y su significado.
El 30 de octubre de 1902, con motivo de la inauguración del monumento al general San Martín, en la ciudad de Santa Fe, se estrenó la "Marcha de San Lorenzo". Su música fue escrita por Cayetano Silva, un gran compositor nacido en Uruguay, y su letra, por Carlos Javier Benielli, oriundo de la provincia de Córdoba y afincado en la provincia de Santa Fe, donde se destacó y dejó una profunda huella como docente. En el estreno de la obra musical estuvieron el presidente Julio Argentino Roca y su ministro de Guerra, el coronel Pablo Riccheri.
La marcha relata aspectos importantes de la batalla de San Lorenzo, librada en las costas del río Paraná el 3 de febrero de 1813. Se exalta en la misma la libertad naciente que había que asegurar, la figura conductora de San Martín, el valor de los granaderos a caballo, cuerpo que en este combate tuvo su bautismo de fuego, y el heroísmo del sargento Cabral, que ofrendó su vida para salvar al general.
Esta marcha, por su belleza musical y significado, pasó a ocupar inmediatamente un lugar privilegiado entre las composiciones que ejecutan las bandas militares argentinas. Incluso, en diversos períodos, se la ha usado para rendir honores al presidente de la República.
También la marcha está asociada a momentos inolvidables de la etapa formativa de cada uno de los argentinos y a situaciones de encendido fervor patriótico. Es la marcha que, además, permite recuerdos jocosos, por aquello de haberla cantado en la escuela, con la letra cambiada en broma, provocando el enojo de la maestra de música. Aquello de "punto y coma, los zapatos de mi abuela son de goma y los míos son de acero para darle más trabajo al zapatero".
Es un patrimonio de argentinidad que, en su atractiva musicalidad, ha sido apreciado también internacionalmente. Tanto es así, que el ejército alemán la quiso para desfilar con ella y a cambio entregó, para que ejecute el Ejército argentino, la marcha alemana titulada "Viejos Camaradas" ("Alte Kameraden"). A su vez, desde 1912, fue adoptada como marcha oficial de la Guardia Real de Inglaterra.
Mas a esta marcha, en sus casi ciento ocho años de vida, no siempre se la respetó ni se la hizo respetar en su razón de ser esencial de argentinidad. En especial, en el espíritu de libertad edificante que busca resaltar y que la justifica en su evocación épica. Muchas veces, en un mal uso de la misma, se la ha utilizado para enmarcar situaciones u objetivos distintos de los que le dan su razón de ser. En nuestro país, lamentablemente, se la ejecutó en diversas ocasiones como marco festivo o formal de gobiernos dictatoriales, que distaron mucho de buscar la libertad democrática que dignifica y no se esforzaron, con el heroísmo necesario, en la construcción del bien común.
Asimismo, para dolor de todos, cuando los nazis tomaron París, en junio de 1940, sus tropas desfilaron al son de la "Marcha de San Lorenzo" y, siguiendo su ritmo marcial, cruzaron el Arco de Triunfo. Era la fuerza de la sinrazón esclavizante del nazismo que sojuzgaba a Francia –cuna de los más genuinos planteos libertarios– y se engalanaba, en su prepotencia, con la música de nuestra marcha. Este hecho histórico, luego, trajo un incidente protocolar diplomático con motivo de la visita al país del general Charles de Gaulle en 1964. Era la primera visita de un jefe de Estado francés a la Argentina y para rendirle honores, inadvertidamente, se ejecutó la marcha. Esto molestó al héroe francés que, inmediatamente, la asoció al momento doloroso de la rendición de París durante la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, cuando ahora en democracia se ejecuta la "Marcha de San Lorenzo", el momento es vivido por toda la sociedad, sin exclusiones, todos se suman. Los actos por el Bicentenario y tantos otros lo han demostrado. Momentos como ellos son los que reconquistaron la esencia verdadera de la marcha y los que la limpian de los espíritus malignos que la desnaturalizaron, durante su centenaria vida.
En definitiva, ella quiso y quiere que Febo asome y sus rayos iluminen la verdad y den calor a la necesidad de justicia. La marcha siempre invita a que, con arrojo, defendamos la libertad que sigue naciente, que no se da si hay miedo e indiferencia y que es necesario reconquistar, para inscribir en la historia páginas mejores.
MIGUEL JULIO RODRÍGUEZ VILLAFAÑE.Abogado constitucionalista y periodista miembro de Fopea.
http://www.rionegro.com.ar/ Columnistas 30/10/2010.
4/X/1.964.
Arturo Umberto Illia recibe al
General Charles de Gaulle.
En octubre de 1964 visitó nuestro país el presidente de Francia y héroe de la segunda Guerra Mundial, el Gral. Charles de Gaulle. La oposición peronista utilizó el acontecimiento para manifestarse. El presidente francés fue saludado a su paso por las calles de Buenos Aires al grito de: `De Gaulle - Perón -Tercera Posición`.
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