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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

“
"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

jueves, febrero 29, 2024

Mañana será 30 de febrero.

 


Por la década del ´70 este español revolucionaba el panorama musical  con canciones como “O tú o nada”, “30 de febrero”, “Gavilán o paloma” y “Pólvora mojada”. Posteriormente, tomó el relevo a Camilo Sesto en el musical Jesucristo Superstar, con el que triunfó en hispanoamérica.

Actualmente sigue dedicándose al mundo de la música, que compagina con su otra pasión: el teatro.

Horacio Massaccesi y el conflicto con Nación: "Sobran economistas y faltan políticos".

Horacio Massaccesi y el conflicto con Nación: "Sobran economistas y faltan políticos".

En 1991, Río Negro protagonizó un conflicto similar al que tienen las provincias con Nación. Su protagonista, Horacio Massaccesi analizó la política actual y la figura de Javier Milei.


En 1991, Río Negro protagonizó un conflicto similar a la discusión que hoy tienen las provincias con Nación. En ese caso, que volvió a la memoria de muchos dirigentes políticos, no hubo salida vía diálogo y la Provincia concretó una medida de alto impacto, incautando dinero.

En julio de ese año, el ex gobernador radical, Horacio Massaccesi, entró junto a miembros de su gabinete a la sucursal Roca del Banco de Río Negro. Allí incautó más de 15 millones de dólares para pagar sueldos estatales. Un hecho que terminó en la Justicia y con condenas.

"Ojalá esas cosas no se repitan, pero creo que ante una circunstancia similar yo actuaría de la misma manera y no me arrepiento de haber resuelto esa crisis de la manera que lo resolvimos. También creo que hay que ser honesto intelectualmente, y reconocer que también es producto de la improvisación y de situaciones que están más cerca de la desesperación que de la planificación. Y eso no es bueno ni para la política, ni para la vida", sostuvo Massaccesi en diálogo con CNN Radio Roca.

El inicio de aquel histórico hecho, se asemeja al conflicto desatado tras el freno a la Ley Ómnibus entre Nación y los gobiernos provinciales y la intervención de la justicia tras la disputa desatada entre el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, y el presidente Javier Milei. Durante el gobierno de Massaccesi, la Unión Cívica Radical negociaba la aprobación de un paquete de leyes a cambio de que se destrabara el envío de fondos.

"Básicamente es la tensión histórica que hay entre las naciones y las provincias. Cuando mete la cola el diablo de la tensión política y electoral, es fácil que ese tipo de conflicto escale porque en realidad hay como una zona gris entre quién tiene razón en estas situaciones. A veces es muy tentador para los gobernadores levantar la confrontación oratoria desde la provincia y para el Gobierno Nacional, hay situaciones que están cercanas al abuso de poder. Entonces, ahí es donde se producen estos hechos", opinó el ex senador rionegrino.


En su análisis, se refirió a la crisis que atraviesa Argentina y aseguró que "la madre de este conflicto es que no tenemos todavía una idea definida de país que debe ser interpretada por una ley de coparticipación más equitativa y hay zonas grises que permiten a veces hacer un uso político intencionado, dinero por el costado, favoritismo".

Massaccesi se mostró bastante pesimista sobre la política argentina y la posibilidad de que el país avance en un debate profundo sobre la distribución de los recursos. "Al país le están sobrando economistas y le está faltando política, le está faltando un objetivo de unión nacional, pareciera que de 1810 para acá la Argentina no logra salir de esta necesidad de tener un acuerdo marco de país, algo que nos conduzca a reglas de juego mucho más estables. Argentina se ha quedado sin liderazgos claros y al no tener liderazgos claros y consolidados, vamos a los tumbazos".

Sobre la dirigencia política actual, dijo que "tenemos que salir del estilo barra brava. Sin descalificar a nadie, estamos más cerca de dirigentes de futboleros que de una dirigencia política responsable".

Para Massaccesi, Argentina vive una crisis de la actividad política que los políticos no están asumiendo. "Estamos viviendo tiempos de violentos cambios. Los dirigentes se relacionan directamente con la sociedad, se ha perdido la intermediación. Esto genera una dirigencia política muy sola, sin estructuras. Y bueno: o la pegamos y le damos a un dirigente de bueno, y la cosa funciona; o no la pegamos, y la cosa es un caos", sostuvo.

Alejado de la política hace más de 20 años, el ex gobernador rionegrino dijo que hoy no podría hacerla porque está formado en una visión más tradicional. "Estamos en tiempo de parto, no se para dónde irá a salir la cosa, soy parte de la confusión, me está costando verlo claramente. Sin duda hay un aporte positivo y yo soy un optimista por naturaleza. Creo que Milei ha hecho un gran aporte a la política porque la frustración argentina y los 20 años del ciclo kirchnerista tenían que cerrarse y expresarse de alguna manera. Milei expresó e interpretó eso".

Desde su punto de vista al que anticipa como "polémico", la aparición de la figura de Milei "salva el sistema porque sale por algún lado el cierre de ciclo. Hace un aporte positivo, pero ahora la incógnita de ese aporte es si se va a canalizar dentro del sistema o fuera del sistema. Yo estoy viendo, y esta es mi preocupación, que todas las cosas que propone no son dentro del sistema, son fuera del sistema republicano y democrático. No en vano ha entrado en tensión con el Congreso y todavía no ha empezado a actuar el tercer poder, que es el poder judicial".

Para Massaccesi, el presidente de la Nación está "muy aislado y la verdad que creo que todo está dependiendo de la voluntad de él de acercarse al Congreso y al resto del sistema. Él profundiza en la dicotomía porque sabe que es su capital esa relación directa. Por eso insulta, arrincona, y así va a ser muy difícil construir", resaltó.

Publicado en Diario LA MAÑANA DE CIPOLLETTI.

https://www.lmcipolletti.com/provincia/horacio-massaccesi-y-el-conflicto-nacion-sobran-economistas-y-faltan-politicos-n1095505

miércoles, febrero 28, 2024

Almafuerte: poeta precursor del vanguardismo en la Argentina.

Almafuerte: poeta precursor del vanguardismo en la Argentina.

El 28 de febrero de 1917 fallece Pedro Bonifacio Palacios, conocido como "Almafuerte".

Considerado como uno de los escritores más destacados de su generación y como uno de los «cinco sabios» de la ciudad de La Plata, junto a Florentino Ameghino, Juan Vucetich, Alejandro Korn y Carlos Spegazzini.

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"No te des por vencido, ni aún vencido": Almafuerte, el poeta de los corazones sencillos.

Criticado por un sector “culto” de la sociedad de su época. Amado por trabajadores, trabajadoras, el pueblo humilde. Pedro Bonifacio Palacios, “Almafuerte”, poeta, periodista y docente.

¿Quién no pronunció o escuchó pronunciar alguna vez la frase, “no te des por vencido ni aún vencido”? Pedro Bonifacio Palacios, más conocido por su seudónimo, Almafuerte, fue quien la dejó para la posteridad, afincada en la cultura popular argentina.

“No te des por vencido, ni aún vencido; No te sientas esclavo, ni aún esclavo. Trémulo de pavor siéntete bravo. Y arremete feroz, ya malherido”, dice el verso completo del poeta, docente y periodista, que murió un 28 de febrero de 1917 en la ciudad de La Plata.

Su seudónimo dio nombre a la banda de heavy metal liderada por el fallecido Ricardo Iorio, que además le dedicó una canción en su tercer álbum, también llamado Almafuerte.

Es considerado uno de los cinco sabios de la capital bonaerense, junto a Florentino Ameghino, Juan Vucetich, Alejandro Korn y Carlos Spegazzini.

Su trayectoria se caracterizó por cuestionar al poder y empatizar con los sectores humildes y oprimidos. Esto le trajo problemas con distintos gobiernos que, según se cuenta, hasta lo apartaron de cargos docentes por diferencias políticas.

Tuvo otros seudónimos como Plutarco, Bonifacio, Uriel o Juvenal, pero sin duda Almafuerte fue el más representativo y en el que condensó lo fundamental de su pensar y su sentir.

“Como todo gran poeta instintivo, nos ha dejado los peores versos que cabe imaginar, pero también, alguna vez, los mejores”, dijo Jorge Luis Borges, sobre el poeta Almafuerte.

Nació en un rancho de La Matanza, provincia de Buenos Aires, el 13 de mayo de 1854. Su padre, Vicente Palacios, y su madre, Jacinta Rodríguez, tuvieron cuatro hijos más: Juan Bautista, Manuel, José Abel y Trinidad.

Cuando Almafuerte tenía cinco años perdió a su madre. Al poco tiempo su papá lo abandonó al cuidado de familiares. A los siete años se muda a Buenos Aires con su tía, Carolina Palacios. Allí cursó sus primeros estudios. Fue a una escuela religiosa de Pilar en la que llegó a ser preceptor y se volcó a la práctica del dibujo. A los dieciséis años, después de una desilusión amorosa, comienza a vivir solo y se mantiene económicamente con un cargo de ayudante de escuela.

La pasión literaria se despertó muy joven en él, al mismo tiempo que se dedica a la docencia y trabaja en distintas escuelas. Desde su juventud también expresa una especial atracción por la pintura, incluso se ganó la vida muchas veces como profesor de dibujo y retratista. De hecho solicitó una beca para perfeccionar sus estudios en Italia, que le fue negada.

La poesía, la docencia y el periodismo fueron sus principales ocupaciones. Vivió de pueblo en pueblo, pasando por 25 de Mayo, Salto,Trenque Lauquen, Chacabuco, Mercedes. En cada lugar dejó huella.

Escribir en el diario El Pueblo le otorgó reconocimiento y prestigio. También fue bibliotecario y traductor.

En 1876 pasó por la escuela del barrio de Balvanera y fundó junto a otros jóvenes el centro juvenil Manuel Belgrano.

Almafuerte: despreciado desde arriba, amado desde abajo.

“Nebulosas y contradicciones permiten afirmar que Almafuerte es la figura más extraña de nuestras letras”, señala el blog del Museo Almafuerte, que lo describe como un destacado entre sus contemporáneos: “Ni los más elegantes y correctos de entonces (Calixto Oyuela, Leopoldo Díaz, Rafael Obligado) pudieron sobrepasar el frío recuerdo de los diccionarios y las enciclopedias. Almafuerte quedó más allá. Quedó en la mofa o en la admiración, pero nunca en la indiferencia. Todavía hoy es motivo de polémica y admiración. Por eso mismo, tal vez lo que lo distinga no sea exactamente su poesía, sino la actitud de su poesía. En un medio dominado en parte por la sombra de Lugones y en parte por la influencia anglofrancesa, en nuestra literatura, una actitud como la de Almafuerte, no pudo menos que escandalizar”.

En su época, un sector “culto” de la sociedad despreciaba sus poemas. En cambio, el pueblo sencillo, los taberneros, mozos de cuadra, campesinos, trabajadores y obreros, lo querían. Vivió siempre en condiciones humildes y jamás dudó en ser solidario con quienes más lo necesitaban.

La trayectoria artística y laboral de Almafuerte en su tiempo político.

1874 fue el último año de la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento, figura con la que Almafuerte se identificaba. Mitre y Alsina encabezan los dos principales partidos que se disputaban el poder, ambos resistidos en las provincias. En medio de una tensa situación política, triunfa la candidatura del tucumano Avellaneda, con apoyo del autonomismo.

“De acuerdo con Alsina -ministro de Guerra y Marina del nuevo gobierno- Avellaneda promete una política conciliatoria. Pero el caudillo del autonomismo, de quien Almafuerte es partidario, muere en 1877 y es reemplazado por Roca. Ante la convicción de que una grave crisis moral se cierne sobre la nación, el poeta decide alejarse de Buenos Aires”, según relata la biografía del Museo Almafuerte.

A partir de ese momento deambuló solo y sin recursos, por distintos pueblos de la provincia como maestro, director de escuela y periodista.

Cuando estaba en Chacabuco, recibió la visita de Sarmiento. “Cuando la pampa se haya poblado –le dice el poeta- me iré de maestro a Chubut”.

En 1887 se instaló en La Plata, donde desarrolló una intensa labor periodística en la redacción del diario Buenos Aires y después de la Revolución del 90, como redactor y director de El Pueblo.

A partir de entonces firma todos sus artículos y poemas con el seudónimo Almafuerte.

Tenía casi 40 años cuando La Nación publicó por primera vez un poema suyo, que fue reproducido en El Globo de Madrid con un comentario elogioso. En Salto escribe Olímpicas, Nocturno, Cristianas, y da forma final a La sombra de la Patria.

En 1896, tras más de 20 años de docencia, la Dirección General de Escuelas lo declara cesante. Sus necesidades se vuelven apremiantes. Durante un tiempo se desempeña en distintos cargos burocráticos que le permiten seguir escribiendo. Así nacen las Milongas clásicas, el Prólogo de Apóstrofes, el Cantar de los Cantares.

Hacia 1900 Almafuerte reside en humildes viviendas de Buenos Aires. Gálvez conoció una de sus moradas sobre calle Cuyo y escribió: “…merecía ser descripta por Dickens. La entrada era la de un cafetín inmundo. Había que pasar por allí para llegar a un cuarto sin luz, en dos de cuyos rincones tenebrosos se advertían sendas camas”.

En 1904 termina la segunda presidencia de Roca“el alma más negra que tiene la República”, según decía Almafuerte. En vísperas de las elecciones, el poeta apoya la candidatura de Marco Avellaneda. Luego del triunfo de Quintana, candidato oficial, Almafuerte se radicó para siempre en La Plata. De esta época son tres de sus más célebres composiciones: Gimió cien veces, Confiteor Deo y El misionero.

Los últimos años del poeta.

1906 y 1907 son años dramáticos. Sin recursos económicos, cae en una honda postración y su pobreza se volvió extrema. Recurrió a la bebida. Sin embargo, aún en esa situación adoptó cinco hermanos, a quienes protegió como hijos. Hasta donó sus pocos muebles a un joven matrimonio que no se podía casar porque no tenía nada. Escribe su libro Lamentaciones y sus Sonetos medicinales. Más adelante intenta publicar sus obras completas pero no lo logra. Realiza lecturas públicas de sus poemas y giras por los pueblos de provincia.

A partir de 1910 pareció recuperarse, siendo requerido como orador. En 1913 ofreció en el teatro Odeón de Buenos Aires un ciclo de lecturas de sus Poemas y Evangélicas. La propuesta se extendió a otros pueblos. En 1914 recibió un homenaje del Colegio Nacional de la Universidad de La Plata, junto a los poetas Carlos Guido Spano y Rafael Obligado.

Su salud se debilita. En 1916 el Congreso le concede una pensión vitalicia de doscientos pesos, que Almafuerte nunca pudo cobrar. La tarde del 28 de febrero de 1917, a los 63 años, murió como vivió: solo. Sin embargo, en su sepelio recibió el profundo homenaje del pueblo y autoridades.

Ricardo Rojas y muchas otras figuras de la literatura argentina lo recordaron con discursos. Según el blog del Museo Almafuerte, en su entierro un cronista relató:

Algunas gentes humildes, hombres y mujeres del pueblo, se detenían, silenciosamente y conmovidas, a contemplar la tumba de Almafuerte. Las mujeres se apoderaban furtivamente de algunas flores y se las llevaban ocultas entre sus ropas (...) La intuición de los corazones sencillos sabía que allí quedaba uno de los suyos, que sintió sus dolores cotidianos y sus heroísmos anónimos, fuera o no un neurópata, según los científicos sostuvieran, estuvieran o no sus versos rotundos y sus prosas lapidarias dentro de la norma y el mal gusto de los retóricos”.

El Museo Almafuerte está ubicado en la casa que habitó y donde pasó sus últimos días Pedro B. Palacios, en la ciudad de La Plata (avenida 66 N°530)

Frases de Almafuerte

“Quiero ser esas manos invisibles que manejan por si la creación, y formar con tus sueños y los míos otro mundo mejor para los dos”.

“Triste como el destello de la luna, solo, como la luna solitaria, es el recuerdo de ese amor maldito, como mi alma”.

“Padre“¡Todos los incurables tienen cura cinco segundos antes de su muerte!”.

“No digas tu verdad ni al más amado, no demuestres temor ni al más temido, no creas que jamás te hayan querido por más besos de amor que te hayan dado”.

“Si te postran diez veces, te levantas otras diez, otras cien, otras quinientas: no han de ser tus caídas tan violentas ni tampoco, por ley, han de ser tantas”.

¡Piu Avanti!

“Piu Avanti” - Poema completo

No te des por vencido, ni aun vencido,
no te sientas esclavo, ni aun esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y arremete feroz, ya mal herido.

Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde estupidez del pavo
que amaina su plumaje al primer ruido.

Procede como Dios que nunca llora;
o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza
necesita del agua y no la implora…

¡Que muerda y vocifere vengadora,
ya rodando en el polvo, tu cabeza!

Obra literaria de Almafuerte

Algunas de sus publicaciones fueron:

Lamentaciones (1906)
Siete sonetos medicinales (1907)
Evangélicas (1915)
Poesías (1916)
Poesías Completas (1917)
Nuevas Poesías (1918)
Milongas clásicas, sonetos medicinales y Dios te salve. Discursos (1919)
La inmortal
El misionero (1911)
Trémolo
Cantar de los cantares
La sombra de la patria.

https://www.laizquierdadiario.com/No-te-des-por-vencido-ni-aun-vencido-Almafuerte-el-poeta-de-los-corazones-sencillos

El día que Río Negro desafió a Menem e incautó 16 millones de dólares del Banco Central.


El día que Río Negro desafió a Menem e incautó 16 millones de dólares del Banco Central.

El antecedente más extremo de los reclamos de gobernadores al Gobierno nacional.

En los albores de la convertibilidad, el por entonces gobernador Horacio Massaccesi anticipó que iba a inacutar dinero del BCRA luego de una negociación fallida con Domingo Cavallo. El rol que jugó la Corte Suprema y la resolución del conflicto.

El conflicto entre Chubut y la Nación registra un antecedente similar respecto del manejo de fondos. Y el caso fue con otra provincia patagónica. Ocurrió en 1991 y su protagonista fue Horacio Massaccesi, el gobernador radical de Río Negro.

En julio de 1991, el mandatario pronvincial incautó 16,6 millones de dólares de una cuenta del Banco Central en el Banco de Río Negro para saldar una deuda del Estado nacional. El hecho causó revuelo y llegó a la Corte Suprema

Massaccesi se apersonó con su ministro de Economía, Raúl Di Nardo, y el jefe de la policía rionegrina, para llevarse el dinero. Era el 5 de julio de 1991, en los albores de la convertibilidad. El origen del conflicto fue que la UCR negociaba la aprobación de un paquete de leyes a cambio de que se destrabara el envío de fondos.

Sin embargo, a último momento, el ministro de Economía, Domingo Cavallo, anunció que no precisaba la aprobación parlamentaria y que por tanto no se giraría el dinero. En el caso de Río Negro, eran 20 millones de dólares. 

Entonces, el gobernador patagónico anunció a las autoridades partidarias lo que iba a hacer y firmó un decreto para justificar la incautación. Adujo que la Nación se negaba a devolver los títulos Bonos Inversión y Crecimiento (BIC), entregados como garantía de un acuerdo de saneamiento del Banco provincial. Los BIC se habían emitido para saldar una deuda de 20 millones de dólares de la empresa Hidroeléctrica Norpatagónica con el gobierno rionegrino.

Massaccesi también notificó a la prensa y, rodeado de cámaras de televisión, entro a la sucursal del Banco de Río Negro en General Roca. La noticia causó impacto a nivel nacional y sacó de quicio a Cavallo, que reclamó la inmediata devolución de los fondos y anunció el pedido a la Corte Suprema para bloquear lo giros de a coparticipación federal. La solución pasaba, según Cavallo, por liquidar el banco provincial, a cambio de que la Nación se ocupara de sus cuestiones financieras, como había pasado con el Banco de La Rioja, bajo el argumento de que Río Negro era deudora del Banco Central. 

Se llegó a barajar la posibilidad de la intervención federal y el Central sacó del clearing al Banco de Río Negro. A los pocos días, la Corte Suprema ordenó embargar las cuentas de Río Negro hasta cubrir la suma incautada por Massaccesi. Para apurar el trámite se retuvieron fondos coparticipables y de regalías petroleras. 

Al mes, Massaccesi cedió y se llegó a un acuerdo. A cambio de devolver el dinero, la Nación se comprometía a pagar los sueldos de julio de los empleados provinciales. En septiembre, el gobernador radical fue reelecto por amplio margen y cuatro años más tarde fue candidato presidencial del radicalismo

Horacio Massaccesi fue gobernador de Río Negro entre 1987 y 1995. 
Publicado en Página 12.

lunes, febrero 26, 2024

San Martín, preclaro libertador y prócer.

 

Honor y gratitud. Nació en la entonces polvorienta Yapeyú un 25 de febrero.

José Francisco de San Martín transitó cuatro etapas que caracterizaron su vida: 1778-83, en el Virreinato del Río de Plata; 1784-1811, en España; 1812-24 en América; y 1824-50 en Bélgica y Francia. Su vida es un enigma histórico por descifrar y dejo eso para los historiadores, pero no puedo omitir sino compartir la opinión de Bartolomé Mitre sobre el Libertador: “No fue un mesías ni un profeta. Fue simplemente un hombre de acción deliberada, que obró como una fuerza activa en el orden de los hechos fatales, teniendo la visión clara de un objetivo real. Ese fue la independencia sudamericana, y a él subordinó pueblos, individuos, cosas, formas, ideas, principios y moral pública, subordinándose él mismo a su regla disciplinaria” (Mitre, B., Historia de San Martín, Ed. Peuser, pág. 62).

Nacido en la entonces polvorienta Yapeyú el 25 de febrero de 1778, sintió la vocación americana y regresó a su país atraído, probablemente, por la gran empresa emancipadora entre cuyos precursores se había destacado el venezolano Francisco de Miranda. San Martín fue eminentemente un profesional militar con visión política y humanista, formado en academias militares y en el ejército español, donde participó en más de veinte combates, y su mérito militar fue reconocido en 1808 en las batallas de Arjonilla y de Bailén, significativos triunfos sobre las huestes napoleónicas. Estuvo prisionero de guerra en dos oportunidades, lo que contribuyó a fortalecer su férreo temple ante la adversidad de la guerra. No desconocía las campañas de Alejandro el Grande y de Julio César, pero quizás influyeron más en él las de Federico de Prusia, Napoleón y Wellington.

En 1812 regresó a su país natal y organizó los primeros ejércitos regulares. Como líder militar, exigía una rigidez disciplinaria acorde con la dignidad del soldado; sin duda ejerció un mando firme, equilibrado y respetuoso. Su carácter era recio cuando la situación lo imponía; el coronel Manuel Dorrego lo experimentó en carne propia cuando, en una reunión de oficiales para unificar voces de mando, intentó burlarse del tono de voz del general Belgrano. Creó el Regimiento de Granaderos a Caballo y el 3 de febrero de 1813 logró el emblemático triunfo en el combate de San Lorenzo.

 Con clara visión militar y política concibió su Plan Continental, audaz, riesgoso y estratégicamente impecable: dejó en manos de Güemes y sus gauchos la contención realista en nuestra frontera norte, organizó un ejército pequeño y disciplinado del orden de cuatro mil criollos voluntarios. En 1816 en el Reglamento del Ejército de los Andes sentenció: “La Patria no hace al soldado para que la deshonre con sus crímenes, ni le da armas para que cometa la bajeza de abusar de estas ventajas, ofendiendo a los ciudadanos con cuyos sacrificios se sostiene (...) La Patria no es abrigadora de crímenes”.

Cruzó con tropas, pertrechos y cañones una de las cadenas montañosas más grandes del mundo; sorprendió y venció a un ejército español superior y de esa manera aseguró la independencia de Chile, en las batallas de Chacabuco (1817) y Maipú (1818). Conformó una flota desde la nada, desembarcó en playas peruanas y declaró la independencia del Perú el 28 de julio de 1821, la que se consolidó con las batallas de Junín y Ayacucho en 1824. Fácil y simple, ¿no? La impecable concepción de su Plan Continental lo define como un excepcional estratega; en las batallas de Chacabuco y Maipú evidenció ser un excelente táctico. Lamentablemente, careció de una real sustentación política y económica de parte del gobierno de Buenos Aires.

No es un hecho menor recordar que, en 1815, Carlos M. de Alvear, en notas a lord Castlereagh y a lord Strangford, ofreció algo insólito: que las tierras que hoy llamamos nuestra Argentina pasaran a ser un protectorado británico: “Estas provincias desean pertenecer a la Gran Bretaña, recibir sus leyes, obedecer a su gobierno y vivir bajo su influjo poderoso. Ellas se abandonan sin condición alguna a la generosidad y buena fe del pueblo inglés” (Sabsay, F., Ideas y caudillos, Ed. Ciudad Argentina, pág. 205). Y no reparó en señalar que: “él daría todo su apoyo, y reclamaba también el envío de fuerzas suficientes para que sometan a los díscolos”.

En 1819, el Directorio le ordenó regresar con su Ejército desde Chile para someter a Santa Fe y las demás provincias que hacían la guerra al gobierno de Buenos Aires. San Martín no dudó en desobedecer esa orden. Años después, desde su autoimpuesto exilio, el Libertador dijo: “Yo había visto que los mejores jefes, como las mejores tropas, se habían desmoralizado y perdido en la guerra del desorden que era necesario hacer; y sobre todo en el desquicio general en que las cosas se hallaban (...) Sé que la Logia nunca me perdonó mi conducta, pero aún ahora tengo la conciencia tranquila de que obré en el interés de la revolución de América, y de que, si hubiese ido a Buenos Aires, la campaña del Perú no habría tenido lugar, ni la guerra de la independencia hubiera terminado tan pronto”. Decisión sublime y genial desobediencia debida, que demostró su Alea jacta est y el cruce de su Rubicón marítimo. Felipe Pigna sintetiza lo expresado: “El Directorio le estaba dando órdenes de participar en la guerra civil, en la represión interior”. (Historia confidencial; Ed. Planeta, pág. 88).

La molicie de la vanidad y de la ambición no cabía en la grandeza de espíritu de San Martín. Soportó estoicamente persecución y difamaciones, pero nunca devolvió agravios. Algunos de sus enemigos, no solo en la Argentina, lo tildaron de: agente inglés, ambicioso, traidor, cobarde, corrupto, desertor de la bandera argentina y no digno de revistar en su Ejército. La posteridad agradecida lo ha valorado. Es reconocido por los países más importantes del mundo, América del Sur lo valora como uno de sus dos grandes libertadores y tres países como fundador de su independencia.

 Nuestro egregio prócer falleció en Boulogne Sur Mer (Francia) el 17 de agosto de 1850, olvidado –igual que Belgrano– por la mayoría de sus compatriotas. Sus restos fueron repatriados recién treinta años después y descansan donde él quería, en la ciudad de Buenos Aires, donde vivió menos de un lustro de su larga vida. Sin proponérselo, San Martín depositó su legado en la posteridad, rechazando la momentánea celebridad y las vanidades y ambiciones del poder.

Por Martín Balza.
Ex Jefe del Ejército Argentino, Veterano de la Guerra de Malvinas y ex Embajador en Colombia y Costa Rica.
Publicado en Diario PERFIL.

La toma de Corpofrut, otra historia mínima de la fruticultura regional.

 

Después de unas horas, los producrores levantaron la toma.

La toma de Corpofrut, otra historia mínima de la fruticultura regional.

Nos permitimos rescatar el trasfondo de la ocupación de la a Corporación de Productores de Frutas de Río Negro (Corpofrut), ocurrida en 1972. Es clave conocer la historia para entender el presente.

Por Osvaldo Preiss.

En 1961, la legislatura de Río Negro sancionó la ley que creó la Corporación de Productores de Frutas de Rio Negro (Corpofrut). El plano de fondo de la sanción de esta ley era la existencia de una situación conflictiva entre los productores y los comercializadores de pera y manzana, que se reflejaba en continuas disputas sobre el precio de la fruta entregada por el productor a los empresarios del empaque.

El resultado de esta relación asimétrica provocaba que el productor no lograra cubrir sus costos de producción y los gastos de su familia, y paulatinamente se fuese descapitalizando. Dado que el principal ingreso de la familia productora se originaba en la venta de la producción, su condición de vida se deterioraba.

El directorio de Corpofrut estaría integrado por representantes gubernamentales y de las cámaras de productores de la región. De allí que uno de los principales objetivos de la nueva corporación fuese modificar la situación estructural de dependencia comercial del productor pequeño y mediano, a través de una institución que nucleara a los productores auténticos.

De concretarse, los objetivos comerciales asignados a Corpofrut permitirían evitar la venta de la fruta “a resignación”, tal como se había rebautizado el mecanismo de venta a consignación y sin precio fijo que debía enfrentar el productor regional, y establecer nuevas cadenas de comercialización a través del agrupamiento.

La creación de Corpofrut también se plegaba a una tendencia mundial, la constitución de los board comercializadores en Australia, Nueva Zelanda y Sudafrica, que tenían por objetivo ordenar la comercialización de la fruta para obtener mejores posiciones competitivas en el mercado mundial. De allí que la producción regional enfrentara la creciente presencia de manzana y pera de los países competidores del hemisferio sur, con fuertes organizaciones y relaciones comerciales en el mercado europeo.

Los sectores que podían ver perjudicados sus intereses por una mayor autonomía comercial del productor, no vieron con buenos ojos que el gobierno impulsara una organización que se constituyese en un canal alternativo de venta de la fruta salida de las chacras.

Recurriendo al mentado latiguillo de la no intervención del Estado en la economía, ocultaban su verdadero deseo de continuar con un mercado desregulado para la compra de la fruta. Sorteando estas y otras dificultades, el gerente designado en Corpofrut por el gobierno provincial mostró que estaba a la altura de las circunstancias, creando una organización con personal idóneo y claros objetivos para la etapa inicial de esta institución.

Los senderos que se bifurcan.

Pero el capítulo más contradictorio del posterior funcionamiento de Corpofrut fue el de los posicionamientos que asumieron los supuestos beneficiarios, que eran los productores agrupados en las Cámaras Frutícolas de cada localidad, adheridas a la Federación de Productores de Fruta.

El sector de los productores no era ni ideológica ni políticamente homogéneo respecto del apoyo a Corpofrut, y los intereses puestos en juego por los aportes que Corpofrut recibía y debía en parte transferir a las Cámaras, sumaron un nuevo detonante a las diferencias internas.

Las controversias ya se habían instalado, y la posterior intervención del gobierno militar nombraría nuevos directores con ideas encontradas respecto de los objetivos iniciales, que no permitieron generar un proyecto operativo que estuviese a la altura de las expectativas previas.

Las diferencias internas entre los productores se fueron acentuando. Y Corpofrut representaba solamente un capítulo de esa historia, ya que la situación de la década de 1970 era de inestabilidad política y económica en el país, y la creciente efervescencia de los movimientos de pequeños y medianos productores a nivel regional hacían que en cada provincia adquiriera un perfil propio.

Una minoría en acción.

En la región, el accionar de la Federación de Productores no dejaba conformes a quienes exigían actitudes más enérgicas para salvaguardar los intereses de las familias productoras, que habían construido su vida familiar asentados en la actividad frutícola. Así, fue creciendo en presencia un movimiento minoritario en cuanto a la conducción formal de las cámaras, pero activo para representar las demandas de un conjunto de productores que velaban por exigir a los organismos públicos la generación de medidas estructurales que permitieran revertir la desigualdad en que se encontraban inmersos.

La creación del Movimiento Regional de Productores (MRP) se convirtió así en un canal alternativo de representación, agrupando actores de diferentes localidades. Para evitar que las diferencias internas pudieran debilitar el accionar de la agrupación, esta organización se estructuró sobre el reclamo básico que unificaba a los productores: obtener un precio de venta de la fruta que le permitiera afrontar los costos, y vivir de su trabajo en la chacra.


La historia dentro de la historia.

Poco es lo que se ha escrito sobre los movimientos de los productores en los años ´70, jalonados por multitudinarias asambleas que movilizaban las familias chacareras, las reivindicaciones por el precio justo para la fruta, la presencia en congresos nacionales, los festivales y colectas para recaudar fondos.

Pero estas dificultades al momento de encontrar fuentes documentales para relatar los hechos deben ser salvadas si queremos rescatar la memoria de la historia económica regional. Cuando hay pocos materiales para respaldar el relato de un hecho ya casi olvidado, si perdura en alguien su recuerdo siempre se va construyendo un relato, deformado o magnificado por la fantasía o la admiración.

Tomándonos la libertad de utilizar el relato y unos pocos materiales rescatados, aquí recordaremos un hecho ya casi olvidado, que relaciona la acción del Movimiento Regional de Productores con el accionar de Corpofrut.

En febrero de 1972, una reunión en una chacra de Campo Grande, asado mediante, permitía presenciar animadas conversaciones entre los productores presentes. Apartados, dos productores junto a un carpintero dibujaban sobre una hoja el instrumento que, según lo que el pequeño oyente presente en ese momento lleva grabado en su memoria y nos relata, debía servir “para trabar la puerta desde adentro”. Pocos días después, relacionaba un comentario familiar con lo escuchado en esa conversación: la puerta de Corpofrut había sido “trabada desde adentro”.

Para que se mantuviera viva la consigna de seguir bregando por una solución a sus problemas, ese conjunto de productores decidió que era oportuno relacionar sus reivindicaciones con el reclamo de que Corpofrut se había transformado en una organización burocrática, cuyo accionar no reflejaba los motivos que dieron origen a su creación. Había que despertar la atención con un acto simbólico de trascendencia, y así fue reflejado en diarios y medios de comunicación

La ocupación de Corpofrut por un grupo de productores despertó la atención que se buscaba para volver a poner en primer plano los problemas de los productores y la intrascendente práctica de Corpofrut. Logrado esto, después de pocas horas, voluntariamente los ocupantes se retiraron de la institución, el objetivo simbólico y mediático había sido alcanzado.

Pero los directores del Ente realizaron la denuncia penal por la ocupación y reclamaron por la no presencia policial para realizar el desalojo. Los seis productores identificados por su participación en la acción pasaron unos cuantos días detenidos en la Alcaldía de General Roca, hasta ser sobreseídos por orden de la jueza Penal y Correccional. Un conflicto político entre productores no encontró mejor forma de ser resuelto que judicializar a los que reclamaban por el desorden e inacción de quienes finalmente los denunciaron.

A lo largo de los años, al ver convertidas las instalaciones de Corpofrut en una dependencia municipal de deportes, quizás podamos concluir que los reclamos de estos productores no carecieron de razones.

Publicado en Más Producción del Diario La Mañana del Neuquén.

https://masp.lmneuquen.com/fruticultura/la-toma-corpofrut-otra-historia-minima-la-fruticultura-regional-n1093781

El rol de los patagónicos en la construcción de Argentina.


El rol de los patagónicos en la construcción de Argentina.

(Por Pedro Pesatti *). – La ley provincial 5146 dice textualmente en su artículo primero: «Se reconoce a la ciudad de Viedma como comunidad preexistente, fundadora y constructora del proceso de emancipación de la Nación Argentina por el rol y la función desempeñados en el ámbito del otrora Fuerte del Río Negro, fundado el 22 de abril de 1779 bajo la denominación de Fuerte y Población “Nuestra Señora del Carmen” y que por igual comprendía las actuales localidades de Viedma y Carmen de Patagones.»

Esta declaración está inspirada en la reivindicación que hace mi provincia del rol clave que tuvo -a través de su capital- en el tiempo de construcción de nuestra soberanía hasta el extremo más austral de la Patria. Efectivamente, el Fuerte del Río Negro fue fundado por España inmediatamente después de que Inglaterra perdiera sus colonias en los Estados Unidos. A raíz de ello, la Corona decide tener una presencia permanente en la Patagonia porque temía que el territorio y su mar pudieran perderse en manos del Reino Unido.

Para concretar este objetivo España decide enviar a un agricultor andaluz a fundar una población con capacidad de autosostenerse a partir del trabajo de la tierra. Francisco de Viedma y unas treinta familias de agricultores dan a luz esa población a orillas del río Negro, de la cual devienen las actuales ciudades de Viedma y Carmen de Patagones.

El Fuerte del Río Negro fue la base para la proyeccion del Virreinato del Río de la Plata, primero, y de la naciente Argentina después, hasta el extremo sur. No es casual que Luis Piedrabuena haya nacido en este sitio donde aprendió a navegar cuando apenas contaba nueve años o que Viedma haya sido capital del Territorio Nacional de la Patagonia desde 1878 hasta 1884.

Pero entre todos los hechos relevantes que podemos apuntar el más significativo es, sin dudas, el combate del 7 de marzo de 1827 cuando los vecinos del fuerte del río Negro debieron sumarse a la escasa tropa regular que había en el lugar para defender el puerto de la invasión comandada por un oficial de origen inglés, James Shepherd, y que bajo las órdenes del Imperio del Brasil, llegó al mando de una fuerza compuesta por cinco buques de guerra y 600 infantes.

En un combate épico, las fuerzas criollas del río Negro derrotaron a los invasores en el marco de la guerra que por entonces libraba nuestro país por la disputa de la provincia oriental del Uruguay y aseguraron el dominio de la Patagonia que hubiera quedado en ciernes si las fuerzas del capitán Shepherd hubieran logrado su objetivo.

El combate del 7 de marzo de 1827, junto a la Vuelta de Obligado (1845) y a la batalla de Malvinas (1982) es uno de los tres hitos de la defensa de nuestra soberanía territorial que con orgullo reivindicamos pese al desconocimiento generalizado que la historia oficial, sesgada por el centralismo porteño, se ha encargado de silenciar.

En este tiempo de desprecio del que es objeto mi provincia y la Patagonia por parte del gobierno de Milei pienso que es propicio recordar el origen histórico de lo que somos para que desde la Casa Rosada dejen de vernos como un espacio vacío de compromiso y determinación nacional o como un espacio para extraer sus riquezas a cambio, en lo posible, de nada.

(*) Vicegobernador de Río Negro.

Publicado en ADN Río Negro.

https://www.adnrionegro.com.ar/2024/02/el-rol-de-los-patagonicos-en-la-construccion-de-argentina/