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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

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“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

miércoles, enero 19, 2022

El recuerdo de las viejas barracas.

 El escritor Jorge Castañeda, oriundo de Valcheta, nos trae un relato sobre aquellos “edificios de acopio” que solían estar presentes en la región. El recuerdo de Omar Lehner, de una de las barracas más conocidas de Viedma.

A mí me gustan las barracas. Pero esas de la tercera acepción del Diccionario de la Lengua Española, que se definen en América como “edificios en que se depositan cueros, lanas, maderas, cereales y otros efectos destinados al tráfico”. Esas que hacen acopio de frutos del país. Amplias, con portones de chapa corredizos, mampostería de ladrillos a la vista, sin ventanas y con el piso enlucido de cemento con las juntas de dilatación tomadas.

El escritor Jorge Castañeda, oriundo de Valcheta, nos trae un relato sobre aquellos “edificios de acopio” que solían estar presentes en la región. El recuerdo de Omar Lehner, de una de las barracas más conocidas de Viedma.

Me gustan las barracas. Acopar pieles de zorro. Los grises, grandes y chicos; los colorados, de primera y de segunda, bien estaqueados para que no desmerezcan, Y comprar pluma y cerda, frutos livianos de los campos patagónicos. Pero prefiero el pelo de cabra con su blancura leve; eso sí; sin puntas amarillas porque vale mucho menos.

Me gustan las barracas. Con su olor característico y acre como a campo abierto. Con el trajinar de los obreros que conocen el oficio de memoria. Riqueza estibada y clasificada bajo el techo parabólico esperando los camiones para ir a otros destinos.

El escritorio, corazón de la barraca, me gusta menos, pero es imprescindible para todo buen negocio. Papeles, formularios, precios, fluctuaciones conforme a los vaivenes del mercado mundial de lanas, certificados, guía de marcas y señales, burocracia, transferencias, valor del tipo de cambio, acoso del fisco y cuántas otras yerbas más.

Mi amigo, el contador y prestigioso dirigente de Viedma Omar “Pocho” Lehner, me supo contar de la barraca de su abuelo Luis que estaba en la media manzana de Moreno, entre San Martín y Garrone, de Viedma. «Sobre Garrone la casa familiar con la superficie que supone el matrimonio con diez hijas y dos hijos».

“En la otra esquina, -recuerda Pocho- San Martín estaba la barraca, con sus fardos de arpillera (no había bolsones de polietileno ni prensa, los cueros de zorro colados de un clavo, el olor sarnífugo Jaca y lana, la balanza galponera en la que con mis tíos nos pesábamos después de algún almuerzo dominguero, cruzando todo el patio con quinta, molino y tanque australiano y gallinero, en lo que hoy es pleno centro de Viedma”.

“Antes de esa época mi viejo era el transportistas, manejaba uno de los camiones Ford T de mi abuelo. El escritorio era otro rincón inolvidable: el abuelo maceraba el tabaco para la pipa con cáscaras de naranja o algo así; sus libros; su colección de flechas, morteros, cerámicas, que lamentablemente se ha perdido. Las flechas prolijamente distribuidas en cartones de 30 x 30 cm. Aproximadamente, dispuestas en líneas, círculos y formas muy cuidadas”.

Me gustan las barracas y por eso pido prosperidad para todos. Para el productor que siempre sufre, para el acopiador paciente, para el exportador que confía en el país y también para mí, aunque solo me compre un buen suéter o use el chale de pelo de cabra tejido por mi madre, productos finales de tanto ajetreo.

PUBLICADO EN DIARIO "RÍO NEGRO", 17 de enero del 2022.

https://www.rionegro.com.ar/en-casa/region/el-recuerdo-de-las-viejas-barracas-2119374/


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