Cuando yo era adolescente, hubo un Presidente que me deslumbró.
Hijo del general Álvaro Enrique Alsogaray, quien tuvo una importante participación en el golpe de Estado de 1930.
Álvaro Alsogaray, luego de egresar del Colegio Militar de la Nación como subteniente de infantería, obtuvo el título de ingeniero militar en la Escuela Superior Técnica del Ejército en el año 1943, durante esta etapa en el Colegio Militar desfiló junto a los cadetes para festejar el golpe de Estado de 1930. En esa marcha coincidió con Juan Domingo Perón.
Su hermano el general Julio Rodolfo Alsogaray fue comandante en jefe del Ejército, y lideró el golpe de Estado contra Arturo Illia. Dos hijos de Julio Alsogaray integraron como combatientes la agrupación Montoneros. Uno de ellos, Juan Carlos, murió en Tucumán luego de ser capturado por el Ejército tras el combate de Burruyacu, acusado de haber comandado el ataque con bomba a un avión militar Hércules C-130 en el que hubo 6 muertos y 26 heridos, todos gendarmes.
En 1955, Alsogaray fue designado funcionario de la Revolución Libertadora desde septiembre de ese año hasta junio de 1956 fue subsecretario de Comercio y luego ministro de Industria. Más adelante Ministro de Economía y ministro de Trabajo durante el Gobierno de Arturo Frondizi.
Luego del golpe de Estado de 1966 ―en el que tuvo participación su hermano, el teniente general Julio Rodolfo Alsogaray―, fue designado embajador en Estados Unidos hasta 1968. Nuevamente ministro de Economía, además de presidente del Consejo Interministerial de Trabajo, Economía y Servicios, durante el Gobierno de José María Guido. Su rígido esquema ideológico le alcanzó para ser convocado por el gobierno de facto de Guido y luego por la dictadura de Juan Carlos Onganía "el generalito", que lo nombró embajador en Estados Unidos.
Según datos de Wikipedia.
Álvaro Alzogaray era descendiente de un vasco que llegó a la Argentina en el
siglo XIX. Una familia con influencias en el poder económico y militar. Era
capitán-ingeniero.
El primer Alsogaray llegó a estas pampas en 1810 y fundó una
larga "dinastía" de militares, con una cláusula que se repetiría hasta hoy: el
hijo varón mayor se llamaría, siempre, Álvaro. El Álvaro bisabuelo fue
colaborador de Guillermo Brown, el Álvaro abuelo participó en la guerra de la
Triple Alianza y el Álvaro padre fue jefe de operaciones de José Uriburu. Álvaro
Luis Alsogaray, ingeniero industrial, de más de 75 años, que fuera candidato en
la boleta de diputados nacionales del frente Unite-Despertar en Capital, donde fué en tercer lugar en la fuerza de José Luis Espert.
Fue por 2019 electo Presidente de la Convención Nacional de la Ucedé en
Rosario.
En la dictadura del 1976/1983 no ocupó cargos, cuestionó a José
Alfredo Martínez de Hoz y criticó la guerra de Malvinas en 1982, pero sí se
aprovechó la patria financiera y los programas Tiempo Nuevo de Bernardo Neustadt y Mariano Grondona para promocionar y repetir el ideario liberal.
En lo político partidario fundó el Partido Cívico
Independiente en 1956, el partido Nueva
Fuerza en 1972 y la UCeDé por 1982. Fue
candidato a Presidente en 1958 y 1965 por el Partido Cívico Independiente y en
1973 el partido Nueva Fuerza en las que presentó la fórmula Julio Chamizo-Raúl
Ondarts para la presidencia que sacaron poquitos votos. Se decía que ni los fiscales de mesa lo votaron a Chamizo -chiste de la época-.
En 1983 Alzogaray fundó la UCeDé y fue candidateado como diputado, el primer
cargo público que obtuvo por el voto popular. La UCeDé siguió creciendo: en
1989 consiguió el 6,7 por ciento de los votos y se consagró como la tercera
fuerza del país.
Al mando de la UCeDé fue candidato a presidente de la Nación
en 1983 y 1989.
Menem llegó a la presidencia dejó de lado el salariazo y la revolución productiva e hizo lo que Martínez de Hoz y su equipo no pudo hacer de la mano de Domingo Cavallo y el capitán-ingeniero fue designado como asesor para la deuda externa.
Vivió su último momento de gloria con Carlos
Saúl Menem. En 1991 Alsogaray decidió abandonar el gobierno, paralelamente su
hija María Julia terminaría siendo procesada por corrupción y encarcelada.
Falleció de cáncer, a los 92 años.
Su hija María Julia estaba en prisión.
Algunos al igual que a José Alfredo Martínez de Hoz lo
llaman flor… flor de reloj-decían Les Luthiers-
Por Gustavo Dalmazzo.
El derrocamiento y detención de Arturo Frondizi, la intervención a las provincias, la anulación de las elecciones de 1961 y 1962 primero y el posterior cierre del Congreso Nacional ocasionaron técnicamente un golpe de Estado, sin embargo, la jugada del senador rionegrino José María Guido, presidente del Senado tras la renuncia del vice de Frondizi, Alejandro Gómez, a fines de 1958, salvó de alguna manera la recuperación institucional en 1963.
Ante los acontecimientos, Oscar Alende asumió la conducción de la UCRI, que había sido, de alguna manera, el partido de Frondizi, y que prontamente se convirtió en una estructura balcanizada en distintas UCRI provinciales.
El ex gobernador de Santa Fe, Carlos Sylvestre Begnis se sumó al nuevo partido que fundaran Frondizi y Rogelio Frigerio, el Movimiento de Integración y Desarrollo, en 1964. Lo mismo hizo Raúl Uranga, ex mandatario de Entre Ríos. Ambos ex gobernadores fundarán en 1975, Línea Popular, un partidopolítico que apoyó y colaboró con la dictadura cívico-militar de 1976.
La fragmentación continuó en Jujuy cuando en 1964 el gobernador Horacio Guzmán fundó el Movimiento Popular Jujeño; Ismael Amit el Movimiento Popular Pampeano; el sanjuanino Américo García se sumó al MID.
Algo distinto fue el caso de Celestino Gelsi, ex gobernador de Tucumán, que siguió en la UCRI conducida por Alende (entre ellos se tuteaban, costumbre nada frecuente en aquellos tiempos), aunque años más tarde fundó Vanguardia Federal, fuerza que se sumó en 1973 al Partido Federal de Francisco Manrique y en los ochenta a la UCR. Por lo tanto, entre el MID y los nuevos partidos provinciales, dejaron seriamente herido al radicalismo intransigente.
FUERZAS ARMADAS.
La tensión política en el interior de las FF.AA. fue en aumento en el gobierno de Guido. Los dos grupos antagónicos: legalistas y planteistas primero, azules y colorados después, se enfrentaron militarmente entre 1962 y 1963. Los azules, tan antiperonistas como los colorados, pensaban un peronismo sin Perón que pudiera incorporarse en algún momento a la política.
Conglomerado de liberales, nacionalistas y desarrollistas, mayormente pertenecieron al Arma de Caballería, y en menor medida a la de Artillería del Ejército y una buena parte de la Fuerza Aérea. Los colorados proponían una Argentina sin peronismo. En su mayoría pertenecieron al Arma de Infantería e Ingenieros y decididamente a la Armada.
La crisis se resolvió en abril de 1963 cuando el jefe del bando azul, general Juan Carlos Onganía venció al jefe colorado, general Luciano Benjamín Menéndez. Este acontecimiento le permitió a Guido convocar a elecciones nacionales para el mes de julio.
Alende junto a Uranga y Sylvestre Begnis mantuvieron negociaciones con los peronistas Raúl Matera, destacado neurocirujano, el ex gobernador de Jujuy Alberto Iturbe y el metalúrgico Augusto Timoteo Vandor.
La UCRI proponía elaborar un programa político para sostener un frente electoral amplio. ¿Sería Alende el candidato de “unidad” entre radicales intransigentes y el peronismo? La historia es algo oscura y contradictoria. Uranga y Sylvestre Begnis viajaron a Martín García para conversar con Frondizi, que estaba allí encarcelado. De regreso, los ex gobernadores anunciaron que los radicales intransigentes no tenían candidato para el Frente. ¿Qué había ocurrido? ¿Dejaba de lado Perón a los radicales intransigentes o a Alende? ¿Intervinieron el democristiano Horacio Sueldo y el conservador popular Vicente Solano Lima para ocupar ellos el espacio?
El 23 de marzo de 1963 la Convención Nacional de la UCRI manifestó que: “el Frente que deseamos no admite presiones oficiales. No admite tampoco vetos y exclusiones, porque no es un recurso electoral ni un arbitrio político común, sino que expresa la superior coincidencia de las fuerzas nacionales y populares que tienen un mismo modo de concebir la Patria como una comunidad pacífica de hombres y mujeres unidos en el trabajo digno, en la libertad y en el progreso”. Paso siguiente proclamó la fórmula Alende-Sylvestre Begnis.
Pero la trama no terminó allí. Desde Madrid se anunció la fórmula frentista: Solano Lima-Sylvestre Begnis, sin embargo, este último renunció y dejó sin candidato a la UCRI. El sector frondicista, conducido por Julio Oyhanarte, se apresuró a tomar el control del partido ocupando las instalaciones del Comité Nacional, del Comité de la Provincia y del Comité de la Ciudad de Buenos Aires.
A días de las elecciones comenzó la pelea en la Justicia electoral: impugnaciones y acusaciones de todo tipo a un lado y otro del mostrador ucrista. Alende renunció a la presidencia del Partido pero no a la candidatura a presidente que le había otorgado la Convención. Lo acompañó Gelsi en la fórmula.
El resultado en las urnas le dio el triunfo al radical del pueblo Arturo Illia, quien obtuvo casi dos millones y medio de votos. Alende logró más de un millón y medio de sufragios. El ex jefe de la Libertadora, Pedro Eugenio Aramburu, reunió más de un millón. El voto en blanco ordenado por Perón, al no haberse logrado ningún acuerdo electoral con intransigentes y democristianos, superó los dos millones.
La fragilidad electoral de la UCRI se comprobó en las elecciones de renovación legislativa de 1965. El bloque quedó conformado por diecinueve diputados, veintiuno menos que en 1963. Solamente se incorporó un diputado, Ataúlfo Pérez Aznar, por la provincia de Buenos Aires, y en la Capital Federal obtuvo algo más de cuarenta mil votos que no alcanzaron ni para una banca.
Por otra parte, la relación de la UCRI con el gobierno radical del pueblo, estuvo lejos de ser de las mejores. Las viejas diferencias políticas, más el creciente malestar que diferentes sectores fueron construyendo contra Illia, sumaron ciertamente a los radicales intransigentes.
En “Entretelones de la trampa”, libro escrito y publicado antes del golpe de Estado de 1966, Alende se refiere a Onganía de manera cordial, reconociendo su apego a la legalidad.
En otro libro, “Punto de partida”, de 1964, analiza críticamente al gobierno radical del pueblo. Después del golpe de 1966, apareció Los que mueven las palancas, en donde describe el proceso que llevó al derrocamiento del presidente Illia, al que hizo responsable de la situación por haber desperdiciado una oportunidad que consideró única. También se refirió al gobierno de Onganía a quien acusó de haberse rodeado de tecnócratas y de haber favorecido a las multinacionales, aunque le reconoce la política de obras públicas llevada adelante.
No podemos decir que Alende haya participado en la ruptura del orden constitucional, sin embargo, criticó las demoras del Poder Ejecutivo para tomar determinadas decisiones y no estuvo ajeno al imaginario de nacionalistas de diversa índole, desarrollistas y radicales intransigentes, sobre que las FF.AA. ocupaban un lugar preponderante en la política nacional y que podrían ser el pivote de una “revolución” que sacara al país del atraso y la dependencia para conducirlo por un camino de desarrollo.
Publicado en Diario LA PRENSA.
https://www.laprensa.com.ar/Oscar-Alende-intransigencia-y-politica-cuarta-entrega-539960.note.aspx
Enlaces de interés:
Oscar Alende Primera Entrega.
En Diario LA PRENSA.
https://www.laprensa.com.ar/Oscar-Alende-Intransigencia-y-politica-Primera-entrega-539197.note.aspx
En GPA.
https://guillermopirriargentino.blogspot.com/2023/12/oscar-alende-intransigencia-y-politica.html
Oscar Alende Segunda Entrega.
En Diario LA PRENSA.
2/1/2024.
https://www.laprensa.com.ar/Oscar-Alende-intransigencia-y-politica-segunda-entrega-539475.note.aspx
En GPA.
https://guillermopirriargentino.blogspot.com/2024/01/oscar-alende-intransigencia-y-politica.html
7/1/2024.
por Gustavo Dalmazzo.
En 1945 Moisés Lebensohn se había convertido en el dirigente intransigente por antonomasia de la Provincia de Buenos Aires, pero con proyección nacional. Creía que el país vivía una época pre-revolucionaria, que las causas populares no encontraban cauce en la vida interna del partido Radical, que algo iba a ocurrir. A Oscar Alende se le levantó la sanción partidaria que había suspendido su afiliación, a causa de haberse opuesto a la conducción conservadora, y regresó al Partido, incorporándose al Movimiento Intransigencia y Renovación junto a Arturo Frondizi, Ricardo Balbín y Crisólogo Larralde entre otros. La Declaración de Avellaneda, de abril de 1945, sentó las bases ideológicas y políticas del radicalismo intransigente. Proponía que la UCR debía recuperar la esencia yrigoyenista, afirmar la democracia como sistema político y las libertades individuales; el nacionalismo económico; la reforma agraria y los valores del ideal reformista de 1918. En 1948 las bases políticas de Avellaneda se convertirían en la plataforma partidaria de la U.C.R.
¿Qué diferenció al MIR del ascendente peronismo? En principio algunas cuestiones políticas e ideológicas de fondo, por un lado, y algunos aspectos de forma por el otro. La Intransigencia entendió que la transformación del país debía hacerse de abajo hacia arriba y dentro de los marcos institucionales.
Criticaron la organización piramidal y corporativa que planteaba Perón, pero claro está, no criticaron los logros políticos, sociales y económicos del primer peronismo, aunque sí el abandono de la política laicista, cara a la tradición radical. La Revolución de 1943 había instaurado la educación religiosa católica en las escuelas.
Las elecciones de 1946 que le dieron el triunfo al peronismo le dejaron al radicalismo una bancada de 44 diputados integrada tanto por unionistas como por intransigentes. Alende no aceptó integrar la lista de candidatos a diputados provinciales por discrepancias con la política de alianza del radicalismo: la Unión Democrática. Recién lo hará en la renovación parlamentaria de 1948 y ocupará una banca en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos. En 1950 fue elegido por sus pares para presidir el bloque partidario y al finalizar su mandato, en 1952, fue electo diputado nacional. Se estaba construyendo un nuevo liderazgo político.
INTERNA DE LOS PARTIDOS.
El golpe de Estado que derrocó a Perón en 1955 trajo también consecuencias en la vida interna de los partidos políticos, y el radicalismo no fue la excepción. El vicepresidente de facto, almirante Isaac Francisco Rojas, presidió la Junta Consultiva, un organismo creado para darle apoyo civil al régimen dictatorial. Alende, por pedido de Frondizi, presidente del Comité Nacional de la UCR, encabezó la delegación radical junto a Miguel Ángel Zabala Ortíz, Juan Gauna y Oscar López Serrot.
En marzo de 1956 se eligieron las nuevas autoridades del Comité Nacional siendo reelegido Frondizi acompañado por Alende como vice. Pero en junio ocurrieron los fusilamientos del general Juan José Valle y otros civiles y militares que se sublevaron contra el gobierno de Pedro Eugenio Aramburu. Semejante acción fue el fin de la participación de Alende en la Junta y la enérgica protesta de Frondizi ante el luctuoso suceso.
En noviembre del ’56, se reunió en Tucumán la Convención Nacional de la UCR y eligió el binomio Frondizi-Alejandro Gómez como candidatos a presidente y vice respectivamente. Los delegados que respondían a Balbín, en coincidencia con unionistas y sabattinistas, abandonaron el recinto y rompieron el Partido. Al año siguiente los radicales marcharon separados a la Convención Constituyente reunida en Santa Fe, después de que el gobierno militar suprimiera por decreto la Constitución reformada en 1949. Los seguidores de Frondizi pasarían a denominarse radicales intransigentes y los de Balbín, radicales del pueblo.
Hay un dato para tener en cuenta: el sector liderado por Balbín obtuvo más votos que el conducido por Frondizi. Es posible que este resultado electoral convenciera a los militares de que, ante el llamado electoral programado para 1958, se impondrían en las urnas los mismos que ganaron más bancas en la Constituyente, es decir, el sector que se mostraba más propenso a un entendimiento con ellos y más alejado del peronismo. La historia demostró lo contrario.
Al decir de Alende la Convención “había nacido muerta”.
Sin embargo, por cuestión de disciplina partidaria aceptó presidir el bloque intransigente, sabiendo que se iban a retirar de la misma el primer día. Alende fue el referente del sector más enfrentado con los militares. Por contraposición, Frondizi pareció más cauto y propenso a seguir participando. Años después Alende declaró que tal vez ese haya sido el precio que Frondizi pagó para poder asumir como presidente de la Nación.
La UCRI se impuso en las elecciones del 23 de febrero de 1958. Frondizi resultó electo presidente de la Nación y Alende gobernador de la Provincia de Buenos Aires, acompañado por el dirigente de Junín, Arturo Crosetti.
El gobierno de Frondizi sufrirá presiones de todo tipo que pretenderá enfrentar con virajes en su estrategia política. La administración de Alende no fue ajena a estos inconvenientes, pero intentará llevar adelante un plan coherente de cuatro años con el objetivo de sostener los cambios estructurales propuestos.
En la próxima nota veremos cómo fue el gobierno de Alende y su joven ministro de Economía y Hacienda, Aldo Ferrer.
Publicado en Diario LA PRENSA.
2/1/2024.
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La locutora y conductora Lidia ‘Pinky’ Satragno murió este jueves a los 87 años, según confirmó esta tarde el titular del SAME, Alberto Crescenti.
Tras iniciarse como modelo y locutora radial, fue apodada "Pinky" por su colega Trudy Tinky Tomis, esto debido a que Lidia Satragno se caracterizaba por su piel rosada.
Era la "Señora Televisión", por ser la mujer que más horas de TV tenía en el mundo.
Fué una mujer "hecha a sí misma" que deja huellas por donde camina.
Nacida el 11 de noviembre de 1935 en San Justo, localidad del oeste del conurbano bonaerense y debutó en televisión en 1956, luego de un recorrido como modelo de comerciales. Dos años más tarde ya estaba conduciendo su propio programa, Buenos días Pinky, con libretos de María Elena Walsh.
“Buenos días, Pinky”, que acrecentó su popularidad y le consiguió el título de “La mujer del año” y tuvo la posibilidad de cenar con el canciller alemán Konrad Adenauer y con el alcalde Willy Brandt en Alemania. Entrevistó a Arturo Frondizi y esa fue la primera vez que un ex presidente argentino aparecía en vivo y en directo en la televisión.
Tan importante era Pinky para la cultura popular que fue ella quien despidió en vivo el blanco y negro e inauguró la nueva era de la televisión argentina. Una novedad que no podía tener otra voz y rostro que los de ella, Lidia Elsa Satragno, entonces y por siempre, Pinky. Figura sobresaliente de la radio, la televisión y el espectáculo.
En el nuevo Canal 7 el 1º de mayo de 1980 dijo:
“Hoy terminan las pruebas y dentro de unos instantes se hará realidad la televisión color. Y qué imagen verá usted ahora en color y aunque los va a reconocer enseguida, yo quiero decirlo ¿cuáles son los colores más hermosos que tiene la Argentina? Esos son, esos que creó mi amado Belgrano, estos, los de la bandera nacional”, narró Pinky mirando a cámara antes de que una enseña celeste y blanca flameara sobre los compases de Aurora y ella retomara la palabra y la imagen (ya no más en blanco y negro) para decir: “Señoras y señores he aquí la televisión en color”.
Inaugurando así Argentina Televisora Color (ATC) como también del Canal 13 Río de la Plata TV.
Condujo junto al recordado Cacho Fontana “Las 24 horas por Malvinas”, el 10 de mayo de 1982, en pleno conflicto bélico con los piratas de Gran Bretaña, un programa maratónico para recaudar dinero y otros bienes con destino a los soldados que luchaban en nuestras Islas Malvinas Argentinas un asunto de dudoso fin del que ni Pinky ni Fontana fueron responsables.
Durante la década de 1980 condujo exitosos programas como El pueblo quiere saber con Lucho Avilés.
En la década de los ´90 del siglo pasado fue vicepresidenta de la Fundación Buenas Ondas, del cantante Piero para recaudar fondos y construir guarderías, jardines infantiles, albergues para chicos de la calle, centros de capacitación para adolescentes en riesgo social y otras obras de beneficio comunitario en todo el país.
Por su vieja amistad con Rodolfo Terragno, entonces titular de la Unión Cívica Radical se postuló para la intendencia de La Matanza por la Alianza en 1995, ocasión en que festejó prematuramente el triunfo, aunque el recuento de votos posterior le dio el triunfo a otro candidato Alberto Balestrini. También fue secretaria de Promoción Social de la Ciudad, durante la gestión de Enrique Olivera desde el 17 de diciembre de 1999 al 7 de agosto de 2000.
Cumplió varias funciones durante el gobierno radical en las que tuvo poderosas iniciativas sociales, creó escuelas de fútbol, un campeonato “intervillas” y radios comunitarias. En el 2007 llegó a la diputación bonaerense representando a la alianza Unión PRO.
Estuvo casada con el actor y cantante de tangos Raúl "El Negro" Lavié, con quien tuvo dos hijos, Leonardo y Gastón.
En el último tiempo, la salud de la conductora se vio muy deteriorada.