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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

sábado, marzo 27, 2010

Biografía del Comandante Don Luis Piedra Buena. Defensor de los territorios sureños.


Biografía del Comandante Don Luis Piedra Buena.
Defensor de los territorios sureños.



Nació el 24 de agosto de 1833, en Carmen de Patagones. Desde chico prefería los juegos que tuviesen que ver con el mar.

Completa su educación primaria en Buenos Aires, donde permanece hasta los 14 años de edad.

En 1842, a los nueve años, construyó su propia balsa realizada con ramas, con la cual se internó río abajo y navegó 20 millas más allá de Patagones. Lo rescató la tripulación de un pailebote norteamericano al mando del capitán Lemon.

En 1848 embarca por primera vez, en calidad de grumete, en el pailebote "John Davison" a las órdenes del capitán W. Smiley. A partir del 3 de agosto, emprende su primer viaje, que dura un año.

Al año siguiente zarpa otra vez, con el objetivo de llevar provisiones a los misioneros ingleses establecidos en una isla fueguina. En este viaje ya es segundo oficial, a los 16 años, y dirige su primer salvataje: de 14 tripulantes de un buque alemán.

También en esta oportunidad, le toca encontrar los restos de la misión de Allen Gardiner y sus acompañantes, que habían perecido de hambre y de frío. Es ascendido a primer oficial en 1850, y parte hacia Malvinas transportando ganado.

En 1849, Piedra Buena realizó un viaje de Montevideo hasta Tierra del Fuego, como segundo oficial, para aprovisionar a los misioneros ingleses. Se hallaban a fines de ese año en la isla de los Estados cuando la marea trajo a la playa los restos de un barco; el joven oficial salió mar afuera y regresó con catorce náufragos rescatados de una muerte segura. Esa iba a ser una de las principales características del marino que fue Piedra Buena.

En 1850 es primer oficial de la goleta "Zerabia". Carga ganado lanar y vacuno para las islas Malvinas. Siente la seducción de las tormentas y los peligros y llega hasta la Antártida. Navega toda la zona de los canales fueguinos, conoce a los indios de aquellas latitudes y en lonas blancas marineras pinta los colores nacionales y les obsequia una bandera argentina, tratando de inculcarles el sentido de la patria.

Desde 1851 a 1854 surca los mares australes explorando las islas comprendidas entre cabo Vírgenes y Chiloé, internándose en los canales fueguinos y llevando a las tribus de la zona, banderas de Argentina hechas de lona.

En 1854, Piedra Buena otra vez en los mares presta auxilio a veinticuatro náufragos que estaban a merced del temporal; pocos meses después, a bordo de la goleta "Manuelita", que le había cedido Smiley, rescata de la muerte en Punta Ninfas a la tripulación de la barca ballenera estadounidense "Dolphin".

Durante los siguientes tres años, recorre continuamente los mares australes, pero ya al mando de una ballenera; explora los canales fueguinos y comienza a relacionarse con caciques tehuelches. Smiley le otorga, en 1854, el mando de la "San Martín" y con esta nave llega a Nueva York donde permanece dos años completando sus conocimientos náuticos en una escuela de marina.

A su vuelta, se dirige a los mares australes en donde realiza rescates de náufragos en la isla de los Estados. Surca el río Santa Cruz hasta la isla Pavón donde por primera vez junto con una tribu de indios enarbola la bandera argentina en la Patagonia.

En 1859 remonta el río Santa Cruz y llega a una de sus más dilatadas islas a la que denomina "Pavón", la cual mas tarde le es cedida por el gobierno y en ella instala un reducto al que concurren los indios del lugar. En 1859 también habilita un puesto de apoyo en puerto Cook en la isla de los Estados, frente a Tierra del Fuego. Desde la isla Pavón se dedica a la pesca de ballenas, caza de lobo de dos pelos, y actividades comerciales y de minería para obtener el sustento sin dejar nunca de lado sus actividades humanitarias.

Sigue luego navegando por los mares patagónicos y de la Tierra del Fuego. En 1860 concreta su máxima ambición, contar con su propio buque; le compra a su viejo maestro y amigo Smiley la goleta "Nancy", que procede a armar para defender el territorio y las costas del sur patagónico, en tanto continúa salvando vidas. Penetrado de un sentimiento de contenido nacional construye, en 1862 en la isla de los Estados, un pequeño refugio al cuidado de los hombres de su tripulación y alza en él la bandera nacional.

Incansable defensor de los derechos argentinos en la Patagonia austral, en 1863 escribió sobre un peñasco del Cabo de Hornos: «Aquí termina el dominio de la República Argentina. En la isla de los Estados (Puerto Cook) se socorre a los náufragos. Cap. Piedrabuena».
E
n uno de sus largos viajes arriba a la Bahía de San Gregorio en 1863 y traba amistad con el cacique Biguá, lo trae a Buenos Aires presentándolo a las autoridades nacionales que lo designan Cacique de San Gregorio. La finalidad está cumplida y es prolongar la Patria y Piedra Buena obsequia a Biguá el pabellón de su barco, que ha dejado de llamarse "Nancy" para ostentar el nombre de un heroico marino criollo: "Espora".

El Gobierno Nacional teniendo en cuenta los méritos de Piedra Buena que tanto hace por defender la soberanía argentina en la Patagonia, le entrega el 2 de diciembre de 1864 los despachos de "Capitán honorario sin sueldo".

Transcurren los años y Piedra Buena sigue su labor de socorrer náufragos dejando a veces abandonados sus intereses comerciales y a la vez inculca a los indios que ellos son hijos de la República Argentina cuya soberanía deben defender. Las navegaciones que realiza en las costas de la Patagonia, Malvinas y Tierra del Fuego son numerosas.

A este embajador «sui generis» se le daban sólo instrucciones verbales y se le pagaba con honores y concesiones que nada cuestan. Su nombre figura sólo en 4 decretos oficiales
En 1867 regresa a Buenos Aires y contrae matrimonio con Julia Dufour, con ella y a bordo del Espora parte hacia la isla de los Estados, para luego arribar a la isla Pavón y establecerse en Punta Arenas.

En 1868 el gobierno otorga las primeras concesiones de tierra en el sur, entregando en propiedad a Piedrabuena la isla Pavón y la isla de los Estados.

Corre el mes de marzo de 1873 cuando viaja con la goleta "Espora" a la isla de los Estados y allí lo sorprende un terrible temporal que abate la nave contra las rocas, produciéndose la pérdida de la misma. Con los restos de esta nave y luego de una ardua tarea que le insumió 27 días de trabajo construye un pequeño cúter al que llamó "Luisito" y con el que navegó hacia Punta Arenas.


Desde este punto volvieron a la isla de los Estados salvando en esa oportunidad a los náufragos del buque "Eagle" y del "Dr. Hanson". El gobierno alemán premió el acto de arrojo y envió a Piedra Buena un magnífico anteojo-telescopio contenido en un estuche cuya plaqueta de plata rezaba: "Nosotros, Guillermo, por la Gracia de Dios Emperador de Alemania y Rey de Prusia:


Consideramos esta caja como recuerdo de gratitud al capitán D. Luis Piedra Buena, del buque argentino "Luisito", por los servicios prestados en el salvamento de la tripulación del Dr. Hanson naufragado en octubre de 1874".

En 1875 se le concede una línea de navegación subpatagónica,
Convencido el Gobierno Nacional de mantener una comunicación constante con las costas del sur como de asegurar el dominio del estado en aquellas regiones, le asignó a Piedra Buena una subvención para que con un barco bajo su mando pudiera prestar aquel servicio. Para ello adquirió la goleta "Santa Cruz" y realizó la travesía tocando Chubut, Deseado y Santa Cruz, llevando a su bordo al sabio explorador el perito Francisco P. Moreno.

De regreso de ese viaje el gobierno le extendió los despachos de sargento mayor con grado de teniente coronel el 17 de abril de 1878.

En sus anuales visitas en invierno a Buenos Aires tiene entrevistas con los presidentes Mitre, Sarmiento y Avellaneda de quienes recibe el más fuerte apoyo moral. Es, además, asesor de Félix Frías, plenipotenciario argentino en Santiago. Su factoría en Pavón y Puerto Cook en isla de los Estados, ambos enarbolando la bandera argentina desde mediados de siglo, son poderosos argumentos esgrimidos por Argentina en la definición del trazado de frontera con Chile.

Observando Piedra Buena las intenciones de Chile de tomar posesión de los territorios patagónicos, decide dar conocimiento de los hechos a las autoridades nacionales. Desde Buenos Aires obtiene una promesa de apoyo oficial. Al poco tiempo, Domingo F. Sarmiento asume la presidencia, Piedra Buena busca su apoyo pero se le niega por falta de presupuesto. A pesar de las adversidades, Don Luis decide prestar servicios a la patria y cuidar las costas con el Espora a cuenta del Estado sin remuneración alguna.

En 1881, tras 22 años de su permanencia en la Patagonia austral, Argentina y Chile firman un tratado de límites.

En 1882, interviene con la "Cabo de Hornos" en la expedición científica a la patagonia meridional colocada bajo la dirección del marino italiano Giacomo Bove. El viaje tuvo una duración de ocho meses y reconoció como centro principal de observación la isla de los Estados, que el gobierno había otorgado a Piedra Buena. Los trabajos continuaron luego en el canal de Beagle.

El 8 de noviembre de 1882 el general Roca, Presidente de la Nación, le confirió el grado efectivo de teniente coronel de la Marina de Guerra. Será el primer instructor de nuestros marinos.
Piedrabuena fue promotor incansable de la Patagonia austral y llamó siempre la atención de las autoridades argentinas con respecto a la necesidad de poblarla. Pero no pudo ser testigo del proceso de ocupación en Santa Cruz, que se inició dos años después de su muerte.

Se aprestaba a efectuar una nueva navegación a la región donde había surcado tantas millas afirmando la soberanía nacional y salvando náufragos, cuando lo sorprendió a los 50 años, la muerte el 10 de agosto de 1883.

Isla de los Estados, Antártida, Río Santa Cruz, Tierra del Fuego, Angosturas del Magallanes, Punta Arenas, Cabo de Hornos, son jalones todos de sus proezas náuticas. Fue Piedra Buena un marino argentino, sencillo, trabajador, honrado y su vida es hoy la mejor página de patriotismo en la historia de los mares australes de la República.


Fue Piedra Buena un marino argentino, sencillo, trabajador, honrado y su vida es hoy la mejor página de patriotismo en la historia de los mares australes de la República Argentina.

“Es un hecho histórico que a los trabajos del comandante Piedrabuena y a su patriótico anhelo se debe en gran parte la reivindicación de los territorios australes de la República Argentina, sobre los cuales él fue el primero en llamar la atención, pudiendo decirse que por mucho tiempo los defendió solo, con un pequeño buque de su propiedad, con el cual navegaba por los canales magallánicos, velando por aquellos y estorbando su ocupación por otros”.

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