AUNQUE SE RECONOCÍA CERCANO A DUHALDE, SU TRIUNFO FUE CELEBRADO POR LA ROSADA.
Soria, un gringo calentón que se había reconciliado con Cristina. Fue diputado en la era menemista y ministro de Justicia y Seguridad con Ruckauf. Enhebró una relación especial con Eduardo Duhalde, quien lo llevó a la jefatura de la SIDE por Ana Gerschenson.
Vendió escarapelas en el subte, hizo de estatua viviente y se confesaba burrero y peronista con corazón duhaldista. Carlos Gringo Soria era el gobernador electo de Río Negro y su triunfo, celebrado por la Casa Rosada, generó incomodidad entre los puristas del kirchnerismo.
Temperamental, verborrágico, polémico, Soria era el jefe de la SIDE en 2002, cuando la entonces senadora Cristina Kirchner denunció que la Secretaría de Inteligencia espiaba a su familia en Río Gallegos. "Uno mira el instructivo de la SIDE y se da cuenta de que todos estamos en libertad condicional", aseguró en aquellos días la ahora mandataria.
Con Soria se conocían de mucho antes. En 2001 ambos eran diputados y junto a los también legisladores Elisa Carrió, Graciela Ocaña y Daniel Scioli, integraron la pionera Comisión Antilavado en el Congreso. De allí nació su amistad cercana con Lilita, a quien cariñosamente le decía "la Gorda".
Hijo de Ernesto Soria, un dirigente del peronismo bonaerense encarcelado después del golpe militar de 1955. El Gringo nació en Bahía Blanca, creció en General Daniel Cerri, pero ni bien su padre recuperó la libertad mudó a la familia a Río Negro. Primero a Bariloche, y más tarde a General Roca, donde montó un almacén de barrio.
Sus años duros fueron los de estudiante de abogacía en los 70. Pero con el diploma en la mano en 1973, decidió asociarse con otro rionegrino aunque radical: Pablo Verani, quien años más tarde también sería gobernador de la provincia.
Nadie puede decir que Soria no tenía ADN peronista. Fue diputado nacional durante la era menemista y ministro de Justicia y Seguridad de la Provincia de Buenos Aires durante la gestión de Carlos Ruckauf. Aunque enhebró una relación especial con Eduardo Duhalde, quien en su gestión presidencial interina, lo llevó a la jefatura de la SIDE. Este último cargo terminó abruptamente, como la presidencia de Duhalde, tras los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Dario Santillán en 2002.
Esos años de menemismo y duhaldismo son los que cuestionaron los intelectuales del kirchnerismo duro, como Horacio Verbitsky, quien recientemente se atrevió a criticar el apoyo de la Presidente al gobernador electo, al considerarlo "un serio déficit cualitativo".
Es cierto, como se recordó en los últimos días, que existe una foto de Soria con el criminal de guerra nazi, Erich Priebke, asilado en la Argentina hasta 1994. Pero también lo es que en 1999, cuando era ministro de seguridad bonaerense exhibió públicamente los archivos de la represión que estaban ocultos en el edificio del ministerio.
Soria ha dicho que no ganó la gobernación en el 2003 por culpa del ex presidente Néstor Kirchner, que repartió apoyos con uno de sus rivales. Ese año, el "Gringo" perdió por sólo 2573 votos (+) que días después se presentó como candidato a intendente de General Roca y ganó dos períodos seguidos.
Fue una gestión polémica, tanto como para que en 2009, un grupo de intendentes del radicalismo lo denunciara haber concurrido a una reunión de ediles en Ingeniero Huergo, Leandro Ballester (++), exhibiendo un arma como amenaza. "Es un gringo calentón, pero no muerde", juran quienes los conocen.
Frontal y sin filtro, el gobernador electo le contestó a Verbitsky en clave generacional: "Es un montonero trucho, vendió compañeros", dijo hace meses. Su pasado no impidió que en las últimas semanas viajaran por Río Negro los ministros Alicia Kirchner, Amado Boudou y Florencio Randazzo, para respaldar su candidatura. El empujón sirvió para quebrar 28 años de gobiernos radicales en la provincia, y como premio fue recibido por la Presidente.
Aún antes de asumir la gobernación, Soria prometió una gestión para la polémica. El 3 de mayo pasado declaró al portal Política24: "Si vos me decís por quién siento más afecto, si por Kirchner o por Duhalde, lejos, lejos por Duhalde siento mucho más afecto. Me hizo dos veces ministro, mirá la confianza que me tendrá. Me llevó de diputado por la provincia de Buenos Aires, mirá si me quiere. Pero yo no tengo confusión: hoy el se llama Cristina Kirchner".
http://www.cronista.com/economiapolitica/Soria-un-gringo-calenton-que-se-habia-reconciliado-con-Cristina-20120102-0057.html
Vendió escarapelas en el subte, hizo de estatua viviente y se confesaba burrero y peronista con corazón duhaldista. Carlos Gringo Soria era el gobernador electo de Río Negro y su triunfo, celebrado por la Casa Rosada, generó incomodidad entre los puristas del kirchnerismo.
Temperamental, verborrágico, polémico, Soria era el jefe de la SIDE en 2002, cuando la entonces senadora Cristina Kirchner denunció que la Secretaría de Inteligencia espiaba a su familia en Río Gallegos. "Uno mira el instructivo de la SIDE y se da cuenta de que todos estamos en libertad condicional", aseguró en aquellos días la ahora mandataria.
Con Soria se conocían de mucho antes. En 2001 ambos eran diputados y junto a los también legisladores Elisa Carrió, Graciela Ocaña y Daniel Scioli, integraron la pionera Comisión Antilavado en el Congreso. De allí nació su amistad cercana con Lilita, a quien cariñosamente le decía "la Gorda".
Hijo de Ernesto Soria, un dirigente del peronismo bonaerense encarcelado después del golpe militar de 1955. El Gringo nació en Bahía Blanca, creció en General Daniel Cerri, pero ni bien su padre recuperó la libertad mudó a la familia a Río Negro. Primero a Bariloche, y más tarde a General Roca, donde montó un almacén de barrio.
Sus años duros fueron los de estudiante de abogacía en los 70. Pero con el diploma en la mano en 1973, decidió asociarse con otro rionegrino aunque radical: Pablo Verani, quien años más tarde también sería gobernador de la provincia.
Nadie puede decir que Soria no tenía ADN peronista. Fue diputado nacional durante la era menemista y ministro de Justicia y Seguridad de la Provincia de Buenos Aires durante la gestión de Carlos Ruckauf. Aunque enhebró una relación especial con Eduardo Duhalde, quien en su gestión presidencial interina, lo llevó a la jefatura de la SIDE. Este último cargo terminó abruptamente, como la presidencia de Duhalde, tras los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Dario Santillán en 2002.
Esos años de menemismo y duhaldismo son los que cuestionaron los intelectuales del kirchnerismo duro, como Horacio Verbitsky, quien recientemente se atrevió a criticar el apoyo de la Presidente al gobernador electo, al considerarlo "un serio déficit cualitativo".
Es cierto, como se recordó en los últimos días, que existe una foto de Soria con el criminal de guerra nazi, Erich Priebke, asilado en la Argentina hasta 1994. Pero también lo es que en 1999, cuando era ministro de seguridad bonaerense exhibió públicamente los archivos de la represión que estaban ocultos en el edificio del ministerio.
Soria ha dicho que no ganó la gobernación en el 2003 por culpa del ex presidente Néstor Kirchner, que repartió apoyos con uno de sus rivales. Ese año, el "Gringo" perdió por sólo 2573 votos (+) que días después se presentó como candidato a intendente de General Roca y ganó dos períodos seguidos.
Fue una gestión polémica, tanto como para que en 2009, un grupo de intendentes del radicalismo lo denunciara haber concurrido a una reunión de ediles en Ingeniero Huergo, Leandro Ballester (++), exhibiendo un arma como amenaza. "Es un gringo calentón, pero no muerde", juran quienes los conocen.
Frontal y sin filtro, el gobernador electo le contestó a Verbitsky en clave generacional: "Es un montonero trucho, vendió compañeros", dijo hace meses. Su pasado no impidió que en las últimas semanas viajaran por Río Negro los ministros Alicia Kirchner, Amado Boudou y Florencio Randazzo, para respaldar su candidatura. El empujón sirvió para quebrar 28 años de gobiernos radicales en la provincia, y como premio fue recibido por la Presidente.
Aún antes de asumir la gobernación, Soria prometió una gestión para la polémica. El 3 de mayo pasado declaró al portal Política24: "Si vos me decís por quién siento más afecto, si por Kirchner o por Duhalde, lejos, lejos por Duhalde siento mucho más afecto. Me hizo dos veces ministro, mirá la confianza que me tendrá. Me llevó de diputado por la provincia de Buenos Aires, mirá si me quiere. Pero yo no tengo confusión: hoy el se llama Cristina Kirchner".
http://www.cronista.com/economiapolitica/Soria-un-gringo-calenton-que-se-habia-reconciliado-con-Cristina-20120102-0057.html
Notas del blog:(+) La diferencia en votos fue superior:
Elecciones el 31 de agosto del 2003, separadas del resto del país:
Alianza para la Concertación y el Desarrollo (UCR-DC) 78.073 votos, ganadores Miguel Saiz-Mario De Rege
PJ, 72.328 votos, candidatos Carlos Soria-Salvador Durán
Alianza Encuentro (Frente Grande-ARI) 48.790 votos, candidatos Julio Arriaga-Graciela Di Biase
Movimiento de Acción Rionegrina, (PJ y UCR escindidos), 24,782 votos, candidatos Eduardo Rosso-Ricardo Sarandría
Total de votos emitidos: 262.176
www.appnoticias.com.ar
La fórmula triunfadora consiguió más de 78.000 votos frente a los 72.300 de la justicialista. Unos 5.700 votos de diferencia, que equivalen a 2 puntos.
El aporte de la lista 151 del Partido Provincial Rionegrino fue importante a Soria-Durán porque sumó más de 19.000 votos, es decir, 8 puntos. (Fuente: Diario “Río Negro”).
(++) El ex Intendente de la localidad de Ing. Luis A. Huergo se llama Leonardo Ballester actual legislador provincial de la Concetación para el Desarrollo.
LA FOTO DE LA POLÉMICA DE CARLOS SORIA, MARÍA DEL ROSARIO COSTA Y ERIC PRIEBKE (que pasó de "vecino respetado" que todos se querían salir en la foto a lo que es un criminal nazi cazado y en la cárcel).
Alianza para la Concertación y el Desarrollo (UCR-DC) 78.073 votos, ganadores Miguel Saiz-Mario De Rege
PJ, 72.328 votos, candidatos Carlos Soria-Salvador Durán
Alianza Encuentro (Frente Grande-ARI) 48.790 votos, candidatos Julio Arriaga-Graciela Di Biase
Movimiento de Acción Rionegrina, (PJ y UCR escindidos), 24,782 votos, candidatos Eduardo Rosso-Ricardo Sarandría
Total de votos emitidos: 262.176
www.appnoticias.com.ar
La fórmula triunfadora consiguió más de 78.000 votos frente a los 72.300 de la justicialista. Unos 5.700 votos de diferencia, que equivalen a 2 puntos.
El aporte de la lista 151 del Partido Provincial Rionegrino fue importante a Soria-Durán porque sumó más de 19.000 votos, es decir, 8 puntos. (Fuente: Diario “Río Negro”).
(++) El ex Intendente de la localidad de Ing. Luis A. Huergo se llama Leonardo Ballester actual legislador provincial de la Concetación para el Desarrollo.
LA FOTO DE LA POLÉMICA DE CARLOS SORIA, MARÍA DEL ROSARIO COSTA Y ERIC PRIEBKE (que pasó de "vecino respetado" que todos se querían salir en la foto a lo que es un criminal nazi cazado y en la cárcel).
Antigüa foto que data de 1989 o 1990 (o fecha posterior)en la que aparece Carlos Soria junto a Chiche Costa (ex intendenta del PJ de San Carlos de Bariloche 1991-1995) el criminal de guerra nazi Eric Priebke. Hay que saber que en esos años Priebke era un reconocido y respetado vecino de Bariloche, con mucha participación en la vida social de la Ciudad de San Carlos de Bariloche. Cuando Priebke se radicó en Bariloche comenzó a dirigir el Instituto Cultural Germano Argentino Bariloche, y su colegio primario y secundario, el Instituto Primo Capraro.
Aquellas dos instituciones son de suma importancia, y rápidamente Priebke comenzó a ganarse el afecto de la comunidad. Su nombre Erich fue cambiado a Erico, como se lo conoció por muchísimos años. Con el correr de los años Priebke fue adquiriendo más importancia. Era considerado como un vecino ejemplar, y por sus actividades en el Capraro, se transformó un pilar de la sociedad barilochense.
Recién en 1994 Sam Donalson, lo descubre en Bariloche. Mucho después de esa fecha quien había estado tras los pasos de Kopps, y al entrevistarlo y mencionar que era un criminal de guerra, Kopps reveló que el verdadero criminal de guerra no era él, sino Priebke, delatando a su connacional, cuyo destino hasta ese momento era desconocido. El ínteres de Donalson se trasladó a una presa mayor, Eric Priebke, autor ejecutivo de la masacre de las Fosas Ardeatinas en Roma, Italia.En 1994, 50 años después de la masacre, Priebke fue ubicado despúes de un trabajo arduo y forzado a una entrevista en la calle por el periodista estadounidense Sam Donaldson de la cadena de noticias ABC.(diversas fuentes de internet... y en buena hora que haya juzgado al criminal nazi a cadena perpetua).
Una imagen que define su perfil como intendente de Roca: un fuerte impulso a la obra pública, que le dio otra cara a la ciudad. En este caso, el asfalto llega a la calle Libertador. (foto diario "Río Negro").
Peronista, peronista
por Carlos Torrengo.
"Mirá ringo, sabés de qué se trata la política: de no hacer complicado lo que es sencillo... De eso se trata"– le dijo hace más de 40 años Julio Bárbaro a Carlos Soria en el descanso de un curso sobre el "Manual de conducción política" de Juan Perón.
–"Eso hizo Perón, Gringo"– le agregó el locuaz e incisivo Julio Bárbaro, al que siempre Carlos Soria resguardó, al menos en sus emociones, de las furias que parten y unen al peronismo desde siempre.
Aquella reflexión de Julio Bárbaro hizo carne en Carlos Soria.
Tanto como esa otra que tres años atrás le deslizó Carlos "Chacho" Álvarez a metros de un bar que ya lo tiene inventariado: "Varela - Varelita", calle Paraguay. Desde lo político-peronista, lo único que se profesaron ambos es el conocerse. Pero al rionegrino le quedó grabada una sentencia del porteño: "Cuando sos gobierno, en nombre del peronismo, el peronismo no te tolera que caigas en la perplejidad"...
En los meses últimos Carlos Soria recordó mucho aquellas reflexiones. No porque le abrieran una cabeza que, desde lo ideológico, ya estaba sellada. Sino porque lo reafirmaban en la lealtad a una matriz cultural, política fundacional del peronismo: gobernar desde esa tienda implica hacer aceptar que el poder se intoxica con muchas cosas, "pero no con debilidad", decía.
Ésta es la razón por la cual Carlos Soria siempre se sintió cómodo en el peronismo. Jamás se permitió ni siquiera un amague de correrse.
Una comodidad que hizo a una exigencia misma que en clave a ejercicio del poder siempre reclama el peronismo: no encontrarse sin palabras y acción de cara al mando. A gobernar.
"No hacer migajas la oportunidad que nos brinda el tener el poder", le dijo hace varios años Carlos Soria a Bruce Hofmann, cuando éste, un americano especialista en terrorismo invitado por el Parlamento, le preguntó qué era el peronismo.
Y le acotó: "El peronismo puede tener mil caras, poco importa porque de hecho es un aparato de conquista y ejercicio del poder... Todas las caras nos sirven".
Y en ese camino, Carlos Soria jamás se permitió hacer política bajo exigencia de complejas elaboraciones intelectuales.
Para él, como práctica, el peronismo resumía una seductora realidad: estar y estar en camino...
Para ese andar no soslayó impulsos incontrolados. Cero miel. Todo agrio de ser necesario.
Peronismo de madera muy peronista.* Publicado por el diario "Río Negro", lunes 2 de enero de 2012, página 9.
–"Eso hizo Perón, Gringo"– le agregó el locuaz e incisivo Julio Bárbaro, al que siempre Carlos Soria resguardó, al menos en sus emociones, de las furias que parten y unen al peronismo desde siempre.
Aquella reflexión de Julio Bárbaro hizo carne en Carlos Soria.
Tanto como esa otra que tres años atrás le deslizó Carlos "Chacho" Álvarez a metros de un bar que ya lo tiene inventariado: "Varela - Varelita", calle Paraguay. Desde lo político-peronista, lo único que se profesaron ambos es el conocerse. Pero al rionegrino le quedó grabada una sentencia del porteño: "Cuando sos gobierno, en nombre del peronismo, el peronismo no te tolera que caigas en la perplejidad"...
En los meses últimos Carlos Soria recordó mucho aquellas reflexiones. No porque le abrieran una cabeza que, desde lo ideológico, ya estaba sellada. Sino porque lo reafirmaban en la lealtad a una matriz cultural, política fundacional del peronismo: gobernar desde esa tienda implica hacer aceptar que el poder se intoxica con muchas cosas, "pero no con debilidad", decía.
Ésta es la razón por la cual Carlos Soria siempre se sintió cómodo en el peronismo. Jamás se permitió ni siquiera un amague de correrse.
Una comodidad que hizo a una exigencia misma que en clave a ejercicio del poder siempre reclama el peronismo: no encontrarse sin palabras y acción de cara al mando. A gobernar.
"No hacer migajas la oportunidad que nos brinda el tener el poder", le dijo hace varios años Carlos Soria a Bruce Hofmann, cuando éste, un americano especialista en terrorismo invitado por el Parlamento, le preguntó qué era el peronismo.
Y le acotó: "El peronismo puede tener mil caras, poco importa porque de hecho es un aparato de conquista y ejercicio del poder... Todas las caras nos sirven".
Y en ese camino, Carlos Soria jamás se permitió hacer política bajo exigencia de complejas elaboraciones intelectuales.
Para él, como práctica, el peronismo resumía una seductora realidad: estar y estar en camino...
Para ese andar no soslayó impulsos incontrolados. Cero miel. Todo agrio de ser necesario.
Peronismo de madera muy peronista.* Publicado por el diario "Río Negro", lunes 2 de enero de 2012, página 9.
CUNA Y DEMÁS...
Solía comentar que ese día odió todo. Un "todo" ilimitado. Ajeno a puntualidades. Simplemente "todo".
Y a Carlos Soria se le aguaban los ojos cuando recordaba aquella media tarde de invierno de 1974 en un Roca esmerilado por viento y tierra.
"Soria, tenés cáncer", le había dicho minutos antes el cirujano Horacio Muñoz a Soria padre. Luego miró a Carlos. "Pero vamos a dar pelea", acotó.
"Y mientras Horacio organizaba la pelea, yo miré a mi viejo. Un tipo difícil, autoritario, tierno. Tenía la vista perdida en cualquier lado… Cuando salimos, caminamos por Mitre hasta Mendoza rumbo a Barrio Patronato… En el paso nivel había unos postes con alambres, arena, desolación… Yo odiaba", recordó siempre Carlos Soria.
Pero ganó el cáncer.
Cuna peronista fue la de Carlos Soria. En el frigorífico de General Cerri, como obreros de la carne, se forjaron sus padres. También, claro, un hermano de estilo rústico "pero corazón tan grande que un día dijo basta". Fue hace pocos años. "Lo lloré en silencio y muy solo", le dijo a este diario meses atrás.
Pero con la Libertadora, padre y madre quedaron sin trabajo. Ayudada por un pariente también vinculado a la carne, la familia rumbeó hacia Bariloche. Luego, Roca. Carlos Soria tenía siete años. Y un padre que se asumía en la Resistencia Peronista. Una etapa que Carlos hijo adobará con acciones épicas de muy compleja comprobación.
Ya en el secundario conoció a Susana Freydoz. Y la universidad con ella a modo de cadenera. Sosteniéndolo. "Me anotaba en los exámenes. Me financiaba… Un día me regaló un imposible para mí: mocasines Guido… Yo no tenía un mango… Y 'Tito' Gadano, que siempre me dejaba algo para morfar cuando vivíamos en Corrientes y Uruguay… a metros de 'El Foro'"…
Y con título de abogado en la mano, volver a Roca. Y matrimonio.
Y los hijos acunados en peronismo. Pero a la larga, sólo dos de ellos verticalizados al proyecto político del padre.
Porque claro, desde la cuna, Carlos Soria fue sinónimo de política. (CAT)
*Publicado por el diario "Río Negro", lunes 2 de enero de 2012, página 9.
2007: con el presidente Néstor Kirchner y la candidata a Presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el aniversario 128° de General Roca.
El día del triunfo de la fórmula del Frente para la Victoria, Carlos Soria - Alberto Weretinelck. El festejo en la Ciudad de General Roca.
Electo gobernador provincial en los festejos del aniversario 87° de la Ciudad de Villa Regina el 7 de noviembre de 2011.La asunción de la fórmula electa para gobernador y vice-gobernador.El juramento que toma el vice-gobernador Alberto Weretineck.
El papel picado luego de la jura en la Legislatura.Todo un símbolo de esta foto que ya es historia reciente. El regreso del peronismo en el gobierno luego de 28 años desde el 1983 y 38 desde 1974. En la foto Carlos Soria entrando luego del corte de cintas con el ex-Gobernador Mario José Franco.Mario José Franco y Carlos Soria en el despacho.Carlos Soria en el despacho.
El papel picado luego de la jura en la Legislatura.Todo un símbolo de esta foto que ya es historia reciente. El regreso del peronismo en el gobierno luego de 28 años desde el 1983 y 38 desde 1974. En la foto Carlos Soria entrando luego del corte de cintas con el ex-Gobernador Mario José Franco.Mario José Franco y Carlos Soria en el despacho.Carlos Soria en el despacho.
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La diferencia de opiniones conduce a la investigación, y la investigación conduce a la verdad. - Thomas Jefferson 1743-1826.