¿Qué decía el Padre Leonardo Castellani sobre los sacerdotes argentinos? El lúcido Leonardo Castellani de 1.954 en una carta al Nuncio Zanín le escribía lo siguiente:
"En la Argentina no hemos tenido pastores santos, si se exceptúa el bondadoso y un poco corto Mamerto Esquiú. Hemos tenido en cambio pastores malnacidos, pastores cobardes, pastores avarientos, pastores iletrados, pastores simoníacos, pastores embusteros, pastores calumniadores, pastores concubinarios; y los peor de todo, pastores villanos, estúpidos o idiotas. Yo lo pongo en tiempo pasado, S.E. es muy posible que pueda conjugar el tiempo, si, como creo, no pertenece a ninguna de esas categorías. El diablo conoce muy bien aquello de “heriré al pastor y se dispersarán las ovejas” . En nuestro país ha hecho una obra fina; y a consecuencia de ella, la Iglesia Argentina es un montón de ruinas, donde se esconden no pocos bichos, algunos venenosos”.
BREVE BIOGRAFÍA DE FRAY MAMERTO ESQUIÚ. Fray Mamerto de la Ascención Esquiú fue un prelado franciscano argentino(Orden Predicadores Menores) nacido en la provincia de Catamarca el 11 de mayo de 1826 (día de San Mamerto) falleció en la misma provincia en 1883.
Desde muy joven Esquiú sobresalió por tener talento, humildad y patriotismo.
Pronunció una famosa alocución en la catedral de Catamarca con motivo de la jura de la Constitución Nacional en 1.853. Fue llamado oficialmente el "orador de la Constitución". Luego de la cruenta Guerra Civil, el 9 de julio de 1.853 predicó con sus 27 años el famoso "Sermón de la Constitución", donde pidió concordia y unión para los argentinos, alcanzando trascendencia nacional. En este discurso Esquiú dejó asentadas muchas verdades, enseñanzas luminosas y una doctrina jurídica y sociológica sólida. También se destacó como predicador evangélico.
“obedeced, señores; sin sumisión no hay ley; sin leyes no hay patria, no hay verdadera libertad; existen sólo pasiones, desorden, anarquía, disolución, guerra y males de que Dios libre eternamente a la República Argentina”. Después de la derrota de la Confederación Argentina en la batalla de Pavón, publicó en El Ambato un famoso epitafio que decía:
"Aquí yace la Confederación Argentina, a manos de la traición, la mentira y el miedo. ¡Que la tierra porteña le sea leve!" En 1855 fue vicepresidente de la Convención Constituyente de Catamarca, y tres años más tarde obispo de Córdoba.
Esquiú recalcaba la función de cada uno dentro de la comunidad y para poder cumplimentarla se debia tener en cuenta:
1- Saber y Calcular 2- Dedicarse a sancionar lo justo y lo bueno 3 - No flaquear antes las amenazas de la tiranía y el depotismo o ante la seducción de la demagogia 4- Sacrificar las afecciones privadas en aras del bien común . Su beatificación fue solicitada luego de 1920. En 1956, la Congregación de Ritos del Vaticano inició la gestión de su canonización.Fue declarado Siervo de Dios en 2005.
El 16 de diciembre de 2.006, el Papa Benedicto XVI reconoció las virtudes heroicas del Siervo de Dios Fray Mamerto Esquiú asignándole el título de Venerable.
“obedeced, señores; sin sumisión no hay ley; sin leyes no hay patria, no hay verdadera libertad; existen sólo pasiones, desorden, anarquía, disolución, guerra y males de que Dios libre eternamente a la República Argentina”. Después de la derrota de la Confederación Argentina en la batalla de Pavón, publicó en El Ambato un famoso epitafio que decía:
"Aquí yace la Confederación Argentina, a manos de la traición, la mentira y el miedo. ¡Que la tierra porteña le sea leve!" En 1855 fue vicepresidente de la Convención Constituyente de Catamarca, y tres años más tarde obispo de Córdoba.
Esquiú recalcaba la función de cada uno dentro de la comunidad y para poder cumplimentarla se debia tener en cuenta:
1- Saber y Calcular 2- Dedicarse a sancionar lo justo y lo bueno 3 - No flaquear antes las amenazas de la tiranía y el depotismo o ante la seducción de la demagogia 4- Sacrificar las afecciones privadas en aras del bien común . Su beatificación fue solicitada luego de 1920. En 1956, la Congregación de Ritos del Vaticano inició la gestión de su canonización.Fue declarado Siervo de Dios en 2005.
El 16 de diciembre de 2.006, el Papa Benedicto XVI reconoció las virtudes heroicas del Siervo de Dios Fray Mamerto Esquiú asignándole el título de Venerable.
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