Instalado en el poder Bartolomé Mitre deja cesante a Juan Bautista Alberdi de su cargo de ministro plenipotenciario de la República Argentina en las Cortes de París y de Londres luego de casi una década al servicio de Urquiza y no le enviaba los sueldos atrasados, "anclado en París" no podía regresar y apenas subsistía en Europa.
La periodista e historiadora argentina Araceli Bellotta dice en que "desde Francia, en vísperas de la Navidad de 1862, el 24 de diciembre, Alberdi decidió escribirle al ministro de Relaciones Exteriores, doctor Rufino de Elizalde" en ella manifiesta:
"El señor Ministro Dr. Costa me anunció el 30 de agosto, la próxima sanción de una ley que permitiría al gobierno atender el pago de los sueldos diplómaticos de más de dos años adeudados a la Legación que estuvo a mi cargo. Ha venido por fin esa ley; pero según sus términos y el comento de que ella hace toda correspondencia no se puede saber cuándo ni como seré pagado, colocándome esto en una posición que no tiene igual en la de ningún otro de los empleados impagos."
Pregunta la historiadora: "¿Por qué el gobierno Nacional trataba tan mal al autor de las Bases sobre las que se había escrito la Constitución Nacional una década antes? Porque Alberdi había sido funcionario del general Justo J. Urquiza, enfrentado con Buenos Aires desde 1852, luego de la Batalla de Caseros, que había derrotado a Juan Manuel de Rosas.
Desde entonces los porteños liderados por Mitre, se habían separado del resto del país, conflicto que se resolvió luego de la extraña Batalla de Pavón, en la que se enfrentaron las tropas de Buenos Aires y las de la Confederación, al mando de Urquiza. Pese a que éste último fue el vencedor, inexplicablemente le cedió el triunfo a Mitre y, desde entonces, se selló el predominio del Puerto sobre el resto del país, causa contra la que había luchado Alberdi desde su juventud."
Y continúa: "Instalado en el poder, Mitre lo dejó cesante, luego de casi una década en la que Alberdi se desempeñó como consejero de Urquiza, y como representante plenipotenciario en Europa. De esta forma, el nuevo mandatario se cobraba los esfuerzos que había hecho Alberdi, para evitar que los estados europeos reconocieran a Buenos Aires como una nación independiente, en el tiempo de la secesión. Se le debían dos años de sueldo como embajador y el gobierno no sólo se negaba a pagárselos, sino que tampoco costeó un pasaje para que pudiera volver a su tierra.".... "Alberdi debió esperar a que su comprovinciano Nicolás Avellaneda llegara a la presidencia para que en 1879, una alianza con el también tucumano Julio A. Roca, le permitiera regresar al país."
APOSTILLAS.
* Cuando Alberdi regresa en 1879, se reconcilia con Domingo Sarmiento, su viejo adversario, que entonces era ministro del Interior. No sucede lo mismo con Mitre. Cuando en 1880 se propuso que el Estado publicara las Obras Completas de Alberdi, el diario La Nación de Mitre se opuso y encabezó una campaña en contra como así para que lo designaran embajador.
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