GRACIAS POR ESTAR AQUÍ...

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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

domingo, marzo 27, 2011

EL NEGRO ARGENTINO LUNA



ARGENTINO LUNA


CANTORES


POPULARES


ARGENTINOS

Primero el comentario de Jorge Vergara en su columna del diario Río Negro donde comenta dos vivencias de Argentino Luna y luego el tema con ritmo de candobe-milonga de quien sin ser profeta en su tierra termina siendo profeta en su tierra...


la peña
El Negro


Una semana pasó desde la muerte del Negro Argentino Luna y en una semana se pueden decir mil cosas, sobre todo cuando se trata de una necrológica. Por eso, para no contarles todo lo que ya les contaron sobre su vida y sobre su muerte, elegí dos hechos puntuales para describirlo, porque a veces con poco se dice mucho sobre alguien que vivió la música, el folclore, con tanto amor. Pero el Negro no era uno más en el escenario, el Negro era pura solidaridad, era amigazo de cantores y sobre todo de aquellos que estaban empezando. El Negro era perfil bajo, y no por su físico sino porque para él el silencio, la calma, la pausa eran sinónimo de respeto a los demás. Siempre era el último en hablar, aunque siempre fuera distinguido y le dieran primero la palabra. Argentino Luna decía cosas con la misma fuerza tanto en el escenario y en sus canciones como en la vida diaria. No se guardaba nada, porque hablaba poco, pero cuando abría la boca no era para decir una bobada, era para sumar. Hace algunos años un allegado mío fue a Jesús María con el grupo Catamarca Tres. Estaban en la espera, cargada de nervios y detrás del telón había varios en la misma situación, unos consagrados y otros no tanto. Allí, con su pequeño porte estaba sentado en una silla, silencioso y observador, el Negro Argentino Luna. Los músicos norteños se acercaron a saludarlo, se puso de pie y les devolvió el saludo con gentileza que pocos tienen en ese ambiente. Empezó la charla y en minutos Argentino Luna era puro aliento para el grupo folclórico que tenía que actuar previo a su presencia. Toda una responsabilidad. Y los alentó, los esperó detrás del escenario, los felicitó y les dijo que los quería volver a encontrar en otro festival, cosa que ocurrió varias veces más. En cada encuentro el Negro se acercaba como si fuera una cábala para decirles que el camino del folclorista era largo, pero que se podía llegar. Siempre los alentó como si los conociera de años. La contracara de muchos que en la previa son incapaces de tener un gesto para con otro grupo. El otro episodio que me conmovió de Argentino Luna se dio cuando le robaron la guitarra. Recuerdo que lo entrevistaron en varios canales y para él perder a su compañera de ruta era un verdadero dolor. En un momento de la entrevista, el mismo Negro dijo que perder su guitarra era perder un afecto, que habían sido socios por años, que viajaban juntos, que cada uno conocía los secretos del otro y que esa misma guitarra era su inspiración en momentos duros o en tiempos de componer. El Negro había perdido algo más que su preciado instrumento, pero sólo quería recuperar su guitarra. Es más, le escribió varios de sus mejores temas, porque siempre decía que su trabajo era la mitad de lo que la gente escuchaba y la otra mitad era la guitarra. A Argentino Luna no costaba mucho convencerlo para después de una presentación invitarlo a la casa de cualquiera a comer un asado. Si tenía tiempo y su salud lo permitía al instante decía que sí y se iba a conquistar nuevos amigos. El mismo perfil bajo lo cultivaba en todos lados, no era hombre de estridencias ni de escándalos, tampoco de excesos. Rodolfo Giménez era su nombre y alguien le propuso cambiarlo porque Rodolfo Polo Giménez era el autor de "Paisaje de Catamarca" y "Viejo Corazón", razón por la que en su vida artística nadie lo conoció con otro nombre que no fuera Argentino Luna. El Negro se metió en un camino del folclore que no era tan popular como la zamba o la chacarera, pero así y todo se las ingenió para instalarse entre las grandes figuras del género folclórico. Jorge Vergara. Nota: sección espectáculos diario Río Negro, domingo 27/03/2011.
Y “nadie es profeta en su tierra” hasta que se hace profeta en tierra propia y aparecen los ¿viste que siempre te lo dije? Yo lo sabía era “mi pollo”… Así le pasó a Argentino Luna…

Que bien le ha ido un tema en ritmo de candombé milongueado al estilo NEGRO LUNA



Que bien le ha ido dice la gente anda triunfando por al ciudad aquel negrito que alla en su pueblo gastaba noches dele cantar siempre lo vieron de madrugada con su guitarra tarde llegar y el comentario de los vecinos era muy duro para escuchar hay va ese vago con su guitarra pobre la madre como estara cuanta vigilia esperando al hijo que anda creyendo que va a triunfar.

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