Cristina Kirchner y Beatriz Rojkés de Alperovich llevan, en distintas dimensiones, vidas paralelas. El miércoles, la senadora nacional y esposa del gobernador de Tucumán defendió las prácticas electorales de su provincia. En el recinto en el que, 12 años antes, la entonces senadora y esposa del gobernador de Santa Cruz había condenado la quema de urnas catamarqueñas. Pero el miércoles pasado olvidó aquel antecedente y reivindicó los comicios de Alperovich.
Hubo otra coincidencia. La señora de Alperovich se quejó de que a los tucumanos "nos traten como indios". Igual que la señora de Kirchner en esa sesión de 2003. Como recuerda Vilma Ibarra en Cristina vs Cristina, recriminó a Miguel Pichetto: "Nos trata como indios". Pichetto aun no la adulaba y ella no había descubierto la dignidad de los pueblos originarios.
Hace una semana, un kirchnerista formoseño llamó "villerito europeizado" a Carlos Tevez. El Inadi sigue distraído. Ni antes ni ahora defendió a los indios, a los villeros, o a los europeos. Es el único rastro de coherencia.
Publicado en Diario "La Nación", sábado 29 de agosto de 2015.
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