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| Lanzamiento. Los nuevos billetes de $10.000 y $20.000 comenzarán a circular en junio. |
La inflación durante el último año llega al 254% y en productos puntuales de la canasta básica, los incrementos ascienden hasta el 360%. En ese marco, el poder real de compra de los billetes de mayor denominación se derrumba estrepitosamente y en muy poco tiempo. El gobierno analiza coordinar el lanzamiento de los nuevos billetes con la unificación del tipo de cambio, previo a la dolarización.
El gobierno nacional anunció a mediados de enero la creación de dos nuevos billetes, con denominación de $10.000 y $20.000, los cuales comenzarían a circular a partir del mes de junio. No obstante, y dada la acelerada pérdida de poder adquisitivo que sufre la moneda a raíz de la inflación, el poder de compra real de los nuevos billetes, podría quedar pulverizado a pocos meses de nacer.
El dato que acaba de darse a conocer en relación al avance de los precios minoristas en el mes de enero, establece un preocupante parámetro de arranque para la inflación del resto del año 2024. El promedio de los precios minoristas creció un 20,6% en el primer mes del año, y acumula un 254,2% en los últimos doce meses.
El cuadro es mucho más grave si se observa el relevamiento oficial para ciertos productos puntuales de la canasta básica, que revisten una importancia mayúscula por el peso que tienen en el consumo de una familia de ingresos medios o bajos. Se trata en todos los casos de artículos de primera necesidad, cuyo precio creció muy por encima del promedio en el último año. Es el caso de los combustibles, que aumentaron 354% en los últimos doce meses. O del pan (343%), la carne (329%), el azúcar (360%), o los artículos de cuidado personal (343%).
Semejante panorama arroja una certeza que los ciudadanos de a pie comprueban a diario al realizar sus transacciones cotidianas: el poder de compra de los billetes de mayor denominación ha caído estrepitosamente en los últimos años. Así lo refleja un estudio elaborado por la consultora Focus Market.
El actual billete de $1.000 vio la luz en el mes de diciembre de 2017. Si se toman como Base 100 los precios de diciembre de 2017, el poder de compra real del billete de $1.000 en diciembre de 2023 (a precios de 2017), era de solo $43. Es decir que el billete vio desaparecer por completo su poder de compra en solo seis años. La misma tendencia se verifica si se toma como referencia el valor en dólares. El billete de $1.000 nació en 2017 con un valor de u$s 51 y para diciembre de 2023 solo valía u$s 0,98.
Como contracara, el estudio de Focus Market estima que para poder recuperar el valor de compra que tenían al momento de su creación los billetes de máxima denominación disponibles hoy por hoy, el valor nominal del billete de $1.000 debería ser hoy de $110.940, mientras que el valor nominal del billete de $2.000 (comenzó a circular en mayo de 2023) debería ser de $15.338.
«Lo que sucede en Argentina no es debido a un evento aislado sino que ya venimos de un constante de descontrol en la emisión de pesos que fueron esterilizados vía lebacs y leliqs, en un intento de absorber pesos para que no sean inflacionarios. Hoy ante el sinceramiento, la economía muestra el gran problema de la contención pasada en el desborde presente sobre niveles de variación de precios previos ya muy elevados», indicó Damian Di Pace, director de Focus Market.
Con ese marco, la consultora estimó lo que podría suceder con el valor real de los nuevos billetes de $10.000 y $20.000, de mantenerse la tendencia que revisten hoy los precios minoristas. La conclusión es verdaderamente alarmante. El informe asume que los precios lograrán estabilizarse a lo largo del año, pero que así y todo la inflación acumulada en todo el año 2024 sería de al menos 213%. Si ello se verifica, el valor real de compra (a precios de febrero 2024) del billete de $10.000 sería de solo $2.961 a fin de año, mientras que el billete de $20.000 tendría un poder de compra de solo $5.979.
«Durante estas semanas el presidente de la Nación volvió a insistir en la dolarización. Probablemente nuevas denominaciones del peso argentino se hayan frenado frente a una eventual salida del cepo cambiario hacia mitad de año y luego libre competencia de monedas en el mercado doméstico», expresó Di Pace.
El consultor amplió su proyección y anticipó que «el gobierno plantea corregir, sanear y ajustar toda la economía real con el peso argentino como moneda, para que luego el plan dolarizar salga a la cancha para reemplazar al peso por una decisión voluntaria de los argentinos en el mercado«.
Publicado en Diario Río Negro.
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