EXPEDIENTES MALVINAS.

HISTÓRICAS

ARGENTINAS

EXPEDIENTES MALVINAS

Por ARACELI BELLOTTA

Periodista e historiadora argentina

(Artículo escrito año 2008)

Fueron ocupadas en un principio por los franceses, quienes se las cedieron a la corona española. Rastros jurídicos de la soberanía argentina. Bougainville entregó las islas al capitán de navío español Felipe Ruiz Puente, primer gobernador de las islas.

Para buscar el mayor antecedente jurídico sobre el derecho de la Argentina sobre las Islas Malvinas, hay que retroceder 242 años en la historia hasta llegar al 4 de octubre de 1766, el día en que Francia entregó el archipiélago a España luego de dos años de ocupación, convirtiéndose en el mejor testigo de que nos pertenecen, tras recibirlas junto al resto del territorio después de la guerra de la independencia, y de que se llaman “Malvinas” y no “Falklands”. Todo comenzó cuando en 1763 Inglaterra triunfó sobre los borbones de Francia y España en la “Guerra de los 7 años”. Por ese conflicto, Francia perdió Canadá, Luisiana y la mayor parte de las posesiones en Asia. Para compensar esas pérdidas, el capitán de navío Luis Antonio de Bougainville, propuso a los ministros del rey Luis XV intentar el descubrimiento de las tierras australes y de las islas que pudieran encontrar en el derrotero.

La expedición partió en febrero de 1763, del puerto de Saint-Maló, al mando de Bougainville. Tras una escala en Montevideo, el 2 de febrero del año siguiente divisaron una gran bahía en la isla Soledad, que llamaron “Francaise”. Un mes después, 40 tripulantes y 29 colonos, entre ellos cinco mujeres y tres niños, se establecieron en el recién fundado Puerto San Luis, denominado así en honor a su rey. Construyeron casas, un almacén, el fuerte con 12 cañones, y un obelisco debajo del cual enterraron varias monedas y una medalla con el rostro del monarca.

Después, tomaron posesión de todas las islas en nombre del rey de Francia. Más tarde, Bougainville realizó otras dos expediciones en las que trasladó 53 obreros y otro grupo de oficiales, también en su mayoría pobladores del puerto de Saint-Maló, conocidos como “molouines”. De ellos, derivó “Malouinas” que, con los años, se transformó en “Malvinas”.

Cuando el rey español Carlos III supo de los desembarcos reclamó ante Francia, reivindicando a las islas como una dependencia de la América Meridional y exigió el cumplimiento del Pacto de Familia firmado entre los Borbones, en 1761. Los franceses aceptaron los derechos españoles, se ajustaron a la legislación internacional y, sin entrar en litigio alguno, simplemente devolvieron el archipiélago a sus legítimos soberanos. Recibida la orden del monarca francés, el 4 de octubre de 1766, Bougainville entregó las islas al capitán de navío español Felipe Ruiz Puente, primer gobernador de Malvinas, y desde entonces pasaron a depender de la Capitanía de Buenos Aires. Tiempo después, Bougainville escribió en su libro Viaje alrededor del mundo que una vez reconocido por parte de Francia el derecho español sobre las islas, “el rey de España, por un principio de derecho público conocido en todo el mundo, no debía ningún reembolso por estos gastos. Sin embargo, como adquirió los navíos, bateles, mercaderías, armas, nuestro establecimiento, este monarca tan justo como generoso, ha querido reembolsarnos de nuestros adelantos”. Nobleza obliga, España pagó 618.108 libras tortonesas, un equivalente a 1.073.340 dólares actuales como retribución por la inversión que los franceses habían realizado en la colonización. Un año después en 1765, el comodoro inglés John Byron, también desembarcó en las islas y fundó Puerto Egmont. Queda claro que la actitud de la corona británica fue exactamente la opuesta que la adoptada por sus vecinos.

Por esa razón, cuando en 1966 se cumplió el bicentenario del reconocimiento francés a los derechos españoles sobre las Malvinas, la Academia Nacional de Historia rindió un merecido homenaje al capitán de navío Luis Antonio de Bougainville.