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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.
LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.
“
"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).
“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.
sábado, septiembre 13, 2025
sábado, marzo 22, 2025
Los años crueles: Ex gobernador de Río Negro encarcelado y un “vuelo de muerte”.
El golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 contra el gobierno democrático de María Estela Martínez de Perón fue uno de los hechos más aciagos de la historia de los argentinos.
Miles de secuestros, de asesinatos y desaparecidos (no importa el número) imperaban enseñoreándose con saña sobre cualquier sospechoso, sin dar la más mínima garantía de un juicio imparcial y justo a quienes hicieron de la violencia una forma de vida.
Todo era relativo y las ideologías estaban tan radicalizadas que solamente se podían dirimir por las armas. El excelente poeta Mario Trejo supo decir que “la derecha era diestra y la izquierda siniestra”.
Yo me desempeñaba como Secretario de Gobierno de la Municipalidad de Valcheta durante la gestión de la entonces presidente del Concejo Municipal Elvira Marco y pasamos momentos muy difíciles. Muchos empleados solamente por su ideología fueron declarados “prescindibles”, horrible palabra que imperaba en oficinas públicas y reparticiones.
En esos tiempos el ex gobernador constitucional de Río Negro, Mario José Franco, fue encarcelado y se salvó de milagro de ser arrojado al mar en uno de los llamados “vuelos de la muerte”, porque como le dijeron, “al que le tocaba le tocaba”. Así lo dejó escrito en su libro de memorias y reflexiones.
Hasta el día de hoy recuerdo el enterramiento de libros, porque leer era peligroso, tan peligroso como usar barba. Perdí muchos ejemplares que estaban en las listas negras y que nada tenían que ver con con material comprometido, porque metían todo en la misma bolsa.
Recuerdo cuando en Bahía Blanca había comprado una colección de biografías de segunda mano y una patrulla del VI Cuerpo de Ejército irrumpió en la Café Llao en la avenida Colón donde estaba tomando un café y al sacarnos afuera me los tiraron al piso (me acuerdo que llovía) y hasta ese entonces no sabía que Ravel, Proust, Zola y Calvino entre otros eran subversivos de armas tomar.
Por aquellos años solía publicar poemas en revistas alternativas de Buenos Aires como Rayos del Sur, a cuyo director, Jorge Reboredo, encarcelaron junto a su esposa la poeta Solana Macías y al echarlo de su trabajo y perseguido terminó su vida con el suicidio. Todavía tengo la colección de “Rayos del Sur”.
En Bahía Blanca, entre muchos otros, asesinaron a mis amigos entrañables el poeta y artista plástico Ovidio Oscar Ancel y al dramaturgo Ángel Enrique Ogues y éste último ¡qué paradoja! hombre que para nada simpatizaba con la izquierda. Dijeron que fue un error.
Estaba en prensa un nuevo número de la hermosa revista CRISIS donde se iban publicar poemas de mi autoría ilustrados por el excelente talento del Pierino Gallucci, cuando el escritor Vicente Zito Lema, a la sazón director de la revista, me envía una carta donde me decía que “malos vientos soplan sobre nosotros”, que guardo entre mi correspondencia más querida. Allí también supe que la poesía era “peligrosa”.Los años han pasado y hoy, en el día de la memoria, la verdad y la justicia, debemos recordar estos hechos para que las generaciones que no los vivieron sepan apreciar y defender la vida en democracia, para que nunca más se vuelvan a repetir.
Texto: Jorge Castañeda
Escritor – Valcheta.
Publicado en Mas Río Negro. https://www.masrionegro.com/
jueves, febrero 20, 2025
La estirpe de los Castañeda en la ciudad de Choele Choel.
La estirpe de los Castañeda en la ciudad de Choele Choel.
3 de diciembre de 2019.
El apellido de origen toponímico Castañeda procede de diferentes lugares de España al hacer alusión a un sitio poblado de castaños, siendo uno de los principales el lugar de su nombre en la región de Cantabria. Tuvo casas importantes en Iguña, en Santander, en cuya Colegial tuvo capilla con sus armas Diego Herrera Castañeda y Escalante, caballero de Alcántara, en Selaya, en Sobremazas, en el lebaniego valle de Bedoya, en Sopeña y Selores, en Villasevil y otros lugares de Toranzo, en Reinosa y otros puntos de Cantabria. De las de Toranzo, sobre todo, deriva la rama americana, con profuso arraigo en varios países de habla hispana, especialmente México y Argentina.
Tal vez el más ilustre y conocido acá en nuestro país, sea el padre Francisco de Paula Castañeda, un fraile de combate, célebre por la gran cantidad de diarios que fundó y por su polémica visión sobre la educación, que por sus ideas supo ser desterrado a Carmen de Patagones y al cual lo recuerda una calle de la ciudad de Buenos Aires.
En la provincia de Río Negro el apellido está presente en varios lugares y desciende sin ninguna duda de don Miguel Castañeda y su esposa Manuela Castro (mis bisabuelos) los que provenientes de Carmen de Patagones se radican definitivamente en Choele Choel en el año 1881, estableciendo una casa de comercio, según consta en varios archivos, entre ellos en el libro “Río Negro, pasado y presente”.
En un poema de la historiadora Cruz Engracia Palacio titulado “Las casas” se la cita recordando que siendo niña habitó en la amplia casona que hiciera para posta Castañeda y que fue oportunamente asiento del gobierno rionegrino.
El historiador Omar N. Cricco en su ameno libro “Una historia de Choele Choel” también recoge este dato aportando que “aún en pie está la casa de don Miguel Castañeda, llegado a la localidad en 1882 (hay un año de diferencia) para dedicarse al comercio, primero con hotel y después con ramos generales. Y agrega Cricco que “según la tradición local, el señor Castañeda, también llegó a atender el servicio de postas en el corto período en que las galeras corrieron por el valle”.
Con respecto a la diferencia de fecha debe tener razón Cricco pues hay una fotografía de doña Manuela Castro de Castañeda fechada en el año 1881.
El ensayista César Vapñarsky en su libro “Pueblos del Norte de la Patagonia” le dedica unas líneas e inserta una fotografía de la casona en cuestión.
El padre Entraigas cita en su libro “El ángel del Colorado”, donde describe la misión del Padre Pedro Bonaccina junto al padre Stefenelli por el Valle Medio en el año 1888, que ambos sacerdotes “llegaron a la población de Choele Choel que estaba bajo las órdenes del Coronel Pablo Belisle. Era entonces un acantonamiento de unos 2.000 soldados, otros tantos indígenas y algunos provincianos. Los misioneros –relata Entraigas- se alojaron en la casa de comercio de don Miguel Castañeda. La lluvia pertinaz no les permitió hacer gran cosa; pero siempre pudo el Padre bendecir algunos casamientos, bautizar algunas criaturas y rezar una misa de campaña para la tropa. La lluvia le hizo anticipar el regreso; temía que le interceptara el camino. Y emprendieron la vuelta a Patagones después de dos meses de aventuras misioneras”.
Carlos María Gorla en “La capitalización de Viedma” refiriéndose a la famosa creciente que azotó la zona en el año 1899 cita que “En la estación la creciente llegó hasta veinte metros del edificio. Siguiendo el camino al pueblo se encuentran dos poblaciones, del campamento, las que fueron rodeadas por el agua, pero que no han sufrido nada por no haber alcanzado a penetrar en el interior de ellas. En cuanto al pueblo se han inundado completamente cuatro pequeñas poblaciones, situadas más hacia el valle, y las casas de los señores Gaviña y Castañeda, la primera casa de comercio, y fonda y un pequeño almacén la segunda, éstas se encuentran, unas hacia la falda de la loma, habiendo alcanzado en ambas a tener cincuenta centímetros de agua”. El texto precedente reproducido por Gorla figura en una nota del entonces Juez de Paz de Adolfo Alsina Isidro Burrieta al gobernador Tello, con fecha 3 de Agosto de 1899.
Fueron así don Miguel Castañeda y su esposa Manuela Castro verdaderos pioneros del desarrollo del Valle Medio y han dejado una frondosa familia con ese apelativo cuyos integrantes se han destacado en la docencia, en las filas de la policía de Río Negro, en la actividad política y en la cultura tanto de esta provincia como en otros lugares donde la vida los ha llevado.
Jorge Castañeda
Escritor – Valcheta.
Publicado en Mas Río Negro.
https://www.masrionegro.com/2019/12/03/la-estirpe-de-los-castaneda-en-la-ciudad-de-choele-choel/
jueves, enero 09, 2025
En el Fuerte Argentino anda el caballero Parsifal. Viejas leyendas en Río Negro.
En el Fuerte Argentino anda el caballero Parsifal. Viejas leyendas en Río Negro.
La vieja saga del caballero Parsifal está más vigente que nunca asociada al Fuerte Argentino, accidente geográfico cercano al balneario de Las Grutas.
Cuentan las viejas leyendas que en un viaje por mar, donde se cambiaron las constelaciones, Parsifal y sus caballero de la Orden del Temple llegaron al lugar donde hay una gran diferencia de mareas, para dar entrada y luego esconder en algún lugar ignoto de la Meseta de Somuncurá los tesoros del Templo del Rey Salomón, entre ellos el sagrado cáliz en el cual el señor Jesús bebió el vino en la Ultima Cena. O sea el Santo Grial que tantos libros y películas ha inspirado, desde “El código de Da Vinci” y las series de Indiana Jones, pasando por libros de investigación serios como “El misterio del Grial” de Julius Evola y René Guenón, entre otros.
El Fuerte Argentino es un lugar de misterios y atractivos y hasta uno puede encontrarse con un caballero templario de época.
Ahora bien, la pregunta importante ¿Es probable que el caballero Parsifal, inmortalizado en una obra de Richard Wagner sea inmortal y viva muy orondo en esos tiempos modernos, añorando un paso legendario?
El escritor de Las Grutas Doroteo Prieto en su ameno libro “Cuentos del Teo” dará su versión bajo el clásico título de “NON NOBIS, DOMINE, SED NOMINE TUO DA GLORIAM”.
Dice Teo: “Sobre la mesita que hay en la recepción descansa un folleto turístico con fotos de las Grutas. Mis ojos se solazan repasando siluetas femeninas tendidas al sol, niños barrenando las olas, rojizos atardeceres, la Segunda Bajada, Piedras Coloradas, el Sótano, la magia de las mareas…”
“Un shock indescriptible sacude mi cerebro; por las pupilas dilatadas me ingresa la imagen del Fuerte; la foto es como la imagen, “¡Muy fuerte!”. Vuelven a mí como en un sobrevuelo retazos de perdidas memorias, de ajados recuerdos, de vidas ya vividas y muertes repetidas….”
“Miro, y remiro el folleto; anduve por aquí, hace quizá mil años o algo así. Fui viento y fui estrellas, arena y soledad, enojo, silencio y carcajada, caricia y puñalada; la humanidad me llevó en sí como un ave maldita, como un sublime don, como un insigne costo y un pesado suplicio. Y yo llevé mi propia humanidad y la de oros…”
“Yo fui, estuve, muté, lloré y morí, sobreviví y volví, volví para vivir y otra vez morir, volví…”
“Aquella vez fue el asombro de los salvajes grandotes y sus lanzas con puntas de piedra rindiéndose estupefactos al acero de nuestras espadas. A ellos obligamos a construir unas inmensas dársenas de roca y tierra, construimos, construyeron, previendo nuevos ataques de nuestra flota”.
“Trajimos esa copa de luz, de vida, de deidad, de energía celestial, de sacrosanta magnificencia; yo mismo la escondí junto al bastón aquel y después nos extraviamos. Guardé de referencia las estrellas y su cruz en el cielo, las enormes mareas, la aridez, la sed y la certeza de aquellas increíbles vertientes de agua dulce brotando en plena bajamar… Reparamos, recuerdo, la nao en una de las dársenas del islote aquel”.
“Mis ojos sobrevuelan el golfo, el cielo igual de azul que hace mil años mira silencioso mientras una luna desteñida se aburre de tanta luz y yo insisto en mis recuerdos, miro y remiro ese islote aplastado que parece expulsado del mar, todo es aridez… He vuelto, pasó un milenio, todo está distinto, incluso yo que visto pantalón vaquero, remera y en mi nariz un “pears”… El islote es hoy un cerro o tal vez no lo es o quizá siempre fue cerro; las mareas enormes, la aridez, la sed, las vertientes de agua dulce brotando en bajamar y la Cruz, la vieja Cruz del Sur sigue estando en el cielo, aunque algo invertida; no estoy nada seguro pero las dársenas persisten (aunque algunos dudan de su factura) , insisto en mi recorrida, ahora a pié y en de ellas hallo un trozo de metal corroído, parece un clavo de mil años…”
“Y el viejo y fundamental latín vuelve a mí: “Non nobis. Domine, sed nomine tuo da gloriam” (“No a nosotros, Señor, sino a tu nombre sea dada la gloria”); vuelve a mí el lema bajo el cual dábamos la vida por defender los tesoros de la fe…”
El clavo corroído está en un bolsillo del pantalón, el pantalón en mis piernas y mis piernas descreídas y torpes me pasean, ahora, desganadas por el patio del Psiquiátrico. La enfermera gorda y pelirroja, con sonrisa de tedio y disgusto, me grita: ¡Miranda!; ¡Señor Miranda! ¡A su habitación que ya es horas de dormir! El nombre Miranda me suena familiar, pero me grito a mí mismo: “¡Parsifal, soy Parsifal!”
“¡Uh, ah, ¿y el clavo corroído? ¡No está! ¡No está, no está!”
“¡Miranda, a dormir! Me grita el grito gordo de la rubia gorda… Pero soy Parsifal, ¡Qué Miranda ni Miranda…!
“A pesar de todo, me iré a dormir, tal vez cuando despierte y si la marea es propicia, mi nao leve anclas…”
Texto: Jorge Castañeda Escritor – Valcheta.
Publicado en Mas Río Negro.
miércoles, octubre 09, 2024
DICHOS, REFRANES Y ANTIGUALLAS DEL HABLA POPULAR. A GATAS, PA LAS PATAS, DE SOPETÓN, DESCABEZAR UN PETIZO Y OTRAS. Por Jorge Castañeda.
DICHOS, REFRANES Y ANTIGUALLAS DEL HABLA POPULAR.
A GATAS, PA LAS PATAS, DE SOPETÓN, DESCABEZAR UN PETIZO Y
OTRAS.
A veces, conversando ocasionalmente con amigos, encuentro
verdaderos modismos del habla popular, que me provocan una sonrisa y algo de nostalgia.
Porque se usaban hace ya mucho tiempo y muchos los he escuchado por boca de mis
padres.
Una que casi ya no se escucha es “a gatas”, dando a entender
que así se llega apenas a concretar una acción. Esta locución se aplica a la
manera de andar una persona, apoyando en el suelo las manos y las rodillas.
Ejemplo: “Se puso a andar a gatas, husmeando y palpando la arenisca”.
Otro modismo ya desusado es la expresión de sorpresa cuando
se dice: ¡Pa las patas! Algunos estudiosos del idioma definen esta expresión
como respuesta a “quién ha dicho algo que revela información que se debe
mantener velada”.
A veces algún interlocutor suelta la frase que le ocurrió
algo “de sopetón”, es decir de sorpresa, en el mismo instante. Y vale el
siguiente ejemplo: “Íbamos en la carretera cuando una fuerte tormenta cayó de
sopetón”.
Cuando alguna persona suele tener mucho orgullo o vanidad se
suele decir que tiene muchas “ínfulas”. El término alude a “las vendas o tiras
a manera de diademas las cuales penden, una a cada lado, de las mitras
episcopales”.
A menudo también he escuchado otra frase que suele expresar
que vienen momentos muy agitados. El dicho esta vez tiene apelativo de mujer,
dado que aconseja: “Agarrate Catalina, que vamos a galopar”. En una oportunidad
cuando la ruta 23 era toda de ripio había muchos tramos con serruchos y al
divisar a tramo yo le decía a mi hermano que manejaba un Ford 350: -Agarrate
Catalina, que vamos a galopar. Y así era, el vehículo se tornaba bellaco.
Otro modismo que se suele escuchar en nuestra zona es muy
característico del habla popular que aconseja: “apretá para que no se abaje”.
Ejemplo: “No puedo cincharlo bien, creo que se pone como hinchado cuando lo
ensillo porque después empieza a andar y
le queda la cinta floja; apretá para que no se abaje”. Abajeño ya es más
castizo, hermoso vocablo.
Todavía se suele escuchar a algún vecino exclamar que fulano
“es más conocido que la ruda”. Es seguramente porque la ruda, un pequeño
arbusto rústico y común nunca falta en un jardín de pueblo, casa de campo o en
las mismísimas ciudades.
Cuando ocasionalmente algún nuevo funcionario, alguien que
se ha licenciado o doctorado o que le va bien en los negocios y por esas
razones se engrupe un poco, no falta quién lo apostrofe con la siguiente
antigualla, exclamando que “se le subieron los humos a la cabeza”.
Otro dicho que antes era muy común la exclamación ante una
situación risueña era decir: ¡Qué plato! Originada por la propaganda del
Imperio de la loza al tirar los platos al suelo.
Ante alguna ocasión donde las cosas se ponen muy difíciles
se dice que “Se le hizo el campo orégano”. Una digresión curiosa: mi tío don
Pedro Direne tenía un perro que se llamaba Orégano. Vaya a saber por qué.
Otro refrán muy usado desde antiguo para ilustrar un
contratiempo o impedimento para culminar algo glosa que “el tiro le salió por
la culata”.
Una verdadera perla la debo a mi amigo el talentoso cantor
patagónico Oscar Payaguala. Me decía que cuando alguien en el sur quiere dormir
un rato la siesta, anuncia: “vua descabezar un petizo”. Genial.
Mi amigo Horacio Camina, prestigioso dirigente político de
mi pueblo, me sabía aconsejar: “Mas vale ser cabeza de ratón, que cola de
león”. Y mucha razón tenía.
Mi suegro ante un jugoso asado con cuero (era especialista)
a la hora de comer nos decía: “Como en la estancia de Gómez el que no tiene
cuchillo no come”.
Y, por supuesto, hay muchos más, “porque el idioma
castellano es muy rico en expresiones idiomáticas”.
Jorge Castañeda
Escritor/ Valcheta
Argentina
Del grupo permanente de editores
10/06/2024
Long Island NY
lunes, julio 22, 2024
Misterioso cráter gigantesco en la Meseta de Somuncurá, Río Negro y Chubut.
Misterioso cráter gigantesco en la Meseta de Somuncurá, Río Negro y Chubut.
La gran Meseta de Somuncurá (como alguien dijera: un secreto de remotas edades en acecho) está llena de misterios y de sorpresas: el agua milenaria de La Gotera, el ritmo de los “pozos que respiran”, las piedras pentagonales en la cima de los cerros, el carácter del cerro Corona Grande, las “pilas de monedas” y un sinnúmero de leyendas que “viajan del mito a la realidad”.
¿Puede ser este cráter de 5.000 metros de diámetro el mayor del mundo, cuándo el de Arizona solo mide 1.500?
Analizada la aleación de las muestras tomadas los investigadores se detectaron aluminio, níquel y cobalto ¿hablan de un misterio mayor? Tal vez, porque en la meseta como su topónimo en lengua mapuche lo declara “las piedras hablan”.
Jorge Castañeda - Valcheta (Río Negro).
Reedición
¿Un meteorito dejó un cráter gigantesco en la Argentina?: investigan su origen y su parecido a la Luna y Marte.
En Chubut se encuentra Bajo Hondo, un pozo de casi 5 kilómetros de diámetro que pudo haber sido mal catalogado durante décadas. Un organismo estatal español se acercó a estudiarlo por su condición de “análogo terrestre” de los cráteres lunares y marcianos. ¿Cómo surgió en realidad esa cavidad enorme que esconde un registro de millones de años?
El pueblo más cercano está a unas 3 horas. Sin las coordenadas geográficas (S 42º15′ – W 67º 55′) resultaría imposible llegar a destino. Dentro de la inmensa meseta volcánica de Somuncurá, en la provincia de Chubut, hay un cráter de dimensiones colosales llamado Bajo Hondo, cuyo origen se encuentra en revisión después de décadas y que es objeto de estudio porque guarda similitudes con los pozos de la Luna y Marte.
Bajo Hondo es un cráter con forma de taza de 4,8 kilómetros de diámetro. Está incrustado sobre el borde de la ladera sudeste de un volcán llamado Talagapa. Por su cercanía, en los ‘80 fue catalogado como una “caldera volcánica basáltica”, surgida por residuos que liberó la actividad de Talagapa. Pero, a partir de los ‘2000, surgió una nueva versión de los hechos que asegura que el pozo se formó por un impacto de meteorito hace menos de 10 millones de años. Y hoy esa hipótesis cobra fuerza.
“Bajo Hondo tiene todas las características físicas geomorfológicas de un cráter de impacto del tipo simple. En cuanto a sus formas encaja a la perfección con un gigantesco cráter de impacto de meteoritos gigantes”, aseguró Maximiliano Rocca en diálogo con Infobae.
Rocca es analista de sistemas, pero se dedica a la geología becado por la organización The Planetary Society de California. Él vio por primera vez Bajo Hondo en imágenes del satélite Landsat de la NASA en julio de 2000. Desde entonces, quedó “embrujado” por el cráter y se dedicó a estudiarlo a fondo, y a intentar comprobar su hipótesis de que esa cavidad inmensa se gestó a partir del estallido de un asteroide o cometa de unos 250 metros de diámetro.
El interior de Bajo Hondo fue por mucho tiempo geológico un lago y parte de su suelo está hoy cubierto por sedimentos lacustres; un registro vívido de los cambios climáticos ocurridos en la zona durante los últimos 10 millones de años. Tiene también los bordes levantados -“sobreelevados” en la jerga geológica- entre 100 y 150 metros respecto del suelo circundante, lo que es una característica típica de los cráteres de impacto.
Texto complementario: INFOBAE.
Publicado en MAS RÍO NEGRO.
martes, julio 09, 2024
EL 9 DE JULIO EN LA OBRA DE JORGE LUIS BORGES/Por Jorge Castañeda.
Es conocido que Jorge Luis Borges, influenciado tal vez por la lectura de los libros de Carlyle, no tenía en muy alto concepto los fastos históricos, los homenajes a través de panegíricos ni la construcción de estatuas. Creía más bien que las verdaderas fechas donde se cambió el destino de la humanidad eran otras, por ejemplo cuando en el teatro griego se agregó al hipócrita elevado por el coturno un segundo personaje, aduciendo que esto prefiguró la multitud y abrió el diálogo entre los actores.
Sin embargo en algunos de sus poemas y textos cultivó el halago a la estirpe de sus antepasados que incluso dieron la vida por servir a los intereses de la libertad.
Él, que con una gran dosis de ironía se refería con palabras despectivas a la Patria y al culto de sus héroes –supo decir como Carlyle que las estatuas, horrendos solecismos de bronce, deberían fundirse para hacer bañaderas- dejó sin embargo páginas memorables como por ejemplo su concepto acerca de la Patria: “El joven amor de mis padres, la memoria de los mayores, los rostros y sus almas, una vieja espada, las agonías, los destierros, una mano que templa una guitarra, el olor de la madreselva, una enciclopedia, las galerías de una biblioteca por las que anduvo Paul Groussac, el sabor de una fruta, la voz de mi padre, la voz de Macedonio Fernández, una casa en la que he sido feliz o en la que he sido desdichado (lo mismo da), un ocaso que ya no tiene fecha, un daguerrotipo, el arco de un zaguán, el aljibe..."
“Eso escribí. La Patria es ahora todas las patrias, todos los árboles que me dieron su sombra, todos los libros que he leído para mi bien, todos los hombres de buena voluntad, que serán, fueron y son”
“Creo ser un buen argentino, un buen europeo, un buen cosmopolita, un buen ciudadano, de esa Utopía, clara y remota, que nos librará de fronteras y de batallas”.
Dejó también dos poemas antológicos glosando las glorias del día 9 de Julio de 1816, el primero de ellos profusamente difundido fue escrito en el año 1943 y dedicado al antepasado de su sangre el doctor Francisco Narciso de Laprida, asesinado el día 23 de septiembre de 1829 por los montoneros de Aldao. Se trata del famoso “Poema Conjetural” donde Borges imagina lo que piensa el héroe de la independencia antes de morir:
“Zumban las balas en la tarde última,
Hay viento y hay cenizas en el viento,
Se dispersan el día y la batalla
Deforme, y la victoria es de los otros.
Vencen los bárbaros, los gauchos vencen.
Yo, yo que estudié las leyes y los cánones.
Yo, Francisco Narciso de Laprida,
Cuya voz declaró la independencia
De estas crueles provincias, derrotado,
De sangre y de sudor manchado el rostro,
Sin esperanzas ni temor, perdido,
Huyo hacia el Sur por arrabales últimos.
Como aquel capitán del Purgatorio
Que huyendo a pie y ensangrentando el llano,
Fue cegado y tumbado por la muerte
Donde un oscuro río pierde el nombre,
Así habré de caer. Hoy es el término.
La noche lateral de los pantanos
Me acecha y me demora. Oigo los cascos
De mi caliente muerte que me busca
Con jinetes, con belfos y con lanzas.
Yo que anhelé ser otro, ser un hombre
De sentencias, de libros, de dictámenes
A cielo abierto yaceré entre ciénagas;
Pero me endiosa el pecho inexplicable
Un júbilo secreto. Al fin me encuentro
Con mi destino sudamericano.
A esta ruinosa tarde me llevaba
El laberinto múltiple de mis pasos
Que mis días tejieron desde un día
De la niñez. Al fin he descubierto
La recóndita clave de mis años,
La suerte de Francisco de Laprida,
La letra que faltaba, la perfecta
Forma que supo Dios desde el principio.
En el espejo de esta noche alcanzo
Mi insospechado rostro eterno. El círculo
Se va a cerrar. Yo aguardo a que así sea.
Pisan mis pies la sombra de las lanzas
Que me buscan. Las befas de mi muerte,
Los jinetes, las crines, los caballos,
Se ciernen sobre mí…Ya el primer golpe,
Ya el duro hierro que me raja el pecho,
El íntimo cuchillo en la garganta”.
Aún con mayor pudor en su “Oda escrita en 1966” nuestro escritor en un fragmento de la misma nos invita a ser dignos del mandato de los hombres de Tucumán:
“Nadie es la Patria, pero todos debemos
Ser dignos del antiguo juramento
Que prestaron aquellos caballeros
De ser lo que ignoraban: argentinos,
De ser lo que serían por el hecho
De haber jurado en esa vieja casa.
Somos el porvenir de aquellos varones,
La justificación de aquellos muertos;
Nuestro deber es la gloriosa carga
Que a nuestra sombra legan aquellas sombras
Que debemos salvar”.
Que todos podamos también decir como Borges: Arda en mi pecho y en el vuestro, incesante, ese límpido fuego misterioso.
Publicado en CADENA INTEGRACIÓN.
https://cadenaintegracion.com.ar/articulo.php?art=6c18911b66e2858434ccb3ae0500e3bd
lunes, julio 01, 2024
Donde la tierra no es tierra nomás. Por Jorge Castañeda.
Donde la tierra no es tierra nomás.
Para los viajeros atentos que transitan por la región sur, barrida por vientos, el paisaje es mucho más que eso. Quien sabe ver encontrará la cabeza barbada de Somuncurá, o a la madre e hijo de piedras que la leyenda atribuye a Elenghasen, un ser terrorífico que petrifica seres.
La región sur de la provincia de Río Negro es una comarca barrida por grandes vientos que al lado de las vías férreas va hilvanando un puñado de pueblos cuyos pobladores resisten con paciencia todas las vicisitudes que la vida cotidiana impone.
Pero podemos afirmar que ellos son la reserva moral de todo un país porque viviendo en esos olvidados parajes tienen de su Patria “una idea de limpia grandeza”, al decir del escritor Eduardo Mallea.
Por eso, en su imaginario, conviven con mitos y leyendas, mediante las cuales tratan de encontrar una explicación a los viejos interrogantes de la vida.
Entre ellos, a los mitos me refiero, está el de Elenghasen, ese ser terrorífico del panteón tehuelche (o el collón entre los mapuches) que tiene el poder de petrificar niños, objetos y personas a su antojo. Sería asimismo el padre de las pinturas rupestres y los objetos líticos como puntas de flecha, trahuiles, raspadores, morteros y otros utensilios similares.
viernes, junio 14, 2024
En la meseta del Somuncura las piedras hablan. Por Jorge Castañeda.
En la meseta del Somuncura las piedras hablan.
Nada más cierto. En la región del Somuncura, efectivamente hablan de diferentes formas, por ejemplo cuando el viento sopla con intensidad por los cañadones y golpea una piedra con otra o cuando uno encuentra pinturas rupestres y petroglifos.
Por Jorge Castañeda.
Literalmente podemos decir que en la meseta de Somuncurá “las piedras hablan”. Por eso, como casi siempre, el topónimo es como una imagen fotográfica del lugar: “piedra que habla”.
Y hablan de diferentes formas, por ejemplo cuando el viento sopla con intensidad por los cañadones y golpea una piedra con otra, dando origen por ejemplo al nombre del paraje “Campana Mahuida” por el ruido característico que emiten, o por la forma que adquieren. Y, lo más importante, por las pinturas rupestres y petroglifos, que con tanta profusión se encuentran en la meseta de Somuncurá.
Al respecto el Profesor Rodolfo Casamiquela dijo que “La Patagonia es un gigantesco mosaico de pinturas y grabados rupestres. Ininterrumpidamente la labor de diferentes estudiosos va poniendo ante nuestros ojos nuevas muestras de este arte de raíces milenarias. Los motivos publicados suponen ya un ingente material, pero no obstante, no vacilo en afirmar que aún sólo conocemos una ínfima parte de las producciones que engalanan las bardas y las cuevas de la Patagonia”.
Por su parte el Doctor Gregorio Álvarez expresa que “dos aspectos configuran, a mi modo de ver, el arte aborigen, interrumpido por nuestra civilización: Un aspecto puramente figurativo y otro predominantemente espiritual. Mediante el primero, el indígena quiso, tal vez, transmitir a la posteridad si sentir íntimo, religioso, mitológico y social, principalmente por la plástica realizada en la roca, lo que constituye el arte llamado rupestre y, por medio del segundo, que pervive aún, lucir su aptitud natural para la expresión fácil de su lenguaje hablado, por medio de la oratoria, la narración de cuentos y leyendas, la poesía y el canto”.
Quien recorre la meseta seguramente descubrirá “que desde allí es dable contemplar uno de los más impresionantes cuadros de la estepa mesetaria, extendida en varios planos, que la naturaleza ofrece como regalo a los ojos, para captar lo bello, lo sugerente y lo grande de esta tierra creada para pensar, para sentir y para soñar”, y encontrará vestigios de este arte ancestral, algunos todavía poco estudiados, pero que sorprenden por el mensaje milenario que transmiten de otros tiempos cuando estos pueblos fueron señores y totales dueños y tenían una cosmovisión diferente de la vida y del mundo.
Los motivos de las labores rupestres encontradas en Somuncurá son: antropomorfos, zoomorfos, fitomorfos, meteoriformes, geométricos, ornamentales, posiblemente topográficos, y, algunos, simbólicos o de ideación abstracta o caprichosa. “Los más, pueden ser interpretados como una especie de exvotos geománticos reclamantes de lluvias, pues ellos sugieren la figuración de ranas, peces, nubes, ondulaciones dispuestas en forma paralela y otros motivos concordes con los efectos que esperan de la magia simpática”.
Hay también grabados de colores cuya confección es todavía un misterio para los investigadores, pero podemos decir que “en cuanto los colores, en las producciones rupestres predomina netamente el rojo, que a veces se matiza con el verde, amarillo y, ocasionalmente, azul”. Y cada color para estos pueblos tenían un nombre.
(Las fotos que acompañan esta nota fueron tomadas en Somuncurá por Juan Pablo Monges en el sitio “La Maciega”).
*** Por Jorge Castañeda.
Escritor patagónico de Valcheta, Río Negro.
Publicado en Diario Río Negro.
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jueves, junio 06, 2024
En Valcheta un policía no dejó pasar al gobernador. El arma reglamentaria en el pecho.
En Valcheta un policía no dejó pasar al gobernador. El arma reglamentaria en el pecho.
Por Jorge Castañeda.
Don Emilio Rada, un antiguo poblador de Valcheta, sabía contar esta historia donde un agente de la policía territoriana asentado en Valcheta le impidió el paso nada menos que al entonces gobernador Ingeniero Adalberto Torcuato Pagano, en riguroso cumplimiento de su deber.
Solía contar que “cuando se comenzaron a construir las comisarías en la Línea Sur (de gran belleza arquitectónica” durante el gobierno del gobernador Pagano, él personalmente como solía acostumbrar venía a controlar las obras, por toda la línea”.
Según recordaba don Emilio en su testimonio “habrá sido por el año 1929, cuando aquí, el destacamento no tenía un domicilio fijo; se cambiaba de rancho en rancho por falta de seguridad y de espacio”.
“En esa oportunidad, funcionaba en dos piecitas de adobe, donde está ahora la casa que ocupa la oficina de Trabajo y Previsión”. La nota, aclaramos, realizada por la escritora Josefina Gandulfo Arce de Ballor a don Rada fue realizada a principio de los años 70.
“El gobernador, ingeniero Pagano, venía en forma mensual. Es así que llega al Destacamento y en la puerta, de guardia, se encontraba un agente. El entonces gobernador avanzó sin pedir permiso y el agente se le puso por delante. Entonces Pagano le pregunta: -¿Cómo se llama usted? –Y a usted que le importa le responde el uniformado. Don Adalberto Pagano, con más energía trata nuevamente de avanzar, haciéndolo a un lado. El agente, en un ademan veloz, saca el arma y se la pone a la altura del pecho. Sin moverse el gobernador insiste: -¿Cómo se llama usted?. El agente no contesta. Se va adentro y le informa al oficial. Cuando éste sale y se encuentra con el gobernador, palidece tomándose la cabeza con ambas manos”. El señor gobernador, muy paciente, le averigua al oficial el nombre del fiel cumplidor del deber”.
“A la semana de lo ocurrido, procedente de la Jefatura de Policía de la ciudad de Viedma, llega el ascenso a cabo del fiel y corajudo agente que se apellidaba Gone”, agrega sonriente don Emilio Rada. –Y había que verlo lucir las nuevas jinetas!!
Historias como estas son comunes de empleados celosos de su trabajo que cumplen puntillosamente sus obligaciones.
¿Acaso el brigadier Juan Manuel de Rosas y el general José de San Martín no dejaron testimonio de casos similares donde valientes soldados dieron cumplimiento de su deber no importando quien fuese el que no respetara las consignas.
*** Texto: Jorge Castañeda Escritor – Valcheta (Río Negro).
Publicado en Más Río Negro.
Adalberto Torcuato Pagano (San Miguel del Monte, 24 de enero
de 1894 - Buenos Aires, 1 de enero de 1960) fue un ingeniero y político
argentino, que ocupó el cargo de Gobernador del Territorio Nacional de Río
Negro,
Su padre era constructor de origen italiano que influyó
sobre el futuro de Adalberto Pagano y se recibió de Ingeniero Civil en la
Universidad Nacional de Buenos Aires en 1916.
Radicado con su familia en familia en Bahía Blanca diseñó y
construcción de edificios como la sede del diario La Nueva Provincia, la
Sociedad Sportiva, el cine teatro Rossini.
El 11 de septiembre de 1932, fue designado gobernador del
Territorio Nacional de Río Negro por el presidente Agustín P Justo que se desempeñó
el cargo hasta 1943.
Se destacó como Gobernador del Territorio Nacional de Río
Negro por el mejoramiento de la infraestructura policial y de la inauguración
de hospitales en las localidades rurales de Ingeniero Jacobacci y Valcheta.
También se dio inicio a un hospital nuevo en la capital que recién fue finalizado
en 1945 cuando él ya se había alejado del cargo de Gobernador.
En la capital rionegrina construyó los edificios del
hospital regional, correo, turismo. Entre 1934 y 1936 el Gobernador Adalberto
Torcuato Pagano agregó a la Casa de Gobierno de Viedma otras dependencias hacia
el fondo, con puertas hacia un gran patio interior que estaba descubierto.
Llevó a cabo las defensas y compuerta del Valle Interior, impulsó el turismo y
las comunicaciones. En El Bolsón hizo diseñar su trazado urbano, la construcción
de los principales edificios públicos como la municipalidad, el correo, el
hospital, la comisaría, la escuela hogar.
Se opuso al traslado de la capital provincial a General
Roca, estableciendo a Viedma como capital definitiva.
Fue convencional constituyente provincial por el Partido
Demócrata de Río Negro en 1957.
Autor del artículo que dispuso que Viedma fuese capital
provisoria hasta que una ley fijara definitivamente la sede oficial y logró así
destrabar la discusión, evitando también que la capital fuese llevada a General
Roca. Candidato a Gobernador en 1958 para la ya declarada provincia de Río
Negro, en la cual obtuvo apenas el 4,4% de los votos. Se retira de la política.
“SALAMONE/PAGANO.
A Francisco Salamone y Adalberto Pagano los emparenta una obra caracterizada por ubicarse en pequeñas localidades perdidas en la llanura. Compartieron también el título de ingeniero, Salamone egresado de la Universidad de Córdoba en 1917, Pagano de la de Buenos Aires en 1916. Ambos desarrollaron su obra en la década de 1930 y murieron con diferencia de meses, en agosto de 1959 Salamone, en enero de 1960 Pagano” (Museo Histórico La Lobería Grande).
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Leyendo el interesante artículo de Jorge Castañeda: “En Valcheta un policía no dejó pasar al
gobernador. El arma reglamentaria en el pecho”. Vino en mente la publicación de
una carta de lectores sobre Marcelo Torcuato de Alvear, cuando era Presidente de la Nación Argentina, que habla, ante diferentes circunstancias, de conductas
de las autoridades por aquellos años.
PRESIDENTE MULTADO.
A raíz de los últimos sucesos de dominio público recordé una
ejemplar anécdota leída hace muchos años en la revista Todo es Historia, que
fue creada y dirigida por Félix Luna. El doctor Marcelo Torcuato de Alvear, en
esos momentos presidente de la Nación, era muy entusiasta del automovilismo.
Habiendo recibido un vehículo de su preferencia, salió a
probar las cualidades mecánicas del automóvil. Enfiló hacia la avenida
Costanera y comenzó a acelerar, circunstancia en que fue detenido por un agente
de tránsito, quien comenzó a labrar el acta por exceso de velocidad. Cuando le
pidió su registro de conductor, constató de quién se trataba y pasado el momento
de estupor, lo miró y siguió escribiendo bajo la mirada respetuosa del
automovilista.
El agente labró el acta de infracción que ya había iniciado.
Días después, el agente fue citado y se presentó en la Casa de Gobierno, donde
el Presidente lo hizo pasar a su despacho y lo saludó con un "buen día, mi
cabo". El policía le aclaró: "Soy agente", y Alvear sentenció:
"Desde hoy usted es «mi cabo», pues recién he firmado el decreto en el que
recomiendo su ascenso. Usted cumplió con su deber".
Son gestos de los que está llena nuestra historia, y que
eran vividos con la naturalidad propia de un país donde la educación era
valorada y la Constitución, respetada.
Dr. Bernardo Ficher
DNI 4.473.233
Publicado en Carta de Lectores del Diario "La
Nación", 20 de octubre de 2013.
Año: 2013 ¡cómo pasa el tiempo!
Publicado en GPA EL BLOG DE LA PATAGONIA.