GRACIAS POR ESTAR AQUÍ...

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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

“
"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

martes, enero 31, 2023

En Argentina somos 46.082.160 habitantes..

En Argentina somos 46.082.160 habitantes.

En Argentina hay 46.082.160 habitantes, de los cuales el 51,76% son varones, el 48,22% mujeres y 2,02 no respondió sobre esos géneros, según informó el INDEC, a cargo de Marco Lavagna. En Río Negro la población alcanza a las 762.067 personas.

Dicha información debía ser compartida como máximo a los 90 días de haberse realizado las encuestas, es decir, el 18 de agosto pasado. Este martes se brindó un nuevo número que tiene una diferencia de 1.282.704 millones de personas en comparación a lo anunciado en el mes de mayo.

Según datos proporcionados por el organismo de estadísticas, el Censo 2022 cubrió el 98,6% de segmentos a nivel nacional. “Esto a nivel internacional es un nivel extremadamente bueno”, agregó Lavagna, quien estuvo acompañado por el director técnico Pedro Lines y la directora nacional de Estadísticas Sociales y de Población, Gladys Massé.

Por otro lado, en relación con las personas en situación de calle, hay 2962 que fueron censadas en la vía pública, pero en próximos informes especiales se incorporaran quienes estaban en paradores y albergues. Además, detallaron que hay 17.780.210 viviendas particulares y 25.501 compartidas.

En mayo del año 2022, cuando recién se había realizado el censo, habían informado que Argentina tenía 47.327.407 habitantes, más de un millón más que la cifra actual informada.

“Hay un incremento del predominio femenino sobre la población total -explicó Massé-. Esto se genera por el proceso de transición demográfica, el envejecimiento demográfico, que obedece al descenso de la fecundidad y a la mayor expectativa de vida que favorece más a las mujeres”.

PUBLICADO EN ADN RÍO NEGRO.

De gringos, perjuicios y traducciones.

Por Fernando Sorrentino.

Únicamente en Italia hay un porcentaje mayor de apellidos italianos que en la Argentina (entre los que se cuentan, por ejemplo, los de mis cuatro abuelos y, desde luego, el mío). Y esta hiperabundancia, que se considera ahora el más natural de los hechos, fue, sin embargo, motivo de enconos en otras épocas.

Abundan los testimonios literarios de animadversión al gringo, vocablo de desdén y desvalorización destinado a todo extranjero no hispanohablante. Gringos eran el inglés y el irlandés; gringos, el alemán y el francés. Pero, sobre todo, gringo era, en razón de su elevado número, debido al aluvión inmigratorio, el italiano.

Con la única excepción del gringuito cautivo / que siempre hablaba del barco (pasaje maestro de conmovedora y sobria ternura –II, vs. 853-858–), todos los gringos del Martín Fierro (I: 1872 - II: 1879) son presentados en situaciones de error, de cobardía, de ridiculez. Es evidente que José Hernández (1834-1886) no sentía la menor simpatía por ellos. Recordemos los 42 versos destinados íntegramente al denuesto de los gringos en general, no de un gringo en particular, que corren en I, vs. 889-930, y que empiezan con “Yo no sé por qué el gobierno / nos manda aquí a la frontera / gringada que ni siquiera / se sabe atracar a un pingo. / ¡Si creerá, al mandar un gringo, / que nos manda alguna fiera!”. Etcétera, etcétera.

El escritor argentino Eugenio Cambaceres (1843-1888) –né Cambacérès: sangre francesa por rama paterna; inglesa, por la materna– se tomó el trabajo (que no es poco) de redactar toda una novela, En la sangre (1887), para “demostrar” que los italianos inmigrantes llevaban en la sangre todos los defectos y vicios habidos y por haber.

Según consigna Borges en su Evaristo Carriego (1930), este poeta menor (1883-1912), cuyo paradójico apellido materno era Giorello, solía vanagloriarse: “A los gringos no me basta con aborrecerlos: yo los calumnio”.

Este sentimiento de hostilidad se manifiesta en una anécdota sobre una famosa traducción.

El general Bartolomé Mitre (1821-1906), presidente de la Argentina desde 1862 hasta 1868, tenía diversas inquietudes intelectuales, entre ellas la de traductor. Convencido de que la versión española de La divina commedia realizada por el conde de Cheste (1879) traicionaba el buen gusto y el buen sentido, decidió acometer su propia traducción, que concluyó en 1893.

Según parece, los escritores contemporáneos desconfiaban de las bondades de la versión de Mitre. Y el cuentecillo narra que otro escritor, también militar y con fama de socarrón, el general Lucio V. Mansilla (1831-1913), le preguntó un día:

–¿En qué anda trabajando, general?

–Estoy traduciendo La divina commedia.

–Hace bien –comentó Mansilla–. A los gringos hay que perjudicarlos.

Claro, no hay manera de saber si en verdad Mansilla se atrevió a decir tal cosa en voz alta, o si sólo la dijo entre dientes, o, acaso, si únicamente inventó para sus amigos un episodio que le habría encantado protagonizar.

PUBLICADO EN DIARIO LA PRENSA.

 https://www.laprensa.com.ar/525392-De-gringos-perjuicios-y-traducciones.note.aspx

Para volver al peronismo hay que girar a la derecha

 POR CLAUDIO CHAVES.

Este asunto de que el peronismo es una formación política progresista o incluso de centro es una mentira de acá a la China, y un arrebato, por no decir un asalto, a la fortaleza que por años impidió el avance de la izquierda en el país. Izquierda y peronismo marcharon separados desde el origen y hasta 1955. Luego fue otra historia que acá no veremos.

El camporismo y su hijo putativo, el kirchnerismo fueron la quinta columna que, con la complicidad o la ignorancia de muchos auto percibidos justicialistas tomaron por asalto al peronismo. Si no, no se puede explicar que Alberto Fernández y Máximo Kirchner conduzcan al peronismo nacional y al de la provincia de Buenos Aires. Seguramente tiene que ver con el engorde de sus alforjas. Nada diferente a lo ocurrido en otros momentos de nuestra historia.

PROGRESISMO.

Progresismo es una palabra-idea un tanto confusa, pero en apretada síntesis podríamos decir que a lo largo del siglo XIX progresismo y liberalismo fueron el compendio de una visión política. Recórranse los escritos de Sarmiento, Mitre, Avellaneda o Alberdi y el lector podrá verla utilizada infinidad de veces. Al concluir la Primera Guerra Mundial el liberalismo pagó las consecuencias de la tragedia desatada. Pues la élite liberal gobernante en los países centrales fue responsable de los daños. Y el pasado idílico del progreso indefinido se derrumbó. Fin de una época.

Aparecieron nuevos cuerpos ideológicos o dogmas que coparon la parada. El nacionalismo y el marxismo se hicieron fuertes en diversos países. Y en donde no, influyeron, modificando el clima de época.

La izquierda marxista se impuso en Rusia donde construyó el imperio Soviético y el nacionalismo se hizo fuerte en Alemania e Italia. Los nuevos dogmas y el viejo nos llevaron a una Segunda Guerra y la tragedia se multiplicó al infinito. A partir de 1947 quedaron en pie dos sistemas ideológicos, políticos y económicos que se enfrentaron durante cuarenta años más, en la llamada Guerra Fría, hasta 1991. Es por ese tiempo, o quizás un poco antes, que la palabra progresismo deja de pertenecer a la cosmovisión liberal y es arrebatada por la izquierda que la hace suya con aquella famosa frase “fui a Rusia y entré al futuro” enunciada por una galería de escritores y pensadores. La Rusia de la electricidad y la industrialización forzada pasó a batallar no solo por la expansión de su sistema sino por el sentido y el valor de las palabras, fundamentalmente hacer suya la idea de que el progreso de la humanidad ahora estaba en manos de la izquierda. Naturalmente fue un debate centrado en el desarrollo de la técnica y el modelo social.

Pasaron los años y llegamos al presente cuando la palabra progresismo adquiere un nuevo sesgo. Ahora asimilada a una izquierda light con unas gotas de liberalismo iluminista que sazona la novedosa propuesta vaselinada.

Conserva de ambas, algunos elementos pues lo que ha habido son préstamos. Ambas comparten ideas, extrañas a la izquierda dura tradicional pero afines al liberalismo zonzo. Por ejemplo identidad de género, indigenismo, matrimonio igualitario, aborto, multiculturanismo y ainda mais. Así estamos hoy. Llevado a la política porotera esto explica que liberales como Biden junto a periodistas “serios” de la Argentina prefieran a Boric antes que Kast o Lula antes que Bolsonaro, descalificando a la derecha como ultra, por lo tanto al este del paraíso, y al progresismo como una fuerza que juega dentro de las instituciones o sea en el paraíso. Una pena esta ceguera, Hugo Chávez contó para llegar al poder, con el apoyo de Rafael Caldera, padre de la democracia venezolana.

ORIGENES DEL PERONISMO.

Juan Domingo Perón apareció en la política nacional en el Golpe de Estado del 6 de setiembre de 1930. La interrupción institucional (los periodistas puestos a historiadores no debieran mentir) contó con el apoyo de la totalidad de la élite política, incluido el partido gobernante y el mismo Gabinete Nacional. Hasta Elpidio González, Ministro del Interior tuvo sus flaquezas. Podríamos decir que solo su Ministro de Defensa permaneció fiel: el general Dellepiane.

Perón se subordinó a la jefatura del general Agustín P. Justo de orientación liberal-conservadora al que consideraba el oficial de mayor prestigio y talento de la fuerza. Fue funcionario del gobierno de Justo. Al fallecer este general, en enero de 1943, y quedar acéfala la jefatura política de la fuerza, Perón ingresa, en febrero, al GOU. Si no había un Jefe capaz de ganar la Presidencia podría haber una Logia. Como aquella que llevó a las alturas al general Justo: la Logia San Martín. De todos modos el GOU no tuvo incidencia activa en el golpe, dado que solo tenía mando de tropas uno de sus miembros. El GOU puede ser interpretado como la conciencia escrita de un sector del Ejército y nada más. El golpe lo decidió Campo de Mayo y su Jefe el general Elbio Anaya, lugarteniente del Coronel Varela en los hechos de la Patagonia de 1921. El anticomunismo del golpe es evidente y aun más

evidente cuando comience a hablar Perón como Secretario de Trabajo y Previsión. La posición del Gobierno y de Perón fue esencialmente anticomunista, esto es de derecha. Pero acá corresponde una digresión. Por aquellos años sinónimo de derecha era el nazi-fascismo. La izquierda dura y no tan dura no supieron ver, no estaba en su cosmovisión, o apreciar, que en ese gobierno militar, absolutamente de derecha, había diferencias. Por ejemplo militares nazi-fascistas: Perlinger, Pertiné (suegro del doctor De La Rua) o Sanguinetti quien decía: “Yo soy nazi. He sido condecorado por el Tercer Reich (me mostró la condecoración) Creo que el nazismo es el mejor sistema político y lo único que podría salvar al mundo. Pero comprendo que tal como van las cosas en la guerra, ya no se podría implantar en la Argentina.” (Del Carril, Bonifacio: Memorias Dispersas.) Pero también los había de derecha con voluntad de restituir las instituciones, por ejemplo, Perón.

La historia y la política compraron el relato construido por el prestigioso historiador José Luis Romero y su discípulo Tulio Halperín Donghi y la izquierda en general. No estaba en ese firmamento intelectual apreciar la existencia de una derecha liberal-conservadora, popular e institucionalista.

ALGUNOS EJEMPLOS.

Son muy extensas las explicaciones a dar para modificar la idea que prevalece en el mundo cultural acerca de Perón. Pero veamos a vuelo de pájaro algunas. Instalado el gobierno militar fue nombrado Canciller el almirante Storni, un liberal probritánico autor de un libro de geopolítica de orientación atlantista, por lo tanto amigo de los aliados. Con ayuda del GOU, y particularmente la pluma del coronel Juan Perón se redactó una carta dirigida al Canciller Cordell Hull solicitando el equipamiento bélico para nuestras Fuerzas Armadas. Summer Wells, el vicecanciller, había renunciado unos días antes, una pena, pues este hombre guardaba una mirada más inteligente y menos ideológica sobre el gobierno argentino, esta ausencia determinó la brutal reacción del Canciller Cordell Hull, quien hizo pública la carta con el afán de golpear fuertemente al gobierno militar. Cordell Hull se identificaba con la izquierda liberal del Partido Demócrata representada por el vicepresidente Wallace, quien al dejar la vicepresidencia se inclinó más hacia la izquierda, recibiendo el apoyo del Partido Comunista Norteamericano, cuando se presentó como candidato del Partido Progresista a las presidenciales de 1948. Wallace se opuso también al enfrentamiento con la URSS a partir de 1947 rechazando la idea del Manifiesto Truman que dio inicio a la Guerra Fría. Además escribía: “Hoy la democracia es una ambición universal. El gobierno soviético no se enorgullece ya de constituir una dictadura del proletariado y su comunismo es una forma más elevada de democracia. El gobierno soviético basa su aspiración a ser considerado democrático en la completa igualdad que existe en Rusia entre las minorías y los sexos en la igualdad de derechos y oportunidades en el orden económico y social de que gozan todos los ciudadanos soviéticos.” Esta cita corresponde a una publicación de Sergio Bagú, intelectual marxista vinculado al socialismo y al Partido Comunista Argentino, en una revista cuyo director era Arturo Frondizi. Una vez más queda en evidencia la alianza de la izquierda política e intelectual argentina con la norteamericana para enfrentar al peronismo. ¡El antiimperialismo fue una farsa! Era clara la Tercera Posición: ni con uno ni con otro. Decía Perón en 1951 de los Democratas: Roosevelt y Truman son responsables de haber abandonado a Chiankg-Kai-Chek y entregado China al comunismo y renunciar de esa manera al Asia. (Descartes. Política y Estrategia. 24/1/1951

Rodolfo Araoz Alfaro, militante del Partido Comunista narra el vínculo excelente que mantenía con la Embajada Norteamericana, especialmente con su agregado cultural Griffith ¨un hombre simpático que proclamaba ideas progresistas, se decía partidario de Wallace, el vicepresidente. ¨ Este Griffith era un político inquieto y melifluo. El dirigente gremial Juan Monzalvo cuenta: “Que, en el mes de enero de 1943, antes de la revolución del 4 de junio, Griffith estaba organizando esas fuerzas, eternas enemigas del pueblo. En un mitin realizado en la ciudad de Córdoba asistieron los representantes del partido comunista, la unión cívica radical, la democracia progresista y allí Griffith les dijo que los Estados Unidos contribuirían a la consolidación de la Unión Democrática para llegar a una unidad entre todas ellas para embarazar la acción del presidente Castillo.”

La acción que el progresismo norteamericano organizó contra un presidente constitucional, como Castillo, luego la realizó contra Perón. En próximos artículos avanzaremos sobre esta idea. Visto hasta aquí no se entiende que el peronismo de los Fernández-Kirchner alerten sobre el peligro de la derecha. Cuando se abandona un lugar otro lo ocupa.

PUBLICADO EN DIARIO LA PRENSA.

https://www.laprensa.com.ar/525396-Para-volver-al-peronismo-hay-que-girar-a-la-derecha.note.aspx

lunes, enero 30, 2023

Palimpsestos: Doña Petrona.

 

Pionera en enseñar a cocinar en televisión, Doña Petrona
impulsó miles de personas a amigarse con la cocina.

Ella fue la culpable de esta parafernalia, de este estrépito, de esta exageración, de esta extremosidad y presencia cuasi obligada en todo canal televisivo que se precie de los programas de cocina. Petrona C.(arrizo) de Gandulfo (1898-1992) fue la pionera, la que tiró la primera piedra y no escondió la mano.

Conocida simplemente como “Doña Petrona” se encargó primero en publicidades y revistas, luego en la radio y finalmente en la televisión, a la que llegó en 1952, de ser la referente culinaria de millones de argentinas.  
Famosa por sus delantales con volados, el acento santiagueño que no perdió jamás, sus collares y peinados en las que reinaba el spray, esta autodidacta escribió el libro más leído de la Argentina, “El libro de Doña Petrona”, que ya va por su edición 123.

Verdadero mito viviente tuvo la inteligencia de reinventarse a lo largo del tiempo, su cocina fue variando a medida que cambiaban sus peinados y la situación sociopolítica del país.  
Cual pionera quijotesca de las hornallas y los batidos, también tuvo su fiel escudera en la célebre y sanchesca Juana Bordoy, “Juanita”, quien la acompañó en gran parte de su carrera.

Juanita era quien trotaba a las órdenes de Doña Petrona ya que todo debía ser exacto y estar a tiempo porque se cocinaba en directo y no había margen para los errores.  
Retirada de las cocinas seguía disfrutando de su whisky diario, de su habano y de comer ajíes picantes. Su legado fue enorme y se refleja en la cantidad de cocineras y cocineros que siguieron su camino.

Veinte años después de su deceso se estrenó en teatro “Petrona, una delicia teatral”. Ese mismo año se realizó una gran muestra de Alfredo Arias denominada “Patria Petrona”; y curiosamente (o no) hay diversas investigaciones y tesis doctorales sobre la gran cocinera.  
Por eso, cuando veas en los profusos programas culinarios cómo hacer el merengue o de qué manera rellenar las pechugas de pollo, o cuando busques con cierta desesperación en internet de qué manera se hace una buena salsa de champiñones, recordá que nada sería igual sin la herencia de esa mujer.  

Publicado en Palimpsestos por Néstor Tkaczek colunma del Diario Río Negro.

30/01/2021.

domingo, enero 29, 2023

CARLOS PAIVA CANTA "TAXI LIBRE" EN EL BAR DE BOEDO EN ROLANDO RIVAS (1972) POR CANAL 13.


CARLOS PAIVA CANTA "TAXI LIBRE" EN EL BAR DE BOEDO EN ROLANDO RIVAS (1972) POR CANAL 13.

"La vergüenza es una gracia" El reportaje a Francisco de AP (II Parte).

Por Nicole Winfield.

-¿Se puede hacer esperar más transparencia del Vaticano?

-Es lo que yo deseo. Es lo que yo deseo, ¿no? Y con la transparencia viene una cosa muy linda que es la vergüenza. La vergüenza es una gracia. Yo no sé si en inglés se usa, pero en español, cuando una persona no tiene cánones, que se mueve, que hace lo que quiere, es un sinvergenza, le falta la vergüenza. Y la vergüenza es una gracia. Yo prefiero una Iglesia avergonzada porque descubre sus pecados, que Dios lo perdona. No una Iglesia farisea que esconde su pecado, que Dios no perdona.

-¿Cuando usted piensa en estos últimos diez años del pontificado, cuáles han sido los dos o tres momentos que recuerda, los mejores? ¿Tiene alguna anécdota de eso?

-El otro día el cardenal Ravasi me recordó uno. Yo vine aquí con una valijita chica, porque cuando me hicieron cardenal me regalaron una sotana roja en una filettata y como pertenecía a seis congregaciones, la dejé en casa de las monjas para no tener que traerla cuando venía. Entonces, ya estaban acá. Y más aún. Estábamos muy próximos a la Semana Santa. Entonces dije, "ningún Papa elegido va a asumir en Semana Santa".

Me saqué el boleto para estar el Domingo de Ramos en la diócesis y dejé la homilía preparada sobre el escritorio. O sea, vine sabiendo que volvía. Ni se me pasó por la cabeza nada. La cosa, me di cuenta del peligro al mediodía, antes no me había dado cuenta. Porque en el cónclave hay todo un sistema de votos depósito. Uno se los va dando a éste, a otro, hasta que se ve quiénes pueden ser y entonces ahí ya sí confluyen. Yo tenía algunos depósitos, no hacía caso.

Y hoy me puse a hablar con el cardenal Ravasi, caminando. Me dice que lo recordó el domingo pasado y le dije que en mis clases de sapienciales usaba el libro de él de Job, y hablábamos de cómo lo había hecho. Y estaban cerrando la puerta de la Sixtina y nosotros delante, caminando. El maestro de ceremonias salió y dijo: "¿Y ustedes van a entrar o no van a entrar?" Era mi resistencia inconsciente a entrar, después me di cuenta . Ahí pasó lo que tenía que pasar. Cosa que Dios quiso.

Dos cosas claves: en la primera votación de la tarde, cuando empecé a tener muchos votos, el cardenal (Claudio) Hummes, que lo tenía acá, se acercó y me dijo "No te asustes, así obra el Espíritu Santo". En la segunda, cuando ya salí elegido, se levantó, me abrazó y me dijo: "No te olvides de los pobres". Son momentos fuertes. Eso no lo esperaba. Bueno, como una paz, una tranquilidad muy grande. O sea, esa sana inconsciencia que debes dar en los momentos difíciles. Ese fue el momento.

Después, acá, a los dos días de elegido, fui a ver arriba el departamento pontificio, que no es muy lujoso, pero es enorme. "Yo acá no puedo vivir, me muero. Yo necesito gente". Y ahí, yendo hacia el ascensor donde estaba yo en el segundo piso, pasé por la pieza de huéspedes que está abierta, estaban limpiando. Digo, "¿qué es?" "Es la pieza de huéspedes que hay". Dormitorio con su baño, un pequeño saloncito para recibir y un pequeño estudio. Y estamos limpiando que viene Bartolomeo. Ya está. Me quedé ahí después. Bartolomeo hasta el día de hoy dice que le robé la pieza. Y vivir con gente me hace mucho más fácil el trabajo. Lo único que extraño es no poder callejear porque no se puede, porque en cuanto salga... como hacía en Buenos Aires, pero fue todo muy sencillo. Lo decía sin doble intención. Traté de ser espontáneo, eso sí, de no, no ponerme en pose.

 -¿Y momentos peores en estos últimos diez años?

-Sí, a veces. El que me ayudó mucho fue (el cardenal George) Pell, aunque dicen que al final me criticó. Bueno, tiene derecho, la crítica es un derecho humano. Pero me ayudó tanto Pell, porque fue el que me dijo: "El problema económico está aquí, aquí y aquí". Después tuvo un problema, donde dio tanto testimonio bueno, de paciencia. Después volvió. Pero él me ayudó mucho. Pell en la parte económica fue mano derecha. Un gran tipo. Grande.

-Ya que estamos llegando a la aniversario de su elección, ¿puede hacer una evaluación de esa primera década? ¿Cómo le fue?

-Para mí es difícil evaluar. Yo soy medio inconsciente, pero soy consciente. Digo, estoy tranquilo. Veo cosas buenas que se hacen, sobre todo las cosas que hacen los demás unidos conmigo. Veo cosas que se han corregido y cosas que hay que corregir todavía, y bastante. Veo que los cardenales, sí, algunos que critican, tienen derecho. Pero en general estamos unidos y ayuda mucho. Sobre todo, la unión con los obispos y la Conferencia Episcopal, es lo que ve más claro. Eso me ayuda mucho. Duermo bien.

-¿Qué queda por hacer? Tenemos un futuro de eternidad, como usted ha dicho. Pero, ¿qué queda? Encíclicas, viajes, formas... ¿Cuál es la prioridad para esta nueva etapa de pontificado?

-Continuar con ser obispo, obispo de Roma y en comunión con todos los obispos del mundo. Y dejar de ser un poder, dejar de ser una corte. Por ejemplo, Castelgandolfo era un poco la corte. El espíritu de corte. En junio la corte se trasladaba allí como de Londres se va a Escocia, la corte. Es ese ese tipo de idea de corte. Es la última corte absoluta de Europa.

Bueno, ahí ya Castelgandolfo, el gran palacio, se transforma en museo, lo cual viene muy bien, porque acá había cosas que no se podían exponer, se ponen allá. O sea, ir quitando de toda apariencia de corte y sí dándole lo que es en realidad un servicio pastoral.

El hecho de vivir acá me ayuda, porque cuando vienen los obispos me saludan, estamos en la mesa, normal, que es un servicio pastoral de apoyo a los obispos del mundo, de comunión con los obispos. Y eso, gracias a Dios, se está haciendo y los mismos cardenales lo están haciendo. Sí, me puedes decir, éste sí y éste no, pero son viejitos, andá a cambiarle la mentalidad, a respetar y punto.

Pero los mismos cardenales en el encuentro que tuvimos de cardenales, el último, una maravilla. Cómo se trató incluso un problema serio como la capacidad de jurisdicción, ¿quién la tiene o no? Dos cardenales con postura diversa, pero discutiendo con una gran altura, sí, colaboración. Yo me siento muy acompañado con eso. Bueno, pero eso sí, querer ser obispo, por favor.

Bueno, agradecerle a usted. Es la primera de la clase. Gracias por su apoyo. Gracias por su trabajo. Para mí es muy importante el trabajo de ustedes y de todos los comunicadores, de los periodistas, porque son los que traducen la vida del papado afuera. Así que le agradezco mucho lo que hace. Y adelante. Todavía hay mucho por hacer.

PUBLICADO EN DIARIO LA PRENSA.

Imagen: Diario La Prensa.

Domingo 29 de enero del 2023.

https://www.laprensa.com.ar/525254-La-verguenza-es-una-gracia.note.aspx


Adam Smith y la pobreza.

 

Por Elena Valero Narváez.

En el libro La Riqueza de las Naciones, Adam Smith creó una economía política que hacia depender la riqueza y el bienestar de la gente de una economía industrial altamente desarrollada, en expansión, y de un sistema de "libertad natural" que se regulaba a si mismo.

Gertrude Himmelfarb en su preciado libro La idea de la pobreza se refiere a Adam Smith como genuinamente revolucionario tanto en su actitud hacia los pobres como en sus ideas sobre la pobreza. Pero no en el sentido que muchos le dan: la desmoralización de la economía proveniente de la doctrina del laissez- faire, como también la del hombre económico y la de los pobres que se encontraban a merced de fuerzas que no controlaban, sobre las cuales en la nueva economía política, nadie tenía control. 

Esta interpretación de La Riqueza de Las Naciones, nos dice la autora, es común, pero no justa, porque supone que la idea de Smith de una economía de mercado carecía de un fin moral, que su concepto de la naturaleza humana era mecanicista y reduccionista y que su actitud hacia los pobres era indiferente o insensible. No toma en cuenta que Smith era un filósofo moral por convicción y profesión, como profesor de filosofía moral de la Universidad de Glasgow y célebre autor de La teoría de los sentimientos morales. 

FILOSOFIA MORAL.

No era un individualista cruel, como a veces se pretende, por el contrario, una lectura atenta de su libro sugiere, que la economía política, como el filósofo escocés la entendía, formaba parte de un nuevo tipo de filosofía moral. 

Smith insistió en que había muchas ocasiones, en que los intereses del individuo tenían que cederle el lugar a los intereses de los otros, sin importar ningún cálculo de utilidad: "Un individuo nunca debe preferirse más que a otro, como para dañarlo y ofenderlo, para beneficiarse, aunque el beneficio que obtenga sea mucho mayor que el daño o la ofensa al otro".

Una de las principales críticas que hacía al sistema mercantil era que alentaba a los comerciantes y a los fabricantes a ser egoístas e hipócritas. Estos ataques a los intereses privados, señala la autora, que estaban en conflicto con el interés general, en especial con los pobres e indigentes, difícilmente pueden reconciliarse con la famosa afirmación: "No esperemos nuestra comida de la bondad del carnicero, del cervecero, o del panadero, sino del fomento de sus propios intereses". 

Pero, el principio del propio interés lo proponía limitado por ciertas condiciones: que estos no se aprovecharan de los otros, que respetaran las reglas del mercado libre y que no "conspiraran, engañaran y oprimieran".

Nos explica Gertrude, que la mano invisible, desde luego era invisible, porque el espíritu del sistema de "la libertad natural" no requería "ninguna mano" ni intervención o reglamentación para producir el bien general. Sin embargo, la metáfora sirvió para el importante propósito de recordarle al lector cuál era el fin de ese sistema: el individuo era impulsado por la mano invisible a "promover un fin que no era parte de su intención al buscar su propio interés, frecuentemente, promovía el de la sociedad y más eficazmente que cuando realmente intentaba originarlo". 

Esa metáfora pone el énfasis de la argumentación en el interés general, sin ella, podía haberse apoyado en el interés del individuo. 

LAS PERSONAS.

El titulo, La Riqueza de las Naciones no se refería a la Nación en el sentido mercantilista : nación-estado, cuya riqueza era la medida del poder que podía ejercer frente a otros estados, sino a las personas que la integraba. La importancia de la gente aparece pronto en el libro, cuando examina la división del trabajo, afirma que la gran "opulencia universal" se difunde por los diferentes sectores de la sociedad: "Lo que mejora las circunstancias de la mayoría no puede considerarse un inconveniente para la totalidad... ninguna sociedad puede florecer y ser feliz, si la mayoría de sus miembros son pobres y miserables". 

Pensaba que los trabajadores, como consumidores, estaban mal retribuidos por el sistema que promovía los precios altos y combatía las importaciones y, como productores, por un sistema que permitía que los patrones por medios legales o ilegales mantuvieran bajos los salarios y los precios elevados. 

En resumen, los pobres eran las principales víctimas del sistema existente y serian los principales beneficiarios del sistema natural propuesto por Smith.

La condición de los pobres era decisiva para el sistema de libre mercado, por lo tanto, como productores de los bienes que gozaba el resto de la sociedad, tenían derecho a una parte justa de esos bienes. 

LOS SALARIOS.

Su obra no solo fue un ataque a la reglamentación gubernamental y un alegato al laissez-faire, era también una crítica a la teoría prevaleciente de los salarios. Los cuestiona cuando son bajos ofreciendo una razón para ello; en oposición a David Hume, quien explicaba que en los años de escasez cuando eran bajos "los pobres trabajaban más", Smith creía que los salarios altos eran consecuencia de una creciente riqueza y que la división del trabajo era crucial por la misma razón: contribuía a una mayor productividad y por ello a una economía en expansión, donde la riqueza creciente podía alcanzar a los estratos más bajos de la sociedad. Estaba convencido que el libre comercio aumentaría la libertad y la riqueza; los salarios altos asegurarían la productividad y el interés personal del individuo promovería, aunque inconscientemente, el interés público. 

Para Smith, apunta Himmelfarb, como en general para la Ilustración escocesa, la razón no definía a la naturaleza humana sino los intereses, las pasiones, los sentimientos, las simpatías, cualidades que compartía toda la gente, sin distinciones. No se necesitaba un déspota ilustrado para promover esos intereses, ni un legislador del tipo de Bentham, para lograr que fueran armónicos, solo se requería liberar a toda la gente para que pudieran actuar a favor de ellos: con estos actos individualmente motivados, libremente inspirados, el interés general surgiría sin intervenciones, reglamentos, o coerción.

LA EDUCACION.

En cuanto al problema naturaleza-educación, Smith subrayaba la educación, creía que si las personas eran distintas no se debía a diferencias innatas sino al diferente desarrollo de las cualidades comunes, el cual dependía de los hábitos, la cultura, y la educación. La única cualidad innata que menciona, compartida sin distinciones, es la de "la propensión a permutar, traficar, e intercambiar". 

Afirmaba que era el común denominador que permitía que todos participaran en la división del trabajo y que todos se beneficiaran de esa división. Así también, las diferencias entre los órdenes sociales eran funcionales y no jerárquicas, los tres órdenes se definían por la naturaleza de ingresos: rentas, salarios y ganancias y no por la posición en una jerarquía alta, media o baja, lo importante de los sectores bajos no era su status sino que recibían sus ingresos en forma de salarios y no de rentas o ganancias. 

Eran los más importantes de una empresa económica porque su trabajo era la fuente del valor .(Recordar que Smith describió el valor de una mercancía en términos del trabajo requerido para la obtención de un bien). El trabajo, tal como las rentas y las utilidades, era un patrimonio, una forma de propiedad que tenía derecho a la misma consideración que cualquier otro tipo de propiedad.

Donde por momentos le falla esta visión optimista es en el tema de la alienación de la clase trabajadora. La sitúa no en el capitalismo sino en el obrero industrial: lo reducía a un estado de letargo, estupidez e ignorancia, a menos que el gobierno hiciera algo para cambiar su situación. Esta imagen pesimista no condice con la que presenta en la mayor parte de su obra, donde le asigna al obrero industrial inteligencia, buen salario, y mejoramiento continuo, compartiendo con los demás "la opulencia universal" creada por la división del trabajo. 

LA SOLUCION.

Al final de su obra plantea como solución, la educación pública: educar por medio de la lectura, escritura y aritmética; el Estado debía cobrar una cuota muy modesta, para que hasta el más pobre pudiera pagarla, aunque las escuelas no serian obligatorias, lo seria cierto tipo de instrucción antes de presentarse a un trabajo o establecer un comercio. 

En pos de mejorar la condición de los pobres contradice su doctrina: había predicado en la mayor parte de dos volúmenes contra las reglamentaciones gubernamentales y luego, propone una participación del Estado mayor de la que existía en este tema. 

Smith no criticaba a los románticos de esa época que idealizaban el analfabetismo como parte de una cultura natural superior del pueblo. Criticaba, por lo menos implícitamente, a sus contemporáneos quienes les negaban a los pobres la capacidad y la oportunidad de lograr "los valores de la clase media", a los que creían que ninguna educación podía civilizarlos, socializarlos y moralizarlos y a quienes les preocupaba que el populacho educado se volviera rebelde, exigente, y disconforme... 

Cuando pide que se los eduque para que se conviertan en mejores ciudadanos, en mejores trabajadores, y en mejores seres humanos, no desprecia a los pobres, les atribuye los valores que él tenía en alta estima. 

Pretendía hacer posible la libertad y hacer de ella una virtud, lo era para él, era la condición previa para todas las otras virtudes, deseaba que fuera accesible a la gente común, aun a aquellos entrenados para ocupaciones más simples. 

Smith no era partidario -como se pretende- de un laissez-faire dogmatico y riguroso, su plan de educación solo es uno de los ejemplos en que se apartaba del laissez-faire y no involuntariamente. Lo hizo también, cuando propuso una ley que limitaba la libertad de los banqueros para hacer billetes o cuando abogó para que se conservara la ley contra la usura. De igual manera, aunque implícitamente, cuando apoyó la ley de los pobres y no se opuso a la obligación de ofrecer ayuda a los que no podían mantenerse.

EQUIDAD.

Adam Smith, señala la conocida historiadora, no pretendía que la igualdad formal de la ley, ni la igualdad natural de las leyes de la economía política, tuvieran el mismo efecto sobre los pobres que sobre los ricos, fue por eso que inventó un sistema estatal de educación específicamente destinado a los pobres y apoyó las leyes que favorecían a los trabajadores, abogó por una política de salarios altos y una economía progresista.

No negó el hecho de la desigualdad pero tampoco abandono su supuesto básico: que los pobres, igual que los ricos, eran agentes morales libres, responsables. Mostró el mismo espíritu pragmático, y la misma preocupación por los pobres con respecto a los impuestos: su primer principio fue que debían gravarse proporcionalmente a la capacidad de pago y solo podía ser gravado el lujo y no los artículos necesarios. Desaprobó también los reglamentos de los salarios que en vez de establecer una tasa mínima, establecían una tasa máxima, en cambio apoyó la ley que exigía que los patrones les pagaran a los obreros en efectivo, en vez de hacerlo en mercancías.

CONCLUSION.

Resumiendo a la autora, la economía política para Smith no era un fin en sí, sino un medio para lograr un fin y el fin era la riqueza y el bienestar moral y material de la gente de la que los pobres trabajadores formaban la mayor parte. 

Tenían un status moral en esa economía, no el especial que tenían en el orden jerárquico sino el que los unía como individuos en una sociedad libre en la que compartían una naturaleza humana común, es decir, moral. Entre la antigua economía moral y la economía política del filósofo, había un abismo: la primera dependía de un sistema de reglamentaciones derivados de la equidad, la tradición, la ley, era un sistema que ordenaba los precios justos, salarios justos, derechos consuetudinarios, leyes corporativas obligaciones paternalistas, relaciones jerárquicas, todo estaba destinado a lograr un orden orgánico estructurado, seguro, armonioso. 

El sistema de libertad natural, en cambio, se enorgullecía de ser abierto, móvil, cambiante, individualista, con todos los riesgos pero también con todas las oportunidades asociadas a la libertad. 

* Miembro de Número de la Academia Argentina de la Historia. Miembro del Instituto de Economía de la Academia de Ciencias Morales y Políticas. Premio a La Libertad (Fundación Atlas).

* Miembro de Número de la Academia Argentina de la Historia. Miembro del Instituto de Economía de la Academia de Ciencias. Morales y Políticas Premio a la Libertad 2013 (Fundación Atlas). Autora de "El Crepúsculo Argentino" (Ed. Lumiere, 2006).

Encuadramiento de la Juventud Peronista: Los Demetrios.

fue otro de los grupos de la JP de los 70, cuyo nombre hacía mención a uno de sus dirigentes, Demetrio Tarazzi.

Por Aldo Duzdevich.

Una de las pocas fotos publicadas de los Demetrios portan un cartel con la frase: “Ni yankys, Ni marxistas. Peronistas”. Si lo sacamos del contexto de época, hoy serían rápidamente acusados de macartistas o de propiciar la teoría de los dos demonios. También la JP de la Tendencia cantaba: “ No somos putos, no somos faloperos, somos soldados de FAR y Montoneros”. Suficiente para una dura sanción del INADI.

San Martín tenía 34 años cuando novió y se casó con Remedios que tenía 14, hoy estaría en prisión y el combate de San Lorenzo lo hubiera dirigido Cabral. Por eso, en todos mis textos siempre insisto en ubicar el contexto de época, antes de abrir juicios apresurados.

La gran mayoría de los dirigentes políticos actuales mayores de 66, 67 años, seguramente militaron en algún grupo o partido en los años 70, algunos lo recuerdan con orgullo, otros no. Varios dirigentes del peronismo que hoy son protagonistas de la política, iniciaron su militancia en Encuadramiento, aunque no necesariamente significa que en ese momento tuvieran un rol dirigencial importante.

El senador Oscar Parrilli; el diputado Jose Luis Gioja; el miembro de la Corte Suprema, Juan Carlos Maqueda; el ex gobernador de Río Negro Carlos Soria; el diputado nacional Eduardo Valdez; el embajador Jorge Arguello; el dirigente Mario Cafiero; el ex intendente de San Fernando, Osvaldo Ameiro; el ex ministro de Educación de Menem, Jorge Rodríguez; la ex senadora Mónica Pellegatta; el psiquiatra Roberto Chevalier, son parte de algunos nombres que hoy son muy conocidos.

Del trotskismo al peronismo.

El historiador Juan Pedro Denaday, ha publicado un excelente estudio académico sobre Encuadramiento del cual voy a tomar algunos conceptos.

El fundador y máximo dirigente de Encuadramiento fue Juan Bardoneschi, quien se inició en el comunismo, luego en el trotskismo de Nahuel Moreno y finalmente en la fallida experiencia guerrillera liderada por el "vasco" Bengoechea.

Bardoneschi fue uno de los sobrevivientes de la "explosión de la calle Posadas", ocurrida el 21 de julio de 1964, por lo cual se vio obligado a pasar a la clandestinidad refugiándose en la casa de 'Cacho' Politano, un militante de la Acción Revolucionaria Peronista de Cooke y Eguren. Allí inició las primeras redes que darán lugar a la fundación de esta peculiar organización peronista, especialmente mediante la vinculación con Sebastián Sak, también proveniente del trostkismo.

Esta vinculación del trostkismo con el peronismo, en muchos casos se inició como entrismo y terminó en convicción. Es un tema todavía poco estudiado, pero es llamativo que muchos militantes hicieran esa transición. Abelardo Ramos, fundador del FIP, también reconoce el mismo origen, e incluso entre los asesores del dirigente de la UOM Augusto Timoteo Vandor había cuadros de origen trostkista.

Según Denaday aparecen dos claves: el trotskismo es un movimiento político definido por una ideología fuertemente obrerista en términos sociológicos, que explica la táctica del "entrismo" ensayada por Moreno. Y el otro elemento significativo, es que el trotskismo nació como una corriente que cuestionaba al imperialismo norteamericano y europeo pero también la "degeneración burocrática" de la Unión Soviética. La revalorización trotskista de la "liberación nacional", tal como lo destacó Trotsky en su estadía mexicana, lo acercó a los movimientos nacionales, y al "tercerísmo" peronista, que se distanciaba de los dos imperialismos (EEUU y la URSS) y proponía el desarrollo de un movimiento de países "no alineados".

Asimismo, Bardoneschi no renegó de lo aprendido en su experiencia trotskista. No se propuso en ningún momento diluirse en un movimientismo peronista, sino que desarrolló una fuerte cultura de "orga", con un carácter notablemente sectario. Por estas características muchos los caracterizaban como trotsko-peronistas.

Énfasis en la formación de cuadros.

Al igual que otros grupos juveniles peronistas durante la dictadura de Ongania participaron del Luche y Vuelve y tuvieron un pie en las ideas de lucha armada. Pero finalmente Encuadramiento dirigió su esfuerzo a la formación de cuadros, con algunas particularidades especiales como los grupos de convivencia y los meses de instrucción mezcla naval y política en las islas del delta.

El 28 de noviembre de 1971, Miguel Bonasso desde las paginas de La Opinión tituló “Realizaran un acto 'los demetrios' un esotérico grupo justicialista” y dentro de la nota se refiere a que “reclutan sus militantes entre jóvenes de clase media y aun de la alta burguesía...sus practicas incluyen una dieta “macrobiotica” similar a la que practican los hippies, que incluye abundante consumo de porotos”. La explicación real, es que en largas estadías en las islas, los porotos resultaban un alimento barato y nutritivo para su frugal economía.

Según cuenta Nestor Ortiz en su libro ¿Peronistas de Peron?, por el hecho de que sus principales dirigentes eran de origen judío, recibían acusaciones de pertenecer al Mossad (la agencia de inteligencia israelí). Desde la izquierda eran vistos también como un grupo de derecha.

El rol que se planteó el Encuadramiento fue organizar a esos sectores medios que se incorporaban masivamente a la vida política en la lealtad a Perón y a la doctrina justicialista. Rechazaban el accionar armado de la guerrilla FAP-FAR y Montoneros, pero hasta 1973 mantenían buenas relaciones con la llamada Tendencia Revolucionaria. Hasta que un hecho muy violento, tensó para siempre la relación con Montoneros

Errores que se convierten en tragedia.

Suelo repetir en mis notas que cuando la política toma el camino de la violencia, lo que hasta ayer eran errores políticos, se convierten en errores militares, que cuestan vidas propias y ajenas. Que la violencia no es un juego y que las agresiones generan reacciones que luego escalan en espiral.

El líder de Encuadramiento de Rosario era Rubén Chacho Contesti, quien con 26 años, había sido electo diputado nacional. En la madrugada del 30 de marzo de 1973, alguien de la organización Montoneros puso una bomba y tocó el timbre, en la puerta de la casa de la familia Contesti. La madre del joven, Orlanda Tiffis de Contesti, de 52 años, fue quien abrió la puerta y falleció a causa de las múltiples heridas recibidas por la explosión.


Carlos Gianella, por entonces miembro de la conducción de Encuadramiento, recuerda que tomaron contacto con dirigentes montoneros de Capital quienes asumieron el hecho como un grave error del grupo de Rosario, e incluso le dieron el nombre del responsable a quien supuestamente degradaron.

Gianella recuerda, que por el momento político que se estaba viviendo, 20 días despumes del triunfo de Campora, Encuadramiento no hizo una denuncia publica del hecho, ni tampoco tomó ningún tipo de represalia o venganza, porque estaban fuera de la acción violenta. Pero, sin dudas, a las diferencias políticas que tenían con Montoneros, ahora le sumaban el agravio de una muerte gratuita, lo que rompió las buenas relaciones entre ambos agrupamientos.

¿Isabelistas o peronistas?

El relato instalado de los años 70 ha dejado con muy mala prensa la figura de Isabel Perón. Mas allá, de los errores y dificultades que Isabel tuvo para afrontar un gobierno que ya se le hacía muy difícil de llevar al mismo Perón, la leyenda negra sobre Isabel esta fomentada por la historiografía pro-montonera para justificar grave error político de alzarse en armas contra un gobierno constitucional elegido por el 62% de los votos.

Es cierto que el gobierno no pudo controlar la ola de violencia que afecto el país de fines de 1974 a marzo del 76. No pudo controlar a las bandas de derecha que eran digitadas por la inteligencia militar, en las que participaban grupos como la CNU y algunos marginales del sindicalismo y policías. Bandas que en ciertos lugares actuaban bajo protección militar y policial. Como tampoco el gobierno pudo controlar el accionar de la guerrilla del ERP y Montoneros que tuvieron en esos meses su máximo desarrollo militar.


En esta situación política absolutamente polarizada aquellos grupos juveniles, que intentaban defender al gobierno, con mayor o menor convicción, como Guardia de Hierro, el FEN, la JP Lealtad , Encuadramiento y algunos de izquierda como el FIP de Abelardo Ramos y los maoistas del PCR, se les colgó el sayo de “isabelistas y lopezrreguistas”. Aunque en muchos casos militantes de estos grupos fueron asesinados por esas bandas de derecha.

El cruel asesinato de los jefes de Encuadramiento.

El 11 de abril de 1975, tres miembros de la conducción de Encuadramiento, Demetrio Tarazzi, Rubén René Federico y Simón Schumovich fueron secuestrados y asesinados. Sus cuerpos aparecieron semicarbonizados adentro de un automóvil estacionado en Parque Centenario.

En esos días Encuadramiento había juntado diez mil firmas en apoyo a una solicitada de la 62 Organizaciones Peronistas que cuestionaban fuertemente a López Rega. Luego de una reunión en el Senado con Afrio Pennisi, salieron en auto hacia la UOM a llevar las firmas y a partir de allí se perdió su rastro. En su libro, Néstor Ortiz señala como responsable del crimen, a un custodio de la UOM, que luego tuvo un trágico final. Pero Gianella recuerda que Lorenzo Miguel fue el primero en solidarizarse con ellos, atento a la coincidencia política de ese momento. La paradoja es que luego de sufrir tan brutal asesinato de sus jóvenes dirigentes, la historiografía de izquierda sigue señalando a Encuadramiento como lopezrregistas.


Tres meses después por la presión del movimiento obrero López Rega perdió sus cargos y se fue del país. Pero, sugestivamente los asesinatos producidos por las bandas de derecha, siguieron su curso. Esto indica que Jose López Rega, no era el jefe máximo o único responsable del accionar de estas bandas. Las que “por arte de magia” cesaron automáticamente su acción pública el 24 de marzo de 1976. Como dije antes, estas bandas tenían una dirección común, que era la inteligencia militar que las usó para fomentar el caos y preparar las condiciones del golpe.

Encuadramiento siguió apoyando al gobierno de Isabel Perón, hasta el mismo 24 de marzo de 1976. Una veintena de los dirigentes y militantes fueron detenidos la noche del golpe, en lo que Videla llamo “operación bolsa”. Todos después de permanecer una temporada de cárcel, fueron recuperando su libertad. Máximo Agoglia de La Plata fue asesinado el 20 de marzo de 1976 en la puerta de su casa, en un operativo del ejercito.

Una solicitada del 31 de marzo de 1975 que llevo por titulo “La juventud argentina de pie junto a los trabajadores de la patria” esta firmada por todos los dirigentes nacionales del Encuadramiento:

Carlos Díaz, Cristina Jiménez, Carlos Mata y Rubén Santander del Chaco; Víctor Balbuena y Norma Ríos de Corrientes; Edison Boggino, Juan Contesti, Rubén Contesti y José Lavallen de Santa Fe; Luis Cobasi, Humberto D' Alessandro, Héctor Gómez y Estela Heredia de Córdoba; Elías Álvarez, Rodolfo Araya, Waldo Carrizo y Bibiano Quiroga de San Juan; Ernesto Ortiz de Mendoza; Néstor Ortiz y José Pieruggini de Río Negro; René Federico, Pablo Flores, Roberto González, Lucía Larison de Prabaldi y Simón Schumovich, Capital Federal; Osvaldo Ameiro, Miguel Ángel Costa, Horacio Ducos, Oscar Farías, Miguel Fuentes, Martín Guido Méndez, Gustavo Sobrero y José Wan de Buenos Aires; Máximo Agoglia y Roberto Formigo de La Plata.

En síntesis Encuadramiento de la Juventud Peronista mas conocidos como “Demetrios” , fue otro grupo juvenil del peronismo que lucho por el retorno de Perón, que no escapó a las tensiones políticas de la época y también sufrió las consecuencias la violencia de los años 70, pero que cumplió un importante papel en la historia que merece ser recordado.

Recientemente se han publicado dos libros: “La vida es Perón: historia del Encuadramiento de la Juventud Peronista” de Alfredo Mason, Carlos D. Gianella y Susana Shanahan y ¿Peronistas de Peron? de Néstor Ortiz. Ademas del interesante trabajo del historiador Juan Pedro Denaday ubicable en internet.

Aldo Duzdevich (*) El columnista es autor de Salvados por Francisco y La Lealtad-Los montoneros que se quedaron con Peron.

PUBLICADO EN DIARIO LA MAÑANA DEL NEUQUÉN.

Domingo 29 de enero del 2023.

Imagenes: Diario La Mañana del Neuquén.

https://www.lmneuquen.com/encuadramiento-la-juventud-peronista-los-demetrios-n989296