En la tradicional franja de pasto corto que hay entre los árboles frutales del Alto Valle de Río Negro y Neuquén se van acumulando las manzanas y las peras que este año no fueron cosechadas por los productores. Componen una alfombra multicolor que va del rojo al negro pasando por el amarillo. Su indefectible proceso de descomposición va dejando en el aire un aroma dulce y saturado. Este año los chacareros no tuvieron a quién venderle su producto y, por ende, tampoco hubo dinero para la cosecha. La escena se repite en las chacras de toda la región norte de la Patagonia.
Según las cámaras que agrupan a las empresas del sector, hay 200 millones de toneladas de peras y manzanas que no pudieron ser comercializadas en 2015 por el cierre de las fronteras de Brasil y la devaluación de la moneda en Rusia. Otros 135 millones de kilos fueron arruinados por el granizo. En total suman 335 millones de fruta que hoy se pudren al aire libre.
En localidades como Villa Regina, Chichinales, Godoy y Valle Azul, un 40% de la fruta quedó suspendida de los árboles sin nadie que las rescate.
Sobre un total de 48 mil hectáreas productivas son 12 mil las que no recibieron el cuidado de sus propietarios por cuestiones económicas.
Desde febrero, cuando el ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, firmó un acuerdo con los productores por una ayuda de 300 millones de pesos que jamás llegó en su totalidad, los fruteros vienen pidiendo un rescate urgente.
El freno a las importaciones impuesto por Brasil, al encontrar la plaga de carpocapsa en la fruta nacional, empeoró las cosas. La industria lleva 10 años de caída gradual.
Las manzanas no cosechadas constituyen la antesala de una tormenta perfecta para los chacareros. Las plagas, dicen, no tardarán en llegar si no se toman medidas inmediatas. Algunos incluso aseguran que ya es demasiado tarde.
“La falta de medidas de control provoca valores de porcentaje de frutos dañados cercanos al 100%”, advierte el INTA del Alto Valle. Pero el proceso de recolección y poda, que evita las plagas, requiere de dinero en efectivo para pagar el recurso humano que se ocupa de la tarea.
“La actividad dejó de ser rentable y muchos productores están abandonando las chacras porque no pudieron cosechar la producción, en un contexto en el que los costos están creciendo al 35% y los precios en dólares cayeron entre 5 y 7 %”, subrayó Marcelo Loyarte, director de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados con sede en General Roca.
En lo que va del año, los productores recibieron 110 millones de pesos que fueron destinados a capear el temporal de granizo. De los otros 190 millones de pesos aun no tuvieron noticias.
Hernández fue unos de los 2000 productores que cortaron en junio las rutas y puentes de Río Negro y Neuquén durante 12 días sin conseguir doblarle el brazo a las provincias o a Nación.
Publicado en Diario "Clarín", 7/7/2015. Informe: Claudio Andrade.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
La diferencia de opiniones conduce a la investigación, y la investigación conduce a la verdad. - Thomas Jefferson 1743-1826.