"Cuando el interés general exige las atenciones de la
sociedad deben callar los intereses particulares. Este es un principio que solo
desconocen los egoístas, los esclavos y los enemigos de la Patria, los cuales
deben saber que no hay derecho, sin obligación, y quien solo aspira a aquel sin
cumplir con esta es un monstruo abominable, digno de la execración publica y de
los más severos castigos”. Manuel Belgrano.
“No trate de economizar sangre de gauchos. Éste es un abono
que es preciso hacer útil al país. La sangre de esta chusma criolla, incivil,
bárbara y ruda, es lo único que tienen de seres humanos”. Domingo Faustino
Sarmiento (Carta a Bartolomé Mitre, 20 de septiembre de 1.861).
“Si los pobres de los hospitales, de los asilos de mendigos
y de las casas de huérfanos se han de morir, que se mueran: porque el Estado no
tiene caridad, no tiene alma. El mendigo es un insecto, como la hormiga. Recoge
los desperdicios. De manera que es útil sin necesidad de que se le dé dinero.
¿Qué importa que el Estado deje morir al que no puede vivir por sus defectos?
Los huérfanos son los últimos seres de la sociedad, hijos de padres viciosos,
no se les debe dar más que de comer”. Domingo Faustino Sarmiento (discurso en
el Senado de la Provincia de Buenos Aires, 13 de septiembre de 1.859).
"Hay en el país dos millones de argentinos que estarán
dispuestos a economizar sobre el hambre y sobre la sed a fin de cumplir una
situación extrema con los compromisos de la Nación hacia sus acreedores
extranjeros".
Nicolás Avellaneda.
¿Para qué queremos Constitución, ni leyes, si la República
se arruina, si la Patria desaparece?
Leandro N. Alem.
"...Ha llegado la hora de la mujer que comparte una
causa pública y ha muerto la hora de la mujer como valor inerte y numérico
dentro de la sociedad. Ha llegado la hora de la mujer que piensa, juzga,
rechaza o acepta, y ha muerto la hora de la mujer que asiste, atada e
impotente, a la caprichosa elaboración política de los destinos de su país, que
es, en definitiva, el destino de su hogar. Ha llegado la hora de la mujer
argentina, íntegramente mujer en el goce paralelo de deberes y derechos comunes
a todo ser humano que trabaja, y ha muerto la hora de la mujer compañera
ocasional y colaboradora ínfima. Ha llegado, en síntesis, la hora de la mujer
argentina redimida del tutelaje social, y ha muerto la hora de la mujer
relegada a la más precaria tangencia con el verdadero mundo dinámico de la vida
moderna."
María Eva Duarte de Perón (Evita).
"No renunciaré, no me suicidaré, no me iré del país”. Arturo
Frondizi.
“Esta es la hora de la reparación nacional, a la que todos
tenemos algo que aportar. Esta es la hora de la gran revolución democrática, la
única que el pueblo quiere y espera; pacífica sí, pero profunda, ética y
vivificante, que al restaurar las fuerzas morales de la nacionalidad nos
permita afrontar un destino promisorio con fe y esperanza”. Arturo Umberto Illia.
"Hay que comer pescado”. Alvaro Alsogaray.
"Hago lo que hago porque quiero a la justicia. Si bien
yo nací en una familia de pequeños propietarios y no he experimentado la
injusticia que sufre tanta gente, tantos trabajadores, sé que no sólo lucha
contra ella quien la padece, sino también quien la comprende. Claro que la
represión la hemos sufrido nosotros también. Pero lo fundamental es que todos
los que tenemos un concepto de justicia y equidad, debemos luchar para
construir una nueva sociedad que permita al hombre salir de la enajenación a que
lo conduce este sistema que afecta hasta el derecho de vivir. La mortalidad
infantil, el analfabetismo, la deficiencia sanitaria, la falta de vivienda son parte
de este sistema injusto”.
Agustín Tosco.
“Nos negamos a seguir mirando, impasibles, el rostro
marchito de la Patria”.
José Ignacio Rucci.
"No voy a admitir que me corran diciendo que Perón no
viene porque no puede. En mi fuero íntimo diré: no viene porque no le da el
cuero para venir”. Alejandro A. Lanusse.
“Correrán ríos de sangre cuando el pueblo se entere y salga
a defenderme", le dijo María Estela Martínez al general José Rogelio
Villareal, cuando éste la detuvo en la madrugada del 24 de marzo de 1976.
"Un político es un ciudadano con vocación de bien
público que pone algo de su tiempo y de su vida al servicio de la comunidad en
que vive. Y lo hace para una convicción política que nace de la filosofía en
que se enrola, a la que sirve con lealtad”. Ricardo Balbín.
"Los desaparecidos no están, no son”. Jorge Rafael
Videla.
"Y hoy podemos dar gracias a Dios: la casa está en
orden y no hay sangre en la Argentina”. Raúl Alfonsín.
“No importa de dónde vengan los capitales. Lo que importa es
que vengan”.
Alberto Kohan, (año 1991).
"No sé si con Maradona entrenamos, ¡pero comemos unos
asados!" De un jugador de Mandiyú de Corrientes cuando Diego Maradona era
el técnico en el año 1.994.
“Hay que meterle bala a los delincuentes”. Carlos Ruckauf
(año 1.999).
“El 2.001 será un gran año para todos. ¡Qué lindo es dar
buenas noticias!”.
Fernando De la Rúa (mensaje de fin de año de 2.000).
“De la Rúa es el Sarmiento del siglo XXI”.
Domingo Felipe
Cavallo (año 2.001)
"No hay crisis." Fernando de la Rúa en la noche
del 19 de diciembre de 20o1.
“Voy a poner a la Argentina en orden y vamos a crear un
millón de empleos”.
Rodríguez Saá (diciembre de 2001).
“Cuando a alguien se le ponen escollos para gobernar, eso no
es libreto peronista. Es más bien un guión de Francis Ford Coppola. Y no es doctrina
peronista; es el Padrino”. Cristina Fernández de Kirchner (año 2.005).
“Minga les vamos a aumentar las tarifas”. Néstor Kirchner (año
2.005).
“La plata me la prestó mi hermano”. Felisa Miceli (año
2.007).
“Es todo tan circunstancial, de tal chiquitaje... sustituir
y llenar de mentiras. Como los 30 mil desaparecidos. ¿Con qué derecho cuando
había un conteo de 9 mil? ¿Porque es un símbolo? Están los mitos, pero quien
hace historia tiene responsabilidad política. Debe decir la verdad” Graciela
Fernández Meijide (año 2.009).
"Bolivianos de mierda, váyanse" y "váyanse,
bolivianos hijos de puta. La Plaza es nuestra". Hebe de Bonafini
(diciembre 2.009).
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La diferencia de opiniones conduce a la investigación, y la investigación conduce a la verdad. - Thomas Jefferson 1743-1826.