GRACIAS POR ESTAR AQUÍ...

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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

“
"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

martes, octubre 26, 2010

DON ELÍAS CHUCAIR Y JOSÉ MARÍA GUIDO.


Don Elías CHUCAIR.



José María Guido abandonando la Catedral de Buenos Aires, hacia 1962.

JOSÉ MARÍA GUIDO.
Tapa del libro:
"DEJARON IMPRONTAS".


DON ELÍAS CHUCAIR es un reconocido narrador costumbrista, es poeta, ensayista y de investigación histórica nacido en la localidad rionegrina de Ingeniero Jacobacci, la Linea Sur Rionegrina, hijo de inmigrantes árabe, libaneses que llegaron a nuestro país en la década del 1910. Sus libros amenos son un aporte que relatan vivencias de los pobladores de la Patagonia Argentina contribuyendo con sus relatos educadores al fomento de la cultura y al conocimiento de las costumbres de los pueblos sureños.
Entre las obras de Don Elías Chucair figuran:
"Bajo el cielo Azul", "Sur adentro", "Con viento patagónico", "Tiempo y distancia", "La inglesa bandolera y otros relatos patagónicos" cuya primera edición año 1985 es de Editorial Siringa Libros de aquella librería neuquina que dejo IMPRONTA en la Patagonia, "Partida sin regreso de árabes en la Patagonia", "el collar del chenque", "Acercando ayeres", "Dejaron Improntas" entre otros.
Del libro del rionegrino Elías Chucair "Dejaron impronta" (Ediciones del Cedro, Gaiman, Chubut, 2001) voy a transcribir un fragmento donde relata sus vivencias y recuerdo con quien llegara a ser Presidente de la Nación Argentina desde el año 1962 al año 1963 quien producido el levantamiento militar el 29 de marzo de 1962, el Presidente Frondizi, detenido por los militares en la Isla Martín García, se negó a renunciar «no me suicidaré, no renunciaré y no me iré del país» y de acuerdo a la Ley 252 de acefalía del Poder Ejecutivo ante la caída de Arturo Frondizi y siendo Presidente del Senado jura como Presidente de la Nación Argentina el doctor José María Guido asumiedo el 30 de marzo de 1962.
Don Elías Chucair trató a Guido en Jacobacci cuando militaba en la Unión Cívica Radical Intransigente, la U.C.R.I.

A continuación el fragmento.

RECORDANDO A JOSÉ MARÍA GUIDO.

"No olvido nunca cuando llegaron a nuestro pueblo, un día de 1949, los dirigentes políticos Heriberto Pochelú, José María Diego Contín, Edgardo Castello y José María Guido, a efectos de lograr la canalización de ideas a través de un partido, en este caso la Unión Cívica Radical.
Era una época muy difícil para hacer política que no fuera la oficialista; y no muchos estaban dispuestos a dar ese paso temerario. Predominaba el temor a la revancha y la persecución por parte de quienes gobernaban o informaban. Estaba muy de moda el delito del desacato, cuando alguien enjuiciaba la labor del gobierno u observaba medidas o conductas de algunos de sus protagonistas. Lo experimenté en carne propia, ya que en aquellos años ejercía el periodismo y tenía mis dificultades.
En esas circunstancias conocí, entre otros dirigentes, a José María guido. Recuerdo perfectamente aquel día y cuántas cosas descubrí en aquel hombre silencioso y modesto pero que cuando hacía oír su voz afloraba su fuego interior, su pasión y la tenacidad que aplicaba en todos sus actos volcados a la concreción a la concreción de aquella empresa política, convertida entonces en la principal fuerza de resistencia a las arbitrariedades de un régimen que chocaba con los principios democráticos del país.
José María Guido, que era humilde al extremo, en su manera de vestir y hasta en los rasgos de su firma, que parecía identificarlo, era fácil presa de la emoción y con frecuencia en sus ojos pequeños y vivaces aparecía un brillo muy especial, cuando en su ardor caracteríztico, que lo trasformaba, defendía posiciones que él entendía las más indicadas y aconsejables para llevar adelante el logro de objetivos.
En las largas y agotadoras reuniones del Comité Central, el mate, en cualquier condición, el cigarrillo y los anteojos, se detenían breve y alternadamente en sus manos nerviosas, como queriendo disputar la mistad de las mismas.

Con motivo de encabezar el doctor Guido la línea interna Intrasigencia dentro de la U.C.R. en el Territorio, y yo en esta localidad, intercambiamos mucha correspondencia partidaria antes de la división del partido.
Guido compartía entonces responsabilidades de abogado en el viejo estudio de Edgardo Castello, allá en la calle Buenos Aires, de Viedma, y de allí partían todas las comunicaciones de orden partidario hacia el interior del Territorio rionegrino.

Se convoca a una Convención Constituyente, y José María Guido es uno de los convencionales electos, para tomar activa participación en el logro de una excelente Constitución para poner en marcha el hasta hace poco Territorio del Río Negro.
Al año siguiente, precisamente en 1958, tras ardua lucha política, obtenemos el triunfo electoral; y entre los diputados electos está el doctor Guido. Íbamos a inagurar el primer período legislativo de la nueva Provincia de Río Negro.

Por un expreso deseo del electo presidente Frondizi elegimos a Guido senador nacional por Río Negro. con gra preocupación nos desprendimos del único abogado que tenía nuestro bloque, lo que significaba mucho, teniendo en cduenta que en las bancas de enfrente había nada menos que tres doctores en leyes. Pero las cosas estaban así y las aceptamos a final de cuentas... Pese a nuestra tenaz resistencia.
Quien iba a imaginar en aquellos momentos que el consagrado legislador Guido, a quien habíamos elegido senador, iba a ser primero vicepresidente del Senado, luego presidente de ese cuerpo legislativo y más tarde, por esas cosas circunstancias que swe desencadenan en los campos de la política, nada menos que presidente de la República...

¡Un modesto y silencioso ciudadano de Río Negro, de la flamante Provincia, ocupando la primera magistratura del país!

>>> Fragmento "Recordando a José María Guido" del libro "Dejaron improntas", pág: 15/16/17, Ediciones del Cedro.

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