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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

“
"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

lunes, julio 31, 2023

Hoy se va Julio...

 

Se postuló para Jefe Comunal el Dique Ameghino y no lo votó nadie.

 


Se postuló para Jefe Comunal el Dique Ameghino y no lo votó nadie.

En la localidad chubutense de Dique Ameghino, la lista del partido Renovación y Desarrollo encabezada por Mauricio Néstor Martínez obtuvo cero voto, inédito en la provincia.


La lista 1005 del partido Renovación y Desarrollo, encabezada por Mauricio Néstor Martínez, finalizó con cero voto en la elección a jefe comunal de Dique Ameghino, en Chubut. Implica que ni el propio candidato depositó en la urna la boleta con su nombre.

 

Ninguno de sus vecinos del poblado rural decidió elegirlo para presidir la comisión comunal del pueblito Dique Ameghino, en la provincia de Chubut.

 

De los 120 sufragios registrados en total, la Alianza Juntos por el Cambio cosechó 99 mientras que entre blanco, nulos, impugnados y recurridos sumaron 21.

Salvo que se tratara de un error de conteo, sería un caso inédito en la historia electoral de Chubut

 

El partido provincial “Renovación y Desarrollo”, liderado por Claudio Paredes, había presentado en conferencia de prensa los candidatos a las intendencias del valle para las elecciones del pasado domingo 30 de julio en Chubut.

 

Paredes destacó la importancia de unir a los candidatos del valle de Chubut e indicó que la intención es “dejar de lado el regionalismos, pero es una realidad” e indicó lo “importante de lo trasversal del caudal del río”, porque “siempre se hace la defensa del agua, no a la minería, pero se habla poco muchas veces de qué se va a hacer con el río, y los beneficios que pueden llevar para cada localidad".

 

Finalmente añadió que "para eso están ellos que son los que viven en los lugares. entonces es importante que ellos (los candidatos) puedan reforzar cada propuesta que va en la ideología y la gran desocupación que están pasando los pueblos”.

 

Martínez quedó mudo y su participación en la urna, lo mismo.

Publicado en EL CHUBUT.

https://www.elchubut.com.ar/politica/2023-7-31-18-27-0-se-postulo-para-intendente-del-dique-ameghino-y-no-lo-voto-nadie

***

Cuentan que en las elecciones de marzo de 1973, en las presidenciales, que la Nueva Fuerza ("los argentinos queremos goles") partido político fundado por el Ing. Álvaro Alzogaray que llevaba como candidato a Julio Chamizo para Presidente y Raúl Ondarts como vice; con una gran inversión publicitaria para un 2% de los votos. En Regina tenía fiscales de mesa y en una de ellas saca la Nueva Fuerza de Chamizo 0 votos con las cargadas de los otros fiscales de mesa. Ni el mismo fiscal lo votó...

domingo, julio 30, 2023

A 50 AÑOS DE LA MUERTE DE UN SACERDOTE QUE LUCHÓ CONTRA LA DERIVA DE LA IGLESIA.

 

A 50 AÑOS DE LA MUERTE DE UN SACERDOTE QUE LUCHÓ CONTRA LA DERIVA DE LA IGLESIA.

Meinvielle, profeta incomprendido.

Escritor prolífico y contrarrevolucionario, tenaz adversario del tercermundismo, fue perseguido, encarcelado y amenazado de muerte. Hoy sufre también el desprecio de la jerarquía eclesiástica, alineada ya con sus acusadores.

Por Agustín DE BEITIA.

En una mañana plomiza y fría, una gran cantidad de fieles, muchos con el corazón partido, según dirían años más tarde, se congregaron el viernes 3 de agosto de 1973 en la iglesia de Nuestra Señora de la Salud, en el barrio porteño de Versalles, para asistir a una misa de cuerpo presente por el sacerdote Julio Meinvielle.

Nada menos que doce sacerdotes concurrieron a la misa exequial, que fue presidida por el arzobispo Juan Carlos Aramburu en un templo abarrotado, el mismo que había sido erigido cuatro décadas antes, sobre las bases de un pequeño oratorio, solo por el tesón del propio Meinvielle (1905-1973).

El sacerdote había sido, en las décadas del 30 y el 40, un querido párroco del lugar y los fieles no lo olvidaban. Eso explicaba la gran concurrencia de aquella jornada, tanto más inusual por ser un día laboral.

El “padre Julio”, como aún muchos lo llaman allí, había aportado su impronta y en parte también su actual fisonomía al barrio. No solo había construido la iglesia sino también el Ateneo Popular de Versalles, un par de plazas y hasta el mercado barrial. Entendía que era esta una forma concreta de ayudar a construir la civilización cristiana, en escala local.

Meinvielle desarrolló esa misión pastoral con el mismo fervor con que se volcó a una intensa actividad intelectual que lo llevó a estar en el centro de las discusiones de ese tiempo.

Apologista, teólogo, filósofo, consagró su vida a denunciar la revolución moderna de los enemigos de la Iglesia contra el orden cristiano.

Era un integrista, en una época en que el integrismo era todavía un ideal, y no un complejo, para la mayor parte del Episcopado argentino. Un contrarrevolucionario, en un tiempo de creciente convulsión. Escritor prolífico, cuando no profético, era además un polemista tenaz. Había corregido, por ejemplo, a los más publicitados pensadores modernistas católicos del momento.

Con los años también se había erigido, finalmente, como un referente obligado dentro del clero en materia de tomismo.

REFERENTE.

Sus cátedras sobre el pensamiento de Santo Tomás de Aquino habían formado a más de una generación. Primero, a través de los famosos Cursos de Cultura Católica, razón por la cual hay quien lo ve como uno de los artífices del renacer de la fe en la Argentina de principios del siglo pasado. Y, después, a través de los llamados “Grupos de la Suma”, clases que daba a los jóvenes, los fines de semana, en la Santa Casa de Ejercicios Espirituales de la calle Independencia, a la cual había sido destinado en los últimos años como capellán.

Su prédica militante iba a contrapelo del nuevo espíritu del tiempo, por lo que pagaría un costo alto, al punto de ser perseguido, preso y amenazado de muerte.

Al momento de su muerte era, por todo esto, una figura muy relevante de la Iglesia en nuestro país. Y, aun cuando fuera uno de los más duros contendientes del tercermundismo, igualmente era respetado por algunos de ellos, tal vez por esa bondad en el trato, ese rasgo de caridad, que siempre se le reconoció.

No es extraño, por ese motivo, que en aquella misa exequial se viera llorar por igual a dos figuras tan distantes entre sí como el padre Carlos Mugica y un sacerdote recién ordenado que había estudiado en los Grupos de la Suma, Héctor Aguer, según contó a La Prensa Augusto Padilla, testigo de lo ocurrido.

Al terminar la misa, un viejo feligrés, don Angel Tacchela, ofreció unas sentidas palabras sobre el sacerdote. En esencia, Tacchela destacó que “Versalles no había conocido al teólogo ni al polemista. Conoció al padre Julio, que llegó solo con su negra valija en mano cuando el barrio era un descampado y erigió una iglesia”, resumió Padilla, quien mantuvo un trato cercano con el sacerdote durante quince años y hoy lo considera “un padre espiritual”.

Meinvielle sería inhumado esa misma mañana en el cementerio de la Chacarita, donde el filósofo Carlos Sacheri, uno de sus más conocidos discípulos, trazó un memorable perfil intelectual. Habló de “una figura excepcional”, de esas que jalonan el itinerario de una nación; de un hombre que reunía las cualidades propias de la vida contemplativa y de la vida activa en una síntesis pocas veces vista; y de un sacerdote con la vocación del “filósofo cristiano”, dedicado a profundizar y difundir la Verdad cristiana, pero cuya militancia y obra intelectual habían sido más difundidas que comprendidas. Apreciación, ésta última, que da una notable clave de lectura.

Meinvielle había entregado su alma al Señor el día anterior tras una dolorosa agonía de varios días en la porteña Clínica San Camilo. Hasta allí había sido trasladado luego de que un vehículo lo atropellara dos semanas antes en la avenida 9 de Julio a poco de salir a pie de la Santa Casa de Ejercicios Espirituales.

Un fatal accidente, según la convicción general, incluso entre sus propios seguidores. Sin embargo, a cincuenta años del hecho, no todos están convencidos de lo mismo, según refiere en un diálogo con La Prensa el presbítero Carlos Hidalgo, quien está indagando en la vida y la obra del padre Julio para una tesis de doctorado en Filosofía en la Pontificia Universidad Católica (UCA) que llevará por título La Cristiandad en el pensamiento de Meinvielle.

Las dudas sobre la muerte, y las sospechas que cada tanto vuelven a aparecer sobre un posible crimen, perpetrado por alguna facción ideológica enfrentada con el sacerdote, no son ajenas a su investigación. Según cuenta, a todas las personas que entrevistó hasta ahora les preguntó sobre la muerte del presbítero porque, “como sabemos muy bien”, fue “bastante extraña”.

“Meinvielle -recuerda Hidalgo- no sólo había sido amenazado de muerte” sino que, desde que dejó Versalles para vivir en la Santa Casa de Ejercicios Espirituales, “varias veces fue baleada la puerta de ingreso en el sector donde él residía, razón por la cual debieron cambiarla”.

Otra “circunstancia extraña”, señala Hidalgo, es que “no lo atropelló cualquier persona, sino el chofer del intendente de Buenos Aires”. Y, por último, añade, hay quienes recuerdan que más o menos por la misma época había muerto en otro atropello similar el vocero de otro sacerdote “de buena línea”.

PREDICAMENTO.

Sin embargo, pese a las amenazas y las sospechas sobre su muerte, el padre Hidalgo considera que el hecho de que la iglesia estuviera llena durante sus exequias es todo un símbolo del predicamento y de lo influyente que había llegado a ser el padre Meinvielle.

“En el barrio era muy influyente porque él lo hizo todo allí. Bastaría pensar en las dos escuelas, la plaza, el mercado, la creación de los boy scouts, su labor asistencial”, dice. “El plasmó en el orden práctico, en su barrio, lo que sostenía sobre la Cristiandad”, confirma.

“En la Cristiandad -explica-, la Iglesia fue el origen de todas las instituciones del orden civil y del orden educativo. Eso mismo él lo trasladó al ámbito parroquial”.

Pero su predicamento excedía al ámbito barrial y se extendía hacia el interior del clero, algo que se explica, en parte, porque él vio antes que nadie la gran crisis, y en parte porque Meinvielle “tuvo mucho que ver con la formación de sacerdotes”, según el padre Hidalgo. Más aún, hay testigos de que “pagaba de su propio peculio para que los sacerdotes pudieran ir a Roma a doctorarse”, precisa.

Sobre su incidencia en la formación de sacerdotes, el presbítero menciona, por caso, que el famoso Seminario de Paraná, que buscó garantizar la enseñanza tradicional, nació “apadrinado por Meinvielle”. Y cuenta que su misma creación se decidió durante una reunión en su casa, a la que asistieron el padre Luis María Echeverry Boneo, el padre Alfredo Sáenz, y monseñor Adolfo Tortolo, entonces arzobispo de Paraná y presidente del Episcopado.

En esa reunión, según Hidalgo, “cuando Tortolo dio su visto bueno a la creación del seminario, Meinvielle le hizo la siguiente pregunta a quemarropa: ‘¿usted no nos va a traicionar como hizo Bolatti, no?’ Porque el seminario había funcionado un año en Rosario y monseñor Guillermo Bolatti, entonces arzobispo de Rosario, había dispuesto su cierre ante el levantamiento de los tercermundistas”.

“Meinvielle era un sacerdote muy ligado al nacionalismo católico y a la resistencia cultural, a la contrarrevolución cultural”, comenta Hidalgo. “Pero hay sacerdotes que uno identificaría con una línea progresista, que apreciaron también la obra del padre. Un ejemplo es monseñor (Carmelo) Giaquinta y otro es el padre Mugica”, ilustra.

Mugica, por esos años, estaba en un proceso de revisión personal, tras haber sido una inspiración para la célula fundacional de Montoneros.

“Hay una anécdota muy interesante de Mugica con el padre Meinvielle”, dice Hidalgo. “Cierta vez, el padre Julio estaba hablando con un novel sacerdote y en eso llegó Mugica desencajado. Le dijo: padre, necesito hablar con usted con urgencia. Y lo que este sacerdote alcanzó a escuchar es que Mugica agregó: ‘No quiero morir fuera de la Iglesia’”, afirma.

“Entonces -continúa-, ambos pasaron a otro lugar aparte. Cuando salió Mugica, parecía otra persona, según el testimonio de este sacerdote joven”.

“Lo que se interpreta -dice Hidalgo- es que Mugica quería salir del tercermundismo en el cual estaba metido y sabía a quién ir a pedirle ayuda. Seguramente estaba ya amenazado de muerte, amenaza que luego se concretó, y quería salir de esa situación. Por eso Mugica tenía una relación estrecha con Meinvielle”.

Pero, aunque pudiera ser apreciado, el hecho es que fue perseguido, encarcelado y amenazado de muerte. “No solo eso -acota Hidalgo-: en cierta época incluso el arzobispo le prohibió escribir. Así que lo soportó todo”.

En cuanto a quiénes eran sus perseguidores, Hidalgo remite a las memorias de Meinvielle del padre Buela, que fue otro de sus discípulos. “Buela dice que cuando al padre Julio le preguntaban eso, respondía: ‘las calumnias de los judíos me honran’. El padre apuntaba en esa dirección”, sostiene.

Pero eso no significa que fuera antisemita o antijudío, aclara el padre Hidalgo, quien desestima esas acusaciones tantas veces repetidas, incluso en la literatura que pretende pasar por científica o seria.

NO TIENEN FE.

“Se trata -dice- de la falacia conocida como Reductio ad Hitlerum, que consiste en asociar a alguien con el líder de la Alemania nazi y suponer después que ya nada más se tiene que argumentar. Un falso razonamiento que, con un cliché, quiere descalificar al pensador”.

Hidalgo no duda en afirmar que, “a pesar de que esta literatura aparezca con el nombre de científica, especializada o seria, es una literatura superficial. Porque sus autores no han leído, no conocen el pensamiento del padre Julio acerca del judaísmo”.

“Hay que decir, ante todo, que el padre tiene una visión teologal de la historia”, explica. “Su marco de referencia es el pensamiento de San Agustín, es La Ciudad de Dios. Esto es desconocido por todos los críticos porque son personas que no tienen fe”, concluye.

También monseñor Aguer considera que esas “etiquetas son una tontería”. Aguer dice que “él había estudiado bien el influjo del judaísmo en el orden sociocultural. En esto fue muy original, aunque no muy seguido”.

Meinvielle había empezado a tener cierta proyección como pensador a partir de su temprana crítica a uno de los intelectuales católicos de moda como era el filósofo Jacques Maritain.

Hay indicios, por lo pronto, de que durante el mismo Concilio se leían sus escritos. Esto es algo que menciona al pasar, por ejemplo, el historiador italiano Roberto De Mattei en su libro Concilio Vaticano II. Una historia nunca escrita.

“Sí, la crítica a Maritain fue fundamental”, admite Hidalgo. “El primero que se dio cuenta de los problemas de Maritain fue el padre. El le hizo ver esos problemas nada menos que al teólogo francés Réginald Garrigou Lagrange. Y también a otros, como el padre Osvaldo Lira, de Chile”.

No sería la única vez que corregiría a alguno de los intelectuales católicos del momento. Lo mismo hizo con el religioso y filósofo Pierre Teilhard de Chardin, el teólogo dominico Yves Congar o con el teólogo alemán Karl Rahner.

El Concilio Vaticano II y la crisis que detonó al interior de la Iglesia marcaron los últimos años de la vida de Meinvielle. El veía con claridad cómo la confusión y el clima de ruptura invadían la Iglesia de un modo siniestro y sombrío por el avance del progresismo, convertido en un factor de subversión y de corrupción moral y doctrinal. Y se lanzó a denunciarlo.

Meinvielle, según Aguer, “tenía una visión histórica dogmática sobre el mundo moderno. Un gran influjo había tenido sobre él papa san Pio X, quien había entendido muy bien la malicia del modernismo”.

En la Argentina, él fue uno de los que se levantó en defensa de la visión tradicional. Aparece siempre como uno de los grandes antagonistas de los sacerdotes tercermundistas, sobre todo en los debates que hubo al respecto en el clero porteño en 1971.

“Meinvielle escribió numerosos artículos contra los sacerdotes tercermundistas” apunta Hidalgo. “Son artículos un poco desconocidos. Lo que ocurre es que, de la obra del padre, conocemos los textos más públicos. Ni siquiera se sabe cuántos opúsculos tiene o en cuántas revistas escribió”, añade el presbítero, quien enumera a modo de ejemplo las revistas BalcónNuestro TiempoPresencia y Diálogo. “Además de eso están sus libros. Los principales serán unos treinta”, calcula. “Es una intensa actividad propagandística e intelectual”.

PROBLEMAS.

El clima de confusión creciente tendría para él su costo, como queda dicho. Los problemas para el padre, en realidad, ya habían comenzado en vida, como demuestra el hecho de que un arzobispo le hubiera prohibido escribir en alguna época.

Al respecto, monseñor Aguer opina en diálogo con La Prensa, que Meinvielle era en efecto muy influyente pero su predicamento no era tanto en el clero porteño, al que define como “mediocre, conservador”, y donde el padre “descollaba”.

Con el paso del tiempo, después de su muerte, su figura empezaría a ser menospreciada; su integrismo, tratado como una antigualla, y su visión sobre el comunismo, tachada de paranoica o inspiradora del militarismo.

A diferencia de lo que ocurría en vida del padre Julio, cuando el Episcopado respondía a la línea marcada por monseñor Tortolo, hoy la jerarquía eclesiástica toma distancia de Meinvielle y de su pensamiento, algo que parece hablar más de la deriva que sufrió la Iglesia en los últimos años que de la obra del sacerdote.

OTRA VISION.

En eso está de acuerdo el padre Hidalgo, quien corrobora que “el cambio de paradigma viene dado por un cambio de visión acerca de la misma tradición católica”.

El núcleo de su pensamiento es la denuncia sobre el avance de la revolución anticristiana. “Eso lo dice Sacheri, que fue su principal discípulo y que después murió mártir”, corrobora el padre Hidalgo, quien acota además el carácter anticipatorio que tuvo esa reflexión.

“El padre Julio denunció las tres escalas de la revolución anticristiana (protestante, iluminista, bolchevique) ya desde los años ‘30”, puntualiza.

“Es lo que el papa Pío XII sintetizó después en un discurso que pronunció en 1952: el hombre reducido a animal, después a su parte viviente, y después el hombre en cuanto es. Es la degradación del ser humano que hicieron las revoluciones: primero la luterana, después la francesa y por último la bolchevique”, enumera Hidalgo.

“Hoy, ciertamente, hay una mirada distinta de la falsa Iglesia hacia el mundo”, continúa.

“Esto Meinvielle lo analiza en la obra La Iglesia y el mundo moderno. Y por otro lado expresa una visión igual de las cosas, pero desde otra perspectiva, en De la cábala al progresismo. Son las dos últimas grandes obras del padre”, comenta.

“En la primera hay una suerte de reconciliación de la falsa Iglesia con el mundo y en la segunda hay un ingreso de la cábala judeognóstica a través del pensamiento de la Iglesia progresista”, dice Hidalgo. “Y en las dos obras analiza la figura de un papa ambiguo”, añade.

Esa capacidad de ver las cosas antes que los demás ha sido muchas veces comentada. “Esta es una de esas ocasiones”, asiente el padre Hidalgo, quien matiza que “a veces se equivocó” pero corrobora que tuvo algo de profético.

“Lo dice el mismo Castellani”, abunda. “En una famosa carta que imagina entre Meinvielle y el cura Brochero, pone en boca de este último: ‘Haga una profecía de esas que usted sabe, con esa linda labia que Dios le dio’”.

Sobre la última etapa de su producción intelectual y lo que estaba escribiendo, Hidalgo responde: “Por lo que dicen, él quería refutar la teología de Karl Rahner. Tiene opúsculos sueltos contra Rahner que el padre Cristian Ferraro ha editado con la Editorial Santiago Apostol. Pero esa obra quedó inconclusa”.

Las denuncias de Meinvielle contra los enemigos internos de la Iglesia, su desvelo por preservar la doctrina íntegra y por restaurar la civilización cristiana, son más necesarios hoy que nunca. Demuestran la actualidad de sus palabras. Del mismo modo que aquella Iglesia progresista que él entrevió, que ya no hablaría de lo sobrenatural, hoy se puede ver con nítida claridad, nos rodea. No podía esperarse que esta nueva Iglesia que se va configurando a paso acelerado, y que él denunció hace ya cincuenta años, lo comprendiera.

En la agonía, esperanza sobrenatural.

Alguna vez había anticipado el padre Julio Meinvielle que, aunque el Anticristo nos aplastara la cabeza, tendríamos que seguir confesando a Cristo, y algo de esto puede decirse que cumplió él mismo, cuando yacía en la Clínica San Camilo, con los huesos rotos, poco antes de expirar. Es lo que sugiere una anécdota que trae a la memoria el padre Carlos Hidalgo, quien está escribiendo una tesis de doctorado sobre Meinvielle, durante una entrevista con La Prensa.

Hidalgo reproduce un sobrecogedor diálogo que se produce entre Meinvielle y el padre Raúl Sánchez Abelenda (1929-1996), otro sacerdote tradicionalista, muy cercano al padre Julio, quien sería designado al año siguiente decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.

“Meinvielle -dice Hidalgo- se encontraba en la Clínica San Camilo en los últimos momentos de vida, pero estaba lúcido y estaba bien”.

“El padre Sánchez Abelenda le preguntó entonces si entendía la situación en la que estaba, la gravedad del momento que estaba pasando, a lo que el padre dice: ‘sí, sí, perfectamente’”, cuenta Hidalgo.

“Y entonces -continúa su relato- el primero preguntó: ‘¿qué nos deja, padre, en caso de que usted se vaya, como testamento, como última palabra?’”

“El padre Julio le dice: ‘¿qué querés saber?’ Ante esta pregunta, Sánchez Abelenda responde: ‘Concretamente quiero saber si la Argentina tiene solución’. Entonces el padre le dijo: ‘humanamente no’. “Pero el primero insiste: ‘si me subraya, padre, la palabra humanamente, quiere decir que sobrenaturalmente sí”, añade Hidalgo.

“‘Sobrenaturalmente sí’, le dice Meinvielle”, siempre según esta reconstrucción.

“‘¿En qué podemos fundar esa esperanza?’, vuelve a preguntar el primero”. Y la respuesta del padre Meinvielle fue: “‘En una sola cosa que queda: la devoción del pueblo cristiano a la Virgen’”, concluye Hidalgo.

Publicado en Diario LA PRENSA.

https://www.laprensa.com.ar/532714-Meinvielle-profeta-incomprendido.note.aspx

Hallaron más de 5 mil animales muertos en las costas de Uruguay.

 

Los animales muertos aparecieron en las playas de Montevideo, Canelones, Maldonado y Rocha.


Aparecieron distintas especies en las playas de Montevideo, Canelones, Maldonado y Rocha. Las autoridades del Ministerio de Ambiente del país indicaron que el principal motivo es la falta de alimentación por la sobrepesca en esta zona marítima.

Hace unas pocas semanas comenzaron a aparecer decenas de animales muertos en las playas de Montevideo, Canelones, Maldonado y Rocha en Uruguay. En su mayoría, son pingüinos de Magallanes que emigran del sur argentino hasta las costas brasileñas.

Según la organización SOS Fauna Marina, son más de 5.000 los ejemplares hallados, entre los que también se encontraron tortugas marinas, albatros, gaviotas, lobos marinos, petreles, gaviotines y delfines.

El Ministerio de Ambiente del país vecino tomó muestras de 20 pingüinos encontrados sin vida en las playas de Maldonado y descartó la posibilidad de que fueran portadores de gripe aviar. 

Sin embargo, lo que más llamó la atención de los profesionales fue el hecho de encontrar el estómago e intestino de los pingüinos vacíos.


Las causas de las muertes de los animales en Uruguay.


Según los expertos, esto indicaría que los animales estuvieron muchos días sin comer y esa puede ser una de las razones de su muerte, ya que sin energía para nadar miles de kilómetros los animales llegan a las costas simplemente para morir. Además, la alimentación es clave para mantener las capas de grasa que los protegen de las bajas temperaturas del mar.

Por otro lado, la principal causa de muerte en el caso de las tortugas marinas fue la pesca, según informó el ente. Todavía se desconoce la razón de la muerte de las otras especies.

El director de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos de Ambiente del Ministerio de Ambiente uruguayo, Gerardo Evia, señaló en una nota de Infobae que los resultados “indican un estado de desnutrición de los ejemplares, en muchos casos juveniles y algunos otros hallazgos vinculados con parásitos y gastroenteritis”.

El organismo sigue realizando estudios para dar con las causas, pero para que no sigan apareciendo animales muertos en las costas de Uruguay o de incluso, Argentina, ambos países tienen que trabajar en las áreas protegidas y evitar que la sobrepesca deje sin alimentación a los animales marinos.


Este contenido fue originalmente publicado en RED/ACCIÓN y se republica como parte del programa ‘Periodismo Humano’, una alianza por el periodismo de calidad entre RÍO NEGRO y RED/ACCIÓN.


Publicado en Diario "Río Negro".

El Evitismo formato sutil del no-peronismo.

 


El Evitismo formato sutil del no-peronismo.

El Evitismo nació en los setenta, como una construcción ideológica de izquierda, confrontativa con el pensamiento de Perón.
Por Aldo Duzdevich.

Hace unos años, escuchando a una joven militante repetir ese remanido discurso del tercer Perón: “facho”, “traidor” y “creador de la Triple A”, le pregunte casi con curiosidad: ¿si vos pensás todo eso de Perón, desde donde te sentís peronista? A lo que respondió “de Evita, yo soy peronista de Evita”.

Bueno, de Evita se pueden decir muchas cosas, pero si hay algo que su carácter insumiso rechazaría con dureza, es que la usen para cuestionar a Perón. Su fanatismo por Perón, llegaba al limite que el mismo Perón la regañaba por exagerada.

En su libro Historia del Peronismo, comienza diciendo: “Para mí la vida empieza el día, en que mi camino, se encontró con el camino del general Perón, día que yo siempre he llamado con orgullo "mi día maravilloso". (…) Nuestro pueblo ha vivido una larga noche, hasta encontrar a un genio como es el general Perón. (…) Nosotros hemos encontrado al hombre; no tenemos ya más que un solo problema: que cuando el hombre se vaya, como dijo nuestro Líder, la doctrina quede, para que sea la bandera de todo el pueblo argentino.”

Es difícil encontrar textos de Evita, que no muestren su absoluta admiración, e incondicional lealtad a Perón.

Existen versiones equivocadas de Evita; algunas sustentadas en frases sueltas (muchas que ni siquiera dijo). Y otras, nacidas de películas, que muestran una Evita de ficción, pintada a gusto e imaginación del guionista. Por ejemplo la de Desanzo personificada por Esther Goris, donde muestran una Evita del látigo, que corrige y sanciona a un Perón timorato y de pocas luces. O la ultima serie de Natalia Oreiro, con muchas licencias del guionista sin sustento histórico. Claro que los guionistas y directores tienen derecho a incorporar elementos de ficción para hacer mas atractiva su película. El problema surge cuando el espectador sale del cine, creyendo que aprendió de historia, y repite como dato histórico, lo que vio en una novela, mezcla de ficción con realidad. Suele pasar en esas discusiones de grupos de wasap, aparecen quienes muestran su erudición histórica, repitiendo cosas que vieron en la “peli”.

Como siempre el remedio es leer… Cosa poco usual, en estos tiempos de Tiktok de 15 segundos.

También está muy de moda la resignificación de los personajes históricos entre ellos Evita. Esta la Evita pro-aborto, la Evita LGTB, y también la Evita beata. Desde el arte se la representa de cientos de modos distintos, algunos que rayan el mal gusto, y la falta de respeto, como el caso de Rep que la dibujó masturbándose mirando fotos de militares, y en diferentes poses sexuales. Hay de todo en la viña del Señor….

Pero volvamos al Evitismo. A partir de 1970 cobran fuerza dentro del peronismo las corrientes mas radicalizadas, vinculadas de los distintos grupos armados, FAP, FAR y Montoneros. En plena dictadura de Onganía sectores medios universitarios ingresan al peronismo y la lucha armada. Salvo las FAP que tiene lazos con el peronismo de la Resistencia de los años 59/60, los demás son militantes con un pasado en la izquierda (caso las FAR) o católicos tercermundistas (caso Montoneros) que “hacen la opción por el peronismo”. Básicamente, la idea de optar por el peronismo, parte de que la mayoría del pueblo argentino, empezando por los trabajadores, se identificaban con Perón y el peronismo. Por lo tanto, la forma de ser aceptados dentro de las masas era enarbolando las banderas de Perón y Evita.

Pero, casi todos los grupos combativos, coincidían en la idea que el peronismo debía radicalizarse y “evolucionar” hacia la ideología socialista. La influencia de la Revolución Cubana, la guerra de Vietnam, el socialismo chino y el contexto de la guerra fría, sugerían como natural el camino hacia “la Patria Socialista”.

Perón alentaba las diferentes formas de lucha contra la dictadura, entre ellas la de los grupos armados nacidos luego del Cordobazo. E incluso incorporaba a su lenguaje la idea del Socialismo Nacional, que para él era el Justicialismo aggiornado, pero cuya ambigüedad deliberada se prestaba a confusión.

Aunque los grupos armados levantaban como consigna, el retorno de Perón, no creían que ese retorno pudiera hacerse por la vía pacifica o electoral. Sino por el triunfo de una revolución violenta al estilo cubano, cuyo destino era instaurar de la dictadura del proletariado. La idea implícita, era: o Perón se convertía en un nuevo Fidel Castro, o no tendría lugar dentro de la revolución triunfante. Esto pre-anunciaba desacuerdos con Perón.

Entonces allí calza la figura de Evita. La de la joven contestataria, ardiente, apasionada, dispuesta a dar la vida por la causa, dura al extremo con los enemigos del peronismo, y amada y venerada por las clases populares. Era el liderazgo contrafáctico que elegían los jóvenes recién llegados al peronismo. Supuestamente de no haber fallecido en 1952, Evita hubiese creado las milicias populares, las mismas que ahora intentaban crear los grupos armados, Evita hubiera empujado a Perón al camino de la revolución socialista. En síntesis “si Evita viviera sería montonera”.

La primera vez que se expuso por escrito estas ideas fue en la revista Cristianismo y Revolución Nº30 de septiembre de 1971. Su tapa mostraba una foto de Evita, con el texto: El peronismo será revolucionario o no será. El texto no iba encomillado, porque en verdad, esa frase no es de ella, pero a partir de allí, repetida cientos o miles de veces, quedó. Como tampoco nunca dijo “volveré y seré millones”. Frase que pertenece a un poema de Castiñeira de Dios. Y, en estos tiempos de fake news, circulan muchas frases que alguien escribe y le pone abajo: Evita. Como dijo Aristóteles: “en internet me hacen decir cada cosa”.

Volvamos a la revista CyR Nº30 en su primer pagina aparece un corto texto titulado “Si Evita viviera, seria montonera”. Luego de hacer referencias sobre su vida y personalidad, cierra con esta definición. “ La verdadera imagen de Evita- no lo dudamos -se proyecta en los numerosos comandos armados que llevan su nombre (…) que repiten su consigna de batalla: si Evita viviera sería montonera. Ellos son los que han recogido su coraje y lo llevan hecho bandera hacia la victoria, es decir, hacia la construcción de la Patria Socialista, en pos de la cual Evita diera su vida.”

La revista Cristianismo y Revolución creada y dirigida por Juan García Elorrio, estuvo en la génesis de la creación de Montoneros. Del grupo de la revista surgió el Comando Camilo Torres dirigido por Fernando Abal Medina y Mario Firmenich, y su distribución en el interior sirvió para crear los lazos, con los otros dos grupos originarios de Montoneros, el de Córdoba y Santa Fe. Por lo tanto era una fiel expresión del pensamiento tercermundista y de los nacientes grupos armados.

En la pagina 27 se reproduce un extenso documento de la Regional Mendoza del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, firmado por el padre Rolando Concatti, titulado “Nuestra opción por el peronismo”. Toda la primera parte desarrolla la idea de que el peronismo era “el mas alto nivel de conciencia y combatividad del proletariado”. A partir de esa definición dice: “La disyuntiva, para quienes quieren participar realmente en un movimiento de cambio radical, no son sino dos: o formar un grupo nuevo sólido, sin fisuras -el partido revolucionario- a cuyo esclarecimiento y fidelidad las masas se irán plegando. O intentar identificarse con la certidumbre del pueblo, allí donde ha llegado a su grado más alto de esclarecimiento y combatividad, para desde allí, intentar profundizar, radicalizar, y proyectar las energías revolucionarias del propio pueblo.”

Casi al final habla de: “Los defectos del peronismo”. Y pone en primer lugar: “ La ausencia de una ideología”: “El concepto de ideología es en el fondo vago y discutido. Pero aquí lo entendemos como “Teoría y Proyecto revolucionario”. La ideología supone el desciframiento de la lucha de clases para no intentar perpetuar una aparente entendimiento que no es sino una ilusión. (…) el peronismo implicó una socialización de hecho, pero por falta de análisis y rigor ideológico no explicitó el proyecto socialista que debe estar expreso en una revolución contemporánea”.

“Perón fue un pragmático un político genial pero en gran medida empírico. (…) Su enorme mérito es haber interpretado y servido al proletariado; pero el líder, el estratega, el político que conduce a los triunfos concretos, no es casi nunca, el mejor analista, el ideólogo más profundo.(...) En este sentido hay que decirlo, la enorme figura de Perón ha sido a la vez la fuerza, y la debilidad del peronismo”.

“Eva Perón comprendió en gran parte esta realidad. Mucho de sus esfuerzos estuvieron dirigidos a suscitar los comités de lucha, la organización combativa y las vanguardias de lucha dentro del movimiento. Pero encontró mil resistencias nacidas quizás de sus propias vacilaciones y de la oposición tenaz de otros sectores, la burocracia partidaria temerosa de una vanguardia organizada y combativa.”

Concluyendo, Perón no era “el mejor analista”, ni “el ideólogo mas profundo” y era “a la vez la fuerza y debilidad del peronismo”. El defecto del peronismo era “la ausencia de una ideología” y esa ideología era “Teoría y Proyecto Revolucionario”, “la lucha de clases”, o sea el materialismo dialéctico marxista leninista. Y, Evita “comprendió en gran parte esta realidad” pero no la pudo llevar a cabo.

Bien hasta aquí, vimos cual era la idea y el proyecto que inspiraban a Montoneros y otros grupos peronistas del sector combativo. Estas definiciones llevarían tarde o temprano a tener diferencias ideológicas con Perón. Entonces para evitar el riesgo de quedar fuera del movimiento peronista, había que levantar la figura de Evita, que supuestamente hubiese empujado a Perón y al peronismo hacia la “verdadera revolución”, que era la Patria Socialista. Había nacido el Evitismo.

Ahora veamos cual era el pensamiento de Evita, sobre la “ausencia de ideología”, la “poca profundidad de análisis de Perón”, y sus ideas respecto la lucha de clases y el marxismo.

Sus nueve clases en la Escuela Superior Peronista de 1951, están publicadas como libro titulado “Historia del Peronismo”. De allí proceden las siguientes frases.

“Nuestro movimiento es el más profundo y maravilloso de todos, porque tiene una doctrina perfecta y un conductor genial como el General Perón.”

“El Peronismo realiza los mejores ideales de los filósofos y conductores de todos los tiempos. De Sócrates, por ejemplo ha tomado el deseo de que los hombres sean justos y buenos; como Sócrates, el peronismo predica la igualdad y la hermandad entre los hombres y el respeto a las leyes, y aspira a una sola clase, que nosotros llamamos la clase de los que trabajan.”

“De Platón y de Aristóteles desechamos los conceptos de clases y de esclavitud que ellos aceptaban, pero, en cambio, aceptamos: sus altos conceptos de la justicia como virtud fundamental del hombre que vive en la sociedad y, como ellos, creemos y sostenemos en la doctrina y en la práctica, de que por sobre la materia lo superior es el espíritu.”

“Lo grande de Perón, es que ha tomado de cada doctrina los conceptos humanos, los conceptos de la seguridad social, los conceptos del respeto a las leyes, los conceptos de la igualdad y de una sola clase. El es un creador; cuanto más leemos la doctrina; más nos damos cuenta de que estamos frente a un hombre extraordinario, un creador que no tiene nada que envidiar a los grandes creadores de la humanidad.”

“Perón ha dicho que su doctrina es profundamente cristiana, que no es una doctrina nueva; que fue anunciada al mundo hace dos mil años (…) Nosotros los peronistas concebimos el cristianismo práctico y no teórico. (...) ¿Y en qué reside? En realizarla como Dios la quiso. Y en eso reside su grandeza: realizarla con los humildes y entre los humildes.”

“Pero nosotros aspiramos a algo más: a comprender, aplicar, realizar y predicar su doctrina, a amar su doctrina.(…) Por eso es grande Perón... Porque nos ha legado una doctrina.(…) El movimiento será permanente si los hombres, a través de él, aun después de haberse ido, siguen teniendo su luz, su bandera y su doctrina. Es por eso que Perón no podrá ser reemplazado jamás dentro de nuestro movimiento peronista, ni ahora ni después.”

Como podemos observar Evita no se proponía empujar a Perón hacia la ideología marxista leninista, y mucho menos sugerir reemplazarlo por una “vanguardia del proletariado”.

Respecto el marxismo en su libro “La Razón de mi Vida” expone:

“La doctrina de Marx es, por otra parte, contraria a los sentimientos del pueblo, sentimientos profundamente humanos. Niega el sentimiento religioso y la existencia de Dios. (…) El marxismo es, además, materialista y esto también lo hace impopular. Además es impopular porque suprime el derecho de propiedad tan profundamente humano.”

“El objeto fundamental del Justicialismo en relación con el movimiento obrero es hacer desaparecer la lucha de clases y sustituirla por la cooperación entre capital y trabajo. El capitalismo, para darle todo al capital, explota a los trabajadores. El comunismo, para solucionar el problema, ideó un sistema de lucha que no terminará sino cuando haya una sola clase social; pero a esto se llega por la destrucción (...) El Justicialismo en cambio quiere también llegar a una sola clase de hombres: la de los que trabajan. Pero no quiere llegar por la lucha sino por la cooperación.”

Bueno, aquí una apretada síntesis del pensamiento de Eva Perón. Se puede estar de acuerdo o no con sus ideas, que son las ideas de Perón y el peronismo. Lo que no es licito, honesto intelectualmente es inventarle otras ideas diferentes.

Claro que Evita uso muchas veces la palabra revolución. Pero siempre en referencia a la revolución justicialista iniciada en 1945, de la cual ella fue motor y parte. La confusión aparece cuando esa palabra revolución se asimila a otros procesos diferentes al ideario peronista, como la revolución cubana u otros.

Lamentablemente esta idea del Evitismo en contraposición al pensamiento y obra de Perón llega hasta nuestros días, generando confusión. Por eso saltándome años en la historia voy a reproducir palabras de Cristina Fernández de Kirchner el 16 de octubre del 2021, en la ex-ESMA, cuando cerró un congreso de La Cámpora:

“Perón fundo la Tercera Posición que vino a dar respuesta en la postguerra; en un mundo que se había dividido entre el comunismo, de la Unión Soviética y lo que se llamaba el mundo libre. Nace el peronismo, que es fundamentalmente una alianza del pueblo, una articulación entre el capital y el trabajo, en donde el estado encarnado por Perón, sabe que debe regular y fallar a favor de los trabajadores...la parte mas débil. (…) Necesitamos de vuelta, esa alianza virtuosa entre los trabajadores, el capital, y la empresa, donde el estado tenga un rol preponderante, porque es el que ayuda a que la relación no se desbalancee en favor de los que obviamente son mas fuertes. Esa idea profundamente humanista, social y cristiana, eso es lo que fuimos, lo que somos, y lo que seremos.”

Como siempre para este tipo de temas en debate, lo recomendable es leer. En este link pueden bajar los dos libros Historia del Peronismo y La Razón de mi Vida y la revista CyR Nº30 . https://www.aldoduzdevich.com/documentos-escritos

Aldo Duzdevich (*) El columnista es autor de Salvados por Francisco y La Lealtad- Los montoneros que se quedaron con Perón.

Publicado en el Diario "La Mañana del Neuquén".

Domingo 30 de julio del 2023.

https://www.lmneuquen.com/pais/el-evitismo-formato-sutil-del-no-peronismo-n1044655