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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

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“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

“
"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

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viernes, abril 18, 2025

Cuando yo era adolescente, hubo un Presidente que me deslumbró. Por Julio Lagos.

 


Cuando yo era adolescente, hubo un Presidente que me deslumbró.

Por Julio Lagos.
-Doctor Frondizi, ¿usted quiere volver a ser Presidente?
Era el año 1965. El ex presidente Arturo Frondizi tenía 57 años, pero parecía mayor. Al menos, desde la perspectiva de mis 20 años de entonces.
Lo veía alto, pero más que por su altura física por su aspecto doctoral. Camisa blanca impecable, corbata, traje gris, y un distintivo metálico en el ojal que no era una clásica escarapela concéntrica sino un sector horizontal de las franjas de la bandera.
Un par de años atrás había recuperado su libertad. En marzo de 1962, luego de ser derrocado por un golpe de estado cívico militar, quedó detenido en la Isla Martín García. Al año siguiente fue trasladado a El Tunquelén, cerca de Bariloche, hasta que quedó libre en julio de 1963.
Era una pregunta demasiado obvia, propia de un cronista inexperto:
-Doctor Frondizi, ¿usted quiere volver a ser Presidente?
Sonrió, más con la mirada que con los labios:
-Joven Lagos, ¿usted recuerda a Sarmiento?
-Sí, sí, claro – respondí entre vacilante y desconcertado.
-¿Y se acuerda de Sarmiento presidente o de Sarmiento, a secas? – insistió.
-De… de Sarmiento… a secas… – balbuceé.
-Yo no tengo pequeñas vanidades, tengo grandes vanidades. Espero que me recuerden como a Sarmiento: Frondizi, a secas. La presidencia es para los pequeños ambiciosos.
El de Arturo Frondizi es un caso raro.
Fue presidente constitucional de la Argentina, elegido en 1958 en comicios libres y dentro del marco de la democracia. De su derrocamiento, en la madrugada del 29 de marzo de 1962, apenas queda una fotografía en la que se lo ve sentado en el asiento de atrás de un auto, cuando lo llevan preso, para subirlo a un DC3 rumbo a la isla de Martín García. Pero casi nunca se lo menciona y es muy poco lo que se sabe de él .
Vos mismo, que estás leyendo estas líneas y que tenés un apreciable nivel cultural, encontrarás útil un pequeño repaso sobre su vida, intensa y casi desconocida.
Cuando él era Presidente, yo estaba en la escuela secundaria, en el colegio comercial José Ingenieros del barrio de Flores.
En el último año teníamos una materia que se llamaba "Geografía Económica de la Argentina", que dictaba la profesora Hilda Perincioli de Rampa. No indicaba libros de texto, sino que nos daba libertad para investigar y elegir las fuentes para nuestros apuntes.
Mis notas fueron 10, 10 y 10, una en cada trimestre. Al finalizar el curso, la profesora me preguntó:
- Lagos, ¿de qué libros estudió a lo largo del año?"
Le contesté la verdad:
- De los discursos del Presidente, señora.
Frondizi nació en Corrientes, hijo de una pareja de inmigrantes italianos que venía de Gubbio, la ciudad medieval en la que San Francisco amansó al lobo, ubicada en la zona mediterránea de la Umbría, "il cuore verde d'Italia", en Peruggia.
Esa pareja de tanos, don Julio y doña Isabel, humildes y trabajadores, tuvo 14 hijos. Todos estudiosos, brillantes. Uno de ellos, Risieri, llegó a ser rector de la Universidad Nacional de Buenos Aires y bajo su mandato se creó la editorial Eudeba. Otro, Silvio, un filósofo y docente, fue masacrado por la Triple A el 27 de septiembre de 1974. Otro integrante de la familia fue víctima de la sangrienta violencia que asoló al país: Diego, hijo de Ricardo Frondizi, cayó asesinado en 1971.
Desde muy joven, Arturo ratificó el sello de esa familia notable. En 1927 ingresó a la Facultad de Derecho, y tres años después se recibió de abogado con diploma de honor. Eso fue en 1930. Gobernaba el país el general Uriburu, que había derrocado al presidente Hipólito Yrigoyen. El acto de entrega de los diplomas iba a ser presidido por Uriburu y el flamante abogado se negó a asistir:
-Yo no voy a recibir mi diploma de manos de quien volteó a un presidente constitucional…
Pocos meses después participó en una manifestación política contra el gobierno de Uriburu. Fue encarcelado.
Tuvo como abogado defensor a Silvio, su propio hermano. Pero a la semana Silvio también cayó preso y ambos compartieron la prisión en la Penitenciaría Nacional, que estaba en la avenida Las Heras, donde hoy mucha gente toma sol y pasea sus perros. Con el paso de los años, en 1961 y siendo Presidente de la Nación, Arturo Frondizi firmó el decreto por el cual se demolió la Penitenciaría Nacional.
A Frondizi le gustaba el fútbol. Era simpatizante de Almagro, donde había jugado de defensor en la cuarta división. Le pedí que definiera a un hincha de fútbol:
-Un hincha de fútbol es una persona que canaliza sus entusiasmos, sus lealtades y sus pasiones hacia una causa noble en lugar de hacerlo hacia cualquier forma de odio sectario…
¡Faltaban muchos años para que las barras bravas convirtieran esta respuesta en una tremenda ingenuidad!
El secretario privado de Frondizi era el doctor Alberto Julio Taddei, hijo de Atilio Taddei, un recordado kinesiólogo de Boca Juniors y de la selección nacional. Lo conocía como pocos:
-En las pequeñas cosas de todos los días, Frondizi refleja su manera de actuar en política. En el tránsito, por ejemplo. Le gusta mucho manejar, pero evita circular por las calles con muchos autos. Prefiere un camino más largo, pero sin congestionamientos…
Fue elegido presidente en 1958. Lo derrocó un golpe cívico-militar el 29 de marzo de 1962. Apenas estuvo en el poder tres años y diez meses.
El historiador Félix Luna escribió: "Durante el gobierno de Frondizi la transformación del país se operó, principalmente en el espíritu de los argentinos. Señaló la falsedad de las divisiones a cuyo alrededor los argentinos solíamos cascarnos fervorosamente, para plantear en cambio las grandes empresas donde podíamos encontrarnos todos, peronistas y antiperonistas, laicos y libres, izquierdas y derechas".
El autor se refiere a la política pacificadora de Frondizi, luego del gobierno de Aramburu y Rojas que había proscripto al peronismo.
Frondizi normalizó la CGT y promovió la Ley de Asociaciones Profesionales, luego de haber pactado una alianza táctica con Perón. Probablemente era demasiado para una sociedad que tenía heridas muy frescas. El antiperonismo gorila no se lo perdonó, y el peronismo no entendió que la transformación del país no necesitaba ni del populismo ni del culto a la personalidad.
Durante el gobierno de Frondizi se batieron todos los récords de crecimiento económico. Entre 1958 y 1960 se triplicó la producción de acero. En la industria automotriz, con diez fábricas nuevas, se produjeron 137.000 unidades en 1961, con un enorme crecimiento del sector de autopartes. En 1958 se construyeron 10.000 tractores y en 1961 fueron 25.000. En el cemento, el salto fue del 32 por ciento entre 1959 y 1961.
La llave maestra fue el petróleo: de 5 millones de toneladas producidas en 1958 se pasó en 1962 a 15 millones y la Argentina se autoabasteció por primera vez en la historia. El país dejó importar petróleo y de gastar 350 millones de dólares anuales.
Pero al llevar adelante su política petrolera, incorporando la inversión extranjera, Frondizi contradijo su posición, consagrada en el libro Petróleo y política, de 1954, donde se oponía a los contratos que el gobierno de Perón tramitaba con la Standard Oil.
Se lo dije:
-Doctor Frondizi, usted hizo como presidente todo lo contrario que había escrito en Petróleo y política…
Me contestó rotundamente:
-Preferí dejar de lado mi vanidad intelectual. De ninguna manera iba a traicionar el interés del país para conservar una posición dogmática. Cuando me di cuenta de que yo había estado equivocado, no vacilé en seguir una política de desarrollo que tuvo un resultado magnífico. Y muchos de los que me combatieron no lo hicieron por defender a la Patria, sino porque al acabarse las importaciones ellos dejaban de cobrar sus comisiones.
De todas maneras, las cuestiones económicas no alcanzan para definir completamente el perfil del gobierno de Frondizi. Probablemente lo más notable de su gestión haya sido la transformación educativa, a través de la libertad de enseñanza que permitió el desarrollo de las universidades privadas en el país. En aquel momento se desató un debate en el que se enfrentaron esos dos sectores, "laica" y "libre", a los que aludía Félix Luna.
El conflicto fue de una virulencia excepcional, con grandes manifestaciones populares de uno y otro sector. El rector de la Universidad Nacional de Buenos Aires, Risieri Frondizi, hermano del presidente, encabezaba el sector de los "laicos" y era su crítico más enconado. Finalmente, en un discutido trámite parlamentario, se impuso la posición del gobierno, con un altísimo costo político.
Hoy, cuando miles de alumnos cursan sus carreras en las universidades argentinas, parece inverosímil que esto haya sucedido.
Pero no fue el único riego que corrió Frondizi.
El 18 de agosto de 1961 recibió al Che Guevara en la residencia de Olivos, luego de la Conferencia de Cancilleres de Punta del Este. El presidente argentino estaba convencido que la situación de Cuba era un tema que debía resolverse dentro del ámbito americano, para evitar que Fidel Castro terminara en la órbita soviética. Esto lo habló Frondizi con John Kennedy, en dos entrevistas, ese mismo año. Hay un par de anécdotas de esas conversaciones, que revelan las terribles presiones que vivían esos personajes:
-¿Podemos hablar confiados delante de él?, dijo Kennedy señalando al intérprete argentino.
Y sólo cuando le aseguraron que Carlos Ortiz de Rosas (de él se trataba) era un hombre leal a Frondizi, inició la conversación.
A su vez, Frondizi tuvo la necesidad de plantearle a Kennedy la crítica situación que atravesaba su gobierno:
-Presidente, me quieren derrocar…
Y Kennedy le contestó:
-A mí me quieren matar…
Con el correr de los meses, ambos temores se confirmaron. Frondizi fue volteado en marzo de 1962 y Kennedy fue asesinado en Dallas el 22 de noviembre de 1963.
Yo quería hablar de todos los temas polémicos, pero Frondizi prefería mirar para adelante:
-No es importante si Frondizi es bueno o malo, eso no es lo fundamental… En el país hay problemas de fondo…
Pero así y todo le pregunté por su destitución:
-Vea, yo dije que no me iba a suicidar, que no iba a renunciar, y que no me iba a ir del país… Cumplí con mi palabra.
Sin mencionarlos, aludía a otros presidentes americanos que sufrieron golpes de estado. Getulio Vargas, que se suicidó, Janio Quadros, que renunció, y Perón, que se fue al Paraguay.
Mi entusiasmo de joven cronista rozó la insolencia:
-A usted se lo acusó de ser maquiavélico…
Por un momento alteró su calma doctoral:
-¿Maquiavelo yo? Hice la política en la calle, nunca me quedé en mi casa…Me expuse a todo, a las represiones jurídicas, a las agresiones físicas. Incluso a mis propios errores… Si eso es ser calculador… Además, nunca eludí mis responsabilidades. Por eso me quedé en el país.
Mientras estuvo preso en El Tunquelén, Frondizi escribió la Breve historia de un yanqui que proyectó industrializar la Patagonia. Me regaló un ejemplar, con su dedicatoria manuscrita y me dijo:
-En este librito hablo de dos hombres extraordinarios… Uno es Ezequiel Ramos Mexía, que fue ministro de Roca, Figueroa Alcorta y Sáenz Peña. Y el otro es Bailey Willis, un geólogo norteamericano. En 1915 querían trazar y construir el ferrocarril transpatagónico… Mire todo lo que falta hacer en el país…
Frondizi quería abrir nuevos mercados para los productos argentinos. En diciembre de 1961 hizo una gira histórica y se convirtió en el primer presidente argentino que visitó la India, Tailandia y Japón. Ante el primer ministro Jawaharlal Nehrú, el rey Bhumibol Adulyadej y el emperador Hirohito habló de los temas económicos que lo obsesionaban: superar la condición de simple productor primario, industrializar el campo, neutralizar la política restrictiva de los mercados europeos.
La precisión de sus discursos y la certeza de los datos que ofrecía causaron asombro. Y no vaciló en halagar a sus anfitriones, participando de los actos tradicionales de esos pueblos, a quienes Argentina quería venderle los productos que sufrían las trabas de todo tipo que le ponían las grandes potencias.
Así fue que en la India se fotografió subido a un elefante, símbolo de la cultura milenaria de ese país.
La reacción de un enorme sector del periodismo argentino y de la oposición fue de burla, ante lo que calificaron como una payasada.
Pocas semanas después, la reina de Inglaterra visitó la India en visita oficial. También ella fue agasajada con la ceremonia del elefante, al que ascendió encantada.
Y aunque parezca mentira, aquellos mismos críticos que dijeron que Frondizi había protagonizado una ridiculez dijeron que el gesto de la reina era simpático y democrático.
Hay quien dice que Frondizi se adelantó a su tiempo. Lo cierto es que en su momento no fue entendido.
Últimamente, en cambio, se han escuchado algunas voces, desde sectores muy diferentes entre sí, que coinciden en señalar a Frondizi como un gran estadista.
La paradoja es que su propio partido, la Unión Cívica Radical, no lo reconoce como una figura propia. Fue sucesivamente diputado, jefe de la bancada, candidato a vicepresidente en 1952, y finalmente Presidente de la Nación.
En privado, algunos dirigentes son terminantes. Rodolfo Terragno, por ejemplo, me dijo que la decisión de Arturo Illia de anular los contratos petroleros firmados por Frondizi "fue el más grande error de la Argentina contemporánea".
Pero el ninguneo que sufre la figura de Arturo Frondizi no se limita a su propio partido.
Hace pocos años, un 29 de marzo, en un aniversario de su derrocamiento, fui al cementerio de Olivos a llevar unas flores a la tumba de Frondizi. Sabía que sus restos reposaban allí.
Lloviznaba, como para redondear una gris mañana otoñal en un cementerio. Compré unos claveles en el puesto que está sobre la calle Pelliza y entré. A la derecha hay una oficina. Abrí la puerta y saludé. Una joven empleada me miró y dudó: "¿Usted es…?". Y sonrió, cuando le confirmé que sí, que era el que ella había visto en "El show del Clío".
-¿Usted viene por algún familiar?… Mire que ahora no hay ningún servicio…
Le dije que no, que estaba allí por otra cosa:
-Vengo a traerle unas flores al presidente Frondizi.
Su mirada de desconcierto anticipó lo que luego me preguntó:
-¿Quién?…
En ese momento, otra empleada, tan amable como la primera pero un poco mayor, intercedió:
-Sí, el que fue presidente… Venga, salgamos que le vamos a preguntar a José dónde está Frondizi…
Salimos. En la soledad de esa mañana, el enorme playón blanco se extendía hacia el fondo, donde un señor en bicicleta respondía con el brazo levantado ante el grito:
-¡José, venga!
El hombre se acercó.
-José, el señor quiere ir a la tumba de Frondizi..
-Ah, sí, venga… Sígame…
Y empezó a pedalear en busca el pasillo correspondiente. La escena era francamente felliniana, porque yo iba detrás a las zancadas, casi trotando, con el ramito de claveles en la mano, bajo la llovizna, mientras José trataba de acertar el lugar exacto.
-No, no, aquí no… Ahora me acuerdo…, es allá, ¿ve?…
Y me señaló un panteón. Le agradecí y me acerqué al lugar.
Era el panteón de la familia Faggionato, el apellido de la esposa de Frondizi. Se me ocurrió pensar "no tuvo dónde caerse muerto".
No había ningún signo exterior que denotase que allí yacía un expresidente. Ni una bandera, ni un escudo, ni una placa.
Pensé que alguna vez deberá tener un espacio propio, con todos los honores. Y quizás en su lápida se pueda poner la frase que me dijo cuando terminó la entrevista:
-Me he pasado la vida luchando… amo a mi país.
Ahora estoy terminando esta crónica en julio de 2021. Y sé que todo lo que acabo de escribir puede parecer un anacronismo.
Más aún, quizás lo sea.
Pido disculpas, pero no puedo defraudar aquel pibe de los años 60´.
Y para colmo, nada de lo que vino después -¡tan mediocre!- me pudo ilusionar.
Visto en las redes sociales.

El presidente Arturo Frondizi.

 

martes, abril 01, 2025

1º de abril de 2005: fallecía Álvaro Carlos Alsogaray.


1º de abril de 2005: fallecía Álvaro Carlos Alsogaray.

Hijo del general Álvaro Enrique Alsogaray, quien tuvo una importante participación en el golpe de Estado de 1930.

Álvaro Alsogaray, luego de egresar del Colegio Militar de la Nación como subteniente de infantería, obtuvo el título de ingeniero militar en la Escuela Superior Técnica del Ejército en el año 1943, durante esta etapa en el Colegio Militar desfiló junto a los cadetes para festejar el golpe de Estado de 1930. En esa marcha coincidió con Juan Domingo Perón.

Su hermano el general Julio Rodolfo Alsogaray fue comandante en jefe del Ejército, y lideró el golpe de Estado contra Arturo Illia. Dos hijos de Julio Alsogaray integraron como combatientes la agrupación Montoneros. Uno de ellos, Juan Carlos, murió en Tucumán luego de ser capturado por el Ejército tras el combate de Burruyacu, acusado de haber comandado el ataque con bomba a un avión militar Hércules C-130 en el que hubo 6 muertos y 26 heridos, todos gendarmes.

En 1955, Alsogaray fue designado funcionario de la Revolución Libertadora desde septiembre de ese año hasta junio de 1956 fue subsecretario de Comercio y luego ministro de Industria. Más adelante Ministro de Economía y ministro de Trabajo durante el Gobierno de Arturo Frondizi.

Luego del golpe de Estado de 1966 ―en el que tuvo participación su hermano, el teniente general Julio Rodolfo Alsogaray―, fue designado embajador en Estados Unidos hasta 1968. Nuevamente ministro de Economía, además de presidente del Consejo Interministerial de Trabajo, Economía y Servicios, durante el Gobierno de José María Guido. Su rígido esquema ideológico le alcanzó para ser convocado por el gobierno de facto de Guido y luego por la dictadura de Juan Carlos Onganía "el generalito", que lo nombró embajador en Estados Unidos.

Según datos de Wikipedia.

 

Álvaro Alzogaray era descendiente de un vasco que llegó a la Argentina en el siglo XIX. Una familia con influencias en el poder económico y militar. Era capitán-ingeniero.

El primer Alsogaray llegó a estas pampas en 1810 y fundó una larga "dinastía" de militares, con una cláusula que se repetiría hasta hoy: el hijo varón mayor se llamaría, siempre, Álvaro. El Álvaro bisabuelo fue colaborador de Guillermo Brown, el Álvaro abuelo participó en la guerra de la Triple Alianza y el Álvaro padre fue jefe de operaciones de José Uriburu. Álvaro Luis Alsogaray, ingeniero industrial, de más de 75 años, que fuera candidato en la boleta de diputados nacionales del frente Unite-Despertar en Capital, donde fué en tercer lugar en la fuerza de José Luis Espert.  Fue por 2019 electo Presidente de la Convención Nacional de la Ucedé en Rosario. 

En la dictadura del 1976/1983 no ocupó cargos, cuestionó a José Alfredo Martínez de Hoz y criticó la guerra de Malvinas en 1982, pero sí se aprovechó la patria financiera y los programas Tiempo Nuevo de Bernardo Neustadt y Mariano Grondona para promocionar y repetir el ideario liberal.

En lo político partidario fundó el Partido Cívico Independiente  en 1956, el partido Nueva Fuerza en 1972 y la UCeDé  por 1982. Fue candidato a Presidente en 1958 y 1965 por el Partido Cívico Independiente y en 1973 el partido Nueva Fuerza en las que presentó la fórmula Julio Chamizo-Raúl Ondarts para la presidencia que sacaron poquitos votos. Se decía que ni los fiscales de mesa lo votaron a Chamizo -chiste de la época-.

En 1983 Alzogaray fundó la UCeDé  y fue candidateado como diputado, el primer cargo público que obtuvo por el voto popular. La UCeDé siguió creciendo: en 1989 consiguió el 6,7 por ciento de los votos y se consagró como la tercera fuerza del país.

Al mando de la UCeDé fue candidato a presidente de la Nación en 1983 y 1989.

Menem llegó a la presidencia dejó de lado el salariazo y la revolución productiva e hizo lo que Martínez de Hoz y su equipo no pudo hacer de la mano de Domingo Cavallo y el capitán-ingeniero fue designado como asesor para la deuda externa.  

Vivió su último momento de gloria con Carlos Saúl Menem. En 1991 Alsogaray decidió abandonar el gobierno, paralelamente su hija María Julia terminaría siendo procesada por corrupción y encarcelada.

Falleció de cáncer, a los 92 años.

Su hija María Julia estaba en prisión.

Algunos al igual que a José Alfredo Martínez de Hoz lo llaman flor… flor de reloj-decían Les Luthiers-

lunes, enero 15, 2024

Oscar Alende: intransigencia y política (cuarta entrega). Por Gustavo Dalmazzo.


Oscar Alende: intransigencia y política (cuarta entrega).

Por Gustavo Dalmazzo.

El derrocamiento y detención de Arturo Frondizi, la intervención a las provincias, la anulación de las elecciones de 1961 y 1962 primero y el posterior cierre del Congreso Nacional ocasionaron técnicamente un golpe de Estado, sin embargo, la jugada del senador rionegrino José María Guido, presidente del Senado tras la renuncia del vice de Frondizi, Alejandro Gómez, a fines de 1958, salvó de alguna manera la recuperación institucional en 1963.

Ante los acontecimientos, Oscar Alende asumió la conducción de la UCRI, que había sido, de alguna manera, el partido de Frondizi, y que prontamente se convirtió en una estructura balcanizada en distintas UCRI provinciales.

El ex gobernador de Santa Fe, Carlos Sylvestre Begnis se sumó al nuevo partido que fundaran Frondizi y Rogelio Frigerio, el Movimiento de Integración y Desarrollo, en 1964. Lo mismo hizo Raúl Uranga, ex mandatario de Entre Ríos. Ambos ex gobernadores fundarán en 1975, Línea Popular, un partidopolítico que apoyó y colaboró con la dictadura cívico-militar de 1976.

La fragmentación continuó en Jujuy cuando en 1964 el gobernador Horacio Guzmán fundó el Movimiento Popular Jujeño; Ismael Amit el Movimiento Popular Pampeano; el sanjuanino Américo García se sumó al MID.

Algo distinto fue el caso de Celestino Gelsi, ex gobernador de Tucumán, que siguió en la UCRI conducida por Alende (entre ellos se tuteaban, costumbre nada frecuente en aquellos tiempos), aunque años más tarde fundó Vanguardia Federal, fuerza que se sumó en 1973 al Partido Federal de Francisco Manrique y en los ochenta a la UCR. Por lo tanto, entre el MID y los nuevos partidos provinciales, dejaron seriamente herido al radicalismo intransigente.

FUERZAS ARMADAS.

La tensión política en el interior de las FF.AA. fue en aumento en el gobierno de Guido. Los dos grupos antagónicos: legalistas y planteistas primero, azules y colorados después, se enfrentaron militarmente entre 1962 y 1963. Los azules, tan antiperonistas como los colorados, pensaban un peronismo sin Perón que pudiera incorporarse en algún momento a la política.

Conglomerado de liberales, nacionalistas y desarrollistas, mayormente pertenecieron al Arma de Caballería, y en menor medida a la de Artillería del Ejército y una buena parte de la Fuerza Aérea. Los colorados proponían una Argentina sin peronismo. En su mayoría pertenecieron al Arma de Infantería e Ingenieros y decididamente a la Armada.

La crisis se resolvió en abril de 1963 cuando el jefe del bando azul, general Juan Carlos Onganía venció al jefe colorado, general Luciano Benjamín Menéndez. Este acontecimiento le permitió a Guido convocar a elecciones nacionales para el mes de julio.

Alende junto a Uranga y Sylvestre Begnis mantuvieron negociaciones con los peronistas Raúl Matera, destacado neurocirujano, el ex gobernador de Jujuy Alberto Iturbe y el metalúrgico Augusto Timoteo Vandor.

La UCRI proponía elaborar un programa político para sostener un frente electoral amplio. ¿Sería Alende el candidato de “unidad” entre radicales intransigentes y el peronismo? La historia es algo oscura y contradictoria. Uranga y Sylvestre Begnis viajaron a Martín García para conversar con Frondizi, que estaba allí encarcelado. De regreso, los ex gobernadores anunciaron que los radicales intransigentes no tenían candidato para el Frente. ¿Qué había ocurrido? ¿Dejaba de lado Perón a los radicales intransigentes o a Alende? ¿Intervinieron el democristiano Horacio Sueldo y el conservador popular Vicente Solano Lima para ocupar ellos el espacio?

El 23 de marzo de 1963 la Convención Nacional de la UCRI manifestó que: “el Frente que deseamos no admite presiones oficiales. No admite tampoco vetos y exclusiones, porque no es un recurso electoral ni un arbitrio político común, sino que expresa la superior coincidencia de las fuerzas nacionales y populares que tienen un mismo modo de concebir la Patria como una comunidad pacífica de hombres y mujeres unidos en el trabajo digno, en la libertad y en el progreso”. Paso siguiente proclamó la fórmula Alende-Sylvestre Begnis.

Pero la trama no terminó allí. Desde Madrid se anunció la fórmula frentista: Solano Lima-Sylvestre Begnis, sin embargo, este último renunció y dejó sin candidato a la UCRI. El sector frondicista, conducido por Julio Oyhanarte, se apresuró a tomar el control del partido ocupando las instalaciones del Comité Nacional, del Comité de la Provincia y del Comité de la Ciudad de Buenos Aires.

A días de las elecciones comenzó la pelea en la Justicia electoral: impugnaciones y acusaciones de todo tipo a un lado y otro del mostrador ucrista. Alende renunció a la presidencia del Partido pero no a la candidatura a presidente que le había otorgado la Convención. Lo acompañó Gelsi en la fórmula.

El resultado en las urnas le dio el triunfo al radical del pueblo Arturo Illia, quien obtuvo casi dos millones y medio de votos. Alende logró más de un millón y medio de sufragios. El ex jefe de la Libertadora, Pedro Eugenio Aramburu, reunió más de un millón. El voto en blanco ordenado por Perón, al no haberse logrado ningún acuerdo electoral con intransigentes y democristianos, superó los dos millones.

La fragilidad electoral de la UCRI se comprobó en las elecciones de renovación legislativa de 1965. El bloque quedó conformado por diecinueve diputados, veintiuno menos que en 1963. Solamente se incorporó un diputado, Ataúlfo Pérez Aznar, por la provincia de Buenos Aires, y en la Capital Federal obtuvo algo más de cuarenta mil votos que no alcanzaron ni para una banca.

Por otra parte, la relación de la UCRI con el gobierno radical del pueblo, estuvo lejos de ser de las mejores. Las viejas diferencias políticas, más el creciente malestar que diferentes sectores fueron construyendo contra Illia, sumaron ciertamente a los radicales intransigentes.

En “Entretelones de la trampa”, libro escrito y publicado antes del golpe de Estado de 1966, Alende se refiere a Onganía de manera cordial, reconociendo su apego a la legalidad.

En otro libro, “Punto de partida”, de 1964, analiza críticamente al gobierno radical del pueblo. Después del golpe de 1966, apareció Los que mueven las palancas, en donde describe el proceso que llevó al derrocamiento del presidente Illia, al que hizo responsable de la situación por haber desperdiciado una oportunidad que consideró única. También se refirió al gobierno de Onganía a quien acusó de haberse rodeado de tecnócratas y de haber favorecido a las multinacionales, aunque le reconoce la política de obras públicas llevada adelante.

No podemos decir que Alende haya participado en la ruptura del orden constitucional, sin embargo, criticó las demoras del Poder Ejecutivo para tomar determinadas decisiones y no estuvo ajeno al imaginario de nacionalistas de diversa índole, desarrollistas y radicales intransigentes, sobre que las FF.AA. ocupaban un lugar preponderante en la política nacional y que podrían ser el pivote de una “revolución” que sacara al país del atraso y la dependencia para conducirlo por un camino de desarrollo.

Publicado en Diario LA PRENSA. 

https://www.laprensa.com.ar/Oscar-Alende-intransigencia-y-politica-cuarta-entrega-539960.note.aspx

Enlaces de interés:

Oscar Alende Primera Entrega.

En Diario LA PRENSA.

https://www.laprensa.com.ar/Oscar-Alende-Intransigencia-y-politica-Primera-entrega-539197.note.aspx

En GPA.

https://guillermopirriargentino.blogspot.com/2023/12/oscar-alende-intransigencia-y-politica.html

Oscar Alende Segunda Entrega.

En Diario LA PRENSA.

2/1/2024.

https://www.laprensa.com.ar/Oscar-Alende-intransigencia-y-politica-segunda-entrega-539475.note.aspx

En GPA.

https://guillermopirriargentino.blogspot.com/2024/01/oscar-alende-intransigencia-y-politica.html

Oscar Alende: intransigencia y política (tercera entrega) Por Gustavo Dalmazzo.

7/1/2024.

martes, enero 02, 2024

Oscar Alende; intransigencia y política (segunda entrega). Por Gustavo Dalmazzo.

 

CREDITO: Archivo La Prensa. El gobernador de Buenos Aires, Oscar Alende, en el momento de firmar el convenio celebrado entre esa provincia y Obras Sanitarias de la Nación. A su izquierda, el presidente Arturo Frondizi.

Oscar Alende; intransigencia y política

 (segunda entrega).

por Gustavo Dalmazzo. 

En 1945 Moisés Lebensohn se había convertido en el dirigente intransigente por antonomasia de la Provincia de Buenos Aires, pero con proyección nacional. Creía que el país vivía una época pre-revolucionaria, que las causas populares no encontraban cauce en la vida interna del partido Radical, que algo iba a ocurrir. A Oscar Alende se le levantó la sanción partidaria que había suspendido su afiliación, a causa de haberse opuesto a la conducción conservadora, y regresó al Partido, incorporándose al Movimiento Intransigencia y Renovación junto a Arturo Frondizi, Ricardo Balbín y Crisólogo Larralde entre otros. La Declaración de Avellaneda, de abril de 1945, sentó las bases ideológicas y políticas del radicalismo intransigente. Proponía que la UCR debía recuperar la esencia yrigoyenista, afirmar la democracia como sistema político y las libertades individuales; el nacionalismo económico; la reforma agraria y los valores del ideal reformista de 1918. En 1948 las bases políticas de Avellaneda se convertirían en la plataforma partidaria de la U.C.R.

¿Qué diferenció al MIR del ascendente peronismo? En principio algunas cuestiones políticas e ideológicas de fondo, por un lado, y algunos aspectos de forma por el otro. La Intransigencia entendió que la transformación del país debía hacerse de abajo hacia arriba y dentro de los marcos institucionales.

Criticaron la organización piramidal y corporativa que planteaba Perón, pero claro está, no criticaron los logros políticos, sociales y económicos del primer peronismo, aunque sí el abandono de la política laicista, cara a la tradición radical. La Revolución de 1943 había instaurado la educación religiosa católica en las escuelas.

Las elecciones de 1946 que le dieron el triunfo al peronismo le dejaron al radicalismo una bancada de 44 diputados integrada tanto por unionistas como por intransigentes. Alende no aceptó integrar la lista de candidatos a diputados provinciales por discrepancias con la política de alianza del radicalismo: la Unión Democrática. Recién lo hará en la renovación parlamentaria de 1948 y ocupará una banca en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos. En 1950 fue elegido por sus pares para presidir el bloque partidario y al finalizar su mandato, en 1952, fue electo diputado nacional. Se estaba construyendo un nuevo liderazgo político. 

INTERNA DE LOS PARTIDOS.

El golpe de Estado que derrocó a Perón en 1955 trajo también consecuencias en la vida interna de los partidos políticos, y el radicalismo no fue la excepción. El vicepresidente de facto, almirante Isaac Francisco Rojas, presidió la Junta Consultiva, un organismo creado para darle apoyo civil al régimen dictatorial. Alende, por pedido de Frondizi, presidente del Comité Nacional de la UCR, encabezó la delegación radical junto a Miguel Ángel Zabala Ortíz, Juan Gauna y Oscar López Serrot.

En marzo de 1956 se eligieron las nuevas autoridades del Comité Nacional siendo reelegido Frondizi acompañado por Alende como vice. Pero en junio ocurrieron los fusilamientos del general Juan José Valle y otros civiles y militares que se sublevaron contra el gobierno de Pedro Eugenio Aramburu. Semejante acción fue el fin de la participación de Alende en la Junta y la enérgica protesta de Frondizi ante el luctuoso suceso.

En noviembre del ’56, se reunió en Tucumán la Convención Nacional de la UCR y eligió el binomio Frondizi-Alejandro Gómez como candidatos a presidente y vice respectivamente. Los delegados que respondían a Balbín, en coincidencia con unionistas y sabattinistas, abandonaron el recinto y rompieron el Partido. Al año siguiente los radicales marcharon separados a la Convención Constituyente reunida en Santa Fe, después de que el gobierno militar suprimiera por decreto la Constitución reformada en 1949. Los seguidores de Frondizi pasarían a denominarse radicales intransigentes y los de Balbín, radicales del pueblo.

Hay un dato para tener en cuenta: el sector liderado por Balbín obtuvo más votos que el conducido por Frondizi. Es posible que este resultado electoral convenciera a los militares de que, ante el llamado electoral programado para 1958, se impondrían en las urnas los mismos que ganaron más bancas en la Constituyente, es decir, el sector que se mostraba más propenso a un entendimiento con ellos y más alejado del peronismo. La historia demostró lo contrario.

Al decir de Alende la Convención “había nacido muerta”.

Sin embargo, por cuestión de disciplina partidaria aceptó presidir el bloque intransigente, sabiendo que se iban a retirar de la misma el primer día. Alende fue el referente del sector más enfrentado con los militares. Por contraposición, Frondizi pareció más cauto y propenso a seguir participando. Años después Alende declaró que tal vez ese haya sido el precio que Frondizi pagó para poder asumir como presidente de la Nación.

La UCRI se impuso en las elecciones del 23 de febrero de 1958. Frondizi resultó electo presidente de la Nación y Alende gobernador de la Provincia de Buenos Aires, acompañado por el dirigente de Junín, Arturo Crosetti.

El gobierno de Frondizi sufrirá presiones de todo tipo que pretenderá enfrentar con virajes en su estrategia política. La administración de Alende no fue ajena a estos inconvenientes, pero intentará llevar adelante un plan coherente de cuatro años con el objetivo de sostener los cambios estructurales propuestos.

En la próxima nota veremos cómo fue el gobierno de Alende y su joven ministro de Economía y Hacienda, Aldo Ferrer.

Publicado en Diario LA PRENSA.

2/1/2024.

https://www.laprensa.com.ar/Oscar-Alende-intransigencia-y-politica-segunda-entrega-539475.note.aspx

Enlaces de interés:

En Diario LA PRENSA.

https://www.laprensa.com.ar/Oscar-Alende-Intransigencia-y-politica-Primera-entrega-539197.note.aspx

En GPA.

https://guillermopirriargentino.blogspot.com/2023/12/oscar-alende-intransigencia-y-politica.html

jueves, diciembre 08, 2022

Murió Pinky Satragno la "Señora Televisión". Tenía 87 años y fue una de las grandes figuras de la televisión argentina. La triste noticia de hoy.

La locutora y conductora Lidia ‘Pinky’ Satragno murió este jueves a los 87 años, según confirmó esta tarde el titular del SAME, Alberto Crescenti.

Tras iniciarse como modelo y locutora radial, fue apodada "Pinky" por su colega Trudy Tinky Tomis, esto debido a que Lidia Satragno se caracterizaba por su piel rosada.

Era la "Señora Televisión", por ser la mujer que más horas de TV tenía en el mundo.

Fué una mujer "hecha a sí misma" que deja huellas por donde camina.

Nacida el 11 de noviembre de 1935 en San Justo, localidad del oeste del conurbano bonaerense y debutó en televisión en 1956, luego de un recorrido como modelo de comerciales. Dos años más tarde ya estaba conduciendo su propio programa, Buenos días Pinky, con libretos de María Elena Walsh.

“Buenos días, Pinky”, que acrecentó su popularidad y le consiguió el título de “La mujer del año” y tuvo la posibilidad de cenar con el canciller alemán Konrad Adenauer y con el alcalde Willy Brandt en Alemania. Entrevistó a Arturo Frondizi y esa fue la primera vez que un ex presidente argentino aparecía en vivo y en directo en la televisión.

Tan importante era Pinky para la cultura popular que fue ella quien despidió en vivo el blanco y negro e inauguró la nueva era de la televisión argentina. Una novedad que no podía tener otra voz y rostro que los de ella, Lidia Elsa Satragno, entonces y por siempre, Pinky. Figura sobresaliente de la radio, la televisión y el espectáculo.

En el nuevo Canal 7 el 1º de mayo de 1980 dijo:

“Hoy terminan las pruebas y dentro de unos instantes se hará realidad la televisión color. Y qué imagen verá usted ahora en color y aunque los va a reconocer enseguida, yo quiero decirlo ¿cuáles son los colores más hermosos que tiene la Argentina? Esos son, esos que creó mi amado Belgrano, estos, los de la bandera nacional”, narró Pinky mirando a cámara antes de que una enseña celeste y blanca flameara sobre los compases de Aurora y ella retomara la palabra y la imagen (ya no más en blanco y negro) para decir: “Señoras y señores he aquí la televisión en color”.

Inaugurando así Argentina Televisora Color (ATC) como también del Canal 13 Río de la Plata TV.

Condujo junto al recordado Cacho Fontana “Las 24 horas por Malvinas”, el 10 de mayo de 1982, en pleno conflicto bélico con los piratas de Gran Bretaña, un programa maratónico  para recaudar dinero y otros bienes con destino a los soldados que luchaban en nuestras Islas Malvinas Argentinas un asunto de dudoso fin del que ni Pinky ni Fontana fueron responsables.

Durante la década de 1980 condujo exitosos programas como El pueblo quiere saber con Lucho Avilés.

En la década de los ´90 del siglo pasado fue vicepresidenta de la Fundación Buenas Ondas, del cantante Piero para recaudar fondos y construir guarderías, jardines infantiles, albergues para chicos de la calle, centros de capacitación para adolescentes en riesgo social y otras obras de beneficio comunitario en todo el país.

Por su vieja amistad con Rodolfo Terragno, entonces titular de la Unión Cívica Radical  se postuló para la intendencia de La Matanza por la Alianza en 1995, ocasión en que festejó prematuramente el triunfo, aunque el recuento de votos posterior le dio el triunfo a otro candidato Alberto Balestrini. También fue secretaria de Promoción Social de la Ciudad, durante la gestión de Enrique Olivera desde el 17 de diciembre de 1999 al 7 de agosto de 2000. 

Cumplió varias funciones durante el gobierno radical en las que tuvo poderosas iniciativas sociales, creó escuelas de fútbol, un campeonato “intervillas” y radios comunitarias. En el 2007 llegó a la diputación bonaerense representando a la alianza Unión PRO.

Estuvo casada con el actor y cantante de tangos Raúl "El Negro" Lavié, con quien tuvo dos hijos, Leonardo y Gastón.

En el último tiempo, la salud de la conductora se vio muy deteriorada.