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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

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“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

lunes, enero 16, 2023

El radicalismo y sus fuentes ideológicas.

 

Por Diego Barovero.

Hace pocos días el doctor Alberto Benegas Lynch escribió un artículo para otro matutino histórico de la Capital, en el que señalaba la necesidad de que la UCR retorne a sus fuentes ideológicas liberales. Sin perjuicio del respeto por sus ideas, me propongo rebatir algunos conceptos del reputado columnista liberal.

LEANDRO ALEM.

Sostiene que Leandro Alem fue un doctrinario liberal lo que es a mi juicio sino inexacto, incompleto. Alem y la mayoría de los fundadores del radicalismo abrevaron en el liberalismo político, fundamentalmente sarmientino (a quien acompañaron en su último intento por acceder a la presidencia en 1880) ya que provenían del Partido Republicano que fundaron en 1877 Alem, Del Valle y Sáenz Peña, entre otros.

Benegas Lynch hace hincapié en las ideas librecambistas de Alem citando artículos periodísticos e intervenciones parlamentarias de éste, omitiendo las muchas otras en que el citado Alem y sobre todo su amigo, correligionario y compañero de banca Aristóbulo del Valle juzgaban críticamente el liberalismo económico del sistema conservador oligárquico sobre todo del período de Juárez Celman y sostuvieron posiciones proteccionistas hacia bienes del Estado y de la incipiente industria.

No puede negarse que del Valle, Alem y los fundadores del radicalismo representaban las ideas liberales consagradas en la Constitución Nacional de 1853 (piedra basal del liberalismo argentino) sobre todo en lo atinente al régimen republicano y representativo de gobierno, basado en el sufragio popular como fuente legitimadora, de allí que ante la desnaturalización del sistema democrático por parte de los gobiernos conservadores consideraron vital crear un nuevo partido que se opusiera al estado de cosas imperante, la Unión Cívica primero (1890) y UCR después (1891), sus profundas convicciones liberales democráticas los llevaron a construir el partido que sería herramienta fundamental de la democratización de la vida institucional argentina.

HIPOLITO YRIGOYEN.

Párrafo aparte merecen las a mi juicio incorrectas acusaciones formuladas por Benegas Lynch contra Hipólito Yrigoyen, sólo fundadas en su conocida animadversión hacia la persona, liderazgo y obra del gran caudillo radical, por ello contraponemos la trayectoria del primer presidente democrático argentino, que a la muerte de Alem dotó a la UCR de una estructura y organización que le permitió en dos décadas y desde el llano, sin usar recursos públicos ni recurrir a discursos demagógicos obtener la mayoría electoral que la llevó al gobierno de la República, desplegando una acción reparadora y enriqueciendo el concepto democrático con el de la inclusión social "la democracia no consiste únicamente en la garantía de la libertad política, implica para todos la posibilidad de conseguir un mínimum de felicidad siquiera" (ver `El Pensamiento Escrito' de HY).

Sus dos gobiernos y el de su sucesor (a cuya elección consagró su labor el propio Yrigoyen) Marcelo Torcuato de Alvear fueron ejemplos de democracia social en los que se conjugó la vigencia de la República democrática con sus principios y valores, así como los avances en materia socioeconómica en un sano y virtuoso equilibrio entre liberalismo e intervencionismo estatal para asegurar progreso, desarrollo y bienestar.

SEVERAS CRITICAS.

El autor formula severas críticas a dos aspectos de la gestión de gobierno de Yrigoyen, por un lado al recurso de las intervenciones federales a provincias de las que diremos únicamente que fueron realizadas en virtud y ejercicio de la atribución presidencial prevista por la propia Constitución Nacional para asegurar el federalismo y la división de poderes; por otra parte respecto en cuanto a la represion de la violencia social durante la llamada "Semana Trágica" de enero de 1919, acerca a Benegas Lynch con los defensores y propagandistas del anarquismo, que con su accionar violento buscaba la disolución del Estado argentino y su sistema de gobierno constitucional, por lo que la labor del presidente Yrigoyen y del general Luis Dellepiane (que comandó la represión y devolvió el orden y la tranquilidad a la Capital)estuvo enmarcada en la continuidad de la Nación en riesgo.

También señala el autor de la mentada nota que el radicalismo para volver a sus fuentes principistas debería renunciar a la Declaración de Avellaneda (1945) y a su adhesión a la Internacional Socialista, menciones estas que arrojan un cierto tufillo maccarthista más bien producto de sus propios prejuicios ideológicos.

Ambas circunstancias históricas, separadas entre ellas por más de medio siglo; la primera -se ha dicho- fue producto de un congreso de la facción intransigente realizado en la ciudad bonaerense (de allí su nombre) en el año de la finalización de la II Guerra Mundial, recogió las ideas imperantes por entonces en la Europa de posguerra, sobre todo procedentes del Laborismo británico, en que se buscó compensar el peso del capitalismo con la introducción de normas que regularon principios y derechos tendientes a una mayor integración social.­

Esas posiciones mediando un profundo debate fueron incorporadas por la Honorable Convención Nacional de la UCR (1948) al acervo ideológico radical a través de la Profesion de Fe Doctrinaria y las Bases de Acción Política.

En cuanto a la incorporación a la Internacional Socialista (de la que la UCR ya era miembro observador en los años '80 del siglo XX) también fue producto de un arduo debate, saldado finalmente por el máximo organismo partidario (HCN) a mediados de la década de los '90 y cabe resaltar que el agrupamiento internacional está integrado en su totalidad por partidos democráticos cuyo ideario se basa en las premisas de la libertad política y la búsqueda de la igualdad social sin ningún vínculo ni compromiso con estructuras autoritarias ni totalitarias ni violentas.

FIRME COMPROMISO.

Por otro parte y para finalizar valga decir que a través de más de 130 años de trayectoria la UCR desde el llano y desde el gobierno en las administraciones presididas por Hipólito Yrigoyen, Marcelo de Alvear, Arturo Ilia, Raúl Alfonsín y Fernando de la Rúa, ha demostrado un compromiso firme e irrevocable con la defensa de las ideas de la libertad, la plena vigencia de los derechos humanos, la democracia representativa, el pluralismo político, la división de poderes y el federalismo que son principios pétreos de nuestra Constitución Nacional, lo que se dice un auténtico programa liberal.

Diego Barovero * Presidente del Instituto Nacional Yrigoyeneano.

PUBLICADO EN DIARIO LA PRENSA.

https://www.laprensa.com.ar/524878-El-radicalismo-y-sus-fuentes-ideologicas.note.aspx

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