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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

sábado, abril 04, 2015

¿Adonde hay un ejemplo que nos sirva de ley? Acá hay uno Elpidio González ¡Si Señor!

Elpidio González el Vice de Marcelo T. de Alvear que se ganaba la vida vendiendo anilinas colibrí.


Testamento de Elpidio Gonzalez, 24 de agosto de 1949.
Muero en la fe de mis padres en la que he vivido. 
Pido ser enterrado con toda modestia como corresponde a mi carácter de católico, como hijo del seráfico padre San Francisco, a cuya tercera orden pertenezco, suplico con amor de Dios, la limosna del hábito franciscano como mortaja y la plegaria de todos mis hermanos en perdón de mis pecados y en sufragio de mi alma. 
No tengo ascendientes vivos y no he tenido descendientes de ninguna naturaleza, por lo que a mi muerte y de acuerdo a la ley nadie podrá, invocando parentesco ni consanguinidad con el otorgante, reclamar al Estado favor, emolumento, beneficios o pensión alguna. 
Es mi última voluntad, por otra parte, que no se decreten honores ni honras oficiales de ninguna especie. No hago institución alguna de herederos, porque no tengo ningún bien de que disponer. 
Declaro además que toda mi vida publica ha sido siempre inspirada y regida por los principios y doctrinas de la Unión Cívica Radical, manteniéndome en todas las horas identificado con el pensamiento y la conducta del eminente republico doctor Hipólito Yrigoyen. 
Que la Unión Cívica Radical a la cual dedique todos mis fervores y desvelos de ciudadano es una, indivisible y absoluta y que cualesquiera sean las contingencias que ella soporta sobrevivirá siempre como imperativo histórico de la conciencia democrática argentina. 
Declaro que este es mi único testamento firme y valido, que revoco cualquier otro anterior y que dejo encomendado a mis amigos el doctor Silvio E. Bonardi, el señor Elvio Gabriel Anchieri y el señor Carlos Borzani el cumplimiento de estas disposiciones.

Fuente: Testamento elevado a escritura pública el 24 de agosto de 1949, ante el escribano José Antonio Basso; Elpidio González "Biografía de una conducta" de Arturo Torres, Editorial Raigal 1951.
Fuente: Elpido González (facebook).
Elpidio González venía de una familia que había abrazado la causa federal su padre había sido el coronel Domingo González, militar que abrazó la causa de las montoneras federales. Bajo las órdenes del caudillo y general Juan Saá, Domingo González se sublevó en la zona de Cuyo hacia 1866 y 1867, siendo parte de la última gran revuelta federal que hubo en nuestro país. Cabe agregar que el padre de Elpidio González fue también un viejo servidor de Ángel Vicente “Chacho” Peñaloza.
Fue Ministro de Guerra (1919) y luego Jefe de la Policía de Capital Federal (1921) durante la primera presidencia de Hipólito Yrigoyen. Llegó a ser Vicepresidente de la Nación junto con Marcelo T. de Alvear (1922-1928).
Cuando llegó al poder Elpidio González su patrimonio era 350.000 pesos fuertes; en 1930 con la revolución de Uriburu se encontró con deudas por 65.000 pesos, motivo por el cual, le remataron su casa en calle Gorostiaga.
Cuando caminaba por las calles de Buenos Aires, al reconocerlo, algunos se acercaban a saludarlo. ¿Cómo es posible que usted esté pasando estas vicisitudes? "Ninguna vicisitud, es lo que corresponde", contestaba con toda naturalidad.

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La diferencia de opiniones conduce a la investigación, y la investigación conduce a la verdad. - Thomas Jefferson 1743-1826.