GRACIAS POR ESTAR AQUÍ...

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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

“
"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

viernes, julio 31, 2020

Elías Chucair siempre estará con nosotros por Jorge Castañeda.

Esta breve nota sobre la partida de un amigo entrañable está escrita con mucho dolor. Ha partido para el cielo de los poetas don Elías Chucair, el decano de los poetas patagónicos.
Como escribió Miguel Hernández en su “Elegía para Ramón Sije”, a quién tanto quería: “A las desalentadas almas de las rosas te requiero/ que tenemos que hablar de muchas cosas/ compañero del alma, compañero”, lo extrañaremos mucho.
Lo conocí hace muchos años, después de leer su libro “Bajo cielo sur” que me impactó profundamente, desde entonces nos hicimos amigos entrañables junto a Rudy Casamiquela y otros muchos más.
Elías fue un ciudadano ejemplar de Jacobacci al mundo: su casa era la casa de todos y numerosas personalidades de la cultura y de la política pasaron por ella.
Tuve la gran satisfacción de entregarle junto al entonces vicegobernador Pedro Pessati la distinción de Ciudadano Ilustre de Río Negro.
Elías fue un ciudadano ejemplar de Jacobacci al mundo: poeta, escritor, cronista, recopilador, político, intendente, legislador, comediante, declamador, comerciante, padre de familia y cuántas cosas más. Un grande.
Sus libros de recopilación histórica “Partidas sin regreso” y “La bandolera inglesa” tuvieron una gran repercusión y sirvieron de consulta para investigadores y documentalistas. La casa de Elías era la casa de todos y numerosas personalidades de la cultura y de la política pasaron por ella.
El año pasado en oportunidad de entregarme una distinción por mi trayectoria literaria la Secretaría de Cultura de la Provincia junto a numerosos escritores compartimos tres días con Elías y la gente lo supo rodear de mucho cariño. A los pocos días recibo un poema dedicado para mí y para mi familia.
Por ser uno de sus últimos textos y por lo emotivo del mismo lo quiero reproducir:
“En casa de un poeta amigo”.
“Disfrutamos tres días de esta primavera/ en Valcheta la fértil, la ver y la linda… / y bajo el cálido techo del poeta amigo/ Jorge Castañeda y la bondad de Irma. En todos los ambientes de la casa/ distintas expresiones del arte se admiran; / un mundo silencioso de libros/ cofres de sueños y de sabiduría. Junto a trabajos notables/ de pinturas y dibujos de amigos/ Bocho Izco, Mussi y María Elena, su hija/ talentosos artistas rionegrinos. Todo conforma el ideal ambiente/ de un escritor estudioso y activo. También existen valiosos testimonios/ que datan de épocas idas/ guardadas con enorme celo/ porque quién escribe historias sucedidas. En el salón que fuera comercio/ de su recordado padre don Alberto/ hay objetos de marcas muy antiguas/ que sepultara el paso del tiempo./ El poeta que quiere y respeta el pasado/ las conserva como piezas de museo. En la mañana de ese domingo, / ya sin compromisos por medio/ disfrutamos el patio de los árboles/ con trinos de pájaros tempraneros./ -Esos los plantó mi padre, nos dijo Jorge/ con emotivo amor y sentimiento. Y sigue presente en todos los sitios/ la ausente doña Elena, la dueña de casa/ con su halo de bondad y afecto./ Quién escribe estas líneas/ en su vieja memoria le recuerda/ desde aquel primer encuentro. Cuánta suma de emotivas sensaciones/ sentimos bajo el techo del poeta amigo/ tres días inolvidables en Valcheta/ y de su buena gente, regresan conmigo”Elías Chucair, 10 de noviembre de 2019.
Es difícil seguir escribiendo sintiendo tanto dolor por la partida del amigo. Y uno cada vez se llena más de ausencias.
En uno de sus poemas más conocidos “Patagonia” se cumplen los versos de don Elías: “De sus bosques de cipreses/ quiero algún día una tabla/ para la cruz de mi tumba/ en su tierra hospitalaria”. Así será amigo, así será.

jueves, julio 30, 2020

A los 80 años, murió el cantante Juan “Corazón” Ramón.


El cantante popular argentino Juan Ramón falleció hoy jueves 30 de Julio del 2020.
Nacido en  la localidad de Cañada de Gómez, en la región sur de la provincia de Santa Fé, la Argentina  un 13 de enero de 1940. Se destacó por recorrer a lo largo de su amplia trayectoria distintos ritmos y melodías del género popular. Era hijo del italiano Juan Rech, oriundo de Mell Beluno, Venecia, y de Magdalena Peretto (nacida en Campana, Provincia de Buenos Argentina).
La Familia Rech, estaba radicada en Cañada de Gómez, debido al trabajo de Don Juan, empleado ferroviario, en la sección carpintería, donde nacieron los dos hijos del matrimonio, Hildo y Ellery.
Fue un cantante argentino de éxito en las décadas del ’60 y ’70. Grabó más de 1.300 canciones, recibió numerosos premios y reconocimientos.
Desde  1977 hasta 1983 Juan Ramón se radica en Perú, y es allí donde conoce a quien es su actual esposa. A mediados de 1983 regresa a la Argentina, contratado por Mario Kaminsky, productor de Microfón Argentina SA (MICSA), editando una decena de LP entre 1983 y 1988.
Uno de los primeros en confirmar su fallecimiento fue el CEO del sello Magenta, Alberto Kirovsky, quien también era amigo del cantante.
Ellery Guy Rech será recordado por canciones festivas y pegadizas  como "Jamás",  "Cariñito", “Tabaco y ron”, "Llorando se fué", “Suena el teléfono” y “Macumba”, entre otras.

Un ingeniero de la UNS creó una innovadora silla de ruedas y Toyota la financiará.

Un ingeniero de la UNS  creó una innovadora silla de ruedas y Toyota la financiará.

Su proyecto arrancó cuando estaba en la secundaria y le dedicó 9 años. La silla cuenta con una tecnología industrial y se caracteriza por ser omnidireccional. 
En 1 de cada 10 hogares de la Argentina hay una persona que usa silla de ruedas. En el mundo son más de 70 millones las personas que tienen alguna discapacidad motriz.
   Mauro Tronelli tiene esas cifras en la cabeza porque hace casi una década que dedica su vida a diseñar una silla de ruedas que mejore la calidad de vida de esas personas.
    Anhela un mundo en el que haya espacio para todos y todas, porque el que habita no es inclusivo: las sillas de ruedas no pueden transitar la mayoría de los espacios públicos y privados de cualquier ciudad. Las personas con discapacidad, en su mayoría, no pueden moverse y desarrollar su vida con independencia.
La silla que diseñó Mauro es diferente a todas y, según cuenta, está hecha con una tecnología industrial que no se suele aplicar en esos equipos. Es omnidireccional y puede girar sobre su propio eje, lo que permite moverse en cualquier sentido y dirección: hacia adelante, hacia atrás, hacia los costados y en diagonales.
   Su proyecto arrancó hace 9 años, en un colegio técnico secundario de Villa Regina, en la provincia de Río Negro de donde es oriundo. Mauro tenía un amigo con discapacidad y se dio cuenta de lo difícil que era para él acceder a una vida normal. Entonces con un grupo de compañeros empezaron a diseñar la silla.
   "Empezaron" porque la odisea se terminó de concretar recién a principios de 2019. En el medio, Mauro se vino a Bahía Blanca a estudiar con 2 amigos. Eligió la carrera de Ingeniería Electrónica en la Universidad Nacional del Sur.
Tenía 18 años y ya se había marcado un rumbo.
   —Cuando llegué a la universidad me paré ante un profesor y le dije: "Tengo este proyecto, me gustaría recibirme con esto y necesito que me lo vayas chequeando a lo largo de la carrera".
   En 6 años y medio ya estaba recibido de ingeniero electrónico y tenía el prototipo de su silla de ruedas. Pero faltaba una parte fundamental: el aporte económico para convertirlo en producto.
Entonces se asoció con un amigo, Guido Temperini. Crearon la pyme Edites Solutions y se anotaron en cuanta convocatoria y muestra tecnológica encontraron, a nivel nacional e internacional.
    Su proyecto fue reconocido en distintas partes del mundo. Dice que ese recorrido les dio visibilidad, hasta que por fin llegó una oportunidad: la empresa asiática Toyota eligió el proyecto de Mauro para financiarlo, en el marco de un programa de promoción de proyectos innovadores.
 —Pasó de ser un prototipo que era grande y pesado —medía 1,25 metros de largo y pesaba más de 90 kilos—, a algo muchísimo más chico y liviano, mucho más moderno, con un diseño totalmente diferente al resto de las sillas —explica el ingeniero de 27 años.
   Ese proyecto de silla que empezó cuando era un pibe de secundaria, ahora se llama Siruom, pesa 58 kilos y puede transportar personas de hasta 130 kilos. Tiene baterías de litio de 48 voltios, con una autonomía de 8 horas o 60 kilómetros. Y alcanza una velocidad máxima de 10 kilómetros por hora.
   La presentación oficial solo depende de que la pandemia de COVID-19 dé una tregua. Iba a ser en las Paraolimpiadas de Tokio, pero se suspendieron.
Una vez que la Siruom salga al mercado, arranca otra etapa para Mauro. Entiende que es "complejo" llegar directamente a las personas con discapacidad "porque entran en juego las obras sociales y es difícil que adquieran tu producto en una marca que recién comienza".
   Pero el horizonte vuelve a ser ambicioso: apunta a que su silla de ruedas omnidireccional llegue a todos esos espacios que generalmente las personas con discapacidad no pueden disfrutar: hoteles, museos, cruceros, casinos y muchos otros ámbitos apuntando a un "turismo inclusivo".
   —[Con esta silla] un hotel puede adaptar una habitación de forma rápida y fácil, sin hacer grandes cambios en la infraestructura. No tiene que, por ejemplo, cambiar un ascensor o agrandar una habitación o un pasillo. Reduce el tiempo y los costos de hacer esas modificaciones. Obviamente sabemos que la mejor adaptación es cambiar el ascensor o la habitación, pero son cosas que por ahí el empresariado no está dispuesto a hacer, entonces esto es una solución paliativa y ayuda a mejorar la calidad de vida de las personas.
 El ingeniero cuenta que el lema de su empresa es "Rompiendo barreras", porque quieren romper las que existen entre la discapacidad y la sociedad.
   —Hay muchas personas con discapacidad en el mundo y en Argentina. El 15 % de la población mundial presenta alguna discapacidad, es decir más de 1.300 millones de personas, lo que equivale a la población de China. El número es alto, pero en realidad no las vemos por el hecho de que no pueden moverse libremente y están aisladas o recluidas por la falta de accesibilidad en los espacios.
   Que sean visibles es el deseo de Mauro, quien sigue trabajando sobre ruedas para romper tabúes y abrir camino a la accesibilidad.
Publicado en Diario "La Nueva" de Bahía Blanca, 30 de Julio de 2020.

La frase del día. Hoy Thomas Sowell.

«Nada es más fácil que tener buenas intenciones. Pero cuando no se entiende cómo funciona una economía, las buenas intenciones pueden llevar a consecuencias desastrosas».
— Thomas Sowell.
Thomas Sowell (1930) es un pensador y economista conservador libertario estadounidense. 

El Chañar podría haber sido un pueblo de Río Negro.

El Chañar podría haber 

sido un pueblo de Río Negro.

En los 70 los rionegrinos pidieron rever el límite con Neuquén. De acuerdo donde se ubicara la línea, la localidad quedaba de un lado o de otro. La astucia de un gobernador fue clave.

Es un secreto que se guarda celosamente y pocos están dispuestos a revelar. Pero los archivos de la Junta de Estudios Históricos de Neuquén se volaron y hoy se sabe que “San Patricio del Chañar pudo haber sido parte de la provincia de Río Negro”. Pero un gobernador neuquino movió las fichas rápidamente y logró ponerle fin a un litigio de límites y meridianos que existía entre ambas provincias.
La historia comienza en 1968, cuando el ingeniero Gasparri compró 20.000 hectáreas situadas al note del río Neuquén, donde el meridiano 10° establece el límite entre Río Negro y Neuquén. Gasparri conociendo la fertilidad de la tierra colocó una bomba y construyó una boca toma para irrigar el suelo.
Cinco años después, el gobierno neuquino fundó el pueblo de San Patricio del Chañar. Se creó la municipalidad, una escuela, una comisaría, un hospital, un registro civil y una sucursal del Banco de la Provincia de Neuquén.
Esta decisión ocultaba algo más que el simple anhelo de poblar el territorio.
En ese entonces, los rionegrinos habían solicitado en el Congreso de la Nación la revisión de la ubicación del meridiano 10°.

Esta línea imaginaria que oficia de límite entre ambas provincias, pasa al oeste de Buenos Aires, pero no tenía por entonces, un punto de inicio, necesario para extender los límites.
Dato 1968 fue el año en que el ingeniero Gasparri compró las 20.000 hectáreas que luego de convertirían en pueblo.
En este punto había dos opiniones, algunos sostenían que estaba en el meridiano 58°15’ pero ese punto se ubica aguas adentro del Río de la Plata. Otros ubicaban el punto de partida en la pirámide de Mayo. Esto obligaba a correr hacia el oeste la línea que delimitaba a Río Negro y Neuquén. Y si esto sucedía, San Patricio del Chañar quedaba dentro del territorio rionegrino.
Cada posición que se le pretendía dar al meridiano variaba en apenas minutos, pero no era una cuestión menor ni fácil de dirimir, ya que en cuestión de meridianos un minuto equivale a 1.852 metros.
Mientras el debate continuaba dentro del Congreso, en estas tierras un gobernador actuó rápido, fundó un pueblo y desarrollo un asentamiento humano. Una localidad con sus pobladores y sus instituciones funcionando se vuelve inviolable e inamovible. San Patricio del Chañar quedó para Neuquén y ya no se volvió a hablar de límites.
Publicado en Diario "Río Negro", 30 de Julio del 2020.

¿A quién le importa la reforma judicial?

Análisis: ¿A quién le importa la reforma judicial?

Una versión institucional de la teoría del “lawfare”. 
Por WALTER CURIA.

¿A quién le importa la reforma judicial? Es la pregunta que domina muchos de los análisis sobre la iniciativa del presidente Fernández.
Es necesario aclarar algo: es deseable que la política se anticipe a las demandas de las sociedades. Está en el espíritu de los gobiernos reformistas. Hay ejemplos innumerables: la ley de cupo de 1991, que dispuso que el 30% de las listas de candidatos a cargos electivos fueran ocupados por mujeres. Parecía una excentricidad y hasta generó casos injustificables. Derivó en la ley de paridad de género.
Una reforma judicial es ajena a la agenda cotidiana. Sin embargo, una reforma profunda es algo que se está operando en los hechos con la aplicación progresiva del nuevo código procesal penal, una iniciativa que ha respondido a los reclamos de un servicio de justicia más moderno y eficiente y que incorpora agravantes como la violencia de género, mejoras en los tipos penales como el de grooming o engaño pederasta y figuras como la del colaborador eficaz o arrepentido para de delitos de narcotráfico y corrupción, entre varios otros cambios.
Siguiendo una larga tradición en el peronismo que arranca con el primer Perón, el presidente anunció su proyecto de reforma judicial. Apunta a modificar y ampliar el fuero penal federal, que investiga los delitos por corrupción. Como ha reconocido el presidente, nadie puede sorprenderse: el foco de la reforma está puesto en la situación de los (ex) funcionarios imputados por corrupción. La manipulación de los jueces ha sido un ejercicio del que se han valido todos los gobiernos y caracteriza al fuero federal porteño desde su conformación en tiempos de Menem. Entre todos los interesados en qué sucederá allí hoy descuella Cristina Kirchner. Visto desde ese ángulo, la propuesta de Fernández resulta la traducción institucional de la teoría del “lawfare” o persecución que denuncia la vicepresidenta: incluyó también a los medios.
Según se desprende del anuncio de Fernández, el poder político apunta a consolidar un sistema que garantice reglas en los juicios por delitos contra la administración pública. Algo así como una garantía de, por y para la política. Ningún análisis de opinión pública indica que ésta sea una de las preocupaciones que manifiesta la sociedad. Pero aun así, cuesta creer que esas nuevas normas puedan ser establecidas sin un acuerdo político con la oposición, una posibilidad lejana.
A esa propuesta del presidente se agregó en los últimos meses la de ampliación y modificación de la Corte Suprema, una idea en la que Fernández ha dicho en ocasiones que no cree. Todo el mundo puede cambiar de opinión, es verdad. El problema de este presidente es el énfasis en sus posiciones y cómo regresar de ellas. La inspiración para modificar el tribunal parece haber surgido en el Instituto Patria.
La Corte ha sido un blanco sistemático de la vicepresidenta Kirchner en el último tiempo: allí esperan respuesta al menos tres recursos presentados por la defensa de la expresidenta en el marco del juicio oral por la causa de la obra pública en Santa Cruz con el propósito de mínima de demorar el trámite. El objetivo parece ahora más ambicioso: la designación de su abogado personal en el comité de consulta que analizará los cambios en la Corte resulta inquietante, por decir lo menos.

En un paisaje económico y social alarmante, la reforma es la primera iniciativa del gobierno desde el estallido de la crisis sanitaria por el coronavirus. No ha apelado ni siquiera al impulso del aborto legal, que hasta la pandemia figuraba en el tope de su agenda parlamentaria. Es un dato que habla de la relevancia de este proyecto para la estabilidad del Frente de Todos.
Ayer el presidente propuso superar la “crisis de credibilidad” de la justicia. Nadie puede reprocharle eso. Antes deberá, sin embargo, renovar sus propias credenciales.

Publicado en Diario "Río Negro", 30 de Julio del 2020.

lunes, julio 27, 2020

27 de julio de 1964: se lanza un cohete Gamma-Centauro desde Puente del Inca.

EFEMERIDES NEWBERIANAS.
El 27 de julio de 1964 se lanza un cohete Gamma-Centauro desde Puente del Inca, transportando hasta los 35.000 metros de altitud carga útil telemétrica para medir la temperatura.

Fuente de información e imagen: 
Instituto Nacional Newberiano/facebook.

domingo, julio 26, 2020

La Revolución del Parque por Diego Barovero *

Promediando la década de 1880 la República Argentina se asomaba pujante en el concierto mundial. El progreso económico debido al afianzamiento del modelo agroexportador, la ampliación de la red ferroviaria, la remodelación del puerto, así como la gran reforma educativa (Ley 1420) eran los ejes fundamentales de un desarrollo que parecía indetenible.
Al par de esas señales positivas de modernización se construyó un sistema político restringido, elitista y orientado a maximizar los beneficios de un sector socioeconómico cuyos negocios particulares estaban relacionados con el rol de país exportador de materias primas. Era la República posible de la fórmula alberdiana, dirá mucho después Natalio Botana en "El orden conservador": derechos civiles para todos pero derechos políticos para pocos. En 1889 como consecuencia de una sucesión de errores acumulados en materia financiera económica y un generalizado descontento por el exclusivismo político, estalló una gran crisis. En horas se deshacían fortunas y riquezas, el país sin crédito exterior llegó al extremo de la emisión clandestina de papel moneda, denunciada por el senador opositor Aristóbulo del Valle.
La debacle económica desnudaba la profunda crisis político-institucional y moral. El gobierno elitista confundía el bienestar general al que convoca el Preámbulo de la Constitución con sus propios intereses. La libertad electoral no existía; los gobernantes provinciales y el Congreso estaban reducidos a meros agentes del presidente; los cargos judiciales se repartieron entre partidarios y la estructura administrativa se basaba en el favoritismo.
Se había configurado el "Unicato" alrededor del Presidente de la República Miguel Juárez Celman y su círculo de partidarios llamados "Los incondicionales". Los reclamos de modificación del sistema político y la vigencia efectiva de las prescripciones constitucionales encontraron cauce en una convocatoria juvenil que dio nacimiento a la Unión Cívica de la Juventud el 1º de septiembre de 1889 en el "meeting" del Jardín Florida. Las crónicas de la época describen un acto multitudinario. Allí luego de casi un decenio de ostracismo reapareció un gran tribuno que concitó la adhesión popular: Leandro N. Alem. En abril de 1890 ese conglomerado opositor prescinde del aditamento "de la Juventud" y se constituye en la Unión Cívica, primer esbozo de partido político orgánico con clubes o comités en todos los barrios de la ciudad y en las principales ciudades del país. En el nuevo y heterogéneo movimiento confluyen en defensa del ideal republicano, moralidad administrativa y elecciones limpias antiguos federales como Bernardo de Irigoyen y liberales como Bartolomé Mitre; católicos como José Manuel de Estrada y Pedro Goyena; antiguos autonomistas como Leandro Alem y Aristóbulo del Valle; y los futuros líderes de los primeros partidos políticos modernos del siglo XX, todavía jóvenes: Hipólito Yrigoyen, Lisandro de la Torre y Juan B. Justo.
Ante la cerrazón de los comicios se preparó el terreno para la revolución que pondría fin al gobierno y aseguraría la plena vigencia de la Constitución Nacional y el sufragio libre.

PARQUE DE ARTILLERIA.
La revolución estalló violentamente el 26 de julio de 1890. El epicentro era el Parque de Artillería (actual solar del Palacio de los Tribunales) y sus alrededores. Se levantaron trincheras, se armaron cantones, se libraron sangrientos combates entre tropas sublevadas y las fuerzas que respondían a las autoridades. El general Manuel J. Campos era el comandante militar, pero la Junta Revolucionaria era presidida por el Dr. Leandro N. Alem, quien en la eventualidad del triunfo revolucionario sería presidente provisional de la República. Ello generaba desconfianza en varios sectores, no solamente del oficialismo sino de la propia Unión Cívica, los mitristas por caso.
Un secretísimo y larvado pacto entre el ex presidente Roca y el jefe militar Campos, de orientación mitrista, servirá para esterilizar el accionar revolucionario.
El general Levalle y el coronel Capdevila, comandados por el vicepresidente Carlos Pellegrini, a cargo del Poder ejecutivo, son los encargados de organizar la defensa del gobierno. Los revolucionarios se identificaron con una bandera tricolor, verde, blanca y rosa y con una boina blanca; coraje y valor les sobraban, no así municiones suficientes; al cabo de varios días de combate son vencidos por el ejército nacional. Se negoció un cese del fuego para sepultar muertos y curar heridos. Los revolucionarios entregaron las armas y vaciaron los sitios ocupados. Había amargura en las filas cívicas. Sectores oficialistas explotaron políticamente las consecuencias de la Revolución para "acomodar" algunas cosas. Entre ellas, sacarse de encima al presidente Juárez Celman.
En el Senado se oyó una sentencia del senador Manuel Dídimo Pizarro: "la revolución está vencida, pero el gobierno está muerto". La renuncia de Juárez Celman y su reemplazo por Carlos Pellegrini fueron recibidos con entusiasmo popular. Pero aquel preclaro jefe que fue Alem, advirtió que en realidad había cambiado algo para que todo siguiera igual. La revolución permanecerá latente por los próximos años en procura de la realización plena de la República Argentina en la absoluta vigencia de la Constitución Nacional, la honradez electoral, el sufragio popular garantido y la moral administrativa.
* Presidente del Instituto Nacional Yrigoyeneano.
Publicado en Diario "La Prensa", 23 de Julio del 2020.

Evita y los territorios nacionales por Héctor Jorge Colás.

Impulsados por ella, varios hombres de la política territorial, que no pudieron concluir su mandato por el golpe de 1955, fueron los primeros rionegrinos en el Congreso nacional.

Al conmemorarse un nuevo aniversario del fallecimiento de María Eva Duarte de Perón (Evita) a los 33 años producido el 26 de julio de 1952, es oportuno recordar que fue ella la que apoyó e impulsó con mayor fuerza la iniciativa de provincializar los territorios nacionales.
Como presidenta de la fundación Eva Perón, presentó una nota a la Cámara de Diputados de la Nación, señalando: “Señor presidente. Ejercitando el derecho de peticionar que me acuerda la Constitución nacional, vengo a pedir que se les acuerde el derecho de tener representación en el Congreso nacional a los territorios nacionales que no fueron todavía provincializados”.
La nota expresaba seguidamente que “esos representantes verán de cerca las necesidades de su pueblo. Hablarán por la propia boca del territorio. Serán la voz de la tierra, directa y clara. Dirán lo que saben, con pleno conocimiento de causa, y pedirán lo que en justicia necesiten. Los territorios enviarán al Congreso nacional hombres humildes, pero adentrados en la realidad de sus necesidades y de sus problemas aquerenciados en la tierra que aman, anhelosos del progreso de su terruño”.
En otro párrafo aclaraba que “esos representantes podrán estar en un pie de igualdad con los diputados de la Nación en cuanto a sus inmunidades parlamentarias, condiciones para ser elegidos y demás aspectos de su función. Y aun cuando dentro de nuestro sistema institucional no sea posible otorgarle voto, su voz será escuchada como la auténtica y clara expresión de los anhelos de los territorios nacionales”.
Finalmente Evita solicitaba al presidente pedir por vuestro intermedio a la Honorable Cámara “que se acuerde por ley a los territorios nacionales la representación parlamentaria en el Congreso de la Nación”.
El gobierno de Juan Domingo Perón (1946-1955) concretó la provincialización de los territorios nacionales, cumpliendo su promesa de ampliar la ciudadanía política. Culminaba así una larga etapa de marginalidad y postergación de grandes espacios de la argentina profunda.
La Ley 14032 sancionada el 11 de junio de 1951 especificaba que “el presidente y vice de la nación serán elegidos directamente por el pueblo en provincias, capital federal y territorios nacionales como distrito único”.
Esta legislación permitió que por primera vez en la historia argentina los ciudadanos residentes en los territorios nacionales pudieran votar en las elecciones convocadas para 1951 y 1954 para elegir autoridades nacionales.
La nueva ley también establecía que “los territorios nacionales elegirán delegados a la Cámara de Diputados de la Nación en la proporción de uno cada cien mil habitantes en base a las cifras del último censo”. Se cumplía de esta forma el pedido formulado por Evita.
En las elecciones simultáneas realizadas el 11 de noviembre de 1951 para elegir presidente y vice de la nación y legisladores ante el Congreso nacional para el periodo 1952-1958, las mujeres argentinas votaron por primera vez y también por primera vez todos los ciudadanos del país tuvieron derecho a votar al presidente de la nación.
En las legislativas de esa fecha se renovó la Cámara de Diputados con legisladores electos para cumplir un periodo de tres años hasta 1955 y otros, para cumplir todo el mandato hasta 1958.
Cumpliendo la aspiración de Evita, en esa jornada fueron elegidos los primeros diputados de los territorios nacionales en el Congreso nacional. En Río Negro resultó electo Agapito Montaña de Bariloche para cubrir el período 1952-1955 y para desempeñar ese cargo en el periodo 1952-1958 fue elegido Néctar Antonio Barrera, un médico de Choele Choel.
En las elecciones legislativas realizadas el 25 de abril de 1954, René Hechem, un dirigente gremial de General Conesa, fue consagrado diputado o delegado territoriano para cubrir el periodo del 26/4/55 al 30/4/61.
Estos hombres de la política territorial que no pudieron concluir su mandato por el golpe de Estado de 1955 que derrocó a un gobierno constitucional fueron marginados por la historia oficial de Río Negro y desconocidos y olvidados por la dirigencia del justicialismo. Tuvieron la virtud y el privilegio de ser los primeros ciudadanos rionegrinos que se sentaron en una banca del Congreso nacional. Como dijo Evita: “Serán la voz de la tierra, directa y clara de los postergados territorios nacionales”.
Publicado en Diario "Río Negro", 25 de Julio del 2020.
Imagen: Web.

Donato Ruiz, el custodio neuquino de Eva Perón.

Donato Ruiz, el custodio neuquino de Eva Perón.
Donato Ruiz, de pulóver blanco con su mano sobre el capó del auto que transportaba a Eva Duarte de Perón.
Al cumplirse el 68 aniversario del fallecimiento de Eva Duarte de Perón, recordaremos a uno de los hombres que fuera su custodio y se radicó en Neuquén. En estos territorios nacionales de la Norpatagonia, luego de la Revolución Libertadora de 1955, se convivió en la coyuntura con la Ley de Provincialización y la postergación de su puesta en marcha debido a la caída del peronismo y su proscripción.
Es necesario recordar que el grupo peronista “ortodoxo” de Alfredo de Martín respondía a nivel nacional a Raúl Matera, y por otro lado la línea “dura” se había nucleado con la Unión Popular de Pedro Quarta y el propio Donato Ruiz.
En todas las investigaciones de historia oral con los protagonistas del peronismo neuquino siempre lo nombramos a Donato Ruiz, pero nunca escribimos específicamente acerca de él y su trayectoria dentro del peronismo nacional y regional.
Donato Ruiz nació en Bahía Blanca en 1919. Su padre se llamaba Guillermo Ruiz, de Regumiel de la Sierra, provincia de Burgos, España. Se fue de su casa a los 14 años, seguido por su hermano Francisco. Trabajaba como viajante de comercio; estaba en la provincia de San Juan cuando se produjo el gran terremoto. Ahí conoció a Perón y Evita. Se quedó en la provincia trabajando solidariamente, y se convirtió en uno de sus custodios.
Cuando Ángel Borlenghi fue secretario general de la Confederación General de Empleados de Comercio y ministro del Interior del gobierno de Perón. Donato fue su mano derecha. Producida la Libertadora, Ruiz se tuvo que esconder por miedo a que lo apresaran.
De acuerdo con el relato de un nieto, tenía un loro que sabía cantar la marcha peronista; lo tuvo que regalar porque si no lo iba a delatar. En 1956 actuaba en la Resistencia, pero lo metieron preso. Se produjo el levantamiento de Valle y Tanco, lo liberaron por intermediación de un comisario.
Se casó con Haydee Césari, con la que tuvo tres hijos, Jorge Alberto, Mario Néstor y Julio César, militantes como su padre que debieron transitar el exilio; les dieron varios nietos. En Neuquén, Donato ejerció la tarea de comerciante. Tenía el negocio El Palacio del Calzado, ubicado en avenida Olascoaga casi esquina Mitre, que llegó a tener siete sucursales.
En 1960-1962 comenzó a trabajar de nuevo en política, en los primeros grupos que constituyeron el Movimiento Popular Neuquino. Conoció al senador Jorge Solana y en las votaciones de 1962 fue candidato y electo intendente pero no asumió debido a la anulación de las elecciones. Recordemos que después del Golpe de Estado del 29 de marzo de 1962, que provocó la caída del presidente Arturo Frondizi, asumió José María Guido, abogado radical, que era el presidente provisional del Senado, representante de la Provincia de Río Negro, al que le solicitaron tres condiciones a llevar a cabo: 1) proscripción definitiva del peronismo; 2) nombramiento de tres figuras para el Ministerio de Economía; 3) anulación de las elecciones provinciales en las que había triunfado el peronismo con distintas denominaciones.
Más allá de la política, Donato Ruiz fue presidente del Club Independiente y, a mediados de la década del 80, fue el encargado de la confitería Donato, en la esquina de Alberdi y Santa Fe, que lleva su nombre como homenaje y está cerrada. Su hijo Jorge había abierto El Plato, un restaurante a media cuadra.
Donato Ruiz está inscripto en la historia peronista y en el corazón y afectos de sus hijos y nietos que lo recuerdan, quizás rememorando e imaginando la escena de la foto, en la que lo vemos de pulóver blanco con su mano sobre el capó del auto que transportaba a Eva Duarte de Perón.
Carta de lectores  de Beatriz Carolina Chávez (Neuquén) publicada en Diario "Río Negro", domingo 26 de Julio del 2020.

El "Evitismo", uno de los inventos más nefastos y perversos de la izquierda antiperonista.

El "Evitismo", uno de los inventos más nefastos y perversos de la izquierda antiperonista.

Texto: Alberto Aispuru (*).

Esta creación nacida en la década del ‘70, consiste en contraponer la figura y el pensamiento de Eva Perón al de Juan Domingo Perón. No hay nada más antiperonista que suponer que Evita tuvo una actitud independiente y divorciada de los ideales de Perón.

Quienes hayan conocido, leído y estudiado a Eva saben que no hay libro, discurso, párrafo o renglón en el que se pueda interpretar que tenía objetivos diferentes a los de Perón.

De todos los recursos que imaginaron los jóvenes setentistas de la Tendencia Revolucionaria (Montoneros) para marcar sus diferencias con el anciano líder, la creación del "Evitismo" es la que más ha perdurado en el tiempo.

¿Quiénes fueron los creadores de ese mito?. Es interesante citar a David Viñas, quien en su obra "Literatura Argentina y Política", relata en un párrafo "en aquellas semanas de el Tigre en compañía de Rodolfo Walsh, una noche nos entusiasmamos elogiando a Eva Perón, desproporcionadamente, por ahí, pero la única manera que teníamos de disminuirlo a Perón y de conjurar su peso histórico que entonces nos abrumaba...".

Tanto Viñas como Walsh (autor de “Esa Mujer”) han sido escritores que han contribuido a la construcción del "Evitismo", como algunos otros políticos e intelectuales, como Elisa Carrió y Beatriz Sarlo por ejemplo, que elogian solamente a Evita.

Las FAR, a comienzo de los setenta, en sus estandartes reproducía la imagen de Evita y el Che, y aún hoy organizaciones y/o agrupaciones en sus banderas imprimen solamente el rostro de Eva, por ejemplo, la Túpac Amaru.

Incluso en el Movimiento Peronista algunas corrientes internas destacan en forma exclusiva y llamativa a la “Abanderada de los Humildes”.

Aún en los íconos de esas tendencias, hay una sola imagen: la Evita crispada en los discursos de Plaza de Mayo, con su traje sastre, omitiendo las miles de fotografías donde sonreía en sus contactos con los niños, ancianos y los desposeídos de la Patria, la Evita feliz en la quinta de San Vicente con su pelo suelto o aún la de los vestidos de gala que utilizaba en las fechas patrias -como lo requiere el protocolo- en las veladas del Teatro Colón junto al General.

La izquierda peronista y otras corrientes mantienen esa premisa… ¿Y por qué?: Lo consideran a Perón “un buen tipo amigo del Pueblo" o un líder burgués reformista "y no como nosotros que lo consideramos un conductor revolucionario. Para esos sectores la revolución se desarrolla por una lucha de clases, donde un líder como Perón poco y nada tiene que ver.

También intentan utilizar las palabras de Eva de modo descontextualizado y parcializado para incentivar el odio de clases, justamente todo lo contrario a lo que quería Perón… y Evita.

En síntesis, el "Evitismo" es una teoría no nacida en el seno del Peronismo creada con el pretexto de ensalzar la figura de Eva en desmedro de la figura de Juan Perón.

Si Evita viviera, hubiera expulsado a estos mercaderes ideológicos.

Concejal (MC) de la ciudad de La Plata. Dirigente Histórico del Peronismo.
Publicado en

http://www.seccionesbonaerenses.com/nota.asp?n=unica&id=30123&id_tiponota=27

René Favaloro. Sus familiares recuerdan al hombre y al historiador.

René Favaloro. Sus familiares recuerdan al hombre y al historiador.

A veinte años de su muerte, el recuerdo a través de sus escritos y de las palabras de sus familiares describen a un hombre con una constante preocupación por la Argentina, y al médico brillante, admirador de San Martín, que analizaba el pasado para tener un diagnóstico sobre los males recurrentes.

"Preocupado desde siempre con todo lo que sucede en este, mi pobre y amado país, he creído que recordando la vida de San Martín podemos obtener algunas conclusiones que nos guíen en un momento muy especial, en el que todos buscamos desesperadamente el camino seguro y firme que nos lleve a concretar, en justicia y libertad, una nueva sociedad que la evolución de la humanidad requiere", reflexionó René Gerónimo Favaloro en las páginas de ¿Conoce usted a San Martín? (Debolsillo), ensayo que publicó, en 1986, impulsado por su profunda admiración hacia la figura del general San Martín.
Invitado a dar una conferencia sobre el general en Guayaquil, en ocasión del XIV Congreso de Cirugía del Ecuador (realizado entre el 5 y el 9 de junio de 1990), Favaloro releyó los textos que sirvieron de base para su libro, analizó los ideales que intentó promulgar a lo largo de su vida y profundizó su mirada en La memoria de Guayaquil (Debolsillo), donde abordó el encuentro que mantuvo San Martín con Simón Bolívar en la ciudad ecuatoriana. "Sería ingrato limitar la trascendencia de René a sus logros científicos. Su constante preocupación por la Argentina lo llevó a incursionar en el análisis del pasado para elaborar un diagnóstico sobre los males recurrentes -comenta la doctora Liliana Favaloro, sobrina de René, presidenta de la Fundación Favaloro-. Allí aparece el estudio sobre el General San Martin y Bolívar; era parte de su aporte para lograr un país mejor".
En el prólogo de La memoria de Guayaquil, el historiador y sociólogo Enrique de Gandía destacó: "Profundo conocedor del hombre en su sentido físico, un día se sintió atraído por el hombre como protagonista de la Historia. El médico que se hace historiador, que estudia al hombre en su vida humana y en su vida histórica".
Su sobrino, el doctor Roberto Favaloro, jefe de Cirugía Cardiovascular y presidente honorario de la Fundación, asegura que René leía e investigaba permanentemente sobre la historia argentina y latinoamericana. "No solo lo apasionaba -aclara-, sino que sufría por nuestras históricas tragedias".
Desde pequeño apreció y destacó la importancia del esfuerzo, el sacrificio y la honestidad, valores que ensalzaba en San Martín y que admiraba de sus padres: "Yo era el hijo mayor de una familia humilde. Mi padre, ebanista más que carpintero, tenía un pequeño taller con dos o tres operarios donde el arte era más importante que el dinero. Vivió siempre enamorado de su trabajo (.) cada pieza que salía de sus manos llevaba por sobre la rutina, el cariño, el esmero, la dedicación, la honestidad con que realizaba su tarea. No tenía tiempo para pensar en el valor económico de lo que creaba por lo cual los ingresos siempre eran escasos. Mi madre, modista, contribuía al sostenimiento del hogar. Estarán siempre en mi mente las largas horas que pasaba sentada frente a la máquina de coser, que solo dejaba para entregarse a las tareas comunes a toda ama de casa. Desde muy joven había comprendido el esfuerzo que ellos realizaban para darnos sustento y educación, y a partir de los diez o doce años colaboraba en las tareas del taller, en especial durante las vacaciones, en que me transformaba en un obrero más (.). Años más tarde, cuando escuchaba al profesor Christmann decir que para ser un buen cirujano había que ser un buen carpintero yo pensaba que había realizado mi aprendizaje en aquel viejo taller. Y todavía me quedaba tiempo por las tardes para dedicárselo a la huerta y producir la mayoría de los vegetales que consumíamos, siguiendo las enseñanzas de mis abuelos", describió el hombre de corazón tripero (era un reconocido hincha de Gimnasia y Esgrima La Plata) en su biografía Recuerdos de un médico rural (Debolsillo).
"Me enseñó a creer en una sociedad más equitativa y justa; él creía en la humanidad -reconoce Laura Favaloro, nieta sobrina de René, hija de Roberto, directora ejecutiva de la Fundación-. Cuando elegí este camino, el de la medicina, y se lo conté, fue muy emocionante para ambos, porque sabíamos del valor de trabajar en familia. En ese momento me regaló un corazón, como símbolo y representación del bypass, su creación. Sé que hubiese sido así más allá del camino que eligiera profesionalmente; así lo fue también con mi hermana, que es música, y con muchos de mis primos artistas. A él le importaba que trabajásemos con amor, honestidad y generosidad para crear un mundo mejor, eligiendo siempre con libertad y dando lo mejor de nosotros".
La devoción por San Martín, Bolívar, Sucre y Artigas era notoria en cada una de sus charlas, en sus anhelos por una América Latina unida. "Yo le he dedicado a San Martín más de 30 años de investigación -comentó Favaloro, nacido el 12 de julio de 1923 en El Mondongo, un barrio humilde de empleados de la industria frigorífica de la ciudad de La Plata-. Soy un convencido de que la mayoría de los argentinos conocen al San Martín militar, pero no conocen al hombre en profundidad. El mensaje sanmartiniano por excelencia es el esfuerzo (.). La Argentina tiene hombres excepcionales, pero él fue el ejemplo de la honestidad y la modestia". Fue en la conferencia Marginalidad y pobreza de cara al tercer milenio, que ofreció en la Universidad del Litoral en 1997, donde expuso la modestia como distinción propia y uno de los motores de su vida: "Nunca recibí distinciones a título personal. Para mí el nosotros siempre estuvo por encima del yo".

Enseñar con el ejemplo.

"En el atardecer del 25 de mayo de 1950, en la estación Constitución tomé el tren que me llevaría a Bahía Blanca, primera etapa de mi viaje hacia La Pampa. Viajaba sin camarote (.) Llevaba puesto un saco de lanilla que hasta hacía muy poco había sido cruzado. Las manos habilidosas de mi madre lo habían renovado, transformándolo en derecho con dos botones. Una bufanda de lana, tejida como regalo de viaje por mi novia, recubría mi cuello y mi pecho. Me acurruqué en mi asiento y, apenas recorridos los primeros kilómetros, traté de descansar después de tantas tensiones vividas en los últimos días preparatorios del viaje. Seguía confundido y las ideas iban y venían en desorden", narra en Recuerdos de un médico rural el momento en que parte rumbo a Jacinto Aráuz, el pueblo pampeano de un poco más de mil habitantes que cambió su vida para siempre y en el que fueron esparcidas sus cenizas, por pedido explícito en una de las cartas que dejó el 29 de julio de 2000.
Los tres meses previstos en aquellas tierras, se transformaron en 12 años. "Allí aprendí el profundo sentido social de la vida -dijo en 1999 a la revista Gente-. Sin compromiso social, mejor no vivir".
Su hermano, Juan José, que se había recibido de médico en La Plata, siguió sus pasos y se sumó al equipo de trabajo. Una vieja casona se convirtió en una clínica con veintitrés camas y una sala de cirugía. Allí, además de ejercer como médicos, se propusieron educar, trabajar en la prevención, en cuestiones básicas pero necesarias. "Nací en esa casona convertida en clínica, que pasó a ser el único centro quirúrgico de la zona -recuerda Liliana Favaloro, la hija de Juan José-. Estaba en el vientre de mi madre en posición de nalga, esto impediría mi nacimiento por parto natural; fue así que las manos de mi padre, que era médico, realizaron una maniobra ancestral llamada reversión cefálica externa, maniobra que no está exenta de riesgos y complicaciones. Pienso que la experiencia de mi padre y mi tío adquirida en el campo de la medicina rural es la que les dio la seguridad del caso. y acá estoy".
En ese pueblo, los hermanos Favaloro enseñaron a prevenir enfermedades, ofrecieron charlas con pautas claras para el cuidado de la salud, capacitaron a las comadronas en todo lo necesario acerca de esterilización para evitar infecciones, se relacionaron con maestros rurales en pos de la divulgación sanitaria, armaron un banco de sangre viviente. "Mi padre y mi tío se amaban profundamente -asegura Roberto Favaloro-. Eran confidentes y sufrieron juntos por los pacientes en esa zona rural donde había muchas necesidades de la gente".
Junto a su madre, su hermano Roberto y Amparo, una de sus sobrinas, Liliana participó hace años de un encuentro que se realizó en un club de Jacinto Aráuz: "Me impactó escuchar las historias y anécdotas vividas y la manera en la que describían las diferentes personalidades que tenían René y Juan José. A mi tío lo percibían como una persona seria y formal, y a mi padre, más distendido, coloquial y siempre con una sonrisa".
Para René Gerónimo era necesaria la presencia de su hermano en el pueblo, no solo para aliviar las tareas sino para ensanchar el panorama. "Es de imaginar lo que significó la llegada de Juan José a Jacinto Aráuz -asegura en Recuerdos de un médico rural-. Además de la alegría de trabajar junto a él, tenía entonces la tranquilidad de poder compartir la intensa tarea, de discutir los casos difíciles, de leer y buscar en los libros y en las revistas que recibíamos de continuo las respuestas a los interrogantes que se nos presentaban. Atendíamos en los dos consultorios que estaban comunicados con la sala de rayos, y en pocos meses, los pacientes se habían acostumbrado a ser revisados por riguroso turno de llegada a la sala de espera y por el médico que les tocara en suerte. Lo que más gozábamos era operar juntos, pues era el momento de intercambiar ideas y de vislumbrar nuevos horizontes que se ensanchaban día a día, resolviendo sin temor los casos más complicados. Todo lo compartimos en esos años, hasta sus hijos, que llenaron en nuestro hogar el vacío de los propios".
El respaldo de contar con su hermano lo animó a la idea de hacer el viaje a los Estados Unidos. "Casi sin decirlo, comencé a retomar el inglés que había aprendido durante el bachillerato, compré unos discos para ejercitarme en la pronunciación y, con mucho dolor, pero lleno de esperanzas, dejé aquellos pagos por los de Cleveland a principios del 62".
Cinco años más tarde, el 9 de mayo de 1967, René Favaloro revolucionó la cardiología mundial al operar exitosamente a una mujer de 51 años mediante la técnica de bypass. En 1971, decidió volver al país y con un claro espíritu sanmartiniano le explicó en una carta al doctor Donald B. Effler, jefe de cirugía de Cleveland Clinic, las razones de su renuncia: "Una vez más el destino ha puesto sobre mis hombros una tarea difícil. Voy a dedicar el último tercio de mi vida a levantar un Departamento de Cirugía Torácica y Cardiovascular en Buenos Aires. (.) Créame, yo seré el hombre más feliz del mundo si puedo ver en los años por venir una nueva generación de argentinos que trabajen en distintos centros del país resolviendo los problemas a nivel comunitario y dotados de conocimientos médicos de excelencia". Con la ayuda de su hermano y un equipo de colaboradores, en 1975 creó la Fundación Favaloro, que funcionaba como un anexo del Sanatorio Güemes, de Buenos Aires. Allí depositó los sueños de desarrollar un plan de salud al que tuvieran acceso todos los argentinos. "René fue un maestro de la cirugía, un médico rural y un hombre íntegro que siempre soñó con una Argentina con justicia social, donde la salud, la educación y la vivienda digna fueran un derecho de todos los seres humanos y no un privilegio", destaca Roberto, el sobrino, el hombre, el cirujano con quien compartió varios años de quirófano.
"Es tan difícil demostrar la honestidad en medio de tanta inmundicia, que aquel que se decida a transitar por ese camino deberá saber, como gran paradoja, que la sociedad le exigirá dar examen todos los días, pues la maledicencia -hoy como ayer- todo lo enturbia", expuso una de sus mayores y dolorosas preocupaciones en las páginas de ¿Conocé usted a San Martín?
Publicado en Diario "La Nación", 25 de Julio del 2020.