ARGENTINAS
FACÓN GRANDE Y LA PATAGONIA REBELDE
“Las penas y las vaquitas
se van por la misma senda…
Las penas son de nosotros,
las vaquitas son ajenas…”
Fragmento del tema "El arriero" de Don Atahualpa Yupanqui.
En Jaramillo, noroeste de la provincia de Santa Cruz a unos 1000 metros de la estación del ferrocarril existe un cañadón dentro de un campo en donde se fusilaron a unos 200 peones de los 1500 ejecutados por el ejército en "La Patagonia Rebelde" en el año 1921 estos reclamaban un sueldo mínimo de 100 pesos, velas para alumbrarse de noche, comida en buen estado, condiciones de higiene: un lavatorio para poder higienizarse tras las largas horas de trabajo, y botiquines de auxilio con instrucciones en castellano, ya que sólo estaban en inglés, entre otros pedidos que fueron rechazados por los estancieros.
Las condiciones laborales eran las siguientes: estaban obligados a trabajar con 18° bajo cero arriando majadas, los esquiladores concluían jornadas de 16 horas; los obreros trabajaban 12 horas por día y se declararon en huelga por mejores condiciones de trabajo y esa huelga tuvo un final trágico. Ante el incumplimiento de las promesas, la huelga se generalizó. Los principales líderes del movimiento libertario eran el español Antonio Soto y el entrerriano José Font, conocido como el noble gaucho “Facón Grande”.
Situados un 20 de diciembre de 1921 en Jaramillo, cuenta Osvaldo Bayer en el libro “La Patagonia Rebelde”, que la última columna de huelguistas activa era la de José Font, más conocido como "Facón Grande" gaucho de palabra, generoso, respetado y tenía ascendencia entre la gente humilde.
¿Por qué le decían a José Font “Facón Grande? Porque era bajito y le gustaba usar todo grande. Llevaba consigo una “daga con cuatro gavilanes y puño de plata. El único lujo de paisano”, manifiesta Bayer en su libro.
“Quitada la faja negra, las bombachas amenazaban caércele, haciendo más ridícula la figura de jefe de los huelguistas” y agrega “el domador entrerriano tuvo el pudor de tenerse con los codos a la cintura la prenda que le cubría las vergüenzas.”
Facón Grande nacido en Montiel, entrerriano el hombre por el 1909 llegó al sur a Cabo
Blanco donde trabajó en las salinas.
Era ducho para la doma de caballos y la construcción de casas de chapa, logró hacerse independiente con “chatas” propias de caballos. Facón Grande era carrero transportaba fardos de lanas y unía Puerto San Julián, Lago Posadas y Lago Pueyrredón.
Cuando llegó el fatídico día del 20 y 21 de diciembre de 1921 la última columna de huelguistas que quedaba activa era la dirigida por José Font, más conocido como Facón Grande, en la zona de Puerto Deseado. Este dividió sus fuerzas en dos columnas, una de hacia el sur de Puerto Deseado y la otra liderada por "Facón Grande" hacia Pico Truncado. En el poblado de Las Heras queda a cargo como delegado Antonio Echeverría.
El 18 de diciembre, el Teniente Coronel Héctor Benigno Varela llega un tren de explotación a cargo del Subteniente Jonás donde se procede a fusilar a Antonio Echeverría y a otros conductores de la revuelta. El 20 de diciembre Varela arribó a la estación Tehuelches informado sobre un campamento de huelguistas. Al llegar, se produce el único acto de resistencia al ejército en toda la campaña: en un tiroteo es herido un cabo y muerto el soldado Fischer. Entre los huelguistas hubo al menos tres muertos y varios heridos. Varela y su grupo tuvieron que retroceder hasta estación de Jaramillo. Desde allí envía al gerente de La Anónima de Pico Truncado, Mario Mesa, a parlamentar con "Facón Grande", y acepta “parlamentar” ya que sabía que tenía que enfrentar al ejercito; el gerente de La Anónima. les promete respetar la vida de todos y acceder a sus demandas si se rinden.
Luego de una asamblea, los huelguistas deciden entregarse en la estación Tehuelches el 22 de diciembre. Contrariamente a lo prometido, cuando Facón Grande se acerca a saludar al Teniente Coronel Varela, éste no le responde el saludo y lo hace apartar, lo golpea y lo maniatan de brazos y piernas con alambre. Facón Grande es apresado durante un par de días en un galpón lindero a la estación, para después proceder a fusilar a Facón Grande, a Leiva y al menos a medio centenar de huelguistas cerquita de la estación en el cañadón.
Según una crónica de los hechos publicados por la Federación Obrera Marítima donde se cuenta que Facón Grande fue uno de los más martirizados: semi-vivo lo tuvieron durante varias horas enterrado medio cuerpo. Antes se le hizo presenciar los fusilamientos describe Osvaldo Bayer.
Hasta una semana después los cuerpos continuaban en el mismo lugar donde habían sido ultimados.
Al exterminar al último grupo de huelguistas, las tropas del ejército se dedicaron a rastrillar toda la provincia de Santa Cruz en busca de los huelguistas dispersos. El ejército perseguirá a los huelguistas, los irá atrapando y fusilando sumariamente. La campaña finalizó el 10 de enero de 1922. En total, alrededor de 1500 obreros y huelguistas resultaron muertos.
El testimonio de Osvaldo Bayer.
“Viajaremos por tierra hasta Jaramillo, en la pampa del norte santacruceño. Me conmueve una alegría inusitada y una latente emoción: hemos sido invitados a la inauguración del monumento a don José Font, llamado “Facón Grande”, el líder huelguista fusilado por el Ejército argentino en 1921 por ser dirigente de la huelga rural. Sí, un monumento, allí donde se encuentran la ruta 3 y la 281. Sí, un monumento después de setenta y siete años de su asesinato. Como modelo para el escultor que elaboró el monumento, sirvieron las dos únicas fotos que se conservan de él, que publiqué en mi libro La Patagonia Rebelde. Allí se lo ve en su clásico atuendo de campo, esperando. Horas después sería fusilado sin juicio previo, por obra y gracia del teniente coronel Héctor Benigno Varela, jefe del 10 de Caballería. Su muerte quedó impune, como la de centenares de peones de campo fusilados por reclamar mejores condiciones de vida. Setenta y siete años después. La muerte de un gaucho entrerriano en la pampa patagónica santacruceña; tierras de eterno viento. Un monumento levantado por iniciativa desde abajo, por los integrantes de la Unión de Trabajadores Rurales y Estibadores y por los miembros de la Comisión de Fomento de Jaramillo, un pueblecito típico de la estepa sureña.
¡Qué contento se hubiera puesto ese gauchazo entrerriano sabiendo que hombres y mujeres como él no sólo lo recuerdan sino también lo tienen como modelo y ejemplo! Hablaremos ante el monumento y luego iremos hasta la antigua estación Jaramillo donde él vivió sus últimas horas y que -reciclada- pasará a ser el museo “Facón Grande” que contendrá piezas históricas que recuerden la gran masacre y alerten al mismo tiempo para que jamás vuelvan a ocurrir represiones así contra el auténtico pueblo; pero también se expondrán objetos que fueron testigos de la sacrificada vida de los pioneros y de los habitantes naturales de aquellas regiones.
Y la jornada de hoy terminará en el salón de actos de la Municipalidad de Jaramillo donde hablaremos de Facón Grande y sus compañeros, y de la injusta tragedia que se desencadenó por sobre sus cabezas, ordenada desde Buenos Aires.
palabras de Osvaldo Bayer: “La memoria de la dignidad”.
“Fue a buscar la muerte”
“¡ Facón Grande !(sobrenombre de José Font). Estaba junto con el herrero … eran muy amigos con Kuney. Antes de venir aquí habían trabajado en la zona de Deseado. Facón Grande siempre fue hombre de la huella. Él fleteaba con tres chatas. Muy buen hombre era Facón Grande. A él lo mataron en la huelga en Jaramillo. Se fue con dos peones que tenía y se fue como jefe del grupo. Era fiel. Nunca se abusó de un hombre. Y si era de poco espíritu menos… aunque le hubiera hecho algún daño. Él tenía la costumbre de usar un facón grande en la cintura. Y como andaba sin saco, ahí se le veía que atravesaba un tremendo facón. Era bravo. Cuando tenía razón era bravo. Pero no mató a nadie … ni con facón grande ni con facón chico. Era un trabajador. Era valiente. No le habían puesto de gusto el nombre. La cosa que a Facón Grande fue una muerte criminal la que le dieron. Él mismo fue a buscar la muerte. Él pensaba que iba a arreglar.”
Testimonio de Prudencio Moreno, vecino de Puerto Deseado y publicado por Osvaldo Bayer.
Monumento a Facón Grande.
En el año 1998 la Comisión de Fomento de Jaramillo y Federación de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) levantaron un monumento de este delegado sindical Facón Grande.
La estación del ferrocarril de Jaramillo fue restaurada y funciona un museo histórico y el almacén donde mantuvieron cautivo a Facón Grande permanece intacto con discurrir del tiempo.
Fuente de investigación e imagenes: internet.
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