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LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

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martes, septiembre 24, 2024

La supuesta dicotomía entre liberales y radicales en la UCR.

 


Por Diego Barovero.

El año pasado al cumplirse cien años de la presidencia de Alvear, ‘El Club de la Libertad’ -prestigiosa institución liberal- me invitó a disertar en un panel que aludía al expresidente y nieto del héroe de Ituzaingó como ‘un presidente liberal’, concepto sobre el que se explayaron los demás oradores que participaron.
Cuando llegó mi turno, con el mayor de los respetos, dije que me permitía señalarles que Marcelo Torcuato de Alvear había sido un presidente radical dado que había adherido a la UCR desde su inicio en la vida política a fines del siglo XIX cuando era un jovencísimo abogado cautivado por la figura mítica de su líder Leandro Alem y había terminado sus días como máxima autoridad de dicho partido al que había consagrado su vida, sus anhelos, sus desvelos y esfuerzos, incluyendo en ellos sus seis años como primer magistrado.

LA RELACION CON YRIGOYEN
También señalé en la oportunidad algo que he trabajado en estas crónicas. La relación de Alvear con Yrigoyen que, aunque con breves altibajos, fue constante por cuarenta años de solidaridad política. Lo cual se demuestra con las dos oportunidades en que el “caudillo radical” lo eligió su sucesor; en 1922 para ser primer magistrado y en 1931 como líder del partido radical proscrito y perseguido.

EXPLICACION NECESARIA
En los últimos días y en contexto de una campaña electoral para la segunda vuelta o balotaje y motivados en la desesperante necesidad de conseguir adhesiones que se traduzcan en votos hemos escuchado decir que el auténtico radicalismo es el que sigue la línea Alem-Alvear como la que representa el ideario del más antiguo partido nacional que ha recorrido tres siglos de existencia.
El tamaño de la impostura nos exime de asumir la responsabilidad de desmentir o ratificar el aserto aunque desde la óptica de esta columna que habitualmente aborda la temática histórica del radicalismo nos resulta difícil sustraernos a la tentación de ofrecer una explicación procurando clarificar episodios y situaciones en torno a las cuales -aunque sean verídicas- se construye una narrativa que se choca de bruces con la realidad.
El subterfugio no nos impide decir que son falsedades que deben ponerse negro sobre blanco (no al revés, como erróneamente se afirma).
Alem fue un auténtico romántico de la política, por lo tanto las ideas liberales habían calado hondamente en él y las representó cabalmente en su extenso “cursus honorum” que lo llevó a ocupar escaños como diputado a la legislatura de Buenos Aires y como diputado y senador al Congreso Nacional. Lo hizo en representación de diversos partidos, algunos efímeros y otros de existencia más prolongada.
El viejo Partido Autonomista que lideró Adolfo Alsina, caudillo porteño por excelencia fue su alma mater. Enemistado con él, Alem pasó a fundar el Partido Republicano junto a su habitual compañero de luchas, Aristóbulo Del Valle, que se evaporó muy pronto. Luego de un tiempo alejado de la política activa retornó convocado por la joven generación porteña (que integraba Alvear) que había dado vida a esa primigenia Unión Cívica de la Juventud que bien pronto descartó dicho aditamento cuando los senectos Mitre, Irigoyen, Estrada junto a la generación intermedia representada por Alem, Del Valle e Hipólito Yrigoyen tomaron protagonismo en aquella Unión Cívica que aspiró a conducir la transición republicana del viejo régimen conservador oligárquico. La palabra liberal (que alguna vez fuera utilizada para denominar un Partido al que adhirió Barolome Mitre pero que pronto pasó a llamarse Partido Nacional) no serviría para denominar esa nueva fuerza que asomó pujante, novedosa y combativa para enfrentar al conservadorismo. Promovían ideas del liberalismo pero no eligieron llamarse liberales.

¿LIBERALES VS. RADICALES?
Tampoco sería la ecuación correcta. Alem y Del Valle si bien identificados con las ideas del liberalismo político, combatieron con pasión políticas ultraliberales en lo económico sobre todo en la presidencia de Juárez Celman ya antes de la Revolución de 1890. Ha dicho además Yrigoyen a través de los varios lustros en que combatió al régimen oligárquico "nuestro programa es la Constitución Nacional", plexo que sin dudas contiene los grandes lineamientos de la visión liberal de la Argentina del siglo XIX, aunque la lucha más fogosa se dio precisamente para hacer realidad por medio de la garantía del sufragio el principio representativo que asegura el artículo primero de nuestra ley suprema.

LOS POSTULADOS
Si atendemos a la evolución de las relaciones socioeconómicas en los gobiernos radicales de Yrigoyen y Alvear podrá comprobarse que en ambos casos los viejos postulados liberales fueron en general respetados y puestos en práctica. Ambos con austeridad cuidaron el déficit y ordenaron las cuentas públicas (Yrigoyen recibió el comercio exterior jaqueado por la Gran Guerra Europea). También ambos presidentes, supieron introducir correcciones en el sistema económico cuando razones estratégicas así lo recomendaban: atenuar las desigualdades construyendo un Estado social de derecho con leyes laborales y los primeros regímenes previsionales, la creación de YPF e implementación de una agresiva política de desarrollo territorial.
Así, marcamos que la supuesta dicotomía planteada entre liberales y radicales en el seno del radicalismo (partido horizontal, policlasista, de raíz movimientista) es argumentativo y puramente literario, inspirado -es obvio- en atendibles motivos proselitistas que la urgencia de la hora exige.

Publicado en Diario LA PRENSA.

14/11/2023.

https://www.laprensa.com.ar/La-supuesta-dicotomia-entre-liberales-y-radicales-en-la-UCR-537447.note.aspx

Otra vez sobre liberales y radicales.

Por Diego Barovero.

En el fragor del debate público y las disidencias que se plantean en torno a temas de actualidad ha vuelto a escucharse y leerse la cuestión en torno a la adhesión al liberalismo del fundador de la UCR, Leandro Alem. Recientemente el diputado Alberto Benegas Lynch ha sostenido que aquellos diputados que siendo parte del bloque radical votaron junto al oficialismo por la negativa al aumento de las jubilaciones en resguardo del equilibrio fiscal estarían siendo fieles al pensamiento del fundador y los orígenes de la UCR.

El tamaño de la impostura del mentado legislador intentando justificar un evidente y flagrante transfuguismo de quienes en una primera oportunidad votaron junto a su bloque afirmativamente el citado aumento jubilatorio para cambiar sospechosamente su voto luego de una audiencia profusamente difundida con fotos en redes exhibiéndose con el presidente que vetó dicha norma, nos exime de asumir la responsabilidad de desmentir afirmaciones que los hechos se ocuparon de demostrar.

VERDAD HISTORICA

Nos ocuparemos si de hacer honor a la verdad histórica señalando que Leandro Alem fue un auténtico romántico de la política en quien como tantos las ideas liberales habían calado hondamente, representándolas cabalmente a lo largo de su trayectoria política como diputado a la legislatura de Buenos Aires y como diputado y senador al Congreso. Si se revisa su cursus honorum se constatará que Alem ejerció los mandatos populares para los que fuera electo en representación de diversos partidos, algunos efímeros y otros de existencia más prolongada. Integró partidos preexistentes a su incorporación a los mismos y fundó nuevos. Ninguno de aquellos llevó la denominación “Liberal” aunque los postulados de la libertad estuvieran presentes en su ideario y programa.

Alem integró el Partido Autonomista liderado por Adolfo Alsina, caudillo porteño que fue gobernador de Buenos Aires y vicepresidente de la República. Enemistado con él, Alem junto a su amigo y compañero de luchas Aristóbulo Del Valle fundaron el Partido Republicano que se evaporó muy pronto aunque intentó impulsar la candidatura de Sarmiento para un nuevo mandato presidencial en el ‘80.

Alejado de la política militante Alem retornó convocado por la joven generación porteña que había dado vida a la primigenia Unión Cívica de la Juventud que bien pronto descartó dicho aditamento cuando fundó la Unión Cívica que presidió hasta la ruptura y la consiguiente fundación de la Unión Cívica Radical, de la que fue presidente y a la que representó en el Congreso. La palabra liberal que alguna vez fuera utilizada para denominar un Partido al que adhirió Bartolomé Mitre que pronto pasó a llamarse Partido Nacional no fue elegida para nombrar esa nueva agrupación que asomó pujante, novedosa y combativa para enfrentar al régimen conservador oligárquico.

Aunque promovían ideas del liberalismo no eligieron llamarse liberales, simplemente porque no lo eran. ¿Qué dificultad hubieran tenido en elegir la denominación Partido Liberal, Unión Liberal o Unión Cívica Liberal? Sencillamente ninguna. Eligieron no llamarlo así porque no era un partido liberal. Algo más, Alem y Del Valle si bien identificados con las ideas del liberalismo político, combatieron con pasión políticas ultraliberales en lo económico de Juárez Celman y en sus intervenciones parlamentarias aparecen menciones al Estado y a la necesidad de regular la economía, impedir la formación de oligopolios y proteger a las industrias. Yrigoyen también sostuvo a su tiempo: "Nuestro programa es la Constitución Nacional", que resume los grandes lineamientos de la visión liberal de la Argentina del siglo XIX.

POSTULADOS LIBERALES

Si atendemos a la evolución de las relaciones socioeconómicas en los gobiernos radicales de Yrigoyen y Alvear podrá comprobarse que en ambos casos los viejos postulados liberales -más no anti estatistas- fueron generalmanete aplicados ya que sus administraciones fueron ejercidas con austeridad, cuidaron el déficit y ordenaron las cuentas públicas. En particular merece señalarse a Yrigoyen que en su primera gestión recibió el comercio exterior jaqueado por la Gran Guerra Europea. También ambos presidentes, supieron introducir correcciones en el sistema económico cuando razones estratégicas así lo recomendaban: atenuar las desigualdades construyendo un Estado social de derecho con leyes laborales y los primeros regímenes previsionales, la creación de YPF e implementación de una agresiva política de desarrollo territorial.

La UCR que atravesó tres siglos de la historia argentina con un devenir no siempre parejo y regular, puede exhibir su permanente condición de partido político democrático, igualitario, policlasista y de raíz movimientista y popular. Las ideas del liberalismo político fueron características de su larga tradición no así las del liberalismo económico a ultranza y antiestatista aún en sus orígenes, como pretenden hoy algunos endilgarle por interés argumentativo electoralista.

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