OPINIONES.
¿Hay que modificar la letra del himno?
Recientemente la Legislatura aprobó en primera vuelta y por mayoría -con la oposición del Bloque de la legisladora Inés Lazzarini de Ramos-, los proyectos de los legisladores Silvina García Larraburu, Pedro Pesatti y Adrián Casadei a efectos de crear una comisión especial para reformular la letra del Himno a Río Negro, en especial la segunda estrofa donde se expresan los polémicos versos: “Ha dejado atrás al tiempo, ahora marcha rumbo al sol, sobre el alma del tehuelche, puso el sello el español”. Antes de entrar en consideraciones sobre la iniciativa parlamentaria sería apropiado mencionar algunos rasgos biográficos de los autores.
El autor de la letra es el Padre Raúl Agustín Entraigas, sacerdote, Doctor en Teología, Profesor, Periodista y Escritor. Académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Letras de Sevilla, Miembro de Número de la Academia Nacional de la Historia, fundador de la Junta de Estudios Históricos de Mendoza y de la Junta de Historia Eclesiástica de la Argentina, entre otras distinciones académicas.
Entre sus muchos libros y ensayos podemos citar El Padre Dotor, Monseñor Fagnano, El Ángel del Colorado, Pinceles de Fuego, Rocío de la Mañana, el Apóstol de la Patagonia, el Pariente de Todos los Pobres, Piedra Buena Caballero del Mar, etc.
La inquieta pluma del Padre Entraigas supo colaborar con asiduidad en la prensa periódica en infinidad de medios como los diarios La Prensa, La Nación, La Nueva Provincia, el Nueva Era, Río Negro, y en varias revistas de la época como El Hogar y Argentina Austral, entre otras.
Nació el 28 de agosto de 1901 en San Javier y falleció en la ciudad de Buenos Aires el día 25 de abril de 1977.
Con respecto al autor de la música, el maestro Salvador Gallo, podemos decir que nació en Italia en el año 1912 en una familia de amantes de músicos donde su madre ejecutaba la mandolina. Llegada la familia a Buenos Aires en el año 1934 siendo un muchacho de 20 años se radica en Viedma ejerciendo los oficios de peluquero y de músico, donde fue convocado para organizar la Banda de Música de la Policía.
En una nota concedida a la revista Parlamento Rionegrino Salvador cuenta algunos hechos relacionados con el tema en cuestión. Recuerda que fue el entonces gobernador Edgardo Castello quién le propuso componer la música del Himno de Río Negro. Con el Padre Raúl Entraigas –dice Gallo- creamos una “canción” que se pudiera ejecutar en las escuelas, en los actos oficiales y no oficiales, en fin, en cualquier circunstancia. La música salió fácil porque yo tenía ideado lo que quería y fue así que en 1962 fue estrenado el Himno de Río Negro, durante una ceremonia que se realizó en el Teatro Argentino, donde ahora está la Legislatura. Y al Gobernador Castello le gustó mucho”.
“Y puntualiza que inmediatamente al estreno el Ejecutivo emitió el Decreto por el cual se declaraba el Himno, faltando la aprobación de la Legislatura, pero al poco tiempo llegó el gobierno de Onganía…”
Se sabe que la ratificación parlamentaría sería ya en el año 1975 cuando se sanciona la ley respectiva.
Un dato muy valioso para el tema en cuestión es cuando el cronista le pregunta al maestro Gallo particularidades sobre el Padre Entraigas y éste le responde que “Era un padre para los jóvenes y un maestro para los grandes. El me comentaba sobre la letra del Himno de Río Negro, cuando dice “sobre el alma del tehuelche puso el sello el español”, que ante todo puso a pleno sus raíces indígenas. A mí me decía que por sus venas corre sangre indígena, porque su madre era hija de tehuelches”.
El cronista parlamentario reflexiona en el pie de la nota que “cuando se le recuerda que tiempo atrás un proyecto legislativo propició modificar parte de la letra del Himno de Río Negro, precisamente la frase que dice “sobre el alma del tehuelche puso el sello el español”, don Gallo minimizó cualquier cuestionamiento, sujetándolo a que el padre Entraigas, fiel conocedor de la raza indígena, no había querido plantear ninguna cuestión ríspida”
Quienes conocemos y hemos disfrutado la lectura de las obras literarias del padre Entraigas podemos dar fe que en ninguna de ellas hubo una sola frase denigratoria o peyorativa hacia los integrantes de los pueblos preexistentes.
Pero también debemos aclarar que la mirada de la historia era otra como sucede casi siempre y por eso es importante poner en el debate este tema, donde si es necesario para la integración y la convivencia de los rionegrinos se debería cambiar la frase en cuestión.
Otra de las críticas hacia la letra por parte de los vecinos cercanos a la costa es que en ella no se menciona al mar, siendo uno de los mayores atractivos de nuestra provincia.
Y también se ha sugerido con buen criterio cambiar la palabra pampa por el vocablo estepa que se ajusta más a la geografía de nuestro territorio patagónico.
Lo importante sería que el Himno de Río Negro recupere su lugar de privilegio y vuelva a ser entonado en los actos, considerando que fuimos una de las primeras provincias que tuvo su marcha patriótica.
Jorge Castañeda.Valcheta. Escritor.
Fuente de información: ADN RIO NEGRO, 31/10/2010.
Recientemente la Legislatura aprobó en primera vuelta y por mayoría -con la oposición del Bloque de la legisladora Inés Lazzarini de Ramos-, los proyectos de los legisladores Silvina García Larraburu, Pedro Pesatti y Adrián Casadei a efectos de crear una comisión especial para reformular la letra del Himno a Río Negro, en especial la segunda estrofa donde se expresan los polémicos versos: “Ha dejado atrás al tiempo, ahora marcha rumbo al sol, sobre el alma del tehuelche, puso el sello el español”. Antes de entrar en consideraciones sobre la iniciativa parlamentaria sería apropiado mencionar algunos rasgos biográficos de los autores.
El autor de la letra es el Padre Raúl Agustín Entraigas, sacerdote, Doctor en Teología, Profesor, Periodista y Escritor. Académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Letras de Sevilla, Miembro de Número de la Academia Nacional de la Historia, fundador de la Junta de Estudios Históricos de Mendoza y de la Junta de Historia Eclesiástica de la Argentina, entre otras distinciones académicas.
Entre sus muchos libros y ensayos podemos citar El Padre Dotor, Monseñor Fagnano, El Ángel del Colorado, Pinceles de Fuego, Rocío de la Mañana, el Apóstol de la Patagonia, el Pariente de Todos los Pobres, Piedra Buena Caballero del Mar, etc.
La inquieta pluma del Padre Entraigas supo colaborar con asiduidad en la prensa periódica en infinidad de medios como los diarios La Prensa, La Nación, La Nueva Provincia, el Nueva Era, Río Negro, y en varias revistas de la época como El Hogar y Argentina Austral, entre otras.
Nació el 28 de agosto de 1901 en San Javier y falleció en la ciudad de Buenos Aires el día 25 de abril de 1977.
Con respecto al autor de la música, el maestro Salvador Gallo, podemos decir que nació en Italia en el año 1912 en una familia de amantes de músicos donde su madre ejecutaba la mandolina. Llegada la familia a Buenos Aires en el año 1934 siendo un muchacho de 20 años se radica en Viedma ejerciendo los oficios de peluquero y de músico, donde fue convocado para organizar la Banda de Música de la Policía.
En una nota concedida a la revista Parlamento Rionegrino Salvador cuenta algunos hechos relacionados con el tema en cuestión. Recuerda que fue el entonces gobernador Edgardo Castello quién le propuso componer la música del Himno de Río Negro. Con el Padre Raúl Entraigas –dice Gallo- creamos una “canción” que se pudiera ejecutar en las escuelas, en los actos oficiales y no oficiales, en fin, en cualquier circunstancia. La música salió fácil porque yo tenía ideado lo que quería y fue así que en 1962 fue estrenado el Himno de Río Negro, durante una ceremonia que se realizó en el Teatro Argentino, donde ahora está la Legislatura. Y al Gobernador Castello le gustó mucho”.
“Y puntualiza que inmediatamente al estreno el Ejecutivo emitió el Decreto por el cual se declaraba el Himno, faltando la aprobación de la Legislatura, pero al poco tiempo llegó el gobierno de Onganía…”
Se sabe que la ratificación parlamentaría sería ya en el año 1975 cuando se sanciona la ley respectiva.
Un dato muy valioso para el tema en cuestión es cuando el cronista le pregunta al maestro Gallo particularidades sobre el Padre Entraigas y éste le responde que “Era un padre para los jóvenes y un maestro para los grandes. El me comentaba sobre la letra del Himno de Río Negro, cuando dice “sobre el alma del tehuelche puso el sello el español”, que ante todo puso a pleno sus raíces indígenas. A mí me decía que por sus venas corre sangre indígena, porque su madre era hija de tehuelches”.
El cronista parlamentario reflexiona en el pie de la nota que “cuando se le recuerda que tiempo atrás un proyecto legislativo propició modificar parte de la letra del Himno de Río Negro, precisamente la frase que dice “sobre el alma del tehuelche puso el sello el español”, don Gallo minimizó cualquier cuestionamiento, sujetándolo a que el padre Entraigas, fiel conocedor de la raza indígena, no había querido plantear ninguna cuestión ríspida”
Quienes conocemos y hemos disfrutado la lectura de las obras literarias del padre Entraigas podemos dar fe que en ninguna de ellas hubo una sola frase denigratoria o peyorativa hacia los integrantes de los pueblos preexistentes.
Pero también debemos aclarar que la mirada de la historia era otra como sucede casi siempre y por eso es importante poner en el debate este tema, donde si es necesario para la integración y la convivencia de los rionegrinos se debería cambiar la frase en cuestión.
Otra de las críticas hacia la letra por parte de los vecinos cercanos a la costa es que en ella no se menciona al mar, siendo uno de los mayores atractivos de nuestra provincia.
Y también se ha sugerido con buen criterio cambiar la palabra pampa por el vocablo estepa que se ajusta más a la geografía de nuestro territorio patagónico.
Lo importante sería que el Himno de Río Negro recupere su lugar de privilegio y vuelva a ser entonado en los actos, considerando que fuimos una de las primeras provincias que tuvo su marcha patriótica.
Jorge Castañeda.Valcheta. Escritor.
Fuente de información: ADN RIO NEGRO, 31/10/2010.
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