GRACIAS POR ESTAR AQUÍ...

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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

sábado, abril 30, 2011

"SOMOS UN PAÍS TONTO".

LAS OPINIONES DE JUAN FALÚ. 
REPORTAJE DE "LA MAÑANA DEL NEUQUÉN". "Somos un país tonto" Juan Falú visitó la ciudad del Neuquén y en su paso dejó algunas fuertes impresiones sobre el folklore, el rock y la cultura. 
 Por HILDA LÓPEZ.
El Aula Magna de la Universidad Nacional del Comahue vivió el último martes uno de esos momentos memorables e imborrables para el inconciente. Juan Falú, una de las figuras que posee la música argentina, descolló con su concierto de guitarra, luego de ocupar su tiempo –apenas horas antes del espectáculo- en dictar una clínica, lo que habla de su grandeza humana. Pero más allá de lo que significó una nueva vista de este enorme compositor y autor, el guitarrista tuvo tiempo para despacharse con una mirada crítica sobre el folklore (hay quienes lo toman como una diversión y esos es otra cosa”), el festival de Cosquín (“no todos están en la pavada”), el rock (“no tiene nada que sea argentino”) y Gustavo Santaolalla. “Si uno por ganarse un Oscar se puede creer Che Guevara, es porque en este país somos tontos”, afirmó sobre este último músico. Juan Falú. El hombre espigado que quizás no puede decir mucho a simple vista, pero que ante sus profundas y claras convicciones e ideología, lo llevan al terreno de definiciones contundentes que hace que más de uno se detenga a escucharlo. ¿Cómo se relacionan los jóvenes con el folklore tal como hoy se muestra? Tengo dos miradas, dos perspectivas. La del músico y la del docente. Los jóvenes que encuentro y me relaciono en la docencia son aquellos que están buscando en el folklore la esencialidad del mismo: la memoria, la fuente. Son los que buscan bien porque buscan mucho y allí encuentran la esencia. Estoy tranquilo por ese lado, está absolutamente garantizado ese paso. Ahora en el entretenimiento es otra cosa. Hay quienes toman el folklore como una diversión y eso es otra cosa. ¿Los medios favorecen esa búsqueda? Yo no soy mediático. Sin embargo hay público para escuchar lo que hay. Sé que en esta gira me va a ir muy bien. Voy a estar en cuatro provincias patagónicas y tengo la absoluta seguridad que va a ir mucha gente. Soy optimista en ese tema. Pero lo que se está haciendo en la música es tremendo. Hay una cantidad de folkloristas que ya ni sé si llamarlos folkloristas. Si no nos ponen a todos en la misma categoría y eso me da un poquito de fastidio. Entonces si no son folkloristas ¿qué son? Son personas que ocupan un escenario. Los artistas buscan la esencialidad. ¿Cuál es la diferencia entre ambos? El artista busca que se aplauda al arte, a eso que se entrega desde adentro. Los otros son los que buscan el aplauso personal. Es sencillo pero es complicado. Yo reconozco que es gratificante el aplauso, no me voy a mandar la parte que no me gusta. Pero no hay mayor emoción que saber que cuando uno toca una zamba , ver en el rostro del público una sonrisa, una mirada, porque siente que le pertenece, eso no tiene precio. ¿Cómo fue recibido en Cosquín? Tenía una cuestión pendiente con Cosquín. Hay mucha gente que circula ahí con expectativas. Que está buscando algo. No todos están en la pavada. Hay quienes buscan algo más. Y si uno tiene esa oportunidad hay que respetarla y hacerlo. No lo digo como un logro personal. Creo que es una conquista de la comunidad porque tiene la actitud de escuchar. Y esa actitud es garantía que algo está pasando. Cuando un pueblo escucha es que está ejerciendo la libertad porque no está llevado al aplauso fácil, está escuchando. Y eso es lo que valoro. No por mi sino por nosotros, por todos. ¿Qué opinión tiene sobre quienes adhieren a un color político desde su rol de artista? Siempre he respetado a los que diciendo con contenido ideológico y haciendo canciones de “protesta”, supieron mantener su condición de artistas. Y en ese lugar sagrado la tengo a Violeta Parra, que ha sido una tremenda artista y todo lo que trasunta es genuino. Pero hay cierto uso y abuso cuando el discurso termina siendo sospechoso porque sirve para alimentar el éxito artístico. Ahí me molesta mucho. He conocido a grandes artistas que han sido tan genuinos, que han dejado que la cosa brote por inspiración, y su profundo amor por la gente como la que hizo Pepe Nuñez con “El manco Arana”, sin pensar que podía servir para su beneficio. Conocí a grandes como Chito Zeballos ¡a tantos! Tengo muchas prevenciones sobre cierto uso. Terminan siendo kioskos para vender. No es necesario abusar del discurso. Porque termina siendo banal, vacío y eso no es arte. Ante la ideología en serio, me saco el sombrero. ¿Cuál es su relación musical con el rock? Hay pibes que me preguntan por qué le doy tanto “palo” al rock. Yo lo veo con mis modelos, lo que tuve, no puedo verlos de otra manera. Mi opinión sobre el rock está teñida de subjetividad, porque no me gusta el rock. Entonces decidí ser cuidadoso, respetuoso. A mi me molesta que sea tan “intrusivo”, tan “entrometido”. No estoy hablando de los rockeros sino de la “cultura del rock metida en todas las esferas como está. Si uno busca música para una publicidad, un gingle, un documental, está el rock. Todo está con el rock. Si querés ser “progre” tenés que mandar el himno cantado por un rockero o la marcha “Aurora” por una rockera. Yo digo que ese himno no sirve. Desde el punto de vista musical, no sirven. ¿Por qué no sirven? Porque no tiene que ser sustituido ese lenguaje que tiene el himno por el rock. Ese lenguaje coral, sinfónico que tiene el himno es lo que es musicalmente. Me pidieron que fuera a la escuela de mi hijo a tocar y les pedí que no pasaran ese “himno rock”… por favor. La directora de la escuela me dio la razón y estoy hablando de la escuela pública. Quiero aclarar igual que hay muchos músicos del rock que admiro y respeto. Y también digo que son muy buenos, aunque no hay que exagerar. No son Bach, ni Mozart (ríe). Si queremos hablar de compositores hablemos de Ariel Ramírez. Soy muy radical en estas cuestiones. ¿Cuál es su análisis en el sentido musical? El rock no tiene nada que sea argentino. El rock nace sin antecedentes argentinos. Hace una relectura, una reinterpretación de otros lenguajes sin tener antecedentes, sin haberlos vivenciado. Nosotros estamos en un constante renacer. En una discusión permanente de siglos, y no es cómodo ver que ese renacer, que es controvertido, con polémica, con discusiones, con los tradicionalistas que son unas momias, con los “progre” que buscaban irse al carajo porque tenían la compulsión de ser “progres” y te hacían cualquier cosa, seguimos discutiendo y defendemos la tierra. El rock nació hace cuarenta años. Atrás no tienen nada y sin embargo sacan chapa para reinterpretar otros lenguajes. Pueden hacer tango, folklore, lo que se les ocurra. A mí no me gusta eso. No habla bien de mi sociedad, de mi país. No es culpa de los rockeros. ¿Qué nos pasa como país en ese sentido? Es un país tonto. Jamás vas a encontrar en las expo de Zaragoza, de Sevilla, de Shangai de todas esas pelo..., que Venezuela o Brasil o África se presenten con rock. Presentan su música, así de sencillo Nosotros para mostrar una tonada cuyana en el exterior tenemos que nacer de nuevo como país. Para encontrar un funcionario argentino que diga “vamos a mostrar una tonada cuyana en Bélgica”, donde se volverían locos escuchando nuestras guitarras. Somos un país tonto. ¿Cómo se terminan o se alivian esas “tonteras”? Es difícil. Pero pienso que se tienen que poner de pie las culturas regionales incluyendo Buenos Aires. Porque hay un Buenos Aires tanguero, de barrios, pampeano, candombero, rioplatense. Pero las culturas regionales nuestras son las que tienen más posibilidades de inserción en una identidad latinoamericana que, por suerte, están vivas. Los medios le dan poca importancia a esas culturas regionales. Le dan espacio a esas baladas pop, esos nombres que nunca entendí qué significan. Su enojo ante Santaolalla Neuquén > Juan Falú no economiza mirada crítica hacia el interior humano y menos si se trata de conductas que tienen que ver con la historia del país y sus pesares. Hace unos días, en un programa de televisión, observó el informe sobre el trabajo realizado por León Gieco y Gustavo Santaolalla, “De Ushuaia a la Quiaca”. Ante la imagen de un grupo de niños tucumanos de guardapolvos blancos en Tafí del Valle, el periodista le preguntó a Santaolalla si le había resultado difícil ese trabajo. A lo que el ganador de un premio Oscar respondió: “Fue difícil, aquello era la guerra de los viejos contra los jóvenes. No olvidemos que eso nos costó treinta mil desaparecidos”. Justamente, ante esa declaración Falú se tomó su tiempo para reflexionar. “El Sr. Santaolalla no tuvo la más remota noción de militar y sufrir las consecuencias de la militancia en ese proceso. Y se atribuye desde su trabajo de orígenes rockeros ser de los jóvenes que enfrentaron a los viejos y estar en una guerra que cuesta treinta mil desaparecidos, como si ésta fuese la síntesis de la guerra”, aseguró Falú. Y agregó: “Se pone en el primer lugar del protagonismo y víctima sin haber tenido la menor idea, de lo que ha sido militar y enlutarse en esos años. Me encantaría debatir cara a cara con ese señor sobre este asunto. Eso es apropiarse de la historia, es robarle a la historia. Si uno por ganarse un Oscar se puede creer que puede ser un Che Guevara, es porque en este país somos tontos”.
Fuente de información: Diario La Mañana del Neuquén, Espectáculos, 30/04/2011.

1 comentario:

  1. el señor falu es un apersona altamente rasonable
    cinsido en su totalidad

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La diferencia de opiniones conduce a la investigación, y la investigación conduce a la verdad. - Thomas Jefferson 1743-1826.