“YO SÉ QUE EL TIEMPO ES UN GRAN TRABAJADOR Y A CADA UNO LE DARÁ LA HOJITA DEL LAUREL QUE SUPO CONSEGUIR”.
LEOPOLDO MARECHAL ESCRITOR ARGENTINO SIGLO XX.
Fue recién durante el mandato de Carlos Saúl Menem que se cumplió el anhelo del Brigadier General
Rosas: descansar en Buenos Aires, enterrado en Southampton, Inglaterra, desde
su muerte, acaecida el 14 de marzo de 1877.
En su testamento, Juan Manuel de Rosas manifiesta la
voluntad de ser inhumado en el cementerio católico de Souhtampton, en una
sepultura moderada, sin lujo de clase alguna, pero sólida, segura y decente y
luego agrega “hasta que en mi Patria se reconozca y acuerde, por el Gobierno,
la justicia debida a mis servicios”.
Ya lo decía Leopoldo Marechal que el tiempo le dará “el lugar que le
corresponde, la hojita de laurel que supiera conseguir".
Rosas había nacido en Buenos Aires, el 30 de marzo de 1793 y
gobernó Buenos Aires dos veces, entre 1829 y 1832 y el segundo período entre
1835 y 1852, año en que fue derrotado por Urquiza, en la Batalla de Caseros, el
3 de febrero de 1852. Rosas renunció a su cargo y partió al exilio en
Southampton (Inglaterra) donde fue recibido con honores de Jefe de Estado. Su
féretro fue cubierto con un manto negro y una cruz blanca y llevaba como
trofeo, el sable corvo que era de José de San Martín. Fue sepultado en el
cementerio católico de esa ciudad.
Desde el año 1938 se organiza el “Instituto Juan Manuel de
Rosas” con la presencia del General Iturbide, el historiador Irazusta, José
María Rosa y Manuel de Anchorena entre otros, y con la misión de organizar la
repatriación de los restos de Brig Gral Juan Manuel de Rosas.
Fue don Manuel de Anchorena, descendiente de los Ortiz de
Rosas quien le tocó organizar la repatriación por sus vínculos de parentesco y
militancia nacionalista y peronista como Presidente de la comisión Popular Pro
Repatriación del Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas.
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