GRACIAS POR ESTAR AQUÍ...

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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

jueves, agosto 12, 2010

NO EXISTEN POLÍTICOS CORRUPTOS.

NO EXISTEN POLÍTICOS CORRUPTOS.

POR ENRIQUE NANTI.

Confieso que me fastidia bastante oír un lugar común, esas frases hechas que los menos lúcidos suelen escupir ligeramente y sin el menor esfuerzo mental por concebir una idea propia. Siento que es un acto de ingratitud haber nacido con un cerebro adentro de la cabeza y no pensar. Es más, debería existir alguna ley que sancionara con cárcel efectiva a los que abusan del lugar común, sólo por la imprudencia de andar contaminando los oídos populares haciendo apología de la desinteligencia (o desconsiderada acefalía). Y uno de los lugares comunes más recurrentes entre la mayoría de los habitantes del mundo es la generalización.

Entiendo que a edades tempranas (digamos hasta los 20 años) donde los léxicos son escasos y la experiencia lingüística resulta mínima, se generalice constantemente como atajo verbal, sobre todo a la hora de expresar alguna crítica. En la infancia o en la inmadura juventud, todo se perdona. Pero escuchar a un adulto generalizar como si hubiese vivido al pedo, como si no hubiera descubierto todavía la existencia de matices, de grises y circunstancias intermedias y diferentes temperaturas, es insoportable. No se puede mantener una conversación seria y decente con alguien que no le exige nada a su croqueta, que habla con la boca y los discursos y las frases de otros; ¡horrible!, desalentador… Generalizar, pues, a la hora de largar un concepto al aire, presenta en todos los casos una falla de origen; es un error.

Aclarado el detalle y entre otras generalizaciones, ya no se banca uno escuchar por ahí oraciones impropias como “la política es corrupta” o “todos los políticos son corruptos”. No sólo ofende el lugar común sino también la mentira.

Juro que no conozco a un solo político corrupto, no existen. Hablando claro, existen delincuentes comunes que, como todo estafador, se camuflan, se disfrazan de políticos (y a semejante fiesta de disfraces la hacen durar muchos años en ciertos casos). Pero un hombre verdaderamente político no es corrupto, y doy fe de que éstos sí existen y no están en peligro de extinción.

Las palabras son importantes, las definiciones también lo son. No es justo manchar el vocacional ejercicio de la política sin la que los pueblos no podríamos organizarnos y sobrevivir, dándole chapa de político a un delincuente común; ¿hace falta dar nombres a título de ejemplo? Tanto en Río Negro como en la historia nacional, los apellidos de los delincuentes son visiblemente notorios.

Es indudable que la política está embarrada, infiltrada de perversos ladronzuelos y mafiosos sin el menor prestigio (aunque hayan llegado a ser legisladores, gobernadores o presidentes, lo que en Argentina como en otros países latinoamericanos, nunca fue muy meritorio que digamos), pero por rigor intelectual se debe separar la paja del trigo.

El que milita con decencia y compromiso social es político; el que trabaja para los demás es político. El resto es cualquier cosa. Entonces, no generalicemos que le hacemos daño a los pocos que se animan a servir. Que no todos los médicos se hicieron ricos estafando al IPROSS, ni todos los abogados son malas personas ni todos los pobres son sospechosos ni todos los ricos son insolidarios. Aburre la tendencia nuestra a generalizarlo todo…

O sea, hay delincuentes en la política, apenas eso. Pero ni la política verdadera ni los políticos legítimos son despreciables; no deben serlo. Elegimos este sistema de organización social donde unos pocos representan a unos muchos, y no podemos bastardear a una profesión noble de la que dependemos demasiado. Esta sociedad a la que pertenecemos, parió a los honestos y a los deshonestos, y entre todos somos una gran “familia”.

Es un contrasentido decir que existen políticos corruptos, porque o se es político o se es corrupto. No nos maltratemos tanto, querámonos un cacho. Exijamos sin olvidar que ellos somos nosotros de alguna manera. Si bien cualquier ámbito y cualquier moral puede infectarse, de nosotros depende el contagio y la propagación, o la cura definitiva del virus.

No hay políticos corruptos. Hay delincuentes comunes disfrazados de políticos que no es lo mismo. Bueno, al menos ésa es mi esperanza.



En: www.adnrionegro.com.ar 20/06/2010

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