10 AÑOS DESPUÉS. FINAL DE LA CONVERTIBILIDAD.

HOY SE CUMPLEN LOS 10 AÑOS DEL FIN DE LA CONVERTIBILIDAD DÓLAR-PESO. VINO CON LOS REYES MAGOS LA DEVALUACIÓN ASIMÉTRICA. FEROZ. TAN DURA COMO LA REALIDAD ARGENTINA.

El 1° de enero del 2001 los diputados y senadores se reunieron en el Congreso de la Nación Argentina (que en pleno que se “vayan todos y no quede ninguno” había dejado de ser "honorable" hace rato) para designar un nuevo presidente en un país en default festejado.
El Partido Justicialista llegó a un acuerdo para impulsar al Senador Eduardo Duhalde como presidente y el resto de los partidos no opuso mayor resistencia. Con 262 votos a favor y tan sólo 21 en contra y 18 abstenciones. Por aquellos años todo se limitaba la disponibilidad monetaria a 250 pesos semanales.
“Argentina está quebrada, Argentina está fundida” agregó luego: ”No hay nada que celebrar ni aplaudir” quien fuera el 5° presidente en los últimos 13 días del 2001 y 2002 (-cosa de locos este país- diría un amigo…)
En el Salón Blanco de la Casa Rosada destacaba la presencia del ex presidente Raúl Ricardo Alfonsín, líder del radicalismo, del jefe del Gobierno autónomo de la ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra
Duhalde anticipa la devaluación del peso, que mantenía una virtual paridad con el dólar. Y dijo: “van a ser respetadas las monedas en que hicieron originariamente sus depósitos: el que depositó dólares recibirá dólares, y el que depositó pesos, pesos” (algo que no cumplió y la frase que es una incógnita “la Argentina es un país condenado al éxito” (¿Qué habrá querido decir o significar? para mí sigue siendo una atrayente frase del misterio argentino).
El fin de la convertibilidad: el Senado aprobó la ley de emergencia económica un 6 de enero y los reyes nos dejaron como regalito la devaluación…

El Ministro de economía Jorge Remes Lenicov de Eduardo Duhalde asumió el 3 de enero y renunció el 27 de abril de 2002), decretó en un verano caliente en todo sentido "el acta de defunción oficial de la convertibilidad" ratificó que habrá un dólar oficial a $ 1,40 para la mayoría de las operaciones de comercio exterior y otro flotante para el resto de la economía, otra medida es poder retirar hasta 1500 pesos de las cuentas salariales; no habrá control de precios; se pesifican deudas de hasta US$ 100.000 y tarifas, y remató: "lo que se venía haciendo no daba para más". Por esta razón, reiteró, "estamos devaluando nuestra moneda", el peso.
Recordar estas historias me generan un gran “dolor-país”…
Hasta aquí llegué con este tortuoso relato de nuestra historia reciente y quiera Dios nuestro Señor que nunca más se repita algo parecido.