TEMAS PARA DEBATE Y REFLEXIÓN.
violencia contra las mujeres.
La violencia contra la mujer es el delito más común pero el menos castigado, y el menos registrado en el mundo. La que ocurre en el ámbito privado suele ser invisible; la presencia de testigos imparciales, poco probable; y las víctimas se encuentran en entramados emocionales-familiares que habitualmente la paralizan o le impiden tomar conciencia de lo violento de la situación.
La que ocurre en el ámbito público se enmascara (en las instituciones, en el trabajo, en las fuerzas de seguridad, en los servicios de salud o educación) o se la banaliza. La violencia presente en los medios de comunicación, en los que las mujeres aparecen como tontas, consumistas u objetos sexuales ha merecido muchas denuncias que pocas veces han logrado su objetivo. Esto explica el subregistro del fenómeno, las dificultades para tener estadísticas confiables, y la impunidad con que la crónica roja disfraza de crímenes pasionales lo que en realidad es un accionar sistemático que deriva en feminicidios.
La División de Estadísticas de la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (http://www.csjn.gov.ar/ovd/ovdhome.jsp) brinda cifras de las consultas realizadas en CABA (aunque tiene un área de influencia mayor, sobre todo mujeres que vienen desde algunos barrios del conurbano).
- 7.200 denuncias desde setiembre 2008 a setiembre 2009): de las cuales el 82% fueron mujeres y el 18% varones. En cuanto al sexo de las personas denunciadas, el 86% eran varones y el 14% mujeres.
- La mayor cantidad de casos llega a la oficina derivada por la Policía Federal, lo que indica que ésta sigue siendo la institución de referencia cuando las víctimas buscan amparo.
- En cuanto a la edad de las mujeres que consultaron, el grupo más grande (30%) eran adultas entre 30 a 39 años, seguidas por el grupo de jóvenes de 22 a 29 años (22%) y el 17% del grupo de 40 a 49 años. En cambio, entre los varones el grupo mayor correspondió a niños y jóvenes de 0 a 18 años, con un 61%.
- En cuanto al nivel educativo, el 47% tenía secundario incompleto, lo que rompe el mito de que sólo las mujeres más pobres sufren violencia doméstica. La sigue el grupo de primario completo con un 21% de las consultas. También se registra un número considerable de consultas de personas con nivel educativo universitario incompleto y completo, con un 15% de cada uno de ellos. Entre los varones, estas proporciones son similares.
- En cuanto a la relación entre denunciantes y denunciados/as, el 31% eran ex parejas, el 26% cónyuges y otro 26% concubinos; sumando las tres cifras, tenemos un 83% de las denuncias que refieren a algún tipo de vínculo de pareja, presente o pasado.
Fuente: Diario Río Negro,8/3/2011.
La que ocurre en el ámbito público se enmascara (en las instituciones, en el trabajo, en las fuerzas de seguridad, en los servicios de salud o educación) o se la banaliza. La violencia presente en los medios de comunicación, en los que las mujeres aparecen como tontas, consumistas u objetos sexuales ha merecido muchas denuncias que pocas veces han logrado su objetivo. Esto explica el subregistro del fenómeno, las dificultades para tener estadísticas confiables, y la impunidad con que la crónica roja disfraza de crímenes pasionales lo que en realidad es un accionar sistemático que deriva en feminicidios.
La División de Estadísticas de la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (http://www.csjn.gov.ar/ovd/ovdhome.jsp) brinda cifras de las consultas realizadas en CABA (aunque tiene un área de influencia mayor, sobre todo mujeres que vienen desde algunos barrios del conurbano).
- 7.200 denuncias desde setiembre 2008 a setiembre 2009): de las cuales el 82% fueron mujeres y el 18% varones. En cuanto al sexo de las personas denunciadas, el 86% eran varones y el 14% mujeres.
- La mayor cantidad de casos llega a la oficina derivada por la Policía Federal, lo que indica que ésta sigue siendo la institución de referencia cuando las víctimas buscan amparo.
- En cuanto a la edad de las mujeres que consultaron, el grupo más grande (30%) eran adultas entre 30 a 39 años, seguidas por el grupo de jóvenes de 22 a 29 años (22%) y el 17% del grupo de 40 a 49 años. En cambio, entre los varones el grupo mayor correspondió a niños y jóvenes de 0 a 18 años, con un 61%.
- En cuanto al nivel educativo, el 47% tenía secundario incompleto, lo que rompe el mito de que sólo las mujeres más pobres sufren violencia doméstica. La sigue el grupo de primario completo con un 21% de las consultas. También se registra un número considerable de consultas de personas con nivel educativo universitario incompleto y completo, con un 15% de cada uno de ellos. Entre los varones, estas proporciones son similares.
- En cuanto a la relación entre denunciantes y denunciados/as, el 31% eran ex parejas, el 26% cónyuges y otro 26% concubinos; sumando las tres cifras, tenemos un 83% de las denuncias que refieren a algún tipo de vínculo de pareja, presente o pasado.
Fuente: Diario Río Negro,8/3/2011.
Foto: www.aaliyah.es
Cien años conquistando la igualdad.
El día dedicado a la mujer cumplirá sus primeros 100 años, tras haber surgido como idea en el seno de la Internacional Socialista reunida hace un siglo en Copenhague, pero hunde sus raíces en la lucha por la igualdad de género desde los principios de la historia.
Celebrada por los grupos femeninos en todo el mundo, la fecha se conmemora también en las Naciones Unidas y es fiesta nacional en muchos países.
Cuando las mujeres de todos los continentes -a menudo separadas por fronteras nacionales y diferencias étnicas, lingüísticas, culturales, económicas y políticas- se unen para celebrar su día, pueden contemplar una larga tradición de lucha en pro de la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo.
Los antecedentes devienen del principio de los tiempos: ya en la antigua Grecia, Lisístrata empezó una huelga sexual contra los hombres para poner fin a la guerra; y en la Revolución Francesa, las parisienses tomaron la Bastilla y marcharon hacia Versalles para exigir el sufragio femenino.
Pero nada les fue regalado. Y eso lo vivió en carne propia Olympe de Gouges, quien en 1791 escribió su famosa Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana, que comenzaba con las siguientes palabras:"Hombre, ¿eres capaz de ser justo? Una mujer te hace esta pregunta".
La pregunta de Olympe tenía su razón: la Revolución Francesa de 1789 se había hecho al grito de "libertad, igualdad y fraternidad", pero una vez concretada sólo se acordó de proclamar la Declaración de los Derechos del Hombre, no de la mujer, que quedó impedida de ejercer derechos de propiedad y de sufragio.
En la línea de Montesquieu, Olympe había defendido la separación de poderes, adherido a la causa republicana y repudiado la esclavitud de los negros.
Había defendido la igualdad entre el hombre y la mujer en todos los aspectos, incluyendo el derecho al voto, al trabajo, a hablar en público y acceder a la vida política, a poseer propiedades, a integrar el ejército, a la igualdad fiscal, a la educación y a idéntico poder en el ámbito familiar y eclesiástico.
También realizó planteamientos sobre la instauración del divorcio y militó por el reconocimiento paterno de los niños extra matrimoniales.
Por todo eso, y sobre todo por su Declaración, el 2 de noviembre 1793 fue llevada ante un tribunal revolucionario y guillotinada al día siguiente. Antes de morir, expresó: "La mujer tiene el derecho de subir al cadalso; debe tener también el de subir a la Tribuna".
Hoy las cosas han cambiado bastante, al menos en los países occidentales, donde sin embargo ninguna mujer está satisfecha del todo por los logros alcanzados en materia de igualdad de género.
La cronología recoge que el primer Día Nacional de la Mujer se celebró el 28 de febrero de 1909 en Estados Unidos, a propuesta de un grupo femenino del Partido Socialista; y que la conmemoración se siguió haciendo allí el último domingo de febrero hasta 1913.
En 1910, la Internacional Socialista, reunida en Copenhague, proclamó el Día Internacional de la Mujer como homenaje al movimiento en favor de sus derechos y para ayudar a conseguir el sufragio femenino universal.
La propuesta fue aprobada unánimemente por la conferencia de más de 100 mujeres procedentes de 17 países, entre ellas las tres primeras mujeres elegidas para el parlamento finés, pero no se estableció una fecha fija para la celebración.
Como consecuencia de la decisión adoptada en Copenhague el año anterior, el Día Internacional de la Mujer se celebró por primera vez el 19 de marzo de 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, con mítines a los que asistieron más de un millón de mujeres y hombres.
Además del derecho de voto y de ocupar cargos públicos, exigieron el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.
Unos días más tarde, el 25 de marzo, más de 140 jóvenes trabajadoras, la mayoría inmigrantes italianas y judías, murieron en el incendio de la fábrica Triangle en la ciudad de Nueva York.
Este suceso tuvo grandes repercusiones en la legislación laboral de los Estados Unidos, y en las celebraciones posteriores del Día Internacional de la Mujer se hizo referencia a las condiciones laborales que condujeron al desastre, hasta el punto de que erróneamente se cree que es en recordación de esta tragedia que se lo conmemora.
En el marco de los movimientos en pro de la paz que surgieron en vísperas de la I Guerra Mundial, las mujeres rusas celebraron su primer Día Internacional de la Mujer el último domingo de febrero de 1913.
Pero en el resto de Europa, se celebraron mítines en torno al 8 de marzo de 1914 para protestar por la guerra o para solidarizarse con las demás mujeres.
En 1917, como reacción ante los 2 millones de soldados rusos muertos en la guerra, las mujeres rusas escogieron de nuevo el último domingo de febrero para declararse en huelga en demanda de "pan y paz".
Cuatro días después, el zar se vio obligado a abdicar y el gobierno provisional concedió a las mujeres el derecho al voto.
Ese histórico domingo fue el 23 de febrero, según el calendario juliano utilizado entonces en Rusia, o el 8 de marzo, según el calendario gregoriano utilizado en otros países.
La fecha ha adquirido en estos tiempos una nueva dimensión mundial, especialmente por las cuatro conferencias mundiales sobre la mujer de Naciones Unidas, que contribuyeron a que la conmemoración sea un punto de convergencia de actividades coordinadas en favor de ampliar sus derechos en todos los órdenes.
Así, el Día Internacional de la Mujer es cada vez más una ocasión para reflexionar sobre los avances conseguidos, exigir cambios y celebrar los actos de valor y decisión de mujeres comunes que han desempeñado una función extraordinaria en la historia de los avances femeninos.
Fuente: Agencia Télam
Celebrada por los grupos femeninos en todo el mundo, la fecha se conmemora también en las Naciones Unidas y es fiesta nacional en muchos países.
Cuando las mujeres de todos los continentes -a menudo separadas por fronteras nacionales y diferencias étnicas, lingüísticas, culturales, económicas y políticas- se unen para celebrar su día, pueden contemplar una larga tradición de lucha en pro de la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo.
Los antecedentes devienen del principio de los tiempos: ya en la antigua Grecia, Lisístrata empezó una huelga sexual contra los hombres para poner fin a la guerra; y en la Revolución Francesa, las parisienses tomaron la Bastilla y marcharon hacia Versalles para exigir el sufragio femenino.
Pero nada les fue regalado. Y eso lo vivió en carne propia Olympe de Gouges, quien en 1791 escribió su famosa Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana, que comenzaba con las siguientes palabras:"Hombre, ¿eres capaz de ser justo? Una mujer te hace esta pregunta".
La pregunta de Olympe tenía su razón: la Revolución Francesa de 1789 se había hecho al grito de "libertad, igualdad y fraternidad", pero una vez concretada sólo se acordó de proclamar la Declaración de los Derechos del Hombre, no de la mujer, que quedó impedida de ejercer derechos de propiedad y de sufragio.
En la línea de Montesquieu, Olympe había defendido la separación de poderes, adherido a la causa republicana y repudiado la esclavitud de los negros.
Había defendido la igualdad entre el hombre y la mujer en todos los aspectos, incluyendo el derecho al voto, al trabajo, a hablar en público y acceder a la vida política, a poseer propiedades, a integrar el ejército, a la igualdad fiscal, a la educación y a idéntico poder en el ámbito familiar y eclesiástico.
También realizó planteamientos sobre la instauración del divorcio y militó por el reconocimiento paterno de los niños extra matrimoniales.
Por todo eso, y sobre todo por su Declaración, el 2 de noviembre 1793 fue llevada ante un tribunal revolucionario y guillotinada al día siguiente. Antes de morir, expresó: "La mujer tiene el derecho de subir al cadalso; debe tener también el de subir a la Tribuna".
Hoy las cosas han cambiado bastante, al menos en los países occidentales, donde sin embargo ninguna mujer está satisfecha del todo por los logros alcanzados en materia de igualdad de género.
La cronología recoge que el primer Día Nacional de la Mujer se celebró el 28 de febrero de 1909 en Estados Unidos, a propuesta de un grupo femenino del Partido Socialista; y que la conmemoración se siguió haciendo allí el último domingo de febrero hasta 1913.
En 1910, la Internacional Socialista, reunida en Copenhague, proclamó el Día Internacional de la Mujer como homenaje al movimiento en favor de sus derechos y para ayudar a conseguir el sufragio femenino universal.
La propuesta fue aprobada unánimemente por la conferencia de más de 100 mujeres procedentes de 17 países, entre ellas las tres primeras mujeres elegidas para el parlamento finés, pero no se estableció una fecha fija para la celebración.
Como consecuencia de la decisión adoptada en Copenhague el año anterior, el Día Internacional de la Mujer se celebró por primera vez el 19 de marzo de 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, con mítines a los que asistieron más de un millón de mujeres y hombres.
Además del derecho de voto y de ocupar cargos públicos, exigieron el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.
Unos días más tarde, el 25 de marzo, más de 140 jóvenes trabajadoras, la mayoría inmigrantes italianas y judías, murieron en el incendio de la fábrica Triangle en la ciudad de Nueva York.
Este suceso tuvo grandes repercusiones en la legislación laboral de los Estados Unidos, y en las celebraciones posteriores del Día Internacional de la Mujer se hizo referencia a las condiciones laborales que condujeron al desastre, hasta el punto de que erróneamente se cree que es en recordación de esta tragedia que se lo conmemora.
En el marco de los movimientos en pro de la paz que surgieron en vísperas de la I Guerra Mundial, las mujeres rusas celebraron su primer Día Internacional de la Mujer el último domingo de febrero de 1913.
Pero en el resto de Europa, se celebraron mítines en torno al 8 de marzo de 1914 para protestar por la guerra o para solidarizarse con las demás mujeres.
En 1917, como reacción ante los 2 millones de soldados rusos muertos en la guerra, las mujeres rusas escogieron de nuevo el último domingo de febrero para declararse en huelga en demanda de "pan y paz".
Cuatro días después, el zar se vio obligado a abdicar y el gobierno provisional concedió a las mujeres el derecho al voto.
Ese histórico domingo fue el 23 de febrero, según el calendario juliano utilizado entonces en Rusia, o el 8 de marzo, según el calendario gregoriano utilizado en otros países.
La fecha ha adquirido en estos tiempos una nueva dimensión mundial, especialmente por las cuatro conferencias mundiales sobre la mujer de Naciones Unidas, que contribuyeron a que la conmemoración sea un punto de convergencia de actividades coordinadas en favor de ampliar sus derechos en todos los órdenes.
Así, el Día Internacional de la Mujer es cada vez más una ocasión para reflexionar sobre los avances conseguidos, exigir cambios y celebrar los actos de valor y decisión de mujeres comunes que han desempeñado una función extraordinaria en la historia de los avances femeninos.
Fuente: Agencia Télam
¡qué valioso que aprendamos a ver al hombre y a la mujer detrás de cada objeto y cada labor!
ResponderBorrar¡Qué humana vergüenza el hecho de que aún estemos discutiendo estos abismales detalles!
http://enfugayremolino.blogspot.com/
soylaurao@gmail.com