp, como siempre. Las fotos enviadas desde Ushuaia mostraban su cara de felicidad: era uno de sus viajes más largos.
A Mar del Plata
El sábado 18 a la tarde, cuando la noticia sorprendía al país, dos hermanos viajaron a la base naval en Mar del Plata (Miguel y Rosana) junto a su padre, Irineo. Allá los esperaban otra hermana, Natalia, la esposa de Mario, Ruth, el pequeño Ryan y un cuñado de los Toconás. En esas primeras horas, vitales para cualquier búsqueda, no había novedades. “Los familiares de todos los tripulantes estuvimos con contención psicológica”, contaba Rosana.
Las llamadas del San Juan
“Primero nos confirmaron de las siete llamadas del submarino y luego nos dijeron que no había nada”, continúa. Algunos de los hermanos lo tomaron mal, con dolor. La tensión seguía. “Acá pasa de todo, la gente se descompensa, se desmaya, pero por suerte estamos atendidos por psicólogos, médicos enfermeros que están pendientes de todo”, afirmó Rosana.
Las baterías
En la base de la Armada la espera era tensa. Los familiares conocieron de primera mano, antes que la prensa, que el ARA San Juan había presentado problemas en el sistema de baterías. “Estábamos informados, nos explicaron lo que había sucedido, pero nosotros estábamos muy esperanzados igual, pese a que las horas corrían. Pensábamos y seguimos pensando que mientras no encuentren nada, hay esperanzas de que puedan estar a la deriva”, señaló César.
La explosión
Hacia el 23 de noviembre las horas parecían eternas. Iban más de una semana de esperanzas que se desvanecían a cada instante, en cada parte oficial. Ese día familiares y amigos lloraron y se enojaron cuando la Armada les informó que se había detectado una “anomalías hidroacústica” en la zona donde navegaba el ARA San Juan. ¿Había explotado? “Las familias ya no podíamos ni hablar, estábamos muy golpeados, con mucha preocupación y angustia”, dijo Rosana.
44 chalecos
El 24 de noviembre se esperanzaron cuando los militares estadounidenses involucrados en la búsqueda le solicitaron al gobierno argentino 44 chalecos salvavidas y ropa de abrigo para el traslado la zona de búsqueda desde Comodoro Rivadavia, “pedían ropa para 43 hombres y una mujer”, recordó César. Ese día les volvió el alma al cuerpo porque pensaban que había algo más que no se estaba informando. Luego llegó, otra vez, el desaliento.
La furia
Otro tema que los ofuscó: las falsas noticias, las hipótesis sin fundamento que algunos medios y redes sociales dan por ciertas. “Cada vez que pasa algo así vamos a la Armada y preguntamos si es cierto y nos explican que no son exactas, eso nos genera mucha indignación. Porque creemos que por ahí hay cosas que no nos dicen”.
Sin rescate
El 30 de noviembre dijeron que se terminaba el operativo de rescate. El vocero de la Armada informó que “a las 16:20 se declaró finalizado el caso SAR (de Búsqueda y Rescate) del Submarino ARA “San Juan”, cambiando a la fase de búsqueda del mismo”.
En esas horas César volvía a Sierra Grande. “Estaba en viaje y nos causó dolor, pero aún conservo las esperanzas y no solo las nuestras sino de la familia de los otros 43 submarinistas. Queremos que se encuentre el submarino, saber qué pasó”.
Mario nunca les comentó de problemas en el navío. Con los asuntos de su trabajo es muy reservado y estaba contento con su actividad, una alegría y un orgullo para él y su familia.
La marcha
El 4 de diciembre Sierra Grande marchó con velas y emoción. En medio de la extrema angustia, desde Mar del Plata la familia agradeció el apoyo a la ciudad, a toda la provincia, a las autoridades y a las jefes de los puestos de trabajo de los hermanos Toconás que les permiten estar en la base naval. Ruth Sánchez, esposa de Mario, rompió en la ocasión su comprensible silencio.
En estos días, familiares de tripulantes del ARA San Juan fueron recibidos por senadores, después de que Diputados votara a favor de crear una bicameral que investigue la desaparición del submarino. Estaría integrada por seis diputados y seis senadores. El proyecto pasó con media sanción al Senado.
Por otro lado, la familia de Mario Toconás estuvo con la senadora oriunda de Sierra Grande Magdalena Odarda, quien presentó un pedido de sesión especial para tratar el proyecto de la comisión investigadora antes que el receso interrumpa las actividades del Congreso.
La búsqueda y las derivaciones judiciales:
Solo cuatro buques rastrillan hoy la zona donde desapareció el ARA San Juan el 15 de noviembre, luego de informar un principio de incendio en las baterías. Se trata del ARA Sarandí y el ARA Islas Malvinas; el buque Atlantis de EE. UU., y el Yantar de Rusia volverían a sumarse en estas horas. En 40 días de búsqueda, que contó con una docena de países, aviones y buques con la mejor tecnología, han sido descartados numerosos contactos registrados en el lecho. La Armada ya no busca vidas y dejó en claro la dificultad de poder encontrar la nave.
El hecho generó una crisis dentro de la Fuerza, llena de pases de facturas. En las últimas semanas el hoy ex jefe de la Armada, Marcelo Srur, separó al comandante de Adiestramiento y Alistamiento, Luis López Mazzeo, y al jefe de la Fuerza de Submarinos, Claudio Villamide. En solidaridad, renunciaron otros tres altos mandos. El ministro de Defensa, Oscar Aguad, le pidió el retiro a Srur. En rigor, la crisis empezó apenas se conoció la desaparición del submarino. Desde el gobierno dejaron trascender entonces el malestar presidencial con la cúpula de la Armada, por no haber informado ni en tiempo ni de manera adecuada el episodio y su gravedad, perdiendo días vitales para solicitar la asistencia internacional.
Los familiares comenzaron a quejarse de que se les ocultada información y llegaron a acusar al gobierno de que la nave no estaba en condiciones . Aguad creó una comisión investigadora integrada por tres ex submarinistas del San Juan.
La causa por la desaparición del submarino (y las posibles responsabilidades) está a cargo de la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yañez, que ha ido reuniendo documentos que reclamó a la Armada. En paralelo, el juez federal Sergio Torres investiga una denuncia de la diputada Elisa Carrió contra los ex ministros de Defensa del kirchnerismo Nilda Garré, Arturo Puricelli y Agustín Rossi por asociación ilícita e irregularidades en la reparación de la flota de mar y submarinos, incluido el San Juan. El miércoles fueron allanadas oficinas del Edificio Libertad (comando de la Armada), y la empresa Man Ferrostaal, compañía que reparó las baterías del submarino. La compañía, alemana, había informado días antes que la Armada no quiso poner baterías nuevas para ahorrar dinero.
En la última marcha en Sierra Grande, caminaba fiel a su estilo humilde, sereno y de perfil bajo el obispo de Viedma Esteban Laxague. Mezclado entre la gente su presencia no fue advertida excepto por los fieles que lo conocían.
En diálogo con “Río Negro” señaló que “hay que unirse a lo que llevamos en el corazón, sentirnos cercanos de las familias y pedirle a Dios que sean encontrados”.
“No tiene medida todo lo que se haga por el rescate, es lo que hay que hacer para que podamos encontrar pronto a esos hermanos. Como pueblo es lo que queremos”, agregó.
Publicado en Diario "Río Negro", 25 de diciembre de 2017.-

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