Hoy, 28 de diciembre, se celebra el día de los Santos Inocentes.
Son los niños del Belén hasta dos años, hechos asesinar por el Rey Herodes con el objetivo de eliminar al Niño Jesús que las profecías anunciaban como el Mesías y nuevo Rey de Israel. Han sido honrados desde los primeros siglos, se los celebra como Santos Mártires Inocentes el 28 de diciembre.
"En España e Hispanoamérica es costumbre realizar en esta fecha bromas de toda índole. Los medios de comunicación hacen bromas o tergiversan su contenido de tal modo que la información parezca real. Se trata de una libertad que se dan los agentes mediáticos para dar rienda suelta a su sentido del humor, oportunidad que solamente tienen una vez al año. Es tradición que los periódicos publiquen páginas enteras de noticias cómicas, con la advertencia de que es día de los inocentes, que van desde las que son una obvia mofa a cualquier suceso reciente, hasta las que parecen serias y engañan al lector desprevenido. El día de los inocentes se vive en todo el mundo hispanohablante" (Wikipedia)".
ENCICLOPEDIA CATÓLICA.
Los niños mencionados en San Mateo 2,16-18:
“Al darse cuenta Herodes de que había sido burlado por los
Magos, montó en cólera y mandó matar a todos los niños que había en Belén, en
toda la comarca, de dos años para abajo, conforme al tiempo que había
cuidadosamente averiguado de los Magos. Entonces se cumplió lo que había
predicho el profeta Jeremías: ‘Un clamor se ha oído en Ramá, mucho llanto y
lamento; es Raquel que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no
existen’”
La Liturgia Griega afirma que Herodes hizo matar a catorce
mil varones (ton hagion id chiliadon Nepion), los sirios mencionan a sesenta y
cuatro mil; muchos autores medievales a ciento cuarenta y cuatro mil, según el
Apocalipsis 14,3. Los autores modernos reducen considerablemente el número, ya
que Belén era un pueblo muy pequeño. Knabenbauer los rebaja hasta quince o
veinte (Evang. S. Mat., I, 104), Bisping a diez o doce (Evang. S. Mat.),
Kellner a cerca de seis (Christus and seine Apostel, Friburgo, 1908); cf.
“Anzeiger kath. Geistlichk. Deutschl”; 15 de febrero de 1909, p. 32. El
historiador judío Flavio Josefo no menciona esta crueldad de Herodes, aunque
relata no pocas atrocidades cometidas por el rey durante los últimos años de su
reinado. El número de estos niños era tan pequeño que este crimen aparece como
insignificante entre los otros delitos cometidos por Herodes. Macrobius
(Saturn., IV, XIV, de Augusto et jocis ejus) narra que cuando Augusto se enteró
de que entre los varones de hasta dos años, el propio hijo de Herodes había
sido también masacrado, exclamó: “Es mejor ser el cerdo de Herodes [ous] que su
hijo [houios],” aludiendo a la ley judaica de no comer, y por consiguiente no
matar, cerdos. La Edad Media creía en esta historia; Pedro Abelardo la insertó
en su himno dedicado a la fiesta de los Santos Inocentes:
Ad mandatum
regis datum generale
Nec ipsius
infans tutus est a caede.
Ad Augustum
hoc delatum risum movit,
Et rex
mitis de immiti digne lusit:
malum,
inquit, est Herodis esse natum.
prodest
magis talis regis esse porcum.
(Dreves, « Petri Abaelardi Hymnarius Paracletensis », París,
1891, págs. 224, 274).
Pero este “infante” mencionado por Macrobius, es Antipater,
el hijo adulto de Herodes, quien, por orden del rey moribundo fue decapitado
por haber conspirado contra la vida de su padre.
La Estación Romana del 28 de diciembre es en San Pablo Extramuros, porque se cree que esa iglesia posee los cuerpos de varios de los Santos Inocentes. El Papa San Sixto V trasladó una parte de estas reliquias a Santa Maria la Mayor (fiesta el 5 de mayo; semidoble). La iglesia de Santa Justina en Padua, las catedrales de Lisboa y Milán, y otras iglesias también conservan cuerpos que aseguran ser de algunos de los Santos Inocentes. En muchas iglesias de Inglaterra, Alemania y Francia en la fiesta de San Nicolás (6 de diciembre) se elegía a un niño-obispo, quien oficiaba en la fiesta de San Nicolás y de los Santos Inocentes. Usaba mitra y otras insignias pontificales, cantaba la colecta, predicaba, y daba la bendición. Se sentaba en la silla del obispo mientras que el coro de niños cantaba en los bancos de los canónigos. Ellos dirigían el coro en ambos días y tenían una procesión solemne (Schmidt, “Thesaurus jur eccl.”, III, 67 y sig.; Kirchenlex., IV, 1400; P.L., CXLVII, 135).
Bibliografía: HELMLING IN Kirchenlex., XII, 369-71; NILLES, Kal. Man. Utriusque eccl. (Innsbruck, 1897); TONDINI, Calendrier de la nation armenienne (Roma, 1906); HAMPSON, Calendarium medii aevi (Londres, 1857); HOEYNCK, Augsburger Liturgie (Augsburgo, 1889); ROCK, Iglesia de Nuestros Padres (Londres, 1905).
Fuente: Holweck, Frederick. "Holy Innocents." The Catholic Encyclopedia. Vol. 7. New York: Robert Appleton Company, 1910. <http://www.newadvent.org/cathen/07419a.htm>.
Traducido por Estela Sánchez Viamonte. L H M.
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