El Gobierno Nacional dejó sin efecto esta semana la Resolución 453, de fecha 26 de noviembre de 2010, en la que se había establecido un régimen de “certificación obligatoria para definir los mecanismos tendientes a eliminar los peligros derivados del uso de tintas con alto contenido de plomo en productos gráficos”.
Toda caja de frutas importada que tenga algo impreso con tinta debía ser declarada y eso generaba un retraso en su uso, como mínimo, de cuatro semanas en Aduana.
Era una traba burocrática que frenaba la importación y, dejaba sin competencia externa a una industria concentrada.
La actividad frutícola regional mueve anualmente en la compra de este tipo de cajas alrededor de 70 millones de dólares, representando entre un 8 y 10% del costo de un bulto terminado.
La admisión temporaria de este tipo de importación no paga IVA aunque debe ser utilizada para exportar antes de los 180 días del ingreso al país.
Las trabajas que hasta esta temporada existían para la importación del producto generaban un costo financiero importante para las empresas. De ahí la importancia de la eliminación de este tipo de barrera.
Publicado en Diario "Río Negro", 5 de abril de 2018.
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