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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

jueves, febrero 21, 2013

“MIGUEL MIRANDA, UN MALDITO DE LA ARGENTINA”.

MIGUEL MIRANDA, EL CAPITALISMO NACIONAL ARGENTINO.
“UN HOMBRE HECHO A SÍ MISMO”.
Ese hombre complejo, complicado para entenderlo, contradictorio como la misma Argentina que fuera Leopoldo Lugones, escritor representativo de nuestro país en su poema “A los Andes” de 1910, en las épocas del centernario del 25 de Mayo “de las vacas y las mieses” escribió la frase “ojos mejores para ver la Patria” y esa frase la encarnó Miguel Miranda.
Miguel Miranda que muchos lo tienen como Ministro de Hacienda de los gobiernos de Perón en realidad fue presidente del Banco Central desde el 25 de marzo de 1946 y el 17 de julio de 1947. Edelmiro J. Farrell era presidente de la Nación y Amaro Avalos, su ministro de Economía. Continuó en su cargo durante la presidencia de Juan Domingo Perón, con el ministro de Hacienda Ramón Cereijo. Fue presidente del Instituto Argentino de Promoción del Intercambio más conocido como IAPI.
Una minoría de industriales se decidió a apoyar al naciente peronismo. La mayoría de los industriales, comerciantes y hacendados aborrecían a Perón.
De los que apoyaron al Coronel Perón se encontraba  Miguel Miranda que venía a representar a  burguesía nacional.
MIGUEL MIRANDA Y LAS ENCUESTAS.
Decía Perón: "Hicimos unas 15.000 encuestas y tuvimos información empírica. Cuando las leimos, Miguel Miranda me dijo: Mire General, no hay nadie más mentiroso que las mujeres, los curas y las estadísticas."
¿Quién fue Miguel Miranda?
Nace en 1891 proviene de un hogar humilde de trabajadores españoles.
Ahora es un silenciado, olvidado, negado, poca información se encuentra de este hombre, es “un maldito” de la Argentina.
Señala el historiador argentino Norberto Galasso en el libro “Perón: Formación, ascenso y caída” que “Miranda había nacido en 1891. Desde el primer empleo modesto, en una casa cerealista se había abierto paso a fuerza de empuje y ambición.
Al momento de encontrarse con Perón manejaba varías empresas –entre ellas la más importante en Directorio y Puán, en Capital Federal- y muchos ya lo consideraban “el rey de la hojalata”
¡Gran tipo, Miranda! –recuerda Perón, años más tarde- Este hombre siendo muchacho, emigró de España a la Argentina ganando noventa pesos de sueldo (en la cerealista Bunge y Born). Y estando allí se produjo la Primera Guerra Mundial. Miranda se da cuenta que se iba a producir en el país una crisis muy grande en envases como consecuencia de que no  venía hojalata. Alquiló un gran almacén y se redujo a ir comprando todos los objetos usados de hojalata del país. La reconstituyó en forma de envases y al principio pensó en venderlas así. Más tarde, consideró mejor venderlos llenos, con productos alimenticios. Consiguió créditos, lanzó una fábrica de productos alimenticios y como era el único que poseía envases, fue el único que vendía. Hizo una gran fortuna. Era Catalán. Y los catalanes, los escoceses, los judíos y los árabes, llevan el negocio en la sangre.  Son fenicios todos”.
En la época de la Segunda Guerra Mundial es un mediano empresario con intereses en la hojalata, la pesca y otras actividades vinculadas al mercado interno argentino.
Decía Perón que luego de convocar a técnicos se convence que no era un asunto de técnicos si no de comerciantes  “y llamé a mi gran amigo don Miguel Miranda, el “Zar de las finanzas argentinas”, como algunos le llamaron. El había empezado como empleado con noventa pesos de sueldo y en diez años había levantado treinta fábricas. Le conté el incidente con los técnicos y me dijo: “¡General!, ¿usted cree que si fueran capaces de algo estarían ganando un sueldo miserable como asesores?” -Pero Miranda, le dije, vea que hay que comprar mucho y no tenemos dinero! -Esa es la forma de comprar, sin dinero, me dijo. ¡Con plata compran los tontos! -Este es mi hombre, pensé para mí… Miguel Miranda era un verdadero genio. Su intuición, su tremenda capacidad de síntesis y su certera visión comercial, hicieron ganar a la República en un año más que cincuenta años de la acción de todos sus economistas diletantes y generalizadores de métodos y sistemas rutinarios e intrascendentes.” –luego manifiesta- “Fue allí mismo que entregué a Miranda la dirección económica, creando el Consejo Económico Nacional y nombrándolo Presidente. El fue desde entonces el artífice de esa tremenda batalla que se llamó la recuperación nacional  que culminó con la independencia económica argentina.”
Arturo Jauretche pensaba que Miranda mantenía esos rasgos del burgués clásico en tanto vivía en su fábrica de un barrio Parque Chacabuco, mantenía un permanente contacto personal con los operarios manteniéndose fiel a su condición de industrial, a su gente y a su barrio.
EL CAPITALISMO NACIONAL Y “LAS INVERSIONES DE RIESGO DE CAPITAL”.
La gestión de Miranda duró tres años.  Durante la gestión de Edelmiro Farrell se adoptaron un conjunto de disposiciones que sirvieron de base de sustentación de gobierno futuro de Perón como la organización del Consejo Nacional de Posguerra, la nacionalización del Banco Central cuya presidencia asumió Miranda, se creó el IAPI.
Se consolidó la industria liviana, se alcanzó el pleno empleo y se mejoró el nivel de vida de los sectores populares. La debilidad de la política del General Perón  fue no aprovechar los años van desde 1946-1949 para fortalecer las bases de industria pesada argentina teniendo en cuenta la pos guerra que afectó a Europa. Formó un equipo de trabajo conformado por Rolando Lagomarsino y Orlando Maroglio, que eran empresarios textiles y aceiteros. Se procede a la nacionalización de los depósitos bancarios (sin eliminar la banca privada) recuperando el ahorro popular.
El 16 de julio de 1947 es designado Presidente del Concejo Económico Nacional desde donde se promovió la nacionalización de las empresas y servicios públicos. El IAPI sirve para volcar las ganancias de los sectores agro ganaderos al  desarrollo de la industria.
Con el discurrir de los años se confunde la función de Miguel Miranda y es considerado Ministro; se ganó el mote de “Zar” o de  “Mago de las finanzas peronistas”.
A partir de 1949 la economía argentina entró en un período de crisis que se prolongó por alrededor de tres años y que estuvo marcado por la caída de la producción, principalmente agropecuaria y la dificultad de la Argentina en colocar sus productos en los mercados europeos por efecto del Plan Marshall, la inconvertibilidad de la libra esterlina, decretada por Gran Bretaña, que terminó afectando a nuestro comercio. Una intensa sequía entre los años 1949-50 que disminuyeron la producción agropecuaria y la caída del volumen de las exportaciones y de los precios.
Esta situación crítica y disputas al interior del gobierno  peronista derivaron en la renuncia de Miguel Miranda, presidente del Consejo Económico Nacional y su reemplazo por un equipo económico liderado por Ramón Cereijo  como nuevo presidente de ese Consejo y ministro de Hacienda, Alfredo Gómez Morales  como presidente del Banco Central. Miranda se retiró a Montevideo donde pasó sus últimos años.
Hay indicios que Perón estableció contactos para convencerlo de que volviera como funcionario en 1953 pero se encontraba enfermo de gravedad. Fallece el 21 de febrero de 1953 a los 62 años.
Partía “rumbo al silencio” como decía Atahualpa Yupanqui hace unos 60° años quien fuera representante de un empresariado hijo de la inmigración, “hecho a sí mismo”, del capitalismo nacional argentino sabedor que la plena ocupación, la cultura del trabajo, los salarios reales altos aseguran la demanda que permiten el desarrollo de la industria nacional pujante.  

Miguel Miranda es un negado de la Argentina, silenciado... poca información se encuentra por internet; homenaje merecido  al cumplirse los 60º años de su fallecimiento pasó inadvertida.
Y entre el decir y hacer es mejor realizar  y me llevó a esta recopilación de datos históricos (sobre todo los consignados por el historiador Norberto Galasso) para recuperar "todas las voces, todas" que el sistema no quiere que se oigan. 


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