RAÚL DI BLASIO EN LA PATAGONIA ARGENTINA.

UN NEUQUINO DE FAMA INTERNACIONAL.

En un reportaje a Raúl Di Blasco efectuado por Florencia Lazzaletta donde dice que el regreso de Di Blasio a Neuquén tiene que ver con su "Fue una petición muy especial de mi madre y me puse a trabajar en eso para darle el gusto" y sigue el reportaje Di Blasio admite que, como puede suponerse, su madre lo apoyó en su intención de acercarse a la música cuando era pequeño. "Mis padres, pero sobre todo mi madre, fue fundamental en la decisión de continuar, sobre todo cuando tenía 8 ó 9 años y viví una etapa de mucho complejo, porque en Zapala cada vez que me veían con los libros de piano mis compañeros que jugaban a la pelota me gritaban de todo… yo no quería seguir estudiando y mi madre me impulsó a seguir", cuenta. Lo cierto es que Di Blasio no claudicó, y continúo el camino de la música hasta llegar ser "El piano de América", como se lo apoda. Sin embargo, el pianista admite que se trata de una carrera "muy satisfactoria, pero que empezó tarde" porque decidió "ser pianista para toda la vida" cuando cumplió 30 años, y su primer disco lo grabó recién a los 35 años. "Hasta los 30 años estudié piano, estudié música clásica, viajé por el mundo, estudié en Buenos Aires, luego me fui a Chile, divagando en una bohemia, hasta que me enfoqué en algo que resultó ser lo que soy hoy. Cada vez que me encuentro con Richard Clayderman, que hacemos giras y conciertos juntos, siempre hablamos de eso: que cuando él ya era un triunfador yo todavía tocaba el piano en un hotel en Viña del Mar en Chile. El recorrido que tuve que hacer fue muy pesado, muy duro y por eso soy tan optimista y creo que todo se puede llevar a cabo", dice. Idea que se potencia, según el músico, cuando piensa en lo que ha significado el piano en su vida. "¿Qué significa ser pianista? Es un modo de vida, no concibo mi vida sin la música, sin el piano. Pero no es una actividad, es una relación que mantengo con el instrumento, y es indudable que el despliegue en mi personalidad estando junto a un piano es totalmente diferente al Di Blasio desnudo cuando no tengo piano. Cuando tengo el piano me siento vestido, me siento yo, gano en seguridad. Es un bastón, un eje, un amigo, un aliado", reflexiona. –Hace 20 años que lanzaste tu carrera en EE. UU. ¿Fue la decisión más acertada? –De las decisiones más acertadas que he tenido en mi vida, esa fue una. Dudo, sin criticar el mercado en nuestro país o en Sudamérica, que hubiera podido alcanzar el objetivo que alcancé a nivel artístico, a nivel profesional. Haberme ido fue una de las decisiones más acertadas, con todo el sacrificio que eso significa. Porque cuando te vas no medís las consecuencias, que son un distanciamiento con la familia, con tu país, con las costumbres. Es una decisión que requiere de mucha fuerza, pero también de mucho sacrificio. Yo por perseguir un sueño y alcanzar mi objetivo perdí muchas cosas. Hoy en día tengo mi vida hecha fuera de la Argentina, pero no en México ni en Puerto Rico. Si me preguntás, no vivo en Argentina. No es que no tenga identidad, sé perfectamente quién soy y lo que soy, pero se produce como una mezcla de sensaciones. No soy de aquí ni soy de allá.

Raúl Di Blasio nació en Zapala en la provincia de Neuquén; su padre era un campesino y más tarde propietario de un pequeño mercado. Di Blasio descubrió el piano a los seis años. Sus padres lo alentaron a continuar con la música y lo matricularon en clases de piano, a pesar de no tener los medios económicos para comprarle uno. Durante cuatro años practicó en la casa de su profesor hasta que su familia pudo regalarle uno. A los 17 años, dominó los estilos tardicionales de la música sudamericana, tales como el tango, bossa novas y milongas, entre otros. Así, comenzó ha incorporarlos a su entrenamiento clásico. No inmune, sin embargo, a la invasión inglesa y al nuevo estilo de rock de los “Beatles”, Di Blasio formó una banda de rock de cuatro músicos, “Los diabólicos”, que fueron de gira por Argentina. Pero para mediados de los 70, regresó a sus raíces clásicas y se dedicó durante tres años a estudiar intensamente a los maestros clásicos tales como Chopin, Beethoven y Liszt. Desde hace cuatro años vive de manera permanente en México. 

  En un reportaje al diario “La Mañana del Neuquén” afirma “Ser artista es la suma de talento y convicción. Es estar capacitado para saber que hoy se tiene un plato de comida, y mañana no. Muchas veces el artista se embriaga de aplausos que suenan más lindo que el mismo piano”. Es que, a pedido de su propia madre, el músico se dará el gusto y placer de estar en escena junto a su hijo Stéfano, de 19 años, que toca la guitarra en su orquesta “será un concierto especial” que hace que se reencuentre con su familia . “Hace un par de meses estuve en la ciudad porque mi madre estuvo algo “complicadita”. Entonces me comentó que uno de sus mayores anhelos sería verme tocar el piano en un concierto. Así que le vamos a regalar el show para que lo disfrute ahora que está mucho mejor. Ésa es una de las razones principales, además de reencontrarme con amigos y tener a mi hijo en escena”, señaló Di Blasio, quien está radicado en México. El espectáculo musical que ofrecerá el concertista será el único que dará en el país, ya que el año próximo tiene planes de girar por toda Argentina. En su última actuación en esta ciudad, Di Blasio se reencontró con su amigo Luis Gingins, cantante que posiblemente suba a escena. "Seguramente Cuqui (por Gingins) va a ir al concierto, pero por ahora no tengo nada pensado. Si surge la oportunidad, haremos algo pero tiene que estar bien hecho. Él canta bárbaro y sería muy posible", apuntó Di Blasio. Nacido en Zapala, en los '70 el pianista formó Los Diabólicos, un grupo que hizo historia en la zona. Precisamente, Gingins y uno de sus hermanos integraban el grupo. Al consultarlo sobre una posible reunión de una parte del conjunto en el Ruca Che, Di Blasio soltó risueñamente: "Sería muy lindo y divertido. Fue una época lindísima.

El Ministerio de Educación de la vecina provincia de Neuquén informa de un concierto gratuito brindado a los chicos de las escuelas primarias de la capital neuquina de Raúl Di Blasio. El pianista neuquino radicado en México suele llevar adelante recitales de este tipo en aquel país, dentro de un programa que se llama escuela segura y que está enfocado en intentar bajar los índices de violencia y también está la noticia (no grata) del abandono de la proyectada plaza que llevaría el nombre de “Hilario Di Blasco” padre del músico que desarrolló una actividad mercantil en Zapala. El bloque del M.P.N. denunció el estado de abandono del lote donde Di Blasio sólo concretó algunas mejoras el terreno se encuentra en el sector comprendido entre las avenidas del Cañadón y del Maestro y la calle Tierra del Fuego. Ahora, la comuna dispondrá de ese lote para “fortalecer el desarrollo de espacios verdes y recreativos”, tal como se consignó en la nueva ordenanza. Y agrega la información que Di Blasio, nacido hace 56 años en la vecina localidad de Mariano Moreno (eso dice la nota de “La Mañana del Neuquén, un dato desconocido que aporta un cierto “revisionismo histórico” a la “versión oficial” de un Di Blasco nacido Zapala que solo sirve para agrandar la figura de Raúl Di Blasio) y criado en Zapala, grabó varios discos y acompañó con su piano y orquesta a grandes cantantes internacionales. También estuvo nominado a los premios Grammys.

  DOS POTENCIAS SE JUNTARON LA VOZ INOLVIDABLE DE ROCÍO DURCAL Y LA EJECUCIÓN MAGNÍFICA DEL PIANO DE AMÉRICA RAÚL DI BLASIO.