“Acá en la temporada trabajaban más de 120 personas, hoy apenas podemos mantener a 4 o 5. Esto ya no va más, se achicó todo”, lamenta Daniel García mientras limpia los viejos equipos que a duras penas puede reparar. A sus 93 años, Pedro Millán coincide: “El futuro está más que oscuro y es muy difícil que esto resurja”.
Las colonias frutícolas Juventud Unidad y Juliá y Echarren fueron, hasta hace unos años, el motor del desarrollo de Río Colorado. Ubicadas a 15 kilómetros de la ciudad, eran escenario del ir y venir constante de tractores, camiones, automóviles y trabajadores. Hoy sus calles están casi abandonadas, salvo cuando los jóvenes las utilizan como pista de carreras, y apenas se ven obreros.
En esta escenografía de pueblo abandonado todo es silencio, tristeza, edificios abandonados, comercios con persianas bajas y chacras con candado. Donde alguna vez hubo bodegas, galpones de empaque o aserraderos, hoy acumulan polvo cajones, escombros y tambores oxidados.
os avatares climáticos, las políticas comerciales y el olvido de los gobernantes fueron los principales responsables del desastre actual. Hoy sólo un puñado de chacareros que defiende sus producciones evita la llegada de los fantasmas.
Entre 1970 y 1978, el departamento Pichi Mahuida (al que pertenece Río Colorado) contaba con 9.600 habitantes, y la población rural representaba el 45%. Hoy, uniendo a la población de las colonias Juventud Unida, El Gualicho y Juliá y Echarren apenas suman 1.500 personas.
La época de bonanza de la producción fue hace menos de 40 años. Funcionaban 20 galpones de empaques, 7 frigoríficos para frutas, 13 bodegas de vinos, 10 aserraderos, fábrica de dulce y de vinagre. Ahora apenas subsisten la Cooperativa de Comercialización con su producción de jugos y la Cooperativa de Productores.
El actual presidente de la cámara de productores, Víctor Pardo, pertenece a la tercera generación de chacareros que aportó para la producción frutícola. Con pesar señala que “nuestras colonias frutícolas pasaron una suerte parecida a las chacras del Alto Valle. La seguidilla de gobiernos cortoplacistas se olvidaron del tan deseable largo plazo, materia esencial para la fruticultura que depende de las reglas claras, porque se invierte hoy y se empieza a cosechar en 5 años”.
A su criterio, “faltó además un resguardo jurídico que proteja al productor primario frente al intermediario” porque “siempre el hilo se cortó por lo más delgado”.
Pardo hizo una comparación: “Cuando en el Alto Valle un chacarero abandona la actividad, sus tierras son compradas por grandes empresas empacadoras-exportadoras que hoy tienen el 70% de la producción. En nuestra localidad las tierras se abandonaron y punto, nadie volvió a hacer fruticultura ni se intentaron actividades como pasturas o granos” porque “no resultan rentables para las dimensiones parcelarias que manejamos”.
El escenario cambió, se cerraron bodegas, galpones, frigoríficos y la Colonia empezó a perder el banco, el Correo, proveedurías y economías satélites. Hoy el desafío es mantener las hectáreas plantadas.
HISTORIA.- Un decreto del 21 de julio de 1920 autorizó la formación de una sociedad anónima privada en Río Colorado, que construyó los canales del área que se denomina Colonia Juliá y Echarren.
La sociedad perdió personería en 1925, y se hizo cargo de la administración de los canales una comisión de productores regantes.
Las obras se construyeron bajo la responsabilidad financiera de don Lorenzo Juliá en primer término, quien para concretarla liquidó todas sus haciendas y campos emulando la decisión de terratenientes mendocinos.
Para tal empresa Juliá se asoció al ingeniero Juan Echarren, técnico que tenía un gran empuje. (Datos aportados por Alicia Pulita)
PRODUCCIÓN.- En las décadas del 70 y 80, los galpones (Bertoni, Sabini, Travesía, Romeo, Cooperativa, Jurrenco, Productores, Fruticultores, Lértora, Santa Tekla, Vilicich, Azcón, Velilla, Kohler, Martínez, Zurdo, Gatti, Carbo, Pioli) producían 1.475.000 cajones de frutas.
Las bodegas (Cooperativa de Productores, Blazesczuk Basillo, Prates Josue, Carbo Hermanos, Centeno Hermanos, Bodega San Lorenzo, Sorgo Pascual, Cooperativa Valle de Oro, Dominici Francisco, Merida Aniceta, Azcón Hermanos. Occhipinti Hermanos) producían 7 millones de litros de vinos, más los artesanales de Sampaolo, Tondelli y Licitra.
Los frigoríficos eran Travesía, Antonio Funaro, Romeo, Vilicich hnos, Productores Río Colorado, Frucar, Cooperativa de productores.
Publicado en Diario "Río Negro", 27 de septiembre de 2015.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
La diferencia de opiniones conduce a la investigación, y la investigación conduce a la verdad. - Thomas Jefferson 1743-1826.