El 14 de septiembre de 1895 nacía Ezequiel Martínez Estrada
en San José de la Esquina, una localidad del Departamento Caseros a escasos
kilómetros del límite con la provincia de Córdoba, en la provincia argentina de
Santa Fe.
Martínez Estrada fue un autodidacta, un cuestionador y un
pensador crítico, dos veces acreedor al Premio Nacional de Literatura y
presidente de la Sociedad Argentina de Escritores.
En 1949 se radicó en la Ciudad de Bahía Blanca.
Los años del peronismo coincidieron con una neurodermatitis,
una enfermedad extremadamente discapacitante de origen psicosomático que lo
mantuvo postrado por años en ámbitos hospitalarios y olvidado por casi todos, a
excepción de la escritora Victoria Ocampo. Una enfermedad que clasificaron en
el nomenclátor de las enfermedades atópicas, es decir, "insólitas".
Nunca vistas. Bromeaba Ezequiel Martínez Estrada al denominarla
"desbarajuste glandular peronista generalizado".
Dijo luego de su enfermedad "pensé que estaba sufriendo
un castigo por alguna falta ignorada cometida por mí. Mi situación era muy
semejante a la de Job, y en lugar de discurrir sobre el bien y el mal, di en
cavilar sobre mi país. Pues así como yo padecía de una enfermedad chica, él
padecía de una enfermedad grande; y si yo pude haber cometido alguna falta
pequeña, él la habría cometido grande. Yo y mi país estábamos enfermos".
El gobierno peronista lo había privado de su puesto de
trabajo en La Plata, que recuperó en 1956 y fue nombrado profesor
extraordinario en la Universidad Nacional del Sur, en la Ciudad de Bahía
Blanca. En 1957 asumió la presidencia de la Liga Argentina por los Derechos del
Hombre.
En 1959, Martínez Estrada comienza una serie de viajes a
Chile, a la Conferencia de Paz en Viena, donde conoce al poeta cubano Nicolás
Guillén, a México, donde enseñó durante un año en el Instituto de Ciencias
Políticas en la Universidad Nacional Autónoma de México.
Desde septiembre de 1960 a noviembre de 1962, fue director
del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Casa de las Américas en La Habana
estudió en profundidad la obra de ese grande de la Patria Grande que fuera José
Martí y editó dos libros de discursos de Fidel Castro.
Martínez Estrada deja Cuba después de la crisis de los
misiles con una Cuba expulsada de la OEA, y un Martínez Estrada con problemas
de salud y financieros.
Ezequiel Martínez Estrada, escribió en enero de 1956 un
ensayo llamado “¿Qué es esto?”, en el que describía cómo los antiperonistas
seguían subvalorando y despreciando a los peronistas donde decía: “En la figura de Perón y en lo que él
representó y sigue representando, he creído ver personalizados, si no todos, la
mayoría de los males difusos y proteicos que aquejan a mi país desde antes de
su nacimiento” y que “Perón se dirigió a un sector numeroso del pueblo, el de
los resentidos, el de los irrespetuosos, el de los iconoclastas... A ese
populacho, desdichadamente mayoritario y dueño de un poder destructor antes
nunca ejercido ni exhibido, se dirigió Perón”.
Opinaba "Desde hace muchos años la Argentina está en
mano de los usurpadores. A partir de 1930, hemos vivido con tres ruedas sobre
los rieles y una cuarta en el aire. La cuarta rueda es el símbolo de aquellos
períodos efímeros en que contamos con un gobierno supuestamente legítimo que
era de inmediato derrocado, porque cuando tuvimos un gran hombre como Hipólito
Yrigoyen o Juan Perón, o era un incapaz o era un canalla. ¡Pobrecitos,
pobrecita gente!".
"Soy un ídolo en desgracia" solía repetir en su
casona de la avenida Leandro Alem de Bahía Blanca viviendo, sus últimos años,
austeramente de los haberes de su jubilación y de algunas escasas
colaboraciones literarias.
Falleció Ezequiel Martínez Estrada un 3 de Noviembre de 1964
en la Ciudad de Bahía Blanca.
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