EL PRIMERO EN VILLA REGINA.
MONUMENTO A LA MANZANA
por Franco González.
por Franco González.
El 8 de septiembre de 1962, fue colocada en lo Alto de la Barda, una gran "Manzana Deliciosa" construida por el vecino Gino Marzolla, en su Taller Metalúrgico.
Su instalación en el lugar preestablecido, fue tarea de un Ingeniero Civil, quien tuvo a su cargo, el cálculo de resistencia, de la columna de la que pendía tan pesada estructura metálica, revestida de aluminio, con 4,50 metros de diámetro, una superficie de 70 metros cuadrados y un peso de aproximadamente 1.300 kilos.
Con el correr del tiempo, la magnífica obra se vio frustrada, por los embates de la naturaleza, los cada vez mas fuertes vientos, vencieron la columna que sostenía la manzana.
Don Gino Marzolla, en el año 1978, restauró la inmensa fruta, que colocó junto a la Ruta 22, convirtiéndose en un motivo turístico de real importancia, el lugar fue hermoseado y es el deleite de quienes transitan la Ruta 22, junto al semáforo ubicado en la intersección de las calles España y su continuación Avenida Belgrano.
Su instalación en el lugar preestablecido, fue tarea de un Ingeniero Civil, quien tuvo a su cargo, el cálculo de resistencia, de la columna de la que pendía tan pesada estructura metálica, revestida de aluminio, con 4,50 metros de diámetro, una superficie de 70 metros cuadrados y un peso de aproximadamente 1.300 kilos.
Con el correr del tiempo, la magnífica obra se vio frustrada, por los embates de la naturaleza, los cada vez mas fuertes vientos, vencieron la columna que sostenía la manzana.
Don Gino Marzolla, en el año 1978, restauró la inmensa fruta, que colocó junto a la Ruta 22, convirtiéndose en un motivo turístico de real importancia, el lugar fue hermoseado y es el deleite de quienes transitan la Ruta 22, junto al semáforo ubicado en la intersección de las calles España y su continuación Avenida Belgrano.
Monumento a la Manzana de General Roca
en Av. Roca y el Canalito obra realizada por el Arq. Martín Frullani.
La manzana que desde estos días se luce en Roca no es la primera que se fabrica en el taller de Regina. La metalúrgica que perteneció a Gino Marzolla fue donde se construyó en 1964 la manzana que se encuentra ubicada en la intersección de la ruta nacional 22 y la calle Belgrano, en Regina.
Y el monumento a la manzana de Regina tiene su historia jocosa, que también fue tema de comentario de quienes visitaron el taller durante la etapa de construcción de la que ahora se encuentra en Roca.
La manzana reginense llevó varios meses de construcción dentro del taller. La estructura tomó su forma, y de acuerdo al proyecto se previa que una vez terminada se sacaría una parte del techo, para elevar el monumento utilizando un helicóptero que aportaría la Marina.
Sin embargo cuando el monumento estuvo listo, por diversos inconvenientes no se pudo realizar el traslado con el helicóptero, y la dimensión de la manzana hacía imposible que fuera sacada por cualquiera de los portones del taller. Después de varios días de intentar una solución, se optó por la alternativa de derribar paredes, incluyendo una de la vivienda ubicada en la parte delantera del taller, para que la estructura pudiera salir de su encierro. Durante las últimas semanas de la construcción de la manzana no fueron pocos los visitantes que recordaron lo ocurrido con la anterior estructura y consultaban si estaban bien hechos los cálculos para poder sacarla del interior.
EL FRUTO COMO FUTURO IMAGINABLE: la fundamentación artística
Durante meses, desde que se supo la creación de la rotonda y la fuente, la sociedad roquense la imaginaba de distintas maneras. Pero poco a poco, en las últimas semanas, la moderna estructura ideada por Martín Frullani comenzó a tomar forma.
Silvia Zanini, profesora de historia y colaboradora de Martín en la fundamentación del proyecto, explica que la fuente refleja tanto el pasado como el futuro de esta región.
“Superando el impacto visual que ejerce la obra, tanto por sus dimensiones como por su concepción simplista y moderna, me parece que su valor simbólico completo está en concordancia con el nivel estético”, explica Silvia a la vez que asegura que no debe ser tarea fácil para los artistas expresar con simpleza tantas ideas como las que quedan plasmadas en la obra y lograr que sea el espectador quien las recree.
“Lo primero que me parece que esta fuente origina en los que la observan es la imagen de la manzana como el resultado del esfuerzo de los pioneros, en un trabajo ya centenario, para que hoy la región sea conocida en el mapa globalizado como productora de este fruto”.
“En la base del monumento –continúa la profesora- nace la flor que Martín identifica como la cultura regional, sostén del desarrollo, y que evoluciona de flor a fruto. El fruto es el futuro imaginable”.
Según Silvia, esta obra se completa desde el movimiento y la luz. “El movimiento de la forma del cuerpo es una referencia a la dinámica económica, a la constante evolución socioeconómica, al cambio que lleva a la madurez. Ese movimiento, esa dinámica se ven complementados con las luces y el agua que dan forma concreta, a la vez que sensación de solidez y muestran en definitiva el resultado del esfuerzo productivo de nuestros trabajadores”.
“Finalmente el paisaje regional también está involucrado en el conjunto, con las alamedas que recorren nuestros caminos rurales y que siguen cumpliendo su rol primero de protección y contención”.
Y el monumento a la manzana de Regina tiene su historia jocosa, que también fue tema de comentario de quienes visitaron el taller durante la etapa de construcción de la que ahora se encuentra en Roca.
La manzana reginense llevó varios meses de construcción dentro del taller. La estructura tomó su forma, y de acuerdo al proyecto se previa que una vez terminada se sacaría una parte del techo, para elevar el monumento utilizando un helicóptero que aportaría la Marina.
Sin embargo cuando el monumento estuvo listo, por diversos inconvenientes no se pudo realizar el traslado con el helicóptero, y la dimensión de la manzana hacía imposible que fuera sacada por cualquiera de los portones del taller. Después de varios días de intentar una solución, se optó por la alternativa de derribar paredes, incluyendo una de la vivienda ubicada en la parte delantera del taller, para que la estructura pudiera salir de su encierro. Durante las últimas semanas de la construcción de la manzana no fueron pocos los visitantes que recordaron lo ocurrido con la anterior estructura y consultaban si estaban bien hechos los cálculos para poder sacarla del interior.
EL FRUTO COMO FUTURO IMAGINABLE: la fundamentación artística
Durante meses, desde que se supo la creación de la rotonda y la fuente, la sociedad roquense la imaginaba de distintas maneras. Pero poco a poco, en las últimas semanas, la moderna estructura ideada por Martín Frullani comenzó a tomar forma.
Silvia Zanini, profesora de historia y colaboradora de Martín en la fundamentación del proyecto, explica que la fuente refleja tanto el pasado como el futuro de esta región.
“Superando el impacto visual que ejerce la obra, tanto por sus dimensiones como por su concepción simplista y moderna, me parece que su valor simbólico completo está en concordancia con el nivel estético”, explica Silvia a la vez que asegura que no debe ser tarea fácil para los artistas expresar con simpleza tantas ideas como las que quedan plasmadas en la obra y lograr que sea el espectador quien las recree.
“Lo primero que me parece que esta fuente origina en los que la observan es la imagen de la manzana como el resultado del esfuerzo de los pioneros, en un trabajo ya centenario, para que hoy la región sea conocida en el mapa globalizado como productora de este fruto”.
“En la base del monumento –continúa la profesora- nace la flor que Martín identifica como la cultura regional, sostén del desarrollo, y que evoluciona de flor a fruto. El fruto es el futuro imaginable”.
Según Silvia, esta obra se completa desde el movimiento y la luz. “El movimiento de la forma del cuerpo es una referencia a la dinámica económica, a la constante evolución socioeconómica, al cambio que lleva a la madurez. Ese movimiento, esa dinámica se ven complementados con las luces y el agua que dan forma concreta, a la vez que sensación de solidez y muestran en definitiva el resultado del esfuerzo productivo de nuestros trabajadores”.
“Finalmente el paisaje regional también está involucrado en el conjunto, con las alamedas que recorren nuestros caminos rurales y que siguen cumpliendo su rol primero de protección y contención”.
La producción ya tiene su monumento. Miércoles 22 de febrero de 2006
http://www1.rionegro.com.ar/suple_manzana/06-02-22/nota10.php
http://www1.rionegro.com.ar/suple_manzana/06-02-22/nota10.php
lindo blog, saludos guillermo!
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